Hospital
Demian
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Llegamos al hospital que estaba repleto de gente, algunos quemados fueron derivados a sentirnos especializados mientras que los que estaban heridos o inhalaron humo estaban siendo atendidos. Los nervios recorrían todo mi cuerpo, los paramédicos venían haciéndole RC mientras le suministraban oxígeno a Angelic que no reaccionaba. Veía como se la llevaban a la sala de UCI² donde no me dejaron pasar más allá. Me dejaron en la sala de espera sin más información de la que estaban tratando. Espere hasta que llegaron mis padres que corrieron hacia mí.
—¿Qué fue lo que pasó? ¿Cómo está tu hermana? —preguntó con desespero mamá con mucho desespero en su voz, en su mirada podía verse el miedo.
—No lo sé mamá cuando salí de la fiesta de Alec en busca de Angelic pase cerca del bar que estaba encendido en llamas pare para ver si necesitaban ayuda y alguien gritó que había una chica dentro del bar, cuando corrí para socorrerla era Angelic desmayada con un charco de sangre saliendo de su cabeza —hablaba rápido ya quería saber cómo estaba Angelic —No sé cómo está ella los paramédicos venían haciéndole un RC y suministrando oxígeno, pero no me dijeron nada —caí en los incómodos asientos de la sala de espera mis padres no me preguntaron nada más y lo agradece en ese momento lo que menos quería era contestar preguntas
Luego de dos horas que parecieron una eternidad sale un doctor con los guantes y bata llena de sangre lo que hizo que nos preocupamos mucho más. El doctor se sacó las prendas ensangrentadas y se las entregó a una enfermera para que las deseche. Tomó una tablilla que le entregó la enfermera y hablo.
—Familiares de la señorita Angelic Black —la voz del doctor sonaba cansado, pero transmitía tranquilidad.
—Somos nosotros —se apresuró a decir mamá preocupada.
—La señorita Black está estable ya la podrán ver en cuanto la pasen a sala ella aun esta inconsciente si no despierta pasados cinco días puede que entre en un estado de coma —el doctor revisó su planilla para luego mirarnos y agregar —La joven tuvo un fuerte golpe en el cráneo y sumándose la intoxicación por el humo pudo haber muerto, pero fue bastante fuerte y resistió, pero les pediré que no tenga emociones fuertes todavía no sabemos si tiene secuelas en golpe en la cabeza.
—Gracias doctor —habló papá porque mamá no podía dejar de llorar.
—¿Cómo nuestra hija terminó en ese bar de mala muerte? —mamá le preguntaba a papá suplicante —Ella debería estar durmiendo en su cama no en la cama de un hospital.
—Demian explícame ¿qué hacía tu hermana fuera de casa? —papá sonaba severo intentaba ser fuerte por mamá.
—Fuimos a la fiesta de Alec fui con ella y estuvimos parte de la noche en la fiesta juntos hasta que se me escapó y no la vi más pensé que estaba con su amiga —contaba sin expresión alguna en la voz como si me hubieran programado para decir eso —La busqué por toda la casa y al no encontrarla pensé que se había ido a casa, me fui de la fiesta cuando pase cerca del bar y estaba en llamas pare para ver si precisaban ayuda y alguien gritó que había una chica adentro sin pensarlo corrí al bar y entre para encontrar a Angelic desmayada en un charco de sangre y rodeada de fuego —me deje caer en las incómodas sillas de la sala de espera.
—Familiares de la paciente Angelic Black —una enfermera joven habló detrás nuestro con una plantilla en su mano derecha y un estetoscopio en la otra.
—¿Le pasó algo a mi hija? —preguntó mamá desesperada.
—No señora su hija ya está en sala en unos minutos la podrán ver una sola persona puede entrar —sin más que decir la enferma siguió llamando a otros familiares de pacientes.
Treinta minutos después veía entrando a mamá en la habitación doscientos cuarenta y seis donde estaba Angelic inconsciente. Mi padre aprovechó ese momento para llevarme a la cafetería quería hablar conmigo de lo que pasó. Tomamos el ascensor para ir más rápido al lugar moría de hambre y el saber que Angelic estaba bien me dejó más tranquilo y abrió mi apetito voraz otra vez. Caminamos a la cafetería hasta sentarnos en el rincón más alejado del sitio perfecto para hablar, mi padre pidió un café para él y yo pedí una hamburguesa tenía hambre.
—Dime la verdad ¿qué hacía tu hermana en ese bar? —la voz de papá sonaba dura, hablaba como alfa.
—No lo sé papá en un momento durante la fiesta se me escapó y no sé cómo terminó en ese lugar —respire profundo y lo mire serio.
—¿Qué podría buscar allí?
—¿El misterio de porque salgo cada noche de Luna llena?
—Ella no puede enterarse de nuestro secreto Demian, cuida a tu hermana —se tomó su café para luego sacar unos billetes y los dejó sobre la mesa para irse.
