Disclaimer: Nada de Harry Potter es de mi propiedad, los personajes y todo lo relacionado a la historia canon que pueda aparecer, a excepción de lo creado y modificado por mi persona, pertenecen a J.K. Rowling.
Summary: Harry Potter, un muchacho consciente de la magia, con una gran inteligencia, pero roto por culpa del maltrato de sus parientes. Hasta que por azar del destino, su vida va a cambiar completamente y ya nada va a volver a ser igual.
El Orden Natural de Las Cosas.
Año I
Capítulo VI
"El Dúo de Oro"
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—DIALOGO NORMAL—
—(PENSAMIENTO)—
—"PARSEL"—
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Harry estaba sentado en frente del escritorio de Dumbledore, a su lado estaba Pomfrey y Minerva. Dumbledore las miraba intrigado, hasta que hablo.
—¿Entonces me están diciendo que el Señor Potter, curo al Señor Longbottom con magia controlada por parsel? —preguntó intrigado.
—Exacto Albus. Estaba segura que el Señor Potter tarde o temprano iba a comenzar a experimentar con sus habilidades con la magia controlada con parsel. Este es un terreno nuevo, muy pocas personas lo exploraron y no creo que ninguna este viva en este momento, el autor del libro de parsel que tiene murió hace muchos años y solo era un observador, el Señor Potter está entrando en un mundo que solo él puede explorar.
—¿Qué sugieren? —volvió a preguntar.
—En este momento lo único que podemos brindarle es nuestro apoyo y ayudarle en todo lo que necesite para poder aprender a controlar sus habilidades
—Sí, creo que eso sería lo mejor, Minerva tu petición para que Harry entre al equipo de Quidditch es aceptada, ¿Harry mi muchacho, necesitas algo para poder comenzar a desarrollar tus habilidades? —preguntó mirando a Harry.
—No, por ahora no. —dijo seriamente sin soltarle la mirada al director.
—Entiendo. —dijo con un suspiro.
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Harry caminaba al gran comedor, sin decir nada, había funcionado, ahora sabía cómo funcionaba su habilidad para manipular la magia con parsel. Antes de entrar se encontró con una chica rubia que lo estaba esperando, lo miró y le dijo.
—Creo que tenes varias cosas que explicarme ¿no? —preguntó de forma inquisitiva.
—Eso parece ¿no? —dijo divertido.
Daphne escucho atentamente cada una de las cosas que dijo Harry y respondió.
—¿Entonces curaste a Longbottom con tus habilidades con parsel y después de lo que paso en clase de vuelo te volviste buscador de Gryffindor?
—Sí, ese sería el resumen. —Suspiro.
—Tuviste un día largo ¿no, Potter? —dijo divertida, Harry solo suspiro con los ojos cansados —. Tranquilo todo va a salir bien. —Harry la miro a los ojos y sonrió.
—Gracias.
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Pasaron las semanas y el fin de septiembre lentamente se acercaba, Daphne y Harry estaban desayunando y hablando.
—¿Todavía te duele la cicatriz durante las clases de defensa? —preguntó para luego tomar un poco más de té.
—Sí —dijo algo incómodo —. Hay algo que no me gusta de Quirrell. Su magia, es diferente, hay algo que no está bien con él.
—¿A qué te réferis? —preguntó mirándolo con atención mientras tomaba un poco más de su té.
—Como si algo dentro de él estuviese comiéndose su magia y matándolo lentamente, no sé cómo explicarlo es raro —dijo con algo de incomodidad —, ¿Deberíamos decirle a algún profesor?
—¿Qué le vas a decir?, ¿Qué en sus clases te duele la cabeza? —respondió Daphne con ironía.
—Bueno, no sé. ¿Qué sugerís entonces?
—Vigilarlo —dijo seriamente —, y, cuando tengamos pruebas denunciarlo con los profesores.
Las lechuzas comenzaron a llegar trayendo el correo de ese día. Todos vieron como 6 de ellas entraron juntas cargando un gran paquete alargado que dejaron enfrente de Harry y Daphne. Encima de este callo una nota que venía de otra lechuza.
Para: Harry Potter
Espero que le des un buen uso y lleves la copa de Quidditch a Gryffindor.
