CAPÍTULO 20
La mañana acontecía por la siempre soleada Kansas, era sábado así que todos los jóvenes estarían aprovechando el día al máximo, es decir, acostarse tarde y, sin lógica alguna que todos hemos hecho alguna vez, despertarse temprano para ver los dibujos.
Jon era uno de esos, iba con el pijama, despeinado y desayunando unos cereales con leche frente al televisor. Hoy tenía el día totalmente libre y la casa para él solo, lógicamente iba a aprovechar el momento y hacer lo que no le dejaban hacer que de momento sería hacer el vago.
Pero paró lo que estaba haciendo cuando escuchó el motor de un potente coche y un latir muy conocido por él, casi sin poder creérselo abrió la puerta y pudo ver a Damian acercándose a la entrada. El del pelo revuelto tenía los ojos abiertos; era muy raro verlo allí puesto que todos los fines de semana Damian los aprovechaba para ponerse al día con la universidad y por eso casi nunca se veían
– Hola – saludó todavía descolocado al ver al joven que llevaba un jersey verde oscuro remangado y vaqueros negros frente a él
– ¿Me vas a dejar entrar o no? – alzó una ceja
– Ah, sí claro – se espabiló – pasa por favor
– ¿Están tus padres? – miró alrededor extrañándose de que Lois no hubiera aparecido allí para saludarle
– No, mi madre está en Metropolis investigando una noticia y mi padre ha tenido que salir a no sé qué galaxia – explicó mirando al chico que no tenía buen aspecto – ¿estás bien?
Damian le miró, no pensó que se daría cuenta aunque algo se olería teniendo en cuenta de que había aparecido allí sin avisar pero necesitaba estar lejos de toda su familia puesto que al llegar a la batcueva Red Robin no tardó en informar de todo a Bruce que tampoco le gustó el método al que recurrió el joven Wayne, decir que su discusión duró horas era poco. Damian estaba cansado tanto psíquica como físicamente puesto que todavía no había dormido
– Sí ¿quieres dar una vuelta? – saltó sorprendiendo por segunda vez esa mañana al medio kriptoniano
– ¿A dónde?
– <Tt> ¿eso importa?
– No – negó con la cabeza sonriendo – voy a vestirme, si quieres desayunar algo sírvete, como si estuvieras en tu casa – dijo mientras subía las escaleras.
Damian se quedó solo. Fue al salón curioso puesto que escuchaba la televisión y vio el sofá donde supuso que Jon había estado sentado puesto que había una manta arrugada en una esquina del sofá y al frente de la mesita de café una caja de cereales abierta, un litro de leche y un cuenco a medio acabar. Se sentó allí y observó que en la televisión estaba puesto un programa de dibujos animados que no reconocía.
Esa escena le parecía tan normal, tan de niño, él nunca había tenido algo como eso, de pequeño solo recordaba que tenía que despertarse nada más salir el sol para entrenar, para él no había nada más y algo fuera de eso le resultaba extraño. Volvió a recordar las palabras de Tim y cerró los puños frustrado ¿nadie entendía que esa cosa debía morir? Era algo inestable e incompleto, no debía arriesgarse y aunque lo hubiera salvado ¿qué habrían hecho con él? ¿Cómo hubiera reaccionado alguien que despierta de su letargo y le explican toda la verdad? ¿Qué hubiera hecho si supiera que fue creado para ser solo como un arma? Él sabía de primera mano cómo se sentía y era mejor así que hacerle pasar por ese estado de sufrimiento y confusión
– Ya estoy – apareció Jon con una gran sonrisa con unos vaqueros azul claro, una sudadera violeta, las gafas negras de pasta gruesa y su inseparable gorra– casi se me olvida arreglar todo esto – empezó a arreglarlo todo antes de que su madre lo viera y le regañara – ¿dónde quieres ir? – preguntó a Damian que parecía que ni se había dado cuenta de su presencia y que tenía una expresión bastante sombría y seria – ¿Damian? – le llamó preocupado tocándole el hombro para que reaccionara – ¿de verdad que estás bien?
– Sí – repitió levantándose
– Si te pasa algo...
– <Tt> que estoy bien pesado – fue hacia la salida – ¿vamos?
