Desperté por los gritos de Renata que me llamaba para que fuera a desayunar.
---Vooooy!!!!
Levanté mi cabello en un alto moño antes de salir de la habitación.
---Vaya, al parecer la fiesta estuvo muy buena.
Expresó la rubia al ver mi deplorable aspecto, sonreí sin mostrar mis dientes, ella lucia impecable como siempre, de hecho creo que dormía maquillada y peinada.
---Buenos dias.
Saludé a ambos para luego proceder a tomar asiento.
El departamento estaba intacto, no había ni un solo rastro de que ahí hubo una reunión la noche de ayer.
De reojo miré al castaño y éste a mi.
---Hoy iré temprano al internado, debo leer un libro para la próxima semana y quisiera adelantar un poco.
Eso no era verdad, lo cierto era que no quería permanecer ahí ni un segundo más.
---Me alegra mucho que te preocupes por tus materias.
Acotó la rubia emocionada, claro, que mejor para ella que quedarse a solas con su "osito".
Un móvil empezó a sonar y enseguida observé a Renata ponerse de pie.
---Vuelvo en un segundo.
Dijo antes de retirarse de la mesa.
---Y dime...¿No aguantas las ganas de volver ver a Kozac?
Soltó Dorian con tono burlesco.
---Me has pillado.
Le seguí la corriente.
---Ah, osea ¿Admites que te gusta?
Sonreí ante su pregunta.
---Si, así es.
Unte con mantequilla una tostada para enseguida darle un mordisco.
---Qué bien.
Una sonrisa muy mal fingida salió de él.
---Pues si.
Continúe comiendo bajo su mirada espectante.
---Llegué...
Apareció la rubia.
---Iré a preparar las cosas para nuestro viaje, nos vemos luego.
Anunció Deluxo antes de retirarse de la mesa.
---Ay ¿Pero que le pasa?
Cuestionó Renata mirándome a mi.
Me encogi de hombros y seguí comiendo.
(...)
Más tarde fuimos en la limonsina la rubia, Deluxo y yo, ellos se irían a no se dónde y de paso me pasarían dejando a mi en el internado.
---Estaré fuera del país está semana, espero contestes tu móvil cuando te llame.
Habló con seriedad el castaño mientras la rubia acariciaba su mano con una sonrisa de oreja a oreja.
---Iremos a visitar a mis padres.
Con razón parecía desbordar alegría.
---Les...les deseo buen viaje.
Miré fijamente a Deluxo un par de segundos para luego desviar mi mirada hacia la ventana. Aquella relación era seria, tanto, que hasta visitarian a los padres de ella. Seguro aquello de su matrimonio era un hecho.
---Cuidate mucho ¿vale?
Un Deluxo totalmente tierno me abrazaba afuera del vehículo. Ya nos encontrábamos en el internado.
Bipolar de mierda.
---Ok...
No correspondi a su abrazo, muy por el contrario me alejé, sin evitar darme cuenta de la mirada de odio con la que Renata nos observaba.
---Nos vemos.
Le dije antes de marcharme.
(...)
Era un lunes normal como cualquier otro aparentemente, pero tenía un mal presentimiento.
Las tres primeras horas de clases transcurrieron con normalidad cuando en la hora del receso fui interceptada por Sabrina.
---¿Así que eres tu la que anda detrás de mi novio?
Se colocó frente a mi evitando que pudiera continuar con mi camino. La miré de pies a cabeza con desagrado.
---Qué yo sepa ustedes ya no son nada, además es el quién me busca a mi.
La encare. Su ceño se frunció y sus ojos se agrandaron tanto que parecía que sus globos oculares iba a salirsele en cualquier momento.
---Eres una...
Iba a insultarme cuando de repente se escucharon varios gritos seguidos de lo que parecían ser disparos.
---¿Qué sucede?
Miramos a nuestro alrededor y observamos a chicos y chicas correr despavoridos por los pasillos.
---No tengo idea, pero creo que lo mejor será que nos vayamos.
Sabrina me miró no muy convencida pero finalmente accedió a caminar junto a mi.
---¿Qué ocurre?
Le preguntamos a uno de los chicos que pasaba corriendo muy cerca de nosotras.
---¡Corran! ¡Hay terroristas en la escuela y están armados!
Se volvieron a escuchar disparos pero estos eran más cercanos, instintivamente nos lanzamos al suelo. Aquél chico continuó su camino pero nosotras permanecimos en el suelo.
---¡Dios! ¡Esto no puede estar pasando!
Gritó mi acompañante tomándose de la cabeza.
---¡Callate que podrían escucharnos!
La tomé por el brazo con fuerza para llevarla a un aula que se encontraba cerca de ahí. Ya una vez en el interior de ésta, nos escondimos dentro de un armario.
---¡No quiero morir!
Sabrina lloraba descontrolada. Afortunadamente las detonaciones parecieron cesar.
---Calmate que no morirás.
Asevere tratando de tranquilizarla un poco, de igual forma yo estaba hecha un manojo de nervios.
Pasaron un par de minutos cuando escuchamos que alguien entró en el interior del aula.
---Sí alguien esta aquí, salga ahora.
Habló un sujeto con voz demandante.
---Creo que aquí no hay nadie.
Agregó otro sujeto.
Le hice una seña a Sabrina para que guardará silencio.
---Vamonos Mark.
Un suspiro de alivio salió de Sabrina.
---Espera un momento...
¡Dios! ¡Nos habían escuchado!
---¿Pero que tenemos aquí?
Las puertas del armario fueron abiertas de par en par dejándonos a la vista de nuestros verdugos.
---Son hermosas Leo ¿Ya las viste?
Dos sujetos con máscaras extrañas nos contemplaban detenidamente, ambos portaban armas.
---Llévalas con el resto.
Ordenó el tal Leo.
---Será mejor que no opongan resistencia lindas, de lo contrario, conocerán la buena puntería que tengo.
Nos apuntó con su arma primero a la una y luego a la otra.
---P...por favor, haremos lo que diga, pero no nos haga daño.
Sollozo la ex de Kozac.
---Caminen.
Demandó colocándose detrás de las dos.
Temblorosas hicimos lo que nos pidió.
Los pasillos se encontraban completamente desolados.
---Entren aquí.
Nos adentramos en el auditorio más grande de la escuela y fue ahí cuando la realidad me golpeó abruptamente.
Varios chicos y chicas se encontraba acorralados alrededor de todo el lugar, tres sujetos más los apuntaban con sus armas. Contando con el sujeto que nos apuntaba y el otro que se quedó en aula, supuse eran 5, todos estaban enmascarados.
Aquél sujeto nos llevó hasta donde se encontraban el resto de chicos y nos empujó, haciendo que cayeramos directo al suelo.
---Aquí traigo otras 2 más Jean.
Traté de visualizar a alguien conocido entre los que estaban ahí pero no encontré a nadie, muy por el contrario de Sabrina, quién al encontrar a sus amigos se apartó de mi.
---Muy bien Mark, ahora ve con el otro grupo.
Lo más probable era que en el otro grupo se encontrarán mis amigos, esperaba que ellos estuvieran