MM
Ambos abrieron el paquete y ahí estaba, una escoba nueva, brillante y pulida caoba con sus ramas perfectamente alineadas y en letras doradas en la punta decía NIMBUS 2000, sin lugar a dudas hermosa.
—Es una escoba. —dijo rápidamente Harry con total sorpresa y estupefacción.
—Es hermosa —comentó Daphne mirando como brillaba la madera —. Ahora no vamos a poder ganar la copa de Quidditch. —volvió a comentar, pero ahora divertida.
—Sí, es preciosa. —dijo hipnotizado.
—Ahora sí que estas en problemas Potter —dijo Weasley poniéndose delante de ellos —. Los de primer año no pueden tener escobas. —Volvió a hablar mirando con algo de envidia la escoba.
—Ciertamente. Pero estoy autorizado para tener una. —contestó secamente.
—¿Porque? —preguntó entrecerrando los ojos.
—Harry, ya conseguiste una escoba. —dijo George interrumpiendo la conversación.
—Y nada más ni nada menos que una Nimbus 2000 —comentó Fred mirando detalladamente la asombrosa escoba.
—Ahora vamos a poder aplastar a esas odiosas serpientes —dijo de forma divertida —. Sin ofender Daphne.
—No se disculpen, pero no lo van a tener tan fácil. —respondió igual de divertida y mirándolos seriamente.
—¿De qué están hablando? —cuestiono rápidamente Ron mirando a sus hermanos.
—¿Cómo?, ¿No te enteraste?, Harry es el nuevo buscador de Gryffindor.
—¡¿Qué?! —gritó molesto.
Los demás solo rieron ante la expresión del menor Weasley.
—Y se lo debo a Malfoy, si él no se hubiese comportado como un idiota yo no sería buscador —dijo con una sonrisa —. ¡Malfoy! —gritó Harry, él lo miro con una ceja alzada de forma interrogativa —. ¡Gracias!—dijo divertido. Todos los demás rieron y el rubio se quedó en el lugar sin entender nada.
—¡Potter!, deje de gritar no está en el campo de Quidditch —dijo molesta McGonagall. Los demás comenzaron a reírse a viva voz.
Harry fue hasta la torre de Gryffindor para guardar su escoba. Mientras bajaba del séptimo piso, en donde se encontraba la torre, las escaleras comenzaron a cambiar en un brusco movimiento. Comenzando a descender, hasta que se estabilizaron en un piso, bajo rápidamente de las dichosas escaleras y comenzó a buscar referencias de donde se encontraba.
El tercer piso fue lo primero que pensó, se dio vuelta para salir rápidamente de ahí, pero vio a la gata del celador Argus Filch, la Señora Norris.
—Maldición. —dijo Harry cuando la vio y comenzó a correr, hasta que vio una puerta. Trato de abrirla, pero esta estaba cerrada. Saco su varita, apunto a la cerradura y dijo.
—ALOHOMORA.
La puerta se destrabo, la abrió y se escondió dentro dándose vuelta rápidamente viendo por la abertura de la cerradura, vio que la Señora Norris pasaba por el pasillo para después irse.
—"Harry, hay alguien más en esta sala". —dijo Gaya.
—"¿Qué?"
Harry se dio la vuelta para ver a qué se refería Gaya y lo vio. Un cerbero de tres cabezas de por lo menos 3 metros de alto, estaba durmiendo, silencio su sorpresa y lo vio por un momento, estaba dormitando, bajo su pata izquierda había una trampilla de madera. Trato de abrir la puerta por donde había entrado lentamente, pero el sonido del picaporte moviéndose despertó al gran perro que lo vio enfurecido.
Harry rápidamente abrió la puerta saliendo para luego cerrarla tras de sí, mientras respiraba rápidamente.
—(Un cerbero, hay un maldito cerbero en la escuela, en qué demonios está pensando Dumbledore). —pensó Harry sorprendido.
Saliendo del pacillo del tercer piso comenzó a bajar las escaleras hasta que llego al aula de transformaciones.
—Llega tarde Potter. —dijo notablemente molesta la Profesora McGonagall.