– ... Vale – dijo no muy convencido cogiendo sus llaves del cuenco de la mesa de la entrada y comprobando que llevaba el móvil por si acaso – ¿dónde quieres ir? – preguntó de nuevo mientras salían a por el coche otro modelo que no le vio antes llevar a Damian de color blanco que parecía sacado de una peli de espías por lo elegante que era
– No conozco mucho este sitio ¿alguna recomendación? – se puso unas gafas de sol y subió al coche.
Jon se quedó pensando durante un rato, la verdad es que le apetecía dar un paseo por el centro del pueblo pero sabía que a Damian no le gustaría la idea y que podría ser peligroso para su reputación así que pensó en un sitio alejado donde pudieran estar tranquilos
– Hay un estanque por ahí, a lo mejor te gusta – sonrió notando como el coche se ponía en marcha.
Damian iba conduciendo bastante callado, mucho más que de costumbre y eso preocupaba a Jon puesto que desde que le había visto en su puerta sabía que algo iba mal y no sabía cómo hacer que le dijera qué le pasaba o que al menos le hiciera sentir mejor
– Y... – pensó en algún tema de conversación – ¿cómo te fue anoche? ¿Todo bien?
– Sí – respondió seco notando que de nuevo su rostro se ensombrecía
– Vale... am... la cosa esta que tenías con Luthor ¿cómo va? ¿De qué trata el caso?
– Nada importante ya está completada una parte – de nuevo sonó seco – es aquí ¿no? – miró alrededor y al indicador del GPS que había puesto el del pelo revuelto.
Por lo que veía era un sitio apartado del pueblo. Un campo con varias flores silvestres, césped y un estanque que pareció haber tenido mejores días, Damian lo miró de reojo, se esperaba a que lo llevara a un sitio más animado pero la verdad es que le agradecía que no hubiera nadie.
Los dos bajaron y Damian volvió a echarle otro vistazo al lugar, la verdad es que parecía tan aburrido como el pueblo en sí
– Hace mucho que no vengo, recuerdo que solía jugar mucho por esta zona y practicar con mis poderes – sonrió Jon – ¿ves ese árbol de ahí? ¿El que parece que está podrido? Lo hice cuando descubrí mi visión aunque no la controlaba del todo aún – se rió incómodo – una vez helé el lago en pleno verano, menos mal que nadie se pasa por aquí – volvió a sonreír
– Ya veo que has dejado tu marca en algunos sitios – observó – ¿ya no practicas aquí?
– No tan seguido, casi no tengo tiempo pero ahora lo que me estoy esforzando más es en el vuelo – se sentó en un tronco talado por sus propias manos cuando quiso probar su fuerza
– ¿Sigues sintiendo eso cada vez que saltas? – se sentó a su lado
– Sí, es como un salto especial, me siento más ligero y noto que tardo más en caer – sonrió ilusionado – estoy deseando poder volar – miró el cielo despejado imaginándose así mismo volando como su padre y después miró al moreno – cuando aprenda serás el primero a quien lleve – prometió
– Prefiero ir en un avión con las turbinas estropeadas
– ¡Oye! – le dio un suave puñetazo en el hombro riéndose provocando que el otro también se riera un poco – pues ahora no te llevo – hizo en broma un pequeño puchero
– Gracias – sonrió. Era un gracias de corazón, necesitaba reírse aunque solo fuera por un momento pero Jon lo entendió como parte de la broma
– Qué cruel, cuando tengas prisas por ir a un sitio no me llames – siguió y tomó discretamente su mano durante esa pequeña discusión
– Ya tengo bastantes coches y aviones para eso – sonrió orgulloso
– Engreído – se quejó se acercó a él pero paró en seco mirando a todos lados por si acaso había alguien pero Damian le agarró de la nuca e hizo que lo besara.
Jon como siempre olvidó quien era y dónde estaba por un instante ante el contacto de esos labios dueños de sus muchos sueños y deseos. Cerró los ojos para sentir mejor el contacto y se acercó más a él entreabriendo la boca cuando notó la húmeda petición en sus labios perdiendo el aliento en cuanto sus lenguas chocaron con la misma ansia y deseo que la primera vez.
