Han pasado unos años desde que Rowan dejó atrás a su familia, ninguno de ellos tenía conocimiento de donde se encontraba o si todavia estaba con vida.
Fueron muchos los años en los que ellos la esperaron pero jamás regresó, aún así Bella fue la únic...
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Un intento
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LAS INTENSAS MIRADAS que se pasaban unos a otros eran escalofriantes, ninguno parecía querer rendirse ante el acto de observar a todos y cada uno de los presentes frente a frente. A Rowan le pareció curioso ver dosnfiguaras pequeñas que no se comparaban en nada con los vampiros enormes que camianban detrás de ellos, quiso preguntar pero eso seria distraer a más de uno y lo que menos quería en ese momento era que todos bajaran la guardia. Obserdo a dos vampiros al frente de la fila de vampiros enemigos, uno rubio de hermoso rostro y ojos rojos, y el otro de cabello negro del mismo color de ojos que recorría cada uno con una mueca en su rostro. El vampiro de cabello oscuro que caía por sus hombros, buscaba entre las filas a alguien en específico que al parecer no se encontraba ahí, formó otra mueca frunciendo los labios con disgusto. La tensión crecia cada vez más, parecían dagas atravesado unos a otros en silencio mientras permanecían en aquellas miradas.
— ¿Que opinas, Edward? — inquirió Carlisle con un hilo de voz.
Trato de disimular su ansiedad frente a los de capa negra.
— No estaban muy seguros de como proceder — respondió casi de inmediato —, evalúan las opciones y eligen los objetivos clave: Eleazar, Tanya, tu y yo, por supuesto — su mirada permanecía en el vampiro del centro de la línea enemiga —. Marco esta valorando la fuerza de nuestras ataduras, les preocupa muchísimo los rostros que no identifican, Zafrina y Senna sobre todo, y los lobos, desde luego — Jasper atrajo aún más a Rowan junto a ella, Ethan y Alistair se acomodaron disimuladamente frente a ella —. Nunca antes se habian visto sobrepasados en número, eso es lo que los detiene.
— ¿Sobrepasados? — murmuró Tanya con incredulidad, haciendo la pregunta por todos.
— No cuentan con la participación de los espectadores — respondió bajo —. Son un cero a la izquierda en combate, están ahí porque a Aro le gusta tener publico.
— ¿Debería hablarles? — preguntó Carlisle, interrumpiendo la conversación.
Edward vaciló durante unos segundos, pero luego asistió.