—Perdón Profesora McGonagall, estaba bajando de la torre de Gryffindor y las escaleras cambiaron y me retrase. —dijo un poco agitado.
—Siéntese y comience a copiar la explicación, no empezamos hace mucho.
—Sí. —dijo rápidamente sentándose al lado de Daphne que lo miro preocupada por la cara que tenia Harry.
—Después te cuento. —comentó en voz baja. La clase paso tranquilamente sin incidentes importantes, más que alguna que otra explosión por parte de alumnos que movían mal su varita.
—Tiene que ser una broma ¿no? —dijo Daphne sorprendida y sin creerle sentándose al lado de él en uno de los bancos del patio.
—No, te juro que hay un cerbero en el tercer piso.
—Supongo que ahora sabemos cuál es la muerte horrible y dolorosa que mencionaba el director. —dijo Daphne pensativa.
—Estaba protegiendo una trampilla. —agregó Harry mirando al suelo.
—¿Crees que ahí está lo que trataron de robar en Gringotts?
—Seguramente, la pregunta es, ¿Qué es tan importante, como para dejar suelto a un cerbero gigante protegiendo una trampilla en una escuela? —preguntó Harry pensativo.
—Dumbledore tiene que estar muy loco o tiene que ser algo realmente importante.
Harry solo asintió. Ambos se quedaron pensativos.
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Harry a las 7 de la tarde con ropa liviana salió con dirección al campo de Quidditch, ansioso por probar su nueva escoba, era tan reluciente y hermosa, que casi no se podía contener de salir volando. El estadio era sin duda gigantesco, era inmenso, cientos de asientos a suficiente altura para que todos los espectadores pudieran ver sin ningún problema. En cada uno de los extremos del campo, había 3 postes gigantes con aros en las puntas.
Con demasiadas ganas de probar su nueva escoba, se montó a ella y dio una fuerte patada al suelo. La sensación era inigualable, era sin lugar a duda, tan mágico todo, la escoba de un simple movimiento respondía al instante. Subió en hasta el aro más grande y después cayó en picada para después levantarla rápidamente y hacer un semi derrape y ponerse al ras del suelo y volar rápidamente hasta la otra punta y volver.
—¡Potter! —gritó Wood, tenía a su lado una caja de madera. Harry lo vio y bajo rápidamente —. Fantástico, simplemente fantástico, McGonagall no se equivocaba, sin lugar a duda es talento natural, voy a enseñarte las reglas y después te voy a poner en la lista de forma oficial, los otros integrantes del equipo ya lo saben.
Wood abrió la caja que llevaba y dijo.
—Bueno, en el Quidditch tiene 7 integrantes por equipo, 3 cazadores que buscan la quaffle —sacando del baúl una esfera marro con convexidades en distintas zonas para el agarre —, y tratan de meterla en esos aros. Cada vez que meten son 10 puntos. Hay un guardián que es el que se encarga de proteger que el otro equipo no haga puntos, yo soy el guardián del equipo. —Harry asintió y solo lo siguió mirando atentamente.
—¿Qué son esas esferas negras que están ahí? —preguntó señalando a las pelotas.
—Se llaman bludgers, son las encargadas de derribar a los jugadores, pero no te preocupes para eso existen los golpeadores, esos serían los gemelos Weasley. Pero vos te vas a encargar de algo mucho más difícil que todo esto. —dijo mirándolo con un brillo en los ojos.
Busco en la caja y de un compartimiento la saco, era pequeña del tamaño de una pelota de golf, era dorada y tenía alas igualmente doradas.
—Esta es la snitch. Es la pelota más importante de todas y tu trabajo es agarrarla, es increíblemente rápida y difícil de ver, pero si pudiste ver una recordadora a la distancia, no creo que sea muy difícil con esta —dijo con una sonrisa —. Cuando el buscador atrapa la snitch son 150 puntos para el equipo y el partido termina. ¿Alguna pregunta?
Harry negó con la cabeza.
—Bien, hoy no vamos a practicar con la snitch porque está oscuro y la podemos perder, pero si lo vamos a hacer con estas. —dijo sacando una bolsa de pelotitas de golf.
