Disclaimer: Nada de Harry Potter es de mi propiedad
Summary: Harry Potter, un muchacho consciente de la magia, con una gran inteligencia, pero roto por culpa del maltrato de sus parientes. Hasta que por azar del destino, su vida va a cambiar completamente y ya nada va a volver a ser igual.
El Orden Natural de Las Cosas.
Año III
Capítulo XXXIV
"Tiempos de Odio - Parte II"
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—DIALOGO NORMAL—
—(PENSAMIENTO)—
—"PARSEL"—
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Licántropos (lycanthropus; del griego: lýkos ['lobo']; ánthrōpos ['hombre']), Clasificación: XXXXX(v.). Hombre lobo conocido generalmente por magos, brujas y muggles. Criatura maldita, nacida a partir de personas de bien que han sido mordidas por un hombre lobo. Apariencias humanas en todo momento salvo en las noches de luna llena. hl. tienen una apariencia casi indistinguible al del verdadero lobo, aunque su cabeza puede ser un poco más corta, pupilas más pequeñas y la cola más corta en vez de grande y de pelo largo. La verdadera diferencia entre el animal y la bestia es su comportamiento. Mientras los verdaderos lobos no son, en su mayoría, agresivos salvo cuando se sienten amenazados, los hl. atacan, gracias a una pérdida total de su moralidad, casi exclusivamente a humanos y no representan casi ningún peligro para otras criaturas.
A pesar de que existe una poción para aliviar los síntomas de la licantropía, que impide que los hombres lobo pierdan sus facultades mentales después de la transformación, creada por el Maestro Pocionista Damocles Belby, Orden de Merlín de Segunda Clase, durante la década de 1970, la preparación de la misma es de una dificultad avanzada. La escases y falta de interés de los Maestros Pocionistas para realizarla sumada por el elevado costo de los materiales y la preparación de la poción la hace una salida temporal inviable para el Honorable Ministerio de Magia del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Los hl. son protagonistas de numerosas leyendas y cuentos de los muggles creados en la antigüedad como una vaga e ignorante forma de explicar el resultado de una maldición contagiosa. Sin embargo, estas historias antiguas, son un retrato muy vivido y detallado de la crueldad, peligrosidad e inhumanidad de estos seres (v. F. Delannoy, Mitos y Leyendas Antiguas de Los Pueblos Muggles).
El código de conducta creado por el, Honorable Ministerio de Magia del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, en 1637 especifica que: Todo ser infectado por la maldición de licantropía debe ser registrado, firmar el tratado de no ataque y como consecuencia ser encerrado para la seguridad e integridad de terceros todos los días de luna llena. En caso de lo contrario, La Unidad de Captura de Hombres Lobo, perteneciente al Honorable Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas, está autorizada a actuar en consecuencia según crea conveniente en cada situación.
Effenberg y Talbot, Enciclopaedia Maxima Mundi, Honorable Ministerio de Magia del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, tomo 4.
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Harry, junto con Sirius a su lado, vio como una lagrima caía por el ojo de Daphne a medida que en un grito desesperado desaparecía y todo quedaba en silencio. Un poderoso gruñido los hizo girar.
—No podemos llamar a Gaya debe estar agotada para llevarnos, Pettigrew escapo y tenemos que alejar al Profesor Lupin del castillo. —dijo Harry con seriedad tanto en su voz como en sus ojos.
Harry se transformó en un gigantesco tigre de bengala blanco, Sirius estaba por protestar, pero cuando vio la mirada de su ahijado entendió que era imposible discutir en ese momento. Un gran perro negro apareció al lado del tigre que caminaba de un lado al otro respirando con la boca abierta, mostrando los dientes y produciendo un ronroneo amenazador a la criatura que antes había sido Remus Lupin.
El Castillo, tan majestuoso e imponente como siempre se levantaba de forma sublime tras Harry. El hombre lobo, casi atraído por las luces que emanaban la imponente fortificación dio un paso hacia esa dirección, luego otro y otro. Harry, gruño molesto y cuando Lupin acerco hasta él, dio un zarpazo directamente en la mejilla de la criatura. Remus gimió por el golpe cayendo sobre un lado de su cuerpo. Rápidamente se puso de pie y miro a su atacante. Los ojos verdes de Harry brillaron de forma amenazadora y un potente rugido se escuchó en la inmensidad de la noche. Sirius gruño erizando todo el pelo de su lomo y mirando con enojo a su antiguo amigo. El hombre lobo al verse rodeado, retrocedió un par de pasos y se fue con dirección hacia la espesura del Bosque Prohibido.
Albus Dumbledore miraba de forma tranquila desde el umbral trasero del castillo. A su lado había una nerviosa y al punto de la histeria Minerva McGonagall. Hermione Granger horas antes le había avisado histérica y llorando, como un perro grande y negro, había raptado a Ron Weasley y como Harry Potter, Daphne Greengrass y Luna Lovegood había ido en su rescate.
Ambos adultos, por insistencia de Albus Dumbledore esperaban desde la entrada, desde que la luna había salido las posibilidades de que Remus Lupin convertido en un hombre lobo estuviera vagando por los terrenos aledaños al bosque prohibido eran altas. Arriesgarse a tener que enfrentarse a una criatura con una piel resistente a poderosos hechizos dejando desprotegida era una misión suicida con un asesino suelto, avisar al ministerio sería contraproducente para el profesor. En palabras de Dumbledore Potter, Greengrass y Lovegood habían dictado su propia sentencia al no volver al castillo y no llamar a un profesor.
Sin embargo, lo único que no hacía que Minerva McGonagall no se lanzara ella personalmente a buscar y asesinar ella misma a su protegido por su imprudencia era que Gaya, la fénix del muchacho, había desaparecido hacía ya un tiempo y eso solo significaba que Harry la había llamado o el ave, por conexión con el joven, sabía algo que los demás no.
Un estridente y melodioso canto se escuchó no muy lejos de la ubicación de ambos profesores y entonces se vio. Una bola de fuego, como si fuera un cometa se aproximó a su ubicación. Paso como por encima de ambos adultos y como si de un momento a otro hubiese perdido fuerza la bola de fuego se deshizo en el aire haciendo que todas las personas que Gaya terminaran en el suelo y rodando unos centímetros por inercia. Gaya, completamente exhausta, cayo girando un par de veces en el suelo quedando tirada de apoyada sobre su pecho y gimiendo lastimosamente de cansancio.
Minerva McGonagall y Albus Dumbledore corrieron hasta donde estaban los recién llegados. Luna fue la primera en levantarse y tomar a la caída Gaya entre sus brazos. Ron Weasley, gimiendo de dolor, logró sentarse en el frio suelo del pasillo, Snape por su parte, se puso de pie. Daphne se movió lentamente ayudada por Luna, pero el llanto la supero y cayo arrodillada llorando furiosamente.
—¿Qué fue lo que paso?, ¿Dó-dónde está Harry? —preguntó con miedo a todos los presentes. Al ver a la Slytherin llorar completamente histérica su miedo comenzó a aumentar y su cuerpo comenzó a temblar —. ¿Dónde está Harry? —volvió a preguntar respirando de forma agitada.
—Creo que antes tenemos que ir a la enfermería —dijo Snape suavemente —. El Señor Weasley necesita tratamiento. Ahí vamos a explicar todo lo que paso.
—¡NO! —gritó Daphne —. ¡TENEMOS QUE IR A BUSCAR A HARRY Y A SIRIUS!
—Señorita Greengrass, la magia no sirve para pelear contra un hombre lobo, si el Señor Potter es lo suficientemente inteligente como creo va a transformarse en su forma animal y de esta manera salvarse de que lo muerdan y recuerde que no está solo, Black también es un animago —dijo Severus de forma rápida y tranquila haciendo levitar a Ron Weasley
—¿Co-como que esta con Black? —preguntó Minerva completamente shockeada.
—En la enfermería podemos contar toda la historia, hay que apurarnos. —respondió Snape hacían levitar a Ron Weasley con su varita.
Albus asintió y comenzó a caminar al lado de Snape. Luna ayudada por Minerva guiaron a Daphne que lloraba de forma histérica y completamente descontrolada. Minerva por un momento miró hacia atrás, la luna, completamente redonda brillaba de forma imponente sobre los demás astros del cielo.