El petirrojo lo acercó por la cintura con una mano mientras que con la otra seguía estrechando la mano que le había tomado el del pelo revuelto. De verdad que necesitaba eso, necesitaba dejar de pensar en lo de anoche, necesitaba olvidar por un momento las amenazas de Ra's al Ghul, en todas las malas palabras que se cruzó con Tim y su padre, necesitaba dejar de sentirse como el monstruo que le hicieron recordar, necesitaba ver unos ojos que no le miraran decepcionados, necesitaba a Jon.
Se fueron separando entre beso y beso para tomar aire y, con un último beso en la mejilla que le dio Jon, dio por acabado ese contacto tan pasional pero a la vez lleno de cariño y le miró con una gran sonrisa
– No es que no me alegre tu visita pero ¿cómo que has venido hoy? Como siempre me dices que los fines de semana es cuando estás más ocupado... –
– Tenía un hueco libre – mintió, la verdad es que tenía que finalizar unos trabajos y estudiar pero con toda la presión que sentía bajo la mansión Wayne tuvo que irse sí o sí. Jon volvió a ver ese semblante triste
– ¿De verdad que no ha pasado nada? – puso una mano en su mejilla para que lo mirara
– Nada, solo tuve una noche cansada deja de darle vueltas – le dio otro beso para olvidarse de todo. Jon volvió a sonreírle todavía inconforme pero prefería no agobiarle más. De pronto recordó algo y se llevó una mano a la cabeza – ¿qué?
– Había quedado con los chicos para acabar mi fiesta de bienvenida
– ¿Los chicos? ¿Los de la torre? – alzó una ceja ya que no se le había informado de ello, aunque si se ponía a pensar nunca le avisaban cuando era para divertirse
– Sí, pero no te preocupes – sacó el móvil apurado y empezó a buscar en su agenda – les llamaré y diré que no puedo ir
– ¿Por qué vas a decirles eso? – le miró molesto
– Bueno... es evidente que tú no querrás ir y...
– ¿Me has preguntado? – saltó serio dejando en blanco y con los ojos abiertos como platos al otro
– ¿Quieres ir?
– No pero no estaría mal variar de vez en cuando – se levantó dejando de nuevo asombrado a Jon pero al segundo sonrió y le siguió – tardaremos un poco en llegar a la torre ¿a qué hora habías quedado?
– No será en la torre – se llevó una mano a la nuca nervioso puesto que sabía que esa situación pondría en un aprieto a Damian – hemos dicho de vernos en Metropolis... sin los trajes... ya sabes, como civiles y eso
Damian se quedó un buen rato callado analizando esa información puesto que salvo por Kory el resto nunca le habían visto sin su traje incluso dudaba si alguno recordaba su nombre y eso le ponía en un aprieto. Miró los ojos inseguros de Jon y la sonrisa nerviosa que le ponía, hasta él mismo sabía que no le gustaba la idea pero en vez de exteriorizar lo que pensaba se mostró indiferente
– ¿Todavía sigues queriendo ir? – preguntó incómodo pues podía escuchar su corazón a la perfección y le notaba alterado
– Sí – mintió pero prefería mil veces estar con ese grupo que para él solo eran compañeros de trabajo que en la mansión – vamos antes de que lleguemos tarde y eso me recuerda que ya te programé el examen ¿has empezado a estudiar? Porque te tengo que decir que eso es imposible que te lo aprendas en una semana – se metió en el coche disfrutando la expresión de Jon
– Me lo empecé a leer ¿por qué son tantas cosas? ¿Para qué me sirve aprenderme tantas fichas de supervillanos, leyes y un montón de chorradas?
– Es lo que hay, todos esos datos me facilicitarán el no tener que explicarte las cosas en cada misión – respondió serio poniéndose en el papel de Robin, líder de los Teen Titans
– Pues la parte de las leyes no hay quien las entienda ¿de verdad que me tengo que aprender esos números que vienen antes de toda la ley? ¿Y qué diferencia hay entre ley, decreto y código?
– Lo tendrás que aprender por tu cuenta – intentó no reírse por la cara que ponía el chico
– Oye que tu eres quien estudia derecho – se quejó – deberías explicármelo
– Te diré lo mismo que dicen todos los profesores de mi universidad: yo pongo la materia y vosotros investigáis – respondió dejando sin fundamentos para que Jon le dijera nada
– Borde – fue lo último que hizo antes de cruzarse de brazos y mirar el paisaje. Eso provocó que al fin el petirrojo sonriera divertido.