Devoré el resto de mi comida y subí para ver si podía entrar a ver a mi "hermanita". Estaba muy enfadado con ella por escapar casi se muere calcinada, si hubiera esperado más en entrar al bar estaría preparando su funeral. Cuando llegué al cuarto de Angelic pude ver que mamá y papá salían de él.
—Demian cuida a tu hermana iremos por unas cosas a la casa y para descansar un poco —papá llevó a mamá a la salida dejándome parado frente a la puerta.
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Tres días después...
Me encontraba en la sala de espera Angelic había despertado durante la noche desorientada y algo asustada. Mi madre estaba con ella en ese momento nos llamó en cuanto salió el doctor después de revisar a Angelic. Llegamos con mi padre unos treinta minutos después de que nos llamaran y aquí estaba esperando ver a mi "hermanita". Mis padres cuando salieron de la habitación me hicieron una seña para que pasara dentro.
Pero justo cuando voy a entrar sale una enfermera de dentro de la habitación.
—Oh lo siento cariño casi te llevo puesto —sonrió la enfermera alegremente era una mujer bastante mayor.
—No pasa nada, ¿me puede decir si Angelic está despierta?
—Si pasa recién la acabo de revisar cómo se siente puedes entrar.
Tome la perilla de la puerta y la gire lentamente mientras la puerta se iba abriendo pude escuchar la respiración un poco dificultosa de Angelic. Pase dentro de la habitación para encontrarme con su mirada puesta en mí, en sus labios se dibujó una sonrisa y su mirada reflejaba un perdón. Me acerqué a ella y pude notar el vendaje en su cabeza y en su brazo derecho también estaba vendado. La examiné con la mirada y no tenía nada más, eso me alivio un poco para poder hablar.
—¿Cómo estás? —mi mirada quedó en sus ojos.
—¿Qué fue lo que pasó?
—Estoy bien, el doctor logró contener el hematoma que quedó en mi cabeza por el cual salió sangre. Pero fue bueno si se hubiera acumulado adentro estaríamos en problemas ahora ella hablaba muy tranquila y despacio —Estaba en el bar porque quería hablar con alguien cuando de repente gritaron fuego y todos salieron como locos cuando quise salir alguien me tomó de la cintura y me jalo hacia atrás por lo que caí golpeando mi cabeza y no recuerdo nada más.
—¿A quién fuiste a ver a ese bar?
—Eso no te incumbe saber a ti genio.
—Si me incube casi mueres, mamá y papá estaban desesperados —mi voz estaba sonando dura, pero debía ser así si quería saber qué pasó.
—Fui a ver a Diego —soltó ella al momento que se tapó la boca nerviosa.
—¿Fuiste a ver a mi enemigo? —Diego Haider mi peor enemigo es del clan Moon Black, hijo del Alfa siguiente en la línea al igual que yo en mi clan. Sé que está enamorado de mi hermanita, pero jamás lo dejaré estar cerca de ella.
—Bien dices es tu enemigo, no mi enemigo —ella se tocó la frente haciendo una mueca de dolor las máquinas a su alrededor comenzaron a hacer ruidos raros.
—No lo volverás a ver más Angelic te lo prohíbo —cerraba mis manos y las abría estaba furioso.
—Pues te jodes lo veré igual —me desafío viéndome a los ojos sin importarle el dolor en su cuerpo.
—No puedes...
—Permiso —nos interrumpió una voz muy conocida y cuando volteó a ver es nada más ni nada menos que Diego.
—Diego viniste —Angelic se arregló un poco el cabello y le sonrió ampliamente a este idiota.
—Me largo de aquí —dije saliendo de la habitación rápidamente.
Angelic
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Demian se había ido de la habitación dejándome con Diego. Le sonreí ampliamente a él no sé cómo, pero llegó justo a tiempo, hablar con Demian me estaba dando fuertes dolores de cabeza. Tampoco es que sea demasiado fácil evadir sus preguntas y él no aceptaba un no como respuesta es tan testarudo como yo y eso que no somos hermanos de verdad.
Observe a Diego que venía bien arreglado con una camisa escocesa un jean rasgados unos zapatos negros y su cabello alborotado. Lo que más me gustó de Diego son sus ojos color miel y que es una cabeza más alta que yo. En sus manos pude notar un ramo de flores muy bonitas él me las entrega y eran tulipanes blancos. Él me entregó el ramo sonriendo y yo le indiqué que lo dejara en la mesilla que estaba al fondo de la habitación.
—Dime princesa ¿qué fue lo que pasó? —dejó el ramo en la mesa y caminó hacia la silla de acompañante. Sentándose me miró a detalle el rostro buscando algún daño como quemaduras o vaya a saber qué cosas, lo único que tenía en la cabeza eran algunas vendas y una malla para que nada se despegara.