Harry junto con Sirius siguieron al hombre lobo atreves del espeso bosque y frondoso bosque. A una distancia prudencial, Harry miraba al Hombre Lobo que cada cierto momento giraba la cabeza para mirar hacia atrás para siempre encontrase con unos grandes y penetrantes ojos verdes que brillaban a la luz de la luna.
Lupin, finalmente se adentró en lo profundo del bosque prohibido perdiéndose en la lejanía. Los minutos pasaron y pasaron, cuando el abrumador y silencioso silencio fue lo único que reino en el bosque Harry se volvió a transformar y suspiro pesadamente. Sirius hizo lo mismo.
—Pettigrew escapo... —dijo Harry —. Perdón, me distraje en proteger a los demás y no preste atención. —agregó de forma susurrante.
Sirius sonrió.
—No te preocupes Harry —dijo con un suspiro derrotado —, no se puede tener todo siempre. Pero algún día lo voy a agarrar y voy a poder vengarlos a James y a Lily... ellos nunca les tendría que pasar lo que les paso, si solo hubiera aceptado la propuesta inicial...
—No te eches la culpa —interrumpió Harry mirándolo a los ojos —, hay que sacarte de los terrenos del colegio.
Sirius asintió. Harry cerró los ojos y se concentró, su magia se expandió por todo el bosque y los sintió. A orillas de un lago tomando agua de forma tranquila y silenciosa.
—Vamos, creo saber que podés usar para escapar. —dijo Harry comenzando a caminar.
—¿Qué cosa? —preguntó Sirius interesado mientras seguía a su ahijado.
—Thestrals, están a un kilómetro tomando agua en un claro. —respondió Harry de forma serena.
Los ojos del muchacho se iluminaron por la luna, Sirius prefirió no preguntar. Se dio cuenta que algo no estaba bien con el extraño muchacho que tenía adelante. Prefirió no preguntar tal y como había dicho Remus Lupin había muchas cosas que no sabía y no sabía si verdaderamente quería saberlas.
—¿Te gusto la escoba que te regale? —preguntó Sirius.
—Sí, es fantástica. ¿Cómo la conseguiste?
—Un par de cartas de parte de la Casa Black pueden hacer muchas cosas. —dijo riéndose.
Harry levantó una ceja con una mirada divertida.
—Perdón por casi matarlos y golpearte.
—No te preocupes era normal, aunque casi nos sacas la cabeza con ese último hechizo y cuando entre a la torre de Gryffindor también lo hiciste. Tiene un poder inmenso. ¿Qué hechizo es?
—No sé —contestó Harry levantando los hombros —, solo sale. —Sirius lo miro sorprendido y se rio y un tema se le vino a la cabeza.
—A sí que una rubia y Slytherin ¿Eh? —dijo Black caminando mientras le daba un codazo a Harry en el hombro de forma cómplice —. ¿Sabías que todos los Potter siempre eligieron a pelirrojas? Tu padre se hubiera vuelto completamente loco si se enterase. —agregó riéndose. Harry se rio.
—Se llama Daphne Greengrass. Me gustan las rubias, las pelirrojas son algo... locas y maniáticas por así decirlo. —dijo Harry riéndose.
—WOH —exclamó Sirius con una sonrisa —. Rubia, Slytherin y sangre pura; combinación ganadora. ¿Cómo hiciste?
—Daphne odia a los sangrepuras y su vanidad, deslealtad, soberbia. Cuando teníamos 11 años, nos conocimos en el tren de Hogwarts. Le prometí que iba a ser todo lo opuesto a lo que ella odia y nos hicimos mejores amigos —dijo Harry esquivando una raíz que había en el suelo —. Cuando estaba en segundo me di cuenta que me gustaba y a fines de ese año escolar después de una serie de eventos... desafortunados, nos pusimos de novios y acá estamos.
—¿Llevan un año juntos? —preguntó Sirius sorprendido después de hacer cuentas —. A mí, las chicas, nunca me duraban más d meses. —agregó riéndose mientras se rascaba la cabeza.
—Mañana cumplimos un año... si es que no me mata cuando vuelva a verme. —respondió con algo de nerviosismo riéndose. Sirius también se rio.
—Harry... yo... —dijo Sirius con algo de duda en su voz —, estoy seguro que hay muchas cosas que no se, perdón si fue un poco apresurado... pero estaba tan emocionado, me deje llevar. Perdón.
—No te preocupes —dijo Harry con una sonrisa —. Pero... —agregó cambiando su sonrisa y apretó sus labios. Todo su cuerpo comenzó a temblar ligeramente y con el puño cerrado continuó —, te voy a dar el beneficio de la duda, pero por favor no lo arruines. No doy segundas oportunidades.
Sirius asintió, ninguno de los dos dijo nada hasta que llegaron al claro.
Los thestrals, con su cuerpo esquelético, una piel y pelaje completamente negra pegada al cuerpo que resalta los huesos y músculos del ser dándole una apariencia demacrada, una cabeza parecida a la de un reptil y unas alas de aspecto curtido muy parecidas a la de los murciélagos; tomaban agua de forma silenciosa con una magnificencia propia de aquellas criaturas.
Los ojos blanquecinos, que resaltaban del negro pelaje de uno de estos caballos, miraron directamente a los orbes verde esmeralda de Harry. El Gryffindor, lentamente fue acercándose y como había hecho durante su primera clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, hizo una excepcional reverencia sin dejar de ver al animal a los ojos.
El alado lo miró por un momento, resoplo y lentamente fue agachándose sobre sus patas delanteras hasta entregar una solemne reverencia. Harry se acercó lentamente y tocó la cabeza del caballo con suavidad. Contrariamente a lo que parecía el pelaje era suave. Una fina piel cubierto por diminutos pelos que al contacto era como tocar el suave y agradable terciopelo.
Sirius no dijo ni hizo nada. Harry se giró a verlo y le sonrió. En ese momento, el Jefe de la Noble y Ancestral Casa de Los Black, vio lo que algunas personas vieron en Harry. Su ahijado era diferente. Sirius con un lento caminar se acercó hasta donde estaba el muchacho y acaricio lentamente la cabeza del animal.
—Gracias Harry —dijo subiéndose al lomo del animal —. Espero que en algún momento... bueno ya sabes, te prometo que voy a estar en contacto. —agregó con una sonrisa.
Harry sonrió y asintió, saco su varita y con haciendo un espiral con el brazo sobre su cabeza dijo.
—Expecto Patronus.
—Estas lleno de sorpresas ¿Eh?, Cachorro. —dijo Sirius al ver al majestuoso tigre plateado volar.
—Hay dementores por toda el área de Hogwarts, te va a proteger.
—Gracias Harry.
Sirius palmeo los cuartos traseros del animal que tomo vuelo junto con el patronus. Harry vio a su padrino en un thestral volar hacia el oeste. Cuando estuvo fuera de alcance suspiro lentamente. Un aullido rompió el silencio del bosque.
—Por Merlin, Morgana y Circe, que Daphne y Minnie no me asesinen cuando me vea. —dijo soltando una pequeña risita
Harry se transformó en un tigre de bengala albino y comenzó a caminar hacia el hermoso, brillante y majestuoso castillo.
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Minerva McGonagall, a pesar de que se había enterado de toda lo ocurrido gracias a lo que habían relatado todos los integrantes y como Black había sido injustamente inculpado, era un completo manojo de nervios. Que Harry, su niñito, estuviera solo en el bosque prohibido y con un hombre lobo suelto no la hacía sentir nada tranquila. Para sola bajo el umbral de la entrada del castillo, miraba a la lejanía y cualquier indicio de su protegido, mientras respiraba de forma angustiada y sus lágrimas con el tiempo se habían agolpado en sus parpados.
Entonces, lo vio, un majestuoso tigre de bengala blanco se acercaba caminando hacia su dirección. Para la angustiada mujer el tiempo se paralizo, cuando vio esos profundos ojos verdes, lanzo un gemido que intento apaciguar tapándose las manos con la boca. Sus manos y piernas le temblaban como para reaccionar. Lentamente vio como Harry volvía a su forma humana y se acercaba con un poco más de velocidad que antes.
Con toda la fuerza que sus piernas le daban en ese momento, Minerva McGonagall salió corriendo hasta donde estaba su león. Las lágrimas que tenía acumuladas se liberaron y comenzó a llorar fuertemente mientras abrazaba al muchacho.