Ambos volaron mientras Wood lanzaba las pelotas y Harry las agarraba. El tiempo paso y la noche se hizo presente, Harry había atrapado todas las pelotas de golf y Wood estaba más que complacido, cuando bajaron, lo miro y le dijo con entusiasmo.
—La copa de Quidditch de este año va a tener nuestro nombre en ella.
Ambos solo rieron.
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Era sábado del 4 de octubre, un día importante para Harry, había estado planeando esto desde hacía una semana, solo esperaba que le gustara, suspiro delante de la puerta de la profesora McGonagall y rio por lo bajo recordando lo que había pasado.
Era 28 de septiembre por la mañana estaba desayunando rompiéndose la cabeza con que le podía regalar, Daphne vio que tenía cara pensativa y pregunto.
—Harry, ¿pasa algo? —preguntó Daphne mirando a su amigo. Harry la vio como si fuese su salvadora.
—Tengo un problema y necesito tu ayuda. —dijo en tono desesperado.
—¿Qué pasa? —volvió a preguntar algo nerviosa.
—Como pude haber sido tan ciego, sos una mujer, vos me podes ayudar.
—Harry me estas asustando. ¿Qué pasa? —pregunto ahora preocupada.
—El 4 de octubre es el cumpleaños de la Profesora McGonagall y queria regalarle algo, pero no sé qué, ¿qué me aconsejas?, yo sé que tenes poderes femeninos para esto—dijo Harry ilusionado, Daphne solo comenzó a reírse a todo pulmón.
—Harry Potter sos alguien muy especial. Pero si, te voy a ayudar, le voy a pedir a mi mamá que me envié un catálogo, seguramente algo podemos encontrar.
—Gracias Daph, sos la mejor. —dijo con un brillo en los ojos, Daphne solo siguió riéndose.
A la mañana siguiente Daphne recibió el catalogo y por la tarde ambos estaban ojeándolo.
—¿Ropa? —preguntó Harry.
—Ropa no, a las mujeres usualmente nos gusta comprarnos nosotras mismas la ropa y seguro que McGonagall es igual.
Ambos siguieron viendo hasta que Harry detuvo en una página y dijo.
—Esto es perfecto.
—Sí, tenes razón, calza con todos los gustos de la profesora.
Harry saco papel y pergamino y comenzó a escribir, una vez terminado, coloco el dinero dentro de un sombre junto al pedido y llamo a unas de las lechuzas de Hogwarts y le entrego el sobre.
Harry se volvió a reír, le debía un favor a Daphne, de alguna manera se lo tenía que recompensar. Suspiró y toco la puerta.
—Adelante. —se escuchó decir del otro lado.
Harry abrió la puerta, camino hasta el escritorio de la profesora.
—Buen día Harry, ¿a qué debo tu presencia? —preguntó Minerva con una sonrisa.
—Buen día Minnie —saludó, saco de su manga el regalo —. Feliz cumpleaños —dijo dándole el pequeño paquete.
Minerva abrió grande los ojos y su cara de sorpresa fue notable. Sonrió y tomo el pequeño paquete y vio una pequeña nota que decía.
Para Minerva McGonagall:
Feliz cumpleaños, que pases un día realmente hermoso, gracias por todo lo que hiciste por mí, te quiere.
Harry Potter.
Su sonrisa se hizo mucho más grande cuando termino de leer y comenzó a desenvolver el paquete, dentro había una caja de madera barnizada, la abrió y vio una peineta de plata con incrustaciones en jade.
—Tuve que pedir la opinión profesional de Daphne y consideró que el jade era lo que mejor iba a combinar con tus túnicas. —comentó Harry seriamente.
Minerva rio ante el comentario.
—¿Opinión profesional? —preguntó divertida.
—Bueno es que yo no sé nada de regalos para mujer, y Daphne es mujer así que estaba seguro que ella me iba a poder aconsejar mejor con sus habilidades femeninas, y bueno. —dijo rápidamente.
—Gracias Harry, es realmente hermoso, te prometo que lo voy a usar. —agradeció levantándose y abrazando a Harry.
—Me alegro que te gustara. —respondió tímidamente.
Después de un tiempo ambos se soltaron.