En menos de una hora llegaron a esa gran ciudad que parecía estar siempre iluminada y que todos sus ciudadanos eran buenas personas, muy diferente a lo que estaba acostumbrado a ver en su ciudad Damian. Al llegar a un centro comercial que estaba abarrotado de gente y pudo ver de lejos a su grupo de héroes vestidos de civiles aunque al que más se le notaba quien era era Chico Bestia por su piel verde pero parecía que a este no le importaba y que lo llevaba con orgullo y no creía que pondría en peligro sus identidades puesto que era muy conocido por las redes sociales y no era raro que se le viera rodeado de gente
– Hola – corrió hacia ellos el del pelo revuelto dejando atrás a Damian que todavía se sentía incómodo con esa situación
– ¿Qué pasa tronco? – le chocó la mano Chico Bestia aunque ahora con esas ropas de civil era solo conocido por el nombre de Garfield – ¿listo para tu "súper" fiesta que no pudimos acabar? – dijo con doble sentido y con una gran sonrisa que se esfumó cuando se dio cuenta de que alguien que no conocía se les estaba acercando – ¿un fan? – se explicó el de verde que le saludó como si le conociera de siempre – hola tío ¿qué pasa? ¿Qué quieres? ¿Un autógrafo? – le rodeó con un brazo el cuello de manera amistosa – ¿qué tal un selfie? – se hizo uno con él al instante – salimos como unos modelos de pasarela, dime tu nombre en instagram para...
– Quita – le apartó ahora siendo abrazado por la tamarana que estaba tan contenta que casi vuela
– ¡Hola Damian! Al fin vienes a una de nuestras reuniones sociales – dijo con esa característica forma de expresarse
– Has tardado – habló con voz suave Raven que se le acercó. El petirrojo solo la miró mal y también la apartó, odiaba el contacto físico innecesario salvo si era con Jon
– ¿Le conocéis? – preguntó Aqualad extrañado por esa familiaridad con que le trataban las chicas
– Claro que sí Jackson ¿no le reconocéis? – sonrió sintiéndose más incómodo Damian por las miradas que recibía
– Él es... el hermano de Dick – le presentó Jon esperando que con eso pudieran familiarizarle y vaya que si lo hicieron el de verde y Jackson que se quedaron sin respiración cuando encajaron todo
– ¡¿Ro...
– Damian – les cortó el moreno que no había suavizado ese gesto frío y serio ni por un segundo
– ¡¿Qué pasa tío?! – le chocó la mano bastante contento Garfield al igual que el atlante
– Nunca pensé que tuvieras más ropa aparte de... tú ya me entiendes – se rió – un placer Damian, yo me llamo Ja...
– Jackson Hyde – le cortó – lo sé, está en vuestros expedientes no hace falta presentaciones – como siempre tan amable
– Espera – saltó Garfield mirando a los que sabían quien era desde el principio – ¿por qué le conocéis?
– Es mi cuñado
– Somos amigos desde hace mucho
– Más de una vez hemos conectado mentes cuando hemos hecho una sesión de meditación juntos
– Rachel, churri mía, ¿tendría que interpretar eso como algo malo? – preguntó el de verde viendo como esta ponía los ojos en blanco al igual que Damian
– La pregunta del millón de dólares debería ser ¿cómo has logrado convencerlo? Porque ha venido contigo ¿no Jon? – preguntó ahora Jackson
– <Tt> simplemente quería y punto ¿algún problema con eso? – habló enfadado y pensando que todo esto había sido una mala idea
– No Damian, tranquilo – le sonrió sincera la pelirroja – es solo que es extraño verte con nosotros pero nos alegramos muchísimo de que hayas venido y esperamos que se convierta en una costumbre ¿a que sí chicos? – miró a los dos
– ¡Claro que sí! – exclamó feliz el de verde rodeándole con un brazo por los hombros pero este de nuevo le apartó y, a pesar de que le dejó por un segundo en blanco su actitud, no le extrañó nada dada su personalidad, aunque se esperaba que se suavizara cuando no llevara la capa – para empezar teníamos planeado comernos una pizza que ya viene el hambre ¿te apetecen? – le sonrió pero Damian seguía estando serio – em... bueno pues... ¡vamos! – intentó seguir de buen ánimo y empezó a caminar con el resto tomando por el hombro a Jon que era el protagonista hoy y cuando esto pasó echó la cabeza detrás y miró a Damian preocupado por un segundo pero al menos ahora iba con las chicas que le hablaban
– No sabes lo mucho que me alegra verte Dami – sonrió Kory
– No me llames así – dijo echándole una mirada de odio
– ¿Cómo te fue anoche con Dick? Me comentó que ibais a...