—Oh, Harry —dijo Minerva llorando, agarró al muchacho de las mejillas y comenzó llenarle toda la cara de besos para después abrazarlo y hacer que el joven apoyara su cabeza en su pecho —. ¡Estaba tan preocupada! —agregó completamente angustiada y sin soltarlo. Harry sonrió y le volvió el abrazo —. ¿Estas lastimado, herido? ¿Paso algo? —preguntó Minerva alejando ligeramente a Harry para verlo bien. Harry sonrió y negó con la cabeza.
—Estoy bien Minnie, no me paso nada.
—Sos un completo idiota, algún día vas a hacer que me dé un infarto —dijo Minerva apoyando la cabeza del chico contra su pecho y abrazándolo fuertemente —Pero estoy tan feliz de que estés bien. —agregó riéndose al darse cuenta de su estado.
—Minnie, Sirius Black es...
—No hace falta que lo digas, ya lo sé todo al Director Dumbledore y a mí nos contaron todo lo que paso.
—Ya veo... ¿Qué vamos a hacer? —preguntó Harry sin soltar el abrazo.
—Vamos adentró, Albus ya pensó en un plan. —dijo soltando el abrazo y rodeando los hombros del joven y guiándolo adentro.
En la enfermería solo estaban Ron Weasley en una cama alejado, Daphne Greengrass lloran silenciosamente mientras que Luna trataba de tranquilizarla. Gaya estaba, al más recuperada, parada sobre una percha. Albus Dumbledore y Severus Snape estaban organizando y terminando de planear todo, la llegada del Ministro de Magia era inminente para saber lo que había pasado.
Las puertas de la enfermería se abrieron, Daphne giró la cabeza con mucha velocidad y vio como Minerva McGonagall entraba con una sonrisa, atrás de ella, un sano y salvo Harry. Como si fuera un rayo salió corriendo hasta donde estaba su novio y prácticamente saltó encima de él enrollando sus piernas en la cintura del chico y rodeándole el cuello con los brazos. Harry la abrazo fuertemente.
El joven Gryffindor, por el impacto, cayo sentado en el suelo con Daphne encima de él. La joven Slytherin, con lágrimas en los ojos y sin importar quien estuviera a su alrededor, soltando su cuello y tomando las mejillas del chico con las manos comenzó a besarlo como si no hubiera un mañana.
Daphne comenzó a besar a Harry de una forma completamente desesperada. Besaba un momento, retrocedía y lo volvía a besar en otro lugar, primero fue el labio superior, después el inferior, la comisura izquierda, la derecha, las mejillas, los pómulos, la frente. Cuando todos los lugares posibles de la cara de Harry habían sido besados varias veces, Daphne, soltó su cara y lo abrazo nuevamente rodeando su cuello con los brazos y mientras que ponía el lateral de su cabeza al sobre el costado de la cabeza de Harry.
Pasaron varios minutos en donde Daphne lloro intensamente en los brazos de Harry. El joven mago con una sonrisa en los labios acariciaba, con movimientos lentos y circulares de su palma, la espalda de la chica en señal de consuelo, mientras que su otra mano se había despegado de la cintura de la joven.
Cuando Daphne finalmente se calmó, Harry se pudo volver a parar y esta vez fue Luna la que fue a abrazarlo.
—Estaba segura que ibas a volver. —dijo Luna con una sonrisa y pequeñas lágrimas en los ojos.
—Siempre, voy a volver. —contestó Harry con una sonrisa.
Cuando finalmente todos se calmaron un poco Poppy comenzó a revisar a Harry buscando cualquier daño. Daphne para enojo de la enfermera no se había despegado del muchacho y lo tenía fuertemente agarrado del brazo. Como si estuviera controlando de que no se fuera a ninguna parte.
—Señorita Greengrass —exclamó Poppy —, el Señor Potter no se va a ir a ningún lado, ¿Podría por favor soltarlo para que lo pueda terminar de examinar?
Daphne a regañadientes y mirando enojada a la Señora Pomfrey, soltó a Harry, pero no se alejó más de 40 centímetros de su novio, que la miraba con una sonrisa. Daphne, a pesar de ser un completo desastre; bolsas bajo los parpados, los ojos completamente rojos, el pelo ligeramente desordenado; se sonrojo ante la sonrisa de su novio. La joven Slytherin sin poder contenerse le devolvió una tímida y dulce sonrisa también.
Cuando Poppy termino de revisarlo, Harry se levantó y fue a ver a su amada fénix. Gaya lo miraba alegremente. Luna que la miraba atentamente, vio como Harry y Daphne se acercaban.
—Es realmente una fénix muy fuerte —dijo Luna con una sonrisa —. Nos pudo traer a todos.
—Sí, es realmente sorprendente —agregó Harry con una sonrisa mientras acariciaba la cabeza del ave que respondió con un suave y dulce canto.
Severus Snape entro en la enfermería haciendo hondear su túnica como normalmente lo hacía, camino hasta donde estaba el trio y con sus ojos negros como el ónix miró fijamente a Harry.
—El Director quiere verte, Potter. —dijo Snape de forma seca pero tranquila.
—Sí, Profesor Snape.
Harry le dio un beso en la frente a Daphne y comenzó a caminar detrás del profesor, junto con McGonagall. Los pasillos estaban silenciosos, todos los alumnos dormían plácidamente, felices e ignorantes de lo que había pasado durante las últimas horas.
—Señor Potter —dijo Snape antes de pasar la gárgola que resguardaba la entrada a la oficina del director —, sabe que es imposible probar la inocencia de Black sin Pettigrew, creo que...
—Black es un asesino prófugo que intento asesinarme, sin embargo, escapó cuando lo perseguí —comentó Harry con una media sonrisa —. Estoy seguro que Daphne puede hacer una mejor historia de la que yo haría, pero estando con ella aprendí varias cosas.
Snape no dijo nada, pero se quedó viendo al joven mago por un momento, luego miro a Minerva que negaba con una sonrisa el comentario del muchacho. Severus, Harry y Minerva entraron a la oficina del director. Albus Dumbledore estaba sentado detrás de su escritorio con una mirada pensativa. Fudge, sentado entre de Dumbledore tomaba té silenciosamente. Cuando ambos entraron a la oficina, los dos hombres mayores se giraron a verlos.
—Harry querido, es una alegría inmensa ver que estas en perfecto estado. —exclamó Fudge con una sonrisa.
—También es un placer parar mi verlo, Ministro —respondió Harry.
—Albus me informo de lo que, sucedido, pero falta tu parte de la historia. Después de que Black capturo a tu compañero y lograron rescatarlo de sus horribles manos ¿Qué paso? —preguntó Fudge con impaciencia.
—Perseguí a Black por el bosque prohibido. Logre arrinconarlo, pero habíamos salido de los límites de las barreras del Colegio. Desapareció en el momento que iba a capturarlo...
—Sin lugar a duda una historia impresionante, digna del Gran Harry Potter. Haces valer la leyenda que esta tras tu nombre, ¿No? —preguntó Fudge con una sonrisa cómplice. Harry sonrió.
—Después de que desapareció tuve un problema —dijo Harry serio.
—¿Q-qué clase de problema? —preguntó Fudge nervios.
—Los dementores me atacaron. Había muchos, si no hubiese aprendido el Encantamiento Patronus, me hubiesen dado el beso.
Fudge se puso completamente blanco. Giró sobre sí mismo y miró a Dumbledore en busca de ayuda, pero este lo miraba seriamente. El Ministro de Magia, estaba muy nervioso y comenzaba a transpirar.
—ehmm, bueno Harry, sería posible... que... bueno...
—No voy a decir nada sobre el ataque, Ministro, solo si usted saca a los dementores de la escuela —dijo Harry imitando la mirada aristocrática de Daphne, Fudge se sorprendió —. Los dementores casi me matan en el primer partido de quidditch y casi lo vuelven hacer esta noche. Creo que... es un precio justo para que esto no salga en el profeta, ¿No cree?
—Sí, sí, si van a tener que irse —dijo Fudge, pasándose una mano por el pelo —. Nunca creí que intentarían darle el Beso a un niño inocente... el Ministerio te pide disculpas, estaban totalmente fuera de control. Antes del amanecer van a volver a Azkaban. Tal vez deberíamos pensar en poner dragones en las entradas del colegio...