—Entonces ¿cómo es que usted y la Señorita Greengrass eligieron el regalo? —preguntó divertida.
Harry pasó toda la mañana charlando con McGonagall.
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Los días pasaron rápidamente y el fin de octubre casi era palpable. Daphne y Harry estaban en clase de encantamientos.
—Y ahora no se olviden el lindo movimiento de varita que estuvimos practican la clase anterior. Recuerden agitar y golpear —dijo con voz aguda el profesor Flitwick.
—¡Wingadium leviosa! —dijo fuertemente Ron Weasley agitando los brazos para todos lados como si estuviera loco. Harry, serio, agarro la muñeca de Weasley antes de que esta pasara peligrosamente cerca de su cara y la de Daphne.
—¿Qué estás haciendo Potter? —se quejó molesto, Harry lo miro monótonamente.
—Evitar que nos saques un ojo porque estás haciendo mal el hechizo, ¿tal vez? —respondió Daphne molesta.
—Ya que ambos son tan inteligentes, ¿por qué no hacen el hechizo? —los desafió Weasley.
Daphne lo miro entrecerrando sus ojos agarro su varita y se concentró en la pluma.
—Wingardium Leviosa. —dijo moviendo su varita, mientras que al mismo tiempo Harry también movía su varita y ambas plumas comenzaban a flotar.
—Muy bien hecho, miren todos, Daphne Greengrass y Harry Potter lo consiguieron. —comento Flitwick alegremente. —10 puntos Gryffindor y 10 puntos para Slytherin.
Al finalizar la clase y todos continuaban sus rutinas, Ron estaba de muy mal humor. Harry y Daphne caminaban mientras hablan.
—Ya le dije a McGonagall donde iba a estar. —dijo Harry serio.
—Está bien, ¿no queres que te acompañe? —preguntó algo preocupada.
—No, gracias, solo quiero estar solo, divertite en la fiesta, voy a tratar de mantener mi mente despejada estudiando algún libro.
Daphne solo suspiro y lo abrazo fuertemente, Harry se sorprendió y lentamente le devolvió el abrazo, estuvieron así un rato en silencio.
—Todo va a estar bien. —le dijo Daphne al odio en un susurro.
Para después darle un beso en la mejilla, sonreírle, e irse caminando. Harry solo sonrió mientras la veía irse. Cuando la perdió de su vista, se encamino hacia la torre de Gryffindor, tenía muchas cosas que leer para tratar de pasar el día.
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—Señor Potter. —dijo la Señora Pince, acercándose a él —. ¿Le falta mucho?, tengo que comenzar a cerrar la biblioteca.
—No, Señora Pince ya terminé. —ella, aunque era estricta y protectora con el lugar le dio una sonrisa.
Harry se levantó, guardo sus cosas en su morral, y se dirigió a la puerta.
—Buenas noches Madame Pince. —dijo mirándola un momento.
—Buenas noches Señor Potter. —respondió con una sonrisa.
En el gran comedor un gran estruendo abría las puertas del Gran Comedor.
—¡UN TROLL EN LAS MASMORRAS! —grito Quirrlle entrando al Gran Comedor mientras corría hasta la mesa de los profesores.
—Hay un t-troll en las mazmorras. —dijo cuando llego a la mesa de los profesores, para después caer desmayado enfrente de la mesa de profesores, mientras una histeria colectiva se apoderaba del comedor.
Harry iba caminando con dirección a la sala común, pasó por el gran comedor que tenía las puertas abiertas, eso le llamó la atención. Sintió un extraño olor a su lado y dio un cuarto de vuelta para mirar. Lo único que vio fue un gran y alargado objeto yendo en dirección hacia él, instintivamente puso las manos adelante y una pared de magia se formó delante de suyo. Cuando el objeto impacto contra la pared Harry salió disparado, como si de una pelota se tratase, entrando directamente al Gran Comedor y cayendo dentro a 2 metros de la entrada.
Todos vieron en cámara lenta, como un objeto negro entraba por la puerta del gran comedor y luego para darse cuenta de que era Harry Potter. Todos hicieron silencio mientras que Daphne salió corriendo como una flecha a donde estaba Harry.