– Kory, ya sabes que la primera norma es nada de hablar del trabajo – habló calmada Raven
– Es verdad – se llevó una mano a la boca – es que llevo desde ayer por la tarde sin verle y ya sabéis lo que me preocupo por él
– Oye Rai Rai mira qué video me acaban de pasar – les interrumpió Garfield mientras se sentaban en uno de los puestos de comida del centro comercial y se puso al lado de ella
– Ro... Damian ¿qué quieres comer? – preguntó Jackson entregándole el menú – nosotros ya sabemos qué pedir no es la primera vez que estamos aquí y te aseguro que pidas lo que pidas te gustará
– Yo me pediré en esta ocasión una cuatro quesos – saltó Jon logrando que todos lo miraran extrañados
– ¿No vas a pedir conmigo la de carne con extra de carne de siempre? – preguntó Jackson
– Hoy no me apetece – sonrió Jon puesto que conociendo a Damian este diría que no tendría hambre y no comería – ¿quieres que la compartamos Damian?
– Por él no te preocupes que nosotros compartiremos la vegana ¿a que sí amigo mío? – hizo una gran sonrisa el de verde dejando con los ojos en blanco a Damian que ya le tenía harto con el mismo tema
– No voy a comer vegano porque tú me lo pidas
– Te lo dice porque siempre le ha dado ilusión pedirse una entera sin quedar como un glotón – se rió Kory
– Entonces – se levantó el atlante y señaló a Rachel y a Kory – una carbonara – luego a Garfield – tres porciones de vegana – señaló a Jon y a Damian – cuatro quesos y yo me pediré una carnívora que sé que al final la compartirás conmigo – sonrió al más joven puesto que del grupo era el que más comía dado su metabolismo – pues a darme el dinero y...
– Pago yo – se levantó Damian que todavía se mantenía serio pero decidió intentar ser amable para dejar de ver esa cara de preocupación cada vez que cruzaba la mirada con Jon
– ¡¿En serio?! Pues pide una entera para mi – exclamó el de verde
– ¿Cien es suficiente? – le entregó un billete como si no fuera nada aunque para él esa cantidad no era significativa que digamos.
Jackson se quedó mirando el billete impresionado puesto que era la primera vez que veía uno de esos, hasta dudaba si existían, se notaba que a Robin le sobraba dinero como para entregarle esa cantidad así como así pero teniendo en cuenta que él, o mejor dicho Batman, se encargaba de los costes de la torre y de todo el equipo no era de extrañar
– De sobra – sonrió – ahora vuelvo – fue al puesto esperando que tuviera cambio para esa cantidad
– Y dime Damian; jo tío se me hace muy raro decir tu nombre – se rió Garfield
– <Tt> pues no lo digas
– ¿Qué haces cuando no estás dándonos órdenes cada dos por tres? – siguió recibiendo una mala mirada de su líder
– No es asunto vues... – pero se calló cuando notó la mirada de Jon y contuvo su mal humor para que no lo pasara mal, al fin y al cabo había venido de imprevisto por propia voluntad y no quería estropearle el día – hago mis trabajos con ya sabéis quien, estudio en la universidad y trabajo
– ¿Todo eso?
– Y además hace tres carreras a la vez que según Dick eso es imposible – agregó la tamarana logrando que todos le miraran asombrados salvo Jon que ya lo sabía
– ¡¿Tres carreras?! Pero de dónde sacas el tiempo – preguntó Jackson
– ¿Estás seguro que no tienes superpoderes? – siguió Raven
– Jo tío, yo lo flipo, tienes que ser un cerebrito o algo así ¿cuándo duermes?