—Eso le encantaría a Hagrid —acotó Dumbledore con una sonrisa —, creo que esta fue una larga noche para el Señor Potter ¿No?
—Si Director.
—¿Vas a estar bien Harry? —preguntó Fudge.
—Sí, si mañana mi novia no me mata voy a estar bien... creo —respondió Harry con una sonrisa.
—OH —dijo Fudge con una sonrisa pícara —. Las mujeres son sencillas, solo dales un poco de amo —Fudge guiño el ojo de forma cómplice —y las tenes controladas nuevamente.
Harry sonrió y se levantó de la silla, junto con una tensa Minerva salió del despacho. Cuando Harry estuvo por pasar el umbral se detuvo.
—Ministro...
—¿Si, Harry?
—Black comentó algo muy interesante —Fudge se tensó —. Dijo que quería matar a Peter Pettigrew. Que él no estaba muerto y que era un animago no registrado. Además, que nunca le hicieron juicio, ni usaron Verasitum, ni revisaron su varita. ¿No le parece extraño que dijera eso? —terminó Harry con una mirada seria.
—Harry... —dijo Fudge levantándose y caminando hasta donde estaba el muchacho. Cuando lo tuvo enfrente se agacho hasta su odio y agregó —, mi administración no cometió ningún error... creo que sería mejor no meterme en asuntos que no entendes —Fudge se puso derecho —. Te recomiendo seguir mi consejo Harry. —agregó Fudge con una sonrisa.
Harry lo miró de forma fría, se dio vuelta y junto con Minerva bajaron la escalera caracol. Cuando salieron de la entrada de la gárgola comenzaron a caminar hacia la enfermería.
—No hace falta lanzarme un Obliviate, lo que dijo Fudge es una... tontería.
—Bien —dijo Minerva moleta —, me alegra saber que te crie, para ser un caballero y no un sucio machista.
Harry se rio.
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A la mañana siguiente Harry y Daphne estaban desayunando tranquilamente en la enfermería, el día estaba caluroso, pero era soportable. Luna entro corriendo muy agitada hasta la cama en la que ambos estaban sentados.
—Alguien filtro que el Profesor Lupin es un hombre lobo. —dijo Luna agitada.
—¿Q-qué? —preguntaron Daphne y Harry.
—Alguien la filtro y se extendió por toda la escuela. Dicen que lo primero que hizo fue renunciar.
Harry se levantó de un saltó. Con un chasquido tenía su uniforme puesto nuevamente.
—Voy a ir a verlo —dijo a Daphne y Luna.
—Pero Harry si renuncio...
—No importa. De todas maneras, quiero verlo. —dijo Harry mientras salía de la enfermería.
Daphne y Luna miraron al otro residente de la enfermería. Ron Weasley había estado escuchando todo lo que el trio había dicho. Su mirada estaba baja y tenía una mueca de molestia en los labios.
La puerta de la oficina de Lupin estaba abierta. Ya había empaquetado la mayor parte de sus cosas. Junto al depósito vacío del grindylow, la maleta vieja y desecha que estaba abierta y casi llena. Lupin, pálido y algo demacrado, se inclinaba sobre algo que había en la mesa y sólo levantó la vista cuando Harry llamó a la puerta.
—Te vi venir. —dijo Lupin sonriendo. Señaló el pergamino sobre el que estaba inclinado. Era el Mapa del Merodeador.
—Acabo de hablar con Luna —dijo Harry —. Me dijo que alguien filtro su condición y que presentó la dimisión. Es una broma, ¿No?
—No Harry, me temo que es verdad —contestó Lupin. Comenzó a abrir los cajones de la mesa y a vaciar el contenido.
—Profesor...
Lupin fue hacia la puerta y la cerró.
—Cuando Fudge se enteró esta mañana se puso como loco. El Profesor Dumbledore se las arregló para decir que no era peligroso. Pero alguien lo filtro durante la noche o esta mañana. Mañana a esta hora van a empezar a llegar las lechuzas enviada por los padres. No van a consentir que un hombre lobo dé clase a sus hijos, Harry. Y si se llegan a enterar lo de lo que pasó.... Podría haberlos mordido a cualquiera de ustedes... No puede repetirse.
—Fue el mejor profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras que hemos tenido nunca. —dijo Harry con una sonrisa.
Lupin sonrió, pero no dijo nada. Siguió vaciando los cajones. Luego, mientras Harry lo miraba expectante, Lupin dijo.
—Hoy a la mañana Minerva me dijo que durante la noche salvaste la vida de muchas personas. Y sobre todo la de un amigo en común —dijo guiñando el ojo —. ¿Quién más podría haber invocado un patronus con forma de tigre que puso en fuga a los dementores?
Harry le contó todo lo que había pasado y en donde también incluyo el disculparse por casi haberlo decapitado con ese hechizo. Cuando termino, Lupin volvió a sonreír.
—Tus padres estarían muy orgullosos de vos Harry. Y James sin lugar a duda le daría un ataque por la noviecita que tenes —Lupin puso los últimos libros en la maleta, cerró los cajones y volvió a mirar a Harry —. Ya no soy profesor tuyo, así que no me siento culpable por devolverte esto. A mí ya no me sirve. Y me atrevo a creer que Daphne, Luan y vos le van a encontrar mayor utilidad.
Harry agarró el mapa y sonrió. Alguien llamó a la puerta. Harry se guardó rápidamente en el bolsillo el Mapa del Merodeador. Era Dumbledore.
—Tu coche está en la puerta, Remus. —anunció.
—Gracias, Director.
Lupin agarró la vieja maleta y el depósito vacío del grindylow.
—Bien. Adiós, Harry —dijo sonriendo —. Fue un verdadero placer ser tu profesor. Estoy seguro de que nos vamos a volver a encontrar en otra ocasión. Señor Director; no hay necesidad de que me acompañe hasta la puerta.
Harry vio salir a Lupin. Entonces se dio cuenta de algo, de algo extremadamente importante que había pasado por alto. Algo que no en su momento no pensó... Trelawney había acertado en su predicción, el vasallo de Voldemort había escapado y ahora volvería con su amo. Harry salió de la oficina de Lupin ante la atenta mirada de Dumbledore.
Al día siguiente Harry estaba particularmente nervioso, ese día era el primer aniversario con Daphne y su primera salida a Hogsmeade. Harry respiró hondo y se miró al espejo por millonésima vez. Tenía puesto una camisa de manga larga verde, con un pantalón negro largo y un par de botas que había comprado durante el verano en la tienda de Madam Malkin. Agarró el paquete que tenía preparado, bajó y salió por el cuadro de la Dama Gorda.
Cuando llegó a la entrada del castillo, Minerva lo vio con una sonrisa y le guiño el ojo de forma cómplice. No tuve que esperar mucho para ver una muchacha vestida con un vestido azul marino liso con mangas 3/4 corte en A por debajo de las rodillas, unas zapatillitas blancas y una cartera de mujer azul a juego. Daphne estaba peinada como siempre, pelo suelto y la conocida horquilla con un tulipán.
La Slytherin caminó a paso seguro hasta que vio a su novio. Tal y como había dicho Luna Daphne era incapaz de luchar contra la mirada de Harry, caminó lentamente hasta donde estaba él. Minerva los miraba de reojo.
—Te ves hermosa Daph. —dijo Harry con una dulce sonrisa.
—Gr-gracias Harry... —dijo nerviosa, pero con una sonrisa, para después continuar casi como si fuera un susurro —. ...vos también te ves muy lindo.
Daphne se relajó un poco ante el halago de Harry. Años y años de enseñanza sangrepura de cómo vestirse estaban dando sus frutos. Parecía ser que pasar 3 horas durante la mañana analizando concienzudamente, junto con su hermana, que se iba a poner para su cita habían valido la pena.
Harry le ofreció la mano y ella la aceptó con una sonrisa. Ambos entrelazaron sus dedos y subieron a uno de los carruajes.
Hogsmeade es el único pueblo íntegramente mágico que quedaba en Gran Bretaña. Fue fundado por Hengist de Woodcroft, el cual era perseguido por muggles luego de que Kenneth II de Escocia en 994 lanzara el edicto contra la brujería y hechicería el cual se mantuvo con Constantino III de Escocia y Kenneth III de Escocia.