—¡Harry!, Harry, ¿estás bien? —dijo preocupada mientras se agachaba y tocaba ligeramente la mejilla del mago. Harry abrió los ojos y Daphne lo abrazo fuertemente.
McGonagall comenzó a correr hacia donde estaba su protegido mientras que Gaya salía de la manga de Harry y se ponía delante de él sesando furiosa e histéricamente en posición de ataque.
El silencio duro un pestañar. Se escucharon pasos rápidos dirigirse hacia el gran comedor. Sin que nadie lo pudiese cree un troll de las montañas corrió hacia Harry, que saco lo más rápido que pudo su varita. El troll trato de golpearlos con su garrote, pero Harry rápidamente pronuncio apuntando al atacante.
—ARRESTO MOMENTUM —el garrote comenzó a ir más lentamente. Ambos se pararon, Daphne también saco su varita y Harry continuó —. EVANESCO —desapareciendo el garrote y continuo con la misma velocidad —. INCARCEROUS —muchas gruesas y grandes cuerdas comenzaron a aprisionar al troll mientras que este gritaba intentando safarse. Sin perder el tiempo, Harry, miró a su compañera y dijo —. Los dos juntos.
Daphne asintió ambos apuntaron sus varitas al troll y dijeron al mismo tiempo con un grito.
—¡EXPELLIARMUS! —el hechizo salió de ambas varitas, impactando contra troll y mandándolo a volar fuera del gran comedor.
Harry respiraba agitadamente mientras sostenía su varita, su cuerpo comenzaba a temblar por la fatiga, nunca había usado tanta magia seguida y esto le estaba pasando factura.
—Señor Potter, Harry, ¿Está bien? —preguntó, preocupada la profesora que acercaba varita en mano y lo más rápido que podía. Toda la sala estaba en silencio, Snape había salido por una puerta trasera antes del ataque, Quirrell seguía tirado en el suelo y el resto de los presentes shockeados.
Rápidamente Albus Dumbledore dijo.
—Prefectos, lleven a todos los alumnos a sus casas y no salgan hasta que se les ordene, profesores, acompáñenme, hay que encargarse del troll, profesora McGonagall, acompañe al Señor Potter a la enfermería, Señorita Greengrass ayude a la Profesora.
Todos comenzaron a moverse rápidamente, Gaya volvió a la muñeca de Harry y se aferró fuertemente.
—Vamos Harry. —dijo suavemente McGonagall
Harry estaba acostado, su cabeza dolía bastante, sintió a Gaya en su muñeca moverse por su brazo hasta salir por el cuello y mirarlo. Harry solo le sonrió, la serpiente solo enrollo en su cuello, apoyando su cabeza en la clavícula. Daphne estaba sentada al lado de la cama y lo miraba. Él la miro y ambos sonrieron.
Minerva veía la escena sin decir nada, hasta que llegó el director, los demás jefes de casa y Pomfrey. Albus miro un momento al chico y dijo.
—Bueno, supongo que tiene varias cosas que explicarnos, Señor Potter —dijo mirándolo a los ojos con una mirada de abuelo que intentaba ser reconfortante, Harry no hizo ninguna expresión —. ¿Por qué no estaba en la cena de Samhain?
—Estuve en la biblioteca, no tenía ganas de ir a la cena. —respondió seriamente
—¿Por qué?
—Porque hoy se cumplen 10 años de que Voldemort mato a mamá y papá, no sentía que no tenía nada que festejar. —volvió a responder seriamente.
—Entiendo, ¿Le aviso a alguien donde iba a estar?
—Sí, Albus —interrumpió Minerva —, me aviso que no se iba a presentar a la cena y seguramente le dijo a la Señorita Greengrass donde iba a estar. —dijo mirándolos a ambos, que asintieron.
—¿Señor Potter, donde aprendió a hacer los hechizos que hizo para derrotar al troll?, Sabe que son hechizos de muy alto nivel, ¿Se los enseño el Profesor Quirrell? —preguntó Flitwick intrigado y muy interesando.
Harry rio por dentro.
—No, aprendí todo de libros en la sección de defensa de la biblioteca. —respondió con sinceridad.
—¿Y porque estaba estudiando defensa si tiene un profesor para eso? —preguntó esta vez Pomona.
—Porque las clases de Quirrell no son buenas. —volvió a responder con una sinceridad aplastante.
—¿A qué se refiere Potter? —pregunto Snape.
—"Esta herido" —dijo Gaya
—"Si, su pierna izquierda —respondió Harry —, podríamos sanarlo."
—¿Potter? —volvió a repetir Snape ahora intrigado.
—Perdón, Gaya me comento algo, las clases de Quirrell no se entienden porque siempre está muy nervioso y tengo dolores de cabeza cuando estoy cerca de él. Daphne y yo decidimos ser autodidactas en esa materia.
—Oh, interesante, muy interesante, ¿Que le comentaba su serpiente? —pregunto Albus cambiando rápidamente de tema.
—El Profesor Snape esta lastimado, yo podría curarlo si quiere. —dijo mirándolo.
—Por supuesto, nos encantaría ver sus habilidades con parsel, ¿Profesor Snape? —comentó Albus con ilusión.
Snape refunfuño y se sentó en una cama y levanto parte del pantalón donde estaba lastimado, tenía una venda puesta.
Harry solo se bajó de la cama donde estaba y se acercó al profesor Gaya se movió por el brazo y recostó su cabeza en el dorso de la mano de su familiar. Saco su varita, saco la venda y después volvió a guardarla, ante la vista de todos, toco la herida manchando sus manos con un poco de sangre y comenzó a enviar magia al cuerpo del profesor Snape.
Snape sintió como algo cálido lo rodeaba, Harry solo lo miro y pensó.
—(Primera capa muscular de los gemelos esta lastimada, al igual que la piel, hay vasos lastimados y seguramente una infección que debe comenzar)
El profesor Snape dejo de sentir la calidez y que rodeaba su cuerpo y vio a Potter mirar fijamente su herida y entonces comenzó.
—"Músculos, curación." —el Profesor sintió algo dentro suyo que se movía y se regeneraba, trato de ver, pero no pudo.
—"Vasos, curación." —la herida dejo de sangrar.
—"Hipodermis, curación." —se formó una delgada capa de piel en la herida, ante el asombro de todos.
—"Dermis, curación."
—"Epidermis, curación." —La herida se cerró totalmente. Como si nunca hubiese existido.
Harry llego a la sala común de Gryffindor, cuando entro nadie dijo nada y todo hicieron silencio, Harry solo paso en silencio al cuarto de los chicos y se fue a dormir sin decir absolutamente nada.
A la mañana siguiente de nuevo hubo un silencio abrumador a su alrededor, lo único que se podían escuchar eran los murmullos sobre el espectáculo que dio Harry y Daphne contra el troll.
Cuando llego a las puertas del gran comedor la vio y con un suspiro dijo.
—Un nuevo día. —dijo Daphne.
—Eso parece. —comentó con un suspiro.
—Por suerte nuestro plan de aprender por nosotros mismos fue útil. —habló Daphne.
Ambos entraron y tomaron asiento en sus lugares cerca de la mesa de profesores. Desayunaron en silencio ante todas las miradas.
—Pero miren lo que tenemos aquí. —dijo Fred. Ambos se dieron la vuelta.
—Buenos días. —dijeron Daphne y Harry.
—Buenos días dúo de oro —contestaron ambos —, ¿están planeando derrotar alguna otra criatura? —preguntó divertido George
—¿Tal vez a otro troll? ¿Ron entra dentro de esta categoría?—preguntó Fred rápidamente de forma penstiva.
—Puede ser Fred, ¿Oh un dragón?—agregó George comento tan rápido como su hermano.
—¿Dúo de oro? —preguntó Daphne levantando una ceja.
—Por supuesto, es el nuevo apodo que tiene toda la escuela para referirse a ustedes dos después de que mandaron a volar un troll. Aunque a nosotros se nos ocurren algunos mejores. —dijeron ambos gemelos divertidos. Los cuatro se rieron fuertemente.
Noviembre recién comenzaba, la escuela no era tan mala con amigos con quien reír. Las cosas sin duda eran mucho mejores que antes.
El próximo capítulo este titulado: "A Quién Más Odiamos"