El petirrojo se empezó a sentir agobiado con tanta mirada y preguntas puesto que no estaba acostumbrado a eso, él siempre era discreto y reservado, aunque no le gustara admitirlo esa situación le superaba
– Oye Gard – les interrumpió Jon – ¿qué tal el nuevo juego que te presté? Está muy bien ¿verdad? – cambió de tema de conversación ya que notaba que Damian lo estaba pasando mal
– Sí, es adictivo – dijo animado y con una gran sonrisa
– Es muy gracioso verlo, se mete mucho en el juego – rió Kory
– Prácticamente no duerme por el dichoso juego – comentó Rachel y el líder lo miró con reproche
– ¿Por eso ha bajado tanto tu rendimiento en los entrenamientos?
Ese comentario junto a esa mirada hizo sentir al Chico Bestia como un ratón acorralado por una serpiente, esa fiera mirada hacía sentir insignificante a él y a cualquiera que se atreviera a enfrentarse a él
– Las pizzas ya están – avisó Jon que escuchó desde allí como le entregaban el pedido a Jackson – voy a ayudarle ¿Damian puedes ayudarme con las bebidas? – pidió amablemente y este solo asintió chasqueando la lengua como si estuviera haciéndole el mayor favor de su vida solo para fingir y se levantó. Cuando estuvieron a una distancia prudencial siguió hablando – oye si te molesta puedo inventarme una excusa e irnos a...
– Estoy bien Kent, disfruta de tu dichosa fiesta – habló discretamente conforme se acercaban a Jackson que iba cargado
– Viene la caballería – sonrió dejando que llevaran parte de su carga – Rob... Damian – se corrigió, le resultaba muy raro llamarlo así – el cambio lo tengo en mi bolsillo, ahora te lo doy
– No me gusta llevar calderilla, quédatelo
Jackson se quedó en blanco y se detuvo
– ¿En serio? Oye que es mucho dinero
– <Tt> no lo repetiré más Hyde – siguió caminando llevando un par de vasos de coca-cola
– No sé qué mosca le ha picado pero me gusta – le susurró a Jon.
Después de brindar por el nuevo miembro del grupo empezaron a comer y a charlar animadamente como siempre. Poco a poco y conforme avanzaba la conversación Damian iba participando cada vez más hasta el punto que se relajó; Jon sonreía por ese gran cambio puesto que estaba preocupado por la actitud que tenía desde que le vio esta mañana pero ahora le notaba mucho mejor, ya no se arrepentía de haberlo llevado hasta allí, incluso se sentía feliz de pasar el tiempo con sus amigos y él, era algo que había querido hacer desde hace mucho tiempo y esperaba que se volviera una rutina.
Después de comer decidieron ir a los recreativos donde Garfield llevaba una buena racha jugando con la máquina de disparos e iba derrotando a todos los que se atrevían a desafiarle hasta un punto en el que se estaba poniendo fanfarrón
– Ja ja ja ja ¿quien se atreve con el rey? – rió cuando ganó por segunda vez a Satrfire y miró a todos los curiosos que se habían acercado y que ahora desviaban la vista para no ser patéticamente derrotados
– Vaya noche nos va a dar en la torre como siga así – se quejó Raven
– Lo siento amiga Rachel, he intentado vencerle pero es más hábil de lo que creía – suspiró la tamarana
– Venga Jon juega conmigo de nuevo – repuso con orgullo el de verde puesto que era el único que casi le vence
– No gracias – dijo humillado por que le hubiera derrotado a pesar de sus reflejos y su rapidez
– ¿No? Ja ja ja ja ¡soy el mejor! ¿Quien es el amo? ¡Yo soy el amo! – volvió a decir arrogante
– Por favor, que alguien acabe con él – pidió Jackson que ya estaba harto de la actitud de su amigo
– Puedo intentarlo – saltó el joven Wayne recibiendo la mirada de todos sus compañeros de equipo
– ¿Sabes jugar? – sonrió soberbio Garfield
– No puede ser más complicado que disparar con un arma de verdad – se subió a la plataforma y tomó la arma que hacía de mando
– ¿Que no es difícil? Ja ja ja yo te enseñaré a apreciarme nene – seleccionó el escenario más complicado de la lista, se puso las gafas de realidad virtual al igual que Damian y empezaron a jugar en un escenario frondoso. Damian sonrió de lado, no sería muy complicado, al fin y al cabo él tuvo peleas más duras en situaciones mucho más cruentas así que eso no sería nada. O eso creyó cuando notó una vibración de las pistolas y que su medidor de vida bajaba
– Jajajaja me mimetizo con la naturaleza chaval – escuchó al de verde
– <Tt> – chasqueó con la lengua y se puso en serio buscando en la pantalla dónde podría estar el enemigo, no tardó en localizarlo y le dio dos disparos certeros, ahora estaban igualados.