Cuando llegaron Harry fue el primero en bajar de la carroza. Ofreciéndole rápidamente la mano a Daphne para ayudarla a bajar, ella respondió con una sonrisa y una risita ante el gestó del chico.
—Muchas gracias, Lord Potter. —dijo Daphne de forma solemne pero divertida.
—Lo que fuese por usted, bella y encantadora Dama. —contestó Harry divertido guiñándole el ojo.
Daphne entrelazó sus dedos con la mano de Harry y ambos, hombro con hombro, comenzaron a caminar por la calle principal. La primera vidriera que se encontraron fue la Tienda de Calderos de Potage, la cual se encontraba abierta nuevamente. Durante 1992 fue cerrada debido a un problema con calderos defectuosos que causo un gran y problemático revuelo. La siguiente fue la tienda La Neep Mágica, una verdulería mágica que vendía todo tipo de extrañas verduras con propiedades de lo más extrañas, desde para mejorar el pelo hasta para el cuidado de la piel. Pasaron por la sucursal de Varitas de Ollivander que era atendido por un hombrecito de seria cara y mirada molesta. Una de las sucursales del Boticario de J. Pippin estaba al lado al lado de la Tienda de Musica de Dominic Maestro. La Tienda de Plumas Scrivenshaft se encontraba la Bruja Bebé. Esta última era una tienda especializada en los artículos para magos bebés, desde ropa, cunas y juguetes mágicos.
Daphne miró con algo de ternura y con un suspiró las imágenes de bebes. Harry había visto una nueva faceta de su novia y era el instinto maternal, muchas veces ignorado por muchas personas pero que todos internamente tenían.
—¿En un futuro te gustaría ser mamá? —preguntó Harry mirando a su novia.
—Si... —dijo casi en un susurro mirando. Daphne miró Harry y continuó—. Al principio no me gustaba la idea, pero durante las vacaciones de verano acompañe a mi mamá a la casa de una de sus amigas que había sido madre recientemente y ver el amor que tenía por su bebe... fue algo increíble. Seguramente mi mamá tuvo ese mismo sentimiento con Astoria y conmigo y no en ese entonces no me pareció tan desagradable la idea.
—Pero ¿Por qué no te gustaba la idea de ser madre? —preguntó Harry.
—Mi padre, desde que soy pequeña, una de las tantas cosas que me trató de inculcar es que solo soy una mujer y nada más —Harry la miró sin entender —. Harry desde que su fundo el Consejo de Magos en 1269 y después formalmente en 1600 el Ministerio de Magia, solo 10 mujeres ocuparon el cargo de Ministra de Magia. La sociedad mágica es machista y demasiado cerrada, las mujeres no pueden aspirar a grandes cargos como los hombres por pocos méritos. Las mujeres tienen que luchar por su lugar, sino son rebajadas a lo que mi padre quiere que yo sea.
—¿Qué cosa? —preguntó Harry.
—Para los sangrepuras, las mujeres somos rebajas a ser simples amas de casa que lo único que hacen es tener bebes, ser completamente sumisa, asentir y aceptar todos los deseos que le imponga su marido. —dijo Daphne con una ligera molestia.
Harry se comenzó a reír con ganas. Daphne se sorprendió y una ira comenzó a bullir desde su interior. Harry miró a Daphne con una sonrisa mientras se reía y dijo.
—¿Vos sumisa? —preguntó Harry riéndose —. Oh Daphne, nunca, desde que te conozco fuiste una mujer sumisa, es la idea más descabellada del mundo —Harry negó divertido con la cabeza —. Daphne podrías ser la primera que fuese sumisa conmigo por interés de que voy a ser un futuro Lord, pero sin embargo sos la primera pararme si estoy por cometer alguna idiotez.
Harry comenzó a relajar la risa y todavía con los dedos entrelazados con su novia siguió caminando. Daphne estaba atontada, al principio sintió una ira asesina pensando que, él se estaba burlando de ella, pero no era completamente lo contrario. Daphne miró a Harry y sonrió por lo bajo cuando pasaron por la tienda de al lado, Dervish y Banges, él era diferente.
Pasaron por Equipamiento Mágico de Sabihondos, una tienda con instrumentos mágicos como telescopios y relojes de arena, La librería de Tomes & Scrolls, miraron la vidriera de Complementos de Escritura Scribbulus, observaron las variedades de té de Bolsa de Té de Rosa Lee. Se probaron sombreros en Sombrero Mágico de McHavelock y miraron las flores y plantas exóticas de Dogweed y El Cosquilleo de La Muerte.
Vieron desde lejos la taberna Cabeza de Puerco y compraron un monton de dulces en Honeydukes. Miraron los extraños artículos de Zonko y tomaron Cerveza de Mantequilla y Daphne fue arrastrada por Harry, como si fuera un niño pequeño a Spintwitches, la Tienda de artículos deportivos y suministros para quidditch.
El último lugar que visitaron fue la Tienda de Té de Madame Tudipié, era una pequeña tienda de té situada en una calle lateral de la calle principal de Hogsmeade. Una puerta anuncio su llegada; las mesas estaban decoradas con servilletas de encaje y azucareros de porcelana. El lugar era estrecho, a tal punto que una Señora regordeta tuvo dificultades para poder pasar cuando se sentaron en una mesa.
—¿Qué le sirvo mis queridos? —dijo Madame Tudipié con una sonrisa.
—Creo que un té estaría bien. —contestó Daphne de forma cortes.
—Lo mismo. —agregó Harry.
Madame Tudipié asintió con una sonrisa, con un movimiento de varita un par de tasas con té aparecieron y se marchó. El lugar estaba abarrotado de personas. Harry se sentía muy incómodo y miraba a todos lados con algo de nerviosismo, estar en un lugar con tanta gente lo ponía muy nervioso y hacia que sus sentidos se agudizaran. Durante clases Harry siempre se relajaba de las multitudes gracias a que se abstraía de la clase e ignoraba a todos menos a su amiga, en las comidas, el trio buscaba un lugar cómodo y relativamente lejos de los demás. Pero ahora Harry se sentía sofocado.
—Harry, ¿Te sentís bien? ¿Queres que vayamos a otro lugar?
Harry la miró con una sonrisa forzada. Daphne entendió la indirecta y ambos rápidamente tomaron su bebida pagaron y se fueron. Harry respiraba con cierta rapidez, Daphne lo obligó a detenerse y lo abrazo tratando de hacer que se relajara. El joven Gryffindor lentamente fue relajando su respiración; lentamente la tensión en su cuerpo se empezó a desvanecer.
—Gracias Daph. —dijo Harry de forma susurrante.
—Cuando quieras, Harry —contestó sin soltar el abrazo.
La tarde pasó y el fin de la última salida del año llegó.
—Daph, toma, para vos —dijo entregándole un paquete. Daphne sonrió y también le dio un paquetito.
El regalo de Daphne era la caja de música con Canon. Daphne miró con una sonrisa, esa cajita musical era especial, su momento más íntimo había sido con esa hermosa melodía. Harry también abrió su regalo y dentro se encontró con un hermoso collar de plata con un dije en forma de tigre.
Harry sin esperar se puso el collar y abrazo dulcemente a su novia. Daphne sonrió.
~0~0~
Nadie en Hogwarts, salvo sus protagonistas, conocía la verdad de lo que había pasado aquella noche. Al final del curso, Harry escuchó muchas teorías sobre lo que había pasado, pero ninguna se acercaba a la verdad.
Aunque el tiempo era perfecto, aunque el ambiente era tan alegre, aunque sabía todo lo que había hecho, Harry estaba más pensativo de lo normal. Se había dado cuenta que tenía que mucho que entrenar, si Voldemort volvía entonces tenía que estar preparado.
Para gusto de Harry, cerca del final de ciclo escolar, un búho dorado apareció con una carta de Gringotts, la casa finalmente había sido adaptada y asegurada. Muchos alumnos estuvieron apenados por la partida del Profesor Lupin.
Los resultados de los exámenes salieron en el último día del curso. Harry, Daphne y Luna había aprobado todas las asignaturas. McGonagall estaba por demás orgullosa del rendimiento de su protegido y cada tanto lo miraba con orgullo y con una gran y excepcional sonrisa. La fiesta de fin de curso había sido muy ruidosa, todo el mundo celebraba, sobre todo en Gryffindor, en donde gracias a haber ganado la copa, estaban por demás extasiados.
