---¿Qué es esto?
Sofía se apartó de mi. Tenía una foto en su mano, era Sabrina quién aparecía en ella.
---Olvídalo.
Volví a tratar de besarla y a acariciarla pero me detuvo.
---¿Tienes una foto de tu ex novia muerta, aquí en el mueble?
Me levanté de encima de ella y suspire con fustracion.
---No lo sé, olvide que estaba ahí.
Rasque mi nuca, realmente quería evitar hablar del tema.
---¿La quisiste mucho?
Me puse de pie y camine para tomar el vaso de wisky que hace un par de horas había colocado en la mesita central del recibidor.
---Si, lo hice.
Afirmé luego de tomar de un sorbo todo el líquido que se encontraba en el vaso que tenía en mis manos.
---Ella murió en mis brazos...
Expresó con un tono casi inaudible.
---¿Qué?
Me sentí devastado.
---Dime...¿Sufrió?
¡Qué pregunta tan morbosa y estúpida!
Era mi culpa, yo debí pagar su rescate.
Sofía me miró con lástima y luego solo asintió con su cabeza.
---¡Joder! Fue mi culpa.
Me senté en uno de los muebles y llevé mis manos a mi rostro con fustracion.
---No fue tu culpa, las cosas simplemente se dieron así.
Ella tenía razón.
---Debió haber sido muy traumatico para ti, disculpame por recordartelo.
Nos miramos fijamente.
---No te preocupes aunque para serte sincera, si quisiera olvidar toda esa mierda.
Suspiró con amargura pero yo sonreí.
---Dame tu mano y haré que eso suceda.
Me miró confundida.
---No creo que eso se pueda.
Aseveró con seguridad.
---Almenos déjame intentarlo...
Le extendí mi mano, la cuál después de un par de segundos tomó.
---De acuerdo.
Parecía no muy convencida, sobretodo porque empecé a dirigirla hacía el segundo piso.
---Mmm...se me han quitado las ganas, no creo que esto sea buena idea.
Reí ligeramente.
---Déjeme decirle que es usted una mal pensada señorita Sanders.
Continuamos subiendo los escalones, yo estaba detrás de ella haciendo una llamada.
---¿Oye a quién llamas?
Cuestionó mientras se giraba a verme.
---Tu sigue subiendo.
Nos encontrábamos ya en el tercer piso.
---Ok...
La escuché bufar por lo bajo.
---Deberías poner un ascensor...
Habló casi jadeante.
---No te quejes que ya falta poco.
Al final llegamos hasta la terraza, un hermoso sol nos daba la bienvenida.
---Wow la vista es impresionante desde aquí.
Sonreí al verla correr y levantar sus manos al aire libre.
---Esto no es nada...
Le grité a lo lejos, ya que el sonido de mi helicóptero empezó a escucharse.
Me acerqué a ella y la tomé por los hombros.
---Wow...no lo puedo creer.
Miró sorprendida al helicóptero que aterrizaba frente a ella.
---Iremos a dar una vuelta.
La tomé de la mano y la llevé conmigo.
---¿Christian eres tu?
Dijo mientras la subía al interior de la aeronave.
---Si, más tarde te llevaré al cuarto rojo para azotarte.
Ambos reímos.
Narra Dorian
---¿No se suponía que te quedarías con tus padres dos semanas?
Odiaba que no hicieran lo que yo quería.
---Yo también te extrañe osito.
Trató de besarme pero la evite.
---Ja, por favor, ambos sabemos que eso no es así, deja de fingir.
Reí burlesco.
---No me hables así idiota, no te olvides que estas en mis manos.
Cerré los ojos para tratar de tranquilizarme un poco.
---Se que te gusta la mocosa esa, así que de ninguna manera pienso dejarte a solas con ella.
Escupió de mala gana.
---No se de que hablas.
Fijé mi vista en la ventana de la limonsina.
---No me creas estúpida como para no darme cuenta, de todas formas no olvides que sin mi...perderás su custodia.
Sonrió victoriosa.
¿Cómo es que había escogido a esta arpía para fingir una relación formal?
---Desde el comienzo te dejé las cosas bastante claras pero aún así aceptaste mi propuesta.
Ella no estaba cumpliendo con lo pactado.
---Es que creo que al comienzo nos divertiamos más, no se que esta ocurriendo contigo ahora.
Trató de tocar mi rostro pero me moví evitando que lo hiciera.
---Esto nunca fue divertido para mi.
La miré con desagrado.
---¿Pues que crees cariño?
Me guiñó un ojo.
---Me importa un culo. Mejor llévame a comer que tengo hambre.
Juro por Dios que quería ahorcarla ahí mismo.
Narra Sofía
Luego de un expectacular paseo en el helicóptero de Rhett, fuimos a un restaurante.
---¿Y aquí es la parte en dónde me quitó la ropa interior y te la entrego?
Una sonrisa chueca se formó en el rostro del ruso.
---No sigas con eso, de lo contrario te violare y no me importará hacerlo delante de toda esta gente.
Habló con tono serio.
---Tu serias incapaz de hacer eso.
Asevere mientras miraba el menú.
---Es porque no me conoces lo suficiente.
Me estremeci cuando me lanzó una de esas miradas tan suyas, de esas escalofriantes y perturbadoras.
---Deberíamos conocernos más.
Quizás el era un psicópata y yo aún no lo sabía.
---Te lo vengo diciendo desde el primer día que nos vimos.
Afirmó con tono burlón.
---Es verdad...