Siguieron disparándose en el juego y el metamorfo casi estaba a punto de perder, si le disparaban una vez más estaría muerto.
Todo el mundo se quedó maravillado ya que poca gente había durado tanto y le había quitado tanta vida al supuesto amo del juego.
Sus amigos empezaron a vitorear el nombre de Damian y al momento el resto de espectadores los siguieron desconcentrando al de verde que ahora sentía que iba a perder, ya se le había acabado toda la munición buena y parecía que Damian ya se sabía toda la pantalla ya que siempre acertaba en los sitios donde se escondía, al fin le vio frente a sus narices en el juego y antes e que pudiera reaccionar Damian le dio un último disparo.
Game over.
Todo se quedó en silencio hasta que los jóvenes espectadores vitorearon al nuevo campeón que se estaba quitando los cascos de realidad virtual y miraba prepotente y orgulloso a Garfield
– ¿Decías? – se acercó hasta él que estaba en estado se shock
– E-eso no vale, habéis empezado a hacer ruido y he perdido la concentración – replicó bajando del escenario
– No seas tan mal perdedor Gar – se rió Jackson que le dio unos golpecitos
– Enhorabuena Damian – dijo la tamarana
– No sabía que fueras tan bueno – le sonrió Jon al petirrojo que contuvo sus ganas de corresponderle el gesto y se mantuvo serio
– No es para tanto
– ¿Que no lo es? – repitió irónica la medio demonio – con solo ver la cara de Gar ha merecido la pena
– Nena, se supone que me quieres deberías apoyarme – lloriqueó el metamorfo pero en vez de eso todos rieron – ¿por qué tienes que ser bueno en todo? – se quejó y después suspiró – da igual, de todas formas es un juego, enhorabuena – le tendió la mano para estrechársela como buen jugador – deberías venir a la torre, tenemos una consola espectacular, me fliparía jugar contigo de nuevo
– <Tt> céntrate en entrenar y no en malgastar mis recursos – dijo frío dándose cuenta de lo mal que habría sonado por lo que suavizó su gesto y le estrechó la mano – tienes buenos reflejos – intentó elogiarle recibiendo una sonrisa del chico bestia
– ¿Dónde queréis ir ahora? – preguntó Kory
– Necesito ir a la librería – dijo Raven
– Pues vamos
Cuando el grupo avanzó Jon aprovechó que todos estaban ocupados entre ellos para volver a hablar con Damian
– ¿Cómo te lo estás pasando? – recibió solo una mirada cansada – admite que te lo estás pasando bien, a mi no me puedes mentir – se rió
– El que debería preguntar eso soy yo
– Yo me lo estoy pasando muy bien, me hace feliz estar con los que más amo – respondió con una gran sonrisa insinuándole lo que todavía no se atrevía a decirle queriendo besarle ahora pero se debía contener.
Damian se quedó un buen rato mirándole entendiendo lo que le había dicho con el pulso a mil sabiendo que podría escucharlo el medio kriptoniano. No es que no supiera que le quería pero nunca se lo habían dicho y para él era un gran paso que no sabía si tomar dadas las circunstancias que estaba teniendo pero al ver esos ojos celestes que lo miraban con confianza y con cariño le ablandaron y le hicieron sucumbir a sus sentimientos. Acercó lo justo la mano para rozarla con el meñique.
El medio kriptoniano entendió ese gesto, sonrió feliz y aprovechó que nadie los miraba para estrechar sus meñiques, fue entonces cuando Damian habló con la cabeza agachada y mirando al suelo con una expresión orgullosa
– A mi me pasa lo mis...
– Ey Jon – se separaron al instante – no te quedes atrás – se puso entre los dos Garfield recibiendo por parte de Damian la peor mirada que jamás le dedicó en toda su vida – ¿q-qué pasa? – preguntó asustado y desconcertado – ¿estabais contándoos un secreto? – bromeó – ¿qué era? Tranquis, me lo podéis contar
– No era nada – intentó ser amable Jon
– ¿Qué pasa aquí? ¿De qué habláis? – intervino Jackson sonriendo también
A todo esto llamaron por el móvil a la tamarana que sonrió ilusionada cuando vio el número de Dick en la pantalla
– ¡Hola! ¿cómo estás? – sonrió
– ¿Has visto a Damian?