Durante la noche el expreso de Hogwarts salió de la estación de Hogsmeade. Para llegar por la mañana al andén 9 y 3/4. Por la mañana, Harry vio que algo pequeño y gris aparecía y desaparecía al otro lado de la venta. Se levantó para ver mejor y distinguió una pequeña lechuza que llevaba una carta demasiado grande para ella. La lechuza era tan pequeña que iba por el aire dando tumbos a causa del viento que levantaba el tren. Harry bajó la ventanilla rápidamente, alargó el brazo y la agarró. Parecía una snitch cubierta de plumas. La introdujo dentro del vago con mucho cuidado. La lechuza dejó caer la carta sobre el asiento de Harry y comenzó a zumbar por el compartimiento por haber cumplido con su titánica misión.
Harry agarró la carta. Ante la atenta mirada de Daphne y Luna. La abrió y dijo.
—Es de Sirius.
—¿Qué? —exclamaron Daphne y Luna, sorprendida.
Querido Harry:
Espero que recibas esta carta antes de llegar a casa de tus tíos. No sé si ellos están habituados al correo por lechuza.
El thestral y yo estamos escondidos. No te voy a decir donde por si ésta carta cae en malas manos. Tengo dudas acerca de la fiabilidad de la lechuza, pero es la mejor que pude encontrar, y parecía deseosa de cumplir su misión.
Creo que los dementores siguen buscándome, pero no van a poder encontrarme. Estoy pensando en dejarme ver por algún lugar muggle a mucha distancia de Hogwarts, para que relajen la vigilancia en el castillo.
Voy a volver a escribirte pronto.
Sirius.
~0~0~
Harry se despidió de Luna y Daphne y salió por el portal del andén hacia la estación de King's Cross. Sin embargo, no había nadie para recibirlo. Los últimos dos años Vernon ignorándolo completamente lo iba a buscar.
—Seguramente hubo algún problema. —dijo Harry suspirando.
Comenzó a caminar por el andén hasta llegar a la calle y se sentó en las escaleras del edificio. Los autos y las personas pasaban, los minutos comenzaron a pasar y pasar. Nadie venia. Al medio día Harry decidió ir a un restaurante enfrente de la estación y almorzar controlando en todo momento a ver si su tío llegaba. Pero nada paso.
La tarde llegó y Harry siguió esperando. Cuando se hicieron las 6 de la tarde Harry decidió volver por sus propios medios. Pidiendo indicaciones tomo el Metro de Londres, paso una hora haciendo distintas combinaciones hasta llegar finalmente a los suburbios de Little Whinging. Camino 30 minutos hasta que llego al Número 4 de Privet Drive.
Por extraño que parecía todas las luces de la casa estaban apagadas, lentamente camino hasta la puerta. En ese momento lo sintió. Una sonrisa de costado apareció en los labios de Harry. Dumbledore había respondido su mensaje. Albus Dumbledore había vuelto a levantar las protecciones del Numero 4 de Privet Drive, pero ahora mucho más fuertes y densas. Harry se rio de forma silenciosa, estaba seguro que el viejo y orgulloso mago se había sentido ofendido al ver que un chiquillo de 13 años había destruido su hechizo y ahora prácticamente quería demostrar su habilidad inundando todo el lugar con magia.
Harry se acercó hasta la puerta y con su llave la abrió. La forma en la que Dumbledore había inundado todo el lugar con su magia era avasallante para los sentidos de Harry, pero ya se iba a acostumbrar. Harry entró y cerró la puerta tras de si. Como si fuera la obra más surrealista del mundo, los dioses, si solo existieran, verían la escena al compás del coral de 9°na Sinfonía de Beethoven. Como si fuera la obra más maravillosa y terrible que jamás hubiera pasado.
¡O Freunde, nicht diese Töne!
(¡Oh amigos, no esos tonos!)
Sondern laßt uns angenehmere anstimmen,
(Entonemos otros más agradables y)
und freudenvollere.
(llenos de alegría.)
¡Freude! ¡Freude!
(¡Alegría, alegría!)
Lo primero que sintió en medio de la oscuridad fue un poderoso golpe en la sien derecha que lo hizo caer hacia adelante como si fuera un simple muñeco de trapo que es arrojado.
Freude, schöner Götterfunken
(¡Alegría, bella chispa divina,)
Tochter aus Elysium,
(hija del Elíseo!)
Las luces se prendieron, los cristales estaban oscuros ante la noche del exterior. La ceja de Harry comenzó a sangrar profusamente, manchando parte de su cara y ropa en el proceso al igual que incontables veces a mano de Vernon Dursley.
Wir betreten feuertrunken,
(¡Penetramos ardientes de embriaguez,)
Himmlische, dein Heiligtum.
(¡Oh celeste, en tu santuario!)
Deine Zauber binden wieder,
(Tus encantos atan los lazos)
La vista de Harry, todavía extremadamente aturdido, comenzó a aclararse lentamente y entonces lo vio. Vernon Dursley parado con un gran palo de madera lo miraba con una sonrisa sádica.
—¿Creías que ibas a poder controlarnos eternamente?, pedazo de mierda —dijo Vernon furioso —. ¿Creías que, a mí, Vernon Dursley, ibas a poder controlarme eternamente? ¿Creías que te ibas a poder a meter con mi familia?, pedazo de mierda
La vista de Harry cubierta en parte por la espesa y roja sangre lo vio. Aquel que se hacía llamar su tío estaba completamente furioso. Harry intento mover el brazo en busca de su varita, pero un fuerte puñetazo en su pómulo izquierdo lo hizo volver a casi perder el sentido.
Vernon con una escabrosa y macabra sonrisa agarro del pelo a su sobrino y lo comenzó a arrastrar sin esfuerzo y lentamente por la sala de estar hasta llegar a la cocina y de un tirón lo lanzo a la mitad de la ahora completamente vacía habitación.
Was die Mode streng geteilt;
(que la rígida moda rompiera;)
Alle Menschen werden Brüder,
(y todos los hombres serán hermanos)
Wo dein sanfter Flügel weilt.
(bajo tus alas bienhechoras.)
Vernon Dursley completamente fuera de si, pateo una vez en las costillas a Harry escuchándose un sonoro -CRACK-. El completamente aturdido muchacho se retorció en el suelo poniéndose en posición fetal casi por instinto. El gigantesco hombre con una fuerza completamente desmedida levanto a su familia del pelo e hizo impactar contra la dura mesada del fregadero. La sangre y parte de los dientes de Harry volaron por todos lados.
El golpeado Potter, cayó al suelo de forma seca. Vernon con el palo de madera todavía en la mano, lo levanto y lo con fuerza lo hizo impacta una, dos, tres, cuatro, cinco, veces hasta que un -CRACK- nuevamente se escuchó de uno de los fémures del joven mago.
Deine Zauber binden wieder,
(Tus encantos atan los lazos)
Was die Mode streng geteilt;
(que la rígida moda rompiera;)
Alle Menschen werden Brüder,
(y todos los hombres serán hermanos)
Wo dein sanfter Flügel weilt.
(bajo tus alas bienhechoras.)
Harry, casi por instinto y por la poca conciencia que le quedaba trato de arrastrarse al patio de la vivienda de los Dursley. Pero el intento de ser humano de su tío se lo impidió agarrándolo de la misma pierna que hacia instante le había roto.
El heredero Potter, se giró, con mucho dolor sobre sí mismo y una honda mágica hizo que el mayor de los Dursley saliera disparado contra la pared que tenía a su espalda.
Wem der große Wurf gelungen,
(Quien logró el golpe de suerte,)
Eines Freundes Freund zu sein;
(de ser el amigo de un amigo.)
Wer ein holdes Weib errungen,
(Quien ha conquistado una noble mujer)
Mische seinen Jubel ein!
(¡Que una su júbilo al nuestro!)
Harry dejo caer la cabeza contra el suelo, completamente agitado, las costillas le dolían mientras respiraba. Se dio vuelta, quedando boca abajo, e intentó levantarse y pero una punzada en la parte baja del tórax lo hizo toser sangre. Vernon completamente desquiciado, como pudo y con dolor se puso de pie y camino hasta donde esta Harry con una sonrisa casi macabra.