Lo observé mirando el menú y me di cuenta que me gustaba lo que veía. Rhett físicamente era lindo o mejor dicho era mi tipo. Su piel era muy blanca, su cabello era negro al igual que sus ojos, sus cejas eran oscuras y muy pobladas, su nariz era perfilada además de que su mandíbula estaba perfectamente marcada. Poseía los rasgos de un adonis pero a su vez tenía un aspecto de chico malo y eso era lo que más me llamaba la atención de él.
---¿Ya sabes lo que vas a ordenar?
Salí de mi ensoñación tras su pregunta.
---Pide por mi.
Cerré el libretin del menú.
---De acuerdo.
Volví a observarlo detenidamente hasta que el se dio cuenta.
---¿Qué?
Cuestionó incómodo.
---Nada...tengo hambre, es todo.
Desvíe mi mirada de el rápidamente.
Narra Dorian
Llegué al departamento y busqué a Sofía, ella no aparecía por ninguna parte.
---¿Dónde te metiste niña?
Regresé nuevamente a su habitación y en el suelo encontré una nota, la cuál leí con rapidez.
"Salí a dar una vuelta, no me esperes despierto"
Besos, Sofía.
Arrugue aquella nota y la bote al basurero.
---Amor...ven a la habitación.
Debía buscar la forma de deshacerme de Rentana, ella era demasiado insoportable.
---Voy.
Le grité con desdén.
Fui hasta la cocina y tomé un vaso de agua.
¿A dónde habrá ido?
---Cariño, porque no vienes, te estoy esperando.
Apareció la rubia frente a mi.
---Te dije que ya iba.
Estaba exasperado.
---¿Y tu mocosa? ¿Dónde se metió?
Observó todo alrededor quizás buscando encontrarla.
---No le digas asi, y no lo sé al parecer salió.
Una sonrisa ladina se formó en su rostro.
---¿Es decir, que tenemos el departamento para nosotros solos?
Tragué saliva con difícultad.
---¿Qué es lo que quieres?
La observé acercarse peligrosamente a mi.
---Quiero un hijo tuyo...
Susurro en mi oído.
---Estas demente mujer.
La aparté de mi y seguí mi camino, dejando a la rubia sola en la cocina.
---¡Hey! ¿A dónde crees que vas?
Esto sin duda empezaba a salirse de mis manos.
Narra Sofía
Eran las 11 pm y Rhett y yo nos encontrábamos en un antro, bailando muy cerca el uno del otro.
---Bailas muy bien.
Le hablé cerca del oído debido al fuerte sonido de la música.
---Te dije que todo lo hago bien.
Respondió arrogante.
----Esperame un momento, iré al baño.
Me separé de el.
---De acuerdo, ve con cuidado.
Caminé directo hasta los baños y me dirigí al servicio, necesitaba hacer pis.
Luego de hacer aquello me sentí aliviada, lavé mis manos y retoque mi maquillaje.
Al regresar noté que dos chicas bailaban alrededor del ruso, las muy descaradas se le restregaban encima.
¡Putas de mierda!
El por su parte parecía no saber que hacer.
Reí ligeramente cuando lo vi acercase a una columna y empezar a bailar alrededor de ella. Aquellas chicas y yo creo que empezamos a babear cuando lo vimos bajar lentamente hasta el suelo agarrándose de la columna, se movía tan jodidamente bien, era el chico más sexy que yo había conocido.
Finalmente llegué hasta donde el se encontraba.
---¿Y tu quién eres?
Ambas mujeres me miraron mal.
Rhett dejó de bailar y se acercó a mi.
---Su novia, así que fuera de aquí perras.
Me coloqué por delante de Kozac, éste parecía divertido.
---Te juro que no las conozco...yo estaba aquí solo y ellas empezaron a....
---Tranquilo, lo vi todo.
Lo tomé de la mano y empecé a arrastrarlo hacia fuera del lugar.
Subimos a su deportivo y le pedí que me fuera a dejar a la casa.
---¿Te sucede algo?
Durante el trayecto me mantuve callada todo el tiempo.
---No, para nada.
Me miró de reojo pareciendo no muy convencido de mi respuesta.
---Les dijiste a esas chicas que yo era tu novio.
Sonrió de oreja a oreja, me gustaba su sonrisa.
---Se lo que dije.
Afirmé con seriedad.
---Bien.
Su sonrisa se esfumó.
Al llegar le pedí que subiera conmigo hasta el departamento. Por fortuna tenía una copia de la tarjeta para ingresar a éste.
---Pasa.
Le dije luego de ingresar al lugar. Rhett me siguió.
---Gracias por todo, me la pasé muy bien contigo.
Tomé sus dos manos con las mías y las entrelace.
---Es que si tu me dejarás...podrías pasarla mejor.
Habló con voz ronca y me miró de pies a cabeza.
---Eres un egocéntrico.
Respondí casi al borde de la risa.
Escuchamos pasos y rápidamente notamos que Deluxo se encontraba a espaldas de nosotros.
---¿Así que estabas con el?
Su ceño estaba fruncido y ahora mismo hacia contacto visual con Rhett.
---Si, te presento a mi novio.
El castaño me miró sorprendido.
---¿Tu que..?
Rhett me tomó por los hombros y me abrazó.
---Ya la escuchaste, Deluxo, soy su novio.
Intervino el ruso.
---¿Hay algún problema con eso?
Hablé yo.
---Pues no, ninguno.
Dorian sonrío sin mostrar sus dientes.
Se alejó de nosotros, abrió la puerta y se fue.
¿A dónde iba a esta hora?
---Creo que le caigo bien.
Agregó Kozac con sarcasmo.
---Sí demasiado.
Le seguí la corriente.
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