La pelirroja alzó una ceja confundida por la pregunta del guardián de Blühaven
– Sí, justamente está con nosotros ¿por qué? ¿Pasa algo? – miró de reojo al joven Wayne que estaba unos pasos atrás hablando con Jon, Garfield y Jackson
– Que el muy idiota se ha escapado de casa y ni podemos contactar con él ni logramos rastrearlo – explicó nervioso y enfadado
– Vale, ahora se lo digo
– No, no se lo digas, dime dónde estáis e iré a por él
– Vale ahora te paso la dirección – asintió la tamarana extrañada de esa conversación y preguntándose qué habría pasado como para que Damian hiciera eso
– ¿Y esa cara? – preguntó Rachel que había estado al tanto de la conversación, ella solo negó con la cabeza y le dedicó una sonrisa que no supo fingir
– Nada – dijo sin mirarla y enviándole la dirección y dónde estarían a Dick – es aquí ¿no? – preguntó mirando el letrero que tenía justo en frente y sin decir nada todos entraron
– Bien, tú ve a buscar tu libro que los hombres iremos a mirar la buena literatura – se rió Garfield. Raven solo puso los ojos en blanco y suspiró
– Los cómics no son literatura – pero no le hicieron caso puesto que ya estaban en la sección infantil.
Damian les siguió obligado puesto que Garfield le tomó de la muñeca y se lo llevó en contra de su voluntad
– Mirad, ya ha salido el último de Spider-man – sonrió el de verde cogiendo el cómic bastante ilusionado
– ¿Spider qué? – alzó una ceja escéptico Damian que no estaba familiarizado con ese mundo
– Sí, ya sabes tío, ese superhéroe que lanza telarañas, se sube por las paredes y todo eso – explicó entusiasmado poniendo los dedos corazón y anular en la palma de la mano dejando rectos los dedos índice, el pulgar y meñique haciendo un gesto que desconocía totalmente el joven Wayne – ya sabes: "un gran poder conlleva una gran responsabilidad" – de nuevo Damian parecía que no se inmutaba
–¡Venga ya! – saltó Jackson – ¿de verdad que no le conoces? Todo el mundo ha crecido con él ¿verdad Jon? – le preguntó puesto que era el más joven
– Sí, veía sus dibujos cuando era pequeño, me encantaban
– Pues yo no le conozco – respondió enfadándose y cruzándose de brazos
– Entonces te tendremos que enseñar – se rió Garfield
– <Tt> no necesito información inútil
– ¡Damian! – apareció por la puerta principal Dick haciendo que todos le miraran.
El petirrojo se sorprendió al verlo ahí pero en vez de huir o de echarse atrás se mantuvo quieto y le miró desafiante
– ¿Qué haces aquí Grayson? – arrastró las palabras y apretó los puños.
Jon los miraba callado y empezó a encajar piezas en cuanto vio esa reacción de Damian
– Esa es mi línea ¿por qué te has ido? ¿Y tu móvil?
– <Tt> ¿crees que iba a ser tan tonto como para dejar activados los rastreadores?
– Ven conmigo, Bruce te está buscando
– ¿Por qué? Ya habéis dejado claro lo que pensáis de mi ¿para qué iba a malgastar mi tiempo con vosotros? – respondió rencoroso. Nigthwing suspiró para contener la voz y contó hasta cinco mentalmente
– Damian tú también te has pasado con todo lo que has dicho, no montes un espectáculo y...
– Que te den Grayson – le hizo un corte de mangas y salió de allí tan rápido que ni le dio tiempo a reaccionar
– Damian, espera – fue tras él pero en cuanto salió de la librería desapareció entre la multitud – mierda – murmuró ¿ahora qué le decía a Bruce?
– Dick – fue a por él Jon – ¿qué pasa? – preguntó preocupado
– Es... – suspiró cansado – son cosas de familia, ahora no tengo tiempo de explicaciones. Si lo veis avisadme enseguida – fue tras él esperando encontrarle.
Continuará...