Ja, wer auch nur eine Seele
(¡Sí! que venga aquel que en la Tierra)
Sein nennt auf dem Erdenrund!
(pueda llamar suya siquiera un alma.)
Und wer's nie gekonnt, der stehle
(Pero quien jamás lo ha podido,)
Weinend sich aus diesem Bund!
(¡Que se aparte llorando de nuestro grupo!)
Cuando llego hasta donde estaba Harry se puso a su costado y con una fuerte pisada quebró el cubito y el radio derecho del brazo del mago. Harry dio un alarido y las lágrimas mescladas con la sangre que todavía caía de sus sienes cayeron sobre las grises y pulcras baldosas grises.
Vernon miró a Harry con desprecio y con saña y enojo pateo la cabeza del muchacho.
Ja, wer auch nur eine Seele
(¡Sí! que venga aquel que en la Tierra)
Sein nennt auf dem Erdenrund!
(pueda llamar suya siquiera un alma.)
Und wer's nie gekonnt, der stehle
(Pero quien jamás lo ha podido,)
Weinend sich aus diesem Bund!
(¡Que se aparte llorando de nuestro grupo!)
Harry despertó sobresaltado. Una fina brisa y el calor del sol golpearon su cara. Harry miró hacia todos lados de forma desesperada. Pero lo único que encontró fue la calma y la paz de aquel campo de tulipanes. Las flores brillaban con destellos dorados al entrar en contacto con los rayos de sol que, a veces, eran tapados por nubes pasajeras.
Freude trinken alle Wesen
(Se derrama la alegría para los seres)
An den Brüsten der Natur;
(por todos los senos de la Naturaleza.)
Alle Guten, alle Bösen
(todos los buenos, todos los malos,)
Folgen ihrer Rosenspur.
(siguen su camino de rosas.)
Küße gab sie uns und Reben,
(Ella nos dio los besos y la vid,)
Una gota. Una simple y pequeña gota de cayo desde el cielo justo en la frente de Harry. El joven se tocó con los dedos la humedad que ahora sentía y lo vio. Sangre. El mundo en donde estaba había vuelto a cambiar. Harry miró hacia todos lados, en el cielo, nubes grandes, espesas y grises, soltaban sangre hacia la superficie. Los antes tulipanes amarillos lentamente se estaba se estaban deshaciendo. Completamente desesperado Harry siguió mirando hacia todos lados. Entonces pasó.
Einen Freund, geprüft im Tod;
(y un amigo probado hasta la muerte;)
Wollust ward dem Wurm gegeben,
(Al gusanillo fue dada la Voluptuosidad)
Und der Cherub steht vor Gott.
(y el querubín está ante Dios.)
Küße gab sie uns und Reben,
(Ella nos dio los besos y la vid,)
Einen Freund, geprüft im Tod;
(y un amigo probado hasta la muerte;)
Wollust ward dem Wurm gegeben,
(Al gusanillo fue dada la Voluptuosidad)
Und der Cherub steht vor Gott.
(y el querubín está ante Dios.)
Steht vor Gott!
(Está ante Dios.)
vor Gott!
(ante Dios.)
La mente de Harry se sumió en el silencio y la oscuridad. Solo se podía ver a sí mismo, solo el, la realidad había desaparecido. Estaba solo. Solo en el silencio. Hasta que voces de la nada comenzaron a invadir su cabeza.
—Harry, mami te ama...
—Buenos días joven, soy la profesora Minerva McGonagall, estoy buscando al señor Harry Potter...
—Señor Potter, ¿sabe lo que es la magia?...
—Sos un idiota insensible Weasley, primero lo llamas mago tenebroso por poder hablar parsel y después decís que ser él es genial porque es famoso, por algo que hizo cuando era un bebe y perdió a toda su familia en el proceso...
—Harry...
—Harry...
—Harry...
—Harry... te amo. —terminó la voz en un susurró.
Su mente solo quedo flotando en la oscuridad. Lentamente sus parpados comenzaron a cerrarse...
Froh, wie seine Sonnen fliegen
(Alegres como vuelan sus soles,)
Durch des Himmels prächt'gen Plan,
(A través de la espléndida bóveda celeste,)
Laufet, Brüder, eure Bahn,
(Corred, hermanos, seguid vuestra ruta)
Freudig, wie ein Held zum Siegen.
(Alegres, como el héroe hacia la victoria.)
Laufet, Brüder, eure Bahn,
(Corred, hermanos, seguid vuestra ruta)
Freudig, wie ein Held zum Siegen.
(Alegres, como el héroe hacia la victoria.)
Freudig, wie ein Held zum Siegen.
(Alegres, como el héroe hacia la victoria.)
Harry se despertó completamente adolorido. Vernon no estaba, pero él seguía en la cocina. Como pudo y con esfuerzo se comenzó a levantar del lugar en donde estaba. Lentamente trato de abrir la puerta de cristal que daba al patio, pero cuando estaba por correr el vidrio alguien de atrás dijo.
—¡OH NO!, NO TE VAS A NINGUN LADO.
Vernon con fuerza agarro a Harry del pelo de la nuca y con fuerza lo lanzo contra la pared. Harry completamente magullado y sangrante tosió sangre nuevamente cuando impactó su espalda contra la dura madera de la pared.
—¿DE VERDAD CREIAS QUE CON TU ANORMALIDAD IBAS A PODER CONTROLARME?
Vernon con su gigantesco puño goleo a Harry tirándolo al suelo nuevamente.
—¿DE VERDAD CREIAS QUE VOS Y ESA VIEJA DE MIERDA IBAN A PODER CONTROLAR A MI FAMIA?
Vernon le dio una patada al cuerpo de su sobrino haciéndolo toser sangre. Harry lo miró
—ESCUCHAME UNA COSA PEDASO DE MIERDA, NADIE CONTROLA A VERNON DURSLEY.
Entonces lo volvió a golpear. La sangre estaba por todos lados, lentamente el hilo de la vida de Harry se iba perdiendo. El vital líquido rojo brotaba de todos los lugares en donde Vernon se había encargado de golpear. La sangre mesclada con lágrimas amargas comenzó a ser lentamente absorbidas por el inicio de la alfombra color crema que adornaba el piso de la sala de estar.
Y como si fuera la obra más subliminal y magnifica del mundo. Como si fuera la obra más maravillosa junto con la escena más macabra jamás pedida. El hermoso y más magnifico cantico creado por Friedrich von Schiller sonó bajo un coro de ángeles mientras la magia completamente descontrolada de Harry comenzaba a destruir todo a su paso. Como si fueran simples hojas de papel paredes, muebles y todo lo que estaba al alcance de la descontrolada magia de Harry comenzó a ser destruido.
Freude, schöner Götterfunken
(¡Alegría, bella chispa divina,)
Tochter aus Elysium,
(hija del Elíseo!)
Wir betreten feuertrunken,
(¡Penetramos ardientes de embriaguez,)
Himmlische, dein Heiligtum.
(¡Oh celeste, en tu santuario!)
Deine Zauber binden wieder,
(Tus encantos atan los lazos)
Was die Mode streng geteilt;
(que la rígida moda rompiera;)
Alle Menschen werden Brüder,
(y todos los hombres serán hermanos)
Wo dein sanfter Flügel weilt.
(bajo tus alas bienhechoras.)
Deine Zauber binden wieder,
(Tus encantos atan los lazos)
Was die Mode streng geteilt;
(que la rígida moda rompiera;)
Alle Menschen werden Brüder,
(y todos los hombres serán hermanos)
Wo dein sanfter Flügel weilt.
(bajo tus alas bienhechoras.)
Vernon completamente anonadado por lo que estaba pasando, miró al muchacho y tanto como le daban sus piernas salió corriendo. Corrió por la sala, abrió la puerta de un golpe y corrió por el patio hasta trastabillar con sus propios pies. En el suele completamente en pánico se dio vuelta y comenzó a retroceder como podía hasta que llego a la acera.
¡Seid umschlungen, Millionen!
(¡Abrazaos Millones de seres!)
¡Diesen Kuß der ganzen Welt!
(¡Este beso al mundo entero!)
La magia de Harry se había descontrolado completamente. La casa, el patio, los autos, todo lo que estuviera cerca de ese lugar comenzó a vibrar, a sentir como si una fuerza completamente antinatural y descontrolara comprimiera todo intentando hacer colapsar todo.
¡Seid umschlungen, Millionen!
(¡Abrazaos Millones de seres!)
¡Diesen Kuß der ganzen Welt!
(¡Este beso al mundo entero!)
Brüder, über'm Sternenzelt
(Hermanos, sobre la bóveda estrellada)
Muss ein lieber Vater wohnen.
(Debe habitar un Padre amante.)
Brüder, über'm Sternenzelt
(Hermanos, sobre la bóveda estrellada)
Muss ein lieber Vater wohnen.
(Debe habitar un Padre amante.)
La barrera que Dumbledore; en un intento de demostrarle al joven arcanista quien era el que mandaba, quien era el verdadero Gran Hechicero, quien era Albus Dumbledore; colapso. Toda la poderosa magia de Albus Dumbledore cayo como si fuera nada comparada con la descontrolada magia de un Arcanista.
Vernon Dursley se intentó mover, pero no podía. Solo podía ver el maravilloso y poderoso espectáculo desencadenarse como si fuese la obra más magnifica jamás creada.
¿Ihr stürzt nieder, Millionen?
(¿Os postráis, Millones de seres?)
¿Ahnest du den Schöpfer, Welt?
(¿Mundo, presientes al Creador?)
Los equipos de detección mágicos de los inefables en el Departamento de Misterios en el Ministerio de Magia de Gran Bretaña se volvieron completamente locos. Uno de aquellas innombrables personas miró completamente anonadado lo que estaba pasando. El detector marcaba 700 en la escala de Merlín.
El Ministerio de Magia era un completo caos, cartas, llamadas, la histeria misma se había desatado en todas partes del mundo ante la detección de una fuerza mágica de tal magnitud.
¡Such' ihn über'm Sternenzelt!
(¡Búscalo por encima de las estrellas!)
Über Sternen muss er wohnen.
(¡Allí debe estar su morada!)
Dentro de la casa, los ojos de Harry completamente vacíos y nublados por las lágrimas bajo un charco de sangre miraban como todo lentamente se destruida, como la madera la porcelana, todo era destruido hasta desaparecer. Todo se había ido a la mierda. Las ataduras mágicas de Harry Potter se habían roto, aquello que lo distanciaban de un mago común y corriente había desaparecido completamente. Ahora su magia estaba completamente fuera de control.
—Harry... te amo. —la voz de Daphne resonó en la cabeza de Harry.
Todo se detuvo completamente.
muss er wohnen...
(estar su morada)
—Harry... te amo. Siempre lo voy a hacer. —nuevamente la voz de la Slytherin retumbo en la cabeza de Harry.
¡Seid umschlungen, Millionen!
(¡Abrazaos Millones de seres!)
¡Diesen Kuß der ganzen Welt!
(¡Este beso al mundo entero!)
¡Seid umschlungen, Millionen!
(¡Abrazaos Millones de seres!)
¡Diesen Kuß der ganzen Welt!
(¡Este beso al mundo entero!)
¡Seid umschlungen, Millionen!
(¡Abrazaos Millones de seres!)
¡Diesen Kuß der ganzen Welt!
(¡Este beso al mundo entero!)
¡Seid umschlungen, Millionen!
(¡Abrazaos Millones de seres!)
¡Diesen Kuß der ganzen Welt!
(¡Este beso al mundo entero!)
¡Seid umschlungen, Millionen!
(¡Abrazaos Millones de seres!)
¡Diesen Kuß der ganzen Welt!
(¡Este beso al mundo entero!)
¡Seid umschlungen, Millionen!
(¡Abrazaos Millones de seres!)
¡Diesen Kuß der ganzen Welt!
(¡Este beso al mundo entero!)
—Harry... —dijo una voz muy suave dentro de la cabeza de Harry—. Nunca te voy a dejar solo, siempre vamos a estar juntos.
¿Ihr stürzt nieder, Millionen?
(¿Os postráis, Millones de seres?)
¿Ahnest du den Schöpfer, Welt?
(¿Mundo, presientes al Creador?)
¡Such' ihn über'm Sternenzelt!
(¡Búscalo por encima de las estrellas!)
¡Such' ihn über'm Sternenzelt!
(¡Búscalo por encima de las estrellas!)
—Harry... —dijo nuevamente la suave voz —. Yo te voy a proteger, siempre lo voy a hacer.
Brüder...
(Hermanos...)
Brüder, über'm Sternenzelt
(Hermanos, sobre la bóveda estrellada)
Muss ein lieber Vater wohnen.
(Debe habitar un Padre amante.)
Freude Tochter aus Elysium,
(¡Alegría, hija del Elíseo!)
Tochter aus Elysium,
(¡Hija del Elíseo!)
Wir betreten feuertrunken,
(¡Penetramos ardientes de embriaguez,)
Himmlische, dein Heiligtum.
(¡Oh celeste, en tu santuario!)
Deine Zauber binden wieder,
(Tus encantos atan los lazos)
Was die Mode streng geteilt;
(que la rígida moda rompiera;)
Alle Menschen werden Brüder,
(y todos los hombres serán hermanos)
Wo dein sanfter Flügel weilt.
(bajo tus alas bienhechoras.)
La vista de Harry se comenzó a oscurecer. Lentamente el llanto se detuvo. Lentamente la magia de Harry se relajó. Lentamente... todo comenzó a llegar a su fin.
Deine Zauber, Deine Zauber binden wieder,
(Tus encantos, Tus encantos, Tus encantos atan los lazos)
Was die Mode streng geteilt;
(que la rígida moda rompiera;)
Alle Menschen, Alle Menschen, Alle Menschen
(y todos los hombres, y todos los hombres, y todos los hombres)
Alle Menschen!
(y todos los hombres)
Alle Menschen werden Brüder,
(y todos los hombres serán hermanos)
Wo dein sanfter Flügel weilt.
(bajo tus alas bienhechoras.)
La oscuridad cada vez más fuerte se hizo presente. Todo se sentía frio. Harry lentamente fue cerrando los ojos...
¡Seid umschlungen, Millionen!
(¡Abrazaos Millones de seres!)
¡Deine Zauber binden wieder,!
(¡Tus encantos atan los lazos!)
¡der ganzen Welt!
(¡En todo el mundo!)
Brüder, über'm Sternenzelt
(Hermanos, sobre la bóveda estrellada)
¡Muss ein lieber Vater, ein lieber Vater wohnen!
(Debe habitar un Padre, habitar un Padre)
¡Seid umschlungen!
(¡Abrazaos!)
¡Seid umschlungen!
(¡Abrazaos!)
¡Diesen Kuß der ganzen Welt!
¡der ganzen Welt!
¡Diesen Kuß der ganzen Welt!
(¡Este beso al mundo entero!)
¡Diesen Kuß der ganzen Welt!
(¡Este beso al mundo entero!)
¡Diesen Kuß der ganzen Welt!
(¡Este beso al mundo entero!)
¡Diesen Kuß der ganzen Welt!
(¡Este beso al mundo entero!)
¡Freude!, ¡Freude!, ¡Schöner Götterfunken!
(¡Alegria!, ¡Alegria!, ¡Bella chispa divina!)
¡Schöner Götterfunken!
(¡Bella chispa divina!)
Tochter aus Elysium,
(Hija de Eliseo)
¡Freude, schöner Götterfunken!
(¡Alegria!, ¡Bella chispa divina!)
¡Götterfunken!
(Divina)
Lentamente el velo de la oscuridad cubrió la mente de Harry. El dolor, la miseria... Harry la visión de Harry lentamente se desvanecía. Lentamente la mente de Harry se comenzó a perder.
Harry cerró los ojos completamente y todo se oscureció.
Porque lentamente se aproximaba la ventisca de la oscuridad, la era de la sombra tras la sombra. La época del Frio Blanco y los Tiempos de Odio se acercaba, la hora de la locura y del desprecio, el fin de los tiempos. El mundo perecerá en el gran cataclismo y renacerá con el nuevo sol. Renacerá de la vieja sangre, del destino, de una semilla plantada. ¡Una semilla que no germinará, sino que estallará en llamas!...
Fin de La Tercera Parte.
El próximo capítulo esta titulado: "El Llanto de la Serpiente"