—Desde que te fuiste han pasado muchas cosas —sonreí, pero salió solo una mueca no tenía ánimos de contarle que Nicolás me dejo por otra —Sabes que soy muy curiosa y hoy mi curiosidad casi me hace morir calcinada —comentó viéndolo a los ojos, oscuros como una noche sin luna. Siempre me habían parecido muy curiosos sus ojos porque eran tan oscuros que casi parecían de color negro, Diego me enseño una foto de su madre y él en definitiva heredo sus ojos.
—Si hubiera estado aquí de seguro que nada de esto hubiera pasado —comentó acariciando mi mejilla con ternura —Pero cuando me fui te prometí que haría algo por ti ¿lo recuerdas? —me miró a los ojos queriendo desfigurarse, pero yo desvié la mirada a mis manos. Alejo su tacto de mi rostro para acomodarse sobre el asiento del acompañante.
Camino detrás de mi madre pidiéndole por quinta vez una foto de mi papá o algo para poder entregar para una clase que nos habían pedido formar nuestro árbol genealógico familiar. Cuando hice la parte de mi madre fue fácil, tenía imágenes e información por montones, pero cuando tuve que hacer el lado de mi progenitor me encontraba en un callejón sin salida.
Solo tenía un nombre, pero eso tampoco me daba mucha información. Steven. Sin apellido, rasgos físicos o de donde procede nada en absoluto.
—Ya te dije Angelic que tu papá está muerto es mejor no molestar a los muertos merecen descansar en paz —me contesta mi madre entrando en la cocina para preparar la cena.
—Pero al menos debes tener una foto con mi papá, necesito saber su apellido algo que me deje saber que tengo un padre que vivió en esta tierra y que tú no eres la reencarnación de la virgen María —comentó ya casi suplicando por tener algo más de información sobre mi padre que resultaba ser un fantasma.
—Las fotos que teníamos juntos se perdieron en la mudanza cuando vine a este pueblo —lavando unas verduras mi madre me da la espalda no queriendo decirme más nada.
—Eso no me ayuda en nada mamá necesito saber algo más, dime su apellido para ponerlo en el reporte o voy a reprobar —finalmente mi madre se gira para responderme puedo notar en su rostro lo cansada que la tengo con este tema.
—Steven Miller así se llama tu papá —volviendo a su trabajo con las verduras mi madre no me dijo más nada. Con el apellido de mi padre lo anoté en mi reporte y lo guarde en mi mochila.
Esa misma noche recibí la llamada de mi amigo Diego quien me contó que se iría de viaje algún tiempo, cosa que me entristeció un poco porque él es un buen amigo mío. No se lleva para nada bien con Bailey, pero de todos modos conmigo siempre fue una buena persona. Por ese motivo quise pedirle un favor, conocía que su papá Leo tenía contactos en todos lados y si le pedía a Diego tal vez pueda averiguar algo acerca de mi padre. Necesitaba ponerle un rostro a la persona que ayudó a mi madre a darme la vida.
—Lo único que pude sacarle a mi madre es que se llama Steven Miller, vivió en los ángeles y murió allí —murmure bajo para que nadie me tome por sorpresa hablando de algo que a mi madre no le agrada. —Sé que no es mucha información, pero es lo máximo que le pude sacar a mi mamá ¿puedes averiguar algo? —apreté el celular tan fuerte que mis nudillos se volvieron blancos quería tener una respuesta afirmativa. Necesitaba saber mi pasado para poder saber si tengo sus ojos, su nariz o si no nos parecemos en nada.
—No es mucho, pero haré lo que pueda princesa —mi corazón se paralizó y las lágrimas se quedaron trancadas.
—Si —respondo jugando con mis manos con un claro nerviosismo por al fin poder saber algo de mi padre después de tantos años recibiendo respuestas evasivas sobre mi progenitor.
—Está vivo Angelic tu papá está vivo —él me miró a los ojos para luego mirar las máquinas habían empezado a hacer ruido y me estaba faltando el aire la noticia me cayó como un balde de agua fría.
Una enfermera interrumpió en la habitación rápidamente seguida de su compañera, ambas comenzaron a ver las máquinas y luego comenzaron a revisarse. Comencé a llorar mientras las enfermeras intentaban que me calmara por la complejidad de mi estado no podía moverme demasiado.
—Joven tiene que salir de aquí la paciente Black no está bien —con una jeringa pincharon en el gotero para calmarme. Mientras esperaban que el efecto comenzará las enfermeras me tomaron de los hombros recostándome en la cama y lentamente fui quedándome sin fuerzas, mis párpados me pesaban como si fueran piedra. Cuando dejé de luchar mis ojos se cerraron y me dormí profundamente.
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1 Reanimación Cardio pulmonar procedimiento de salvamento que se realiza cuando la respiración o los latidos cardíacos de alguien han cesado.
2 Unidad de Cuidados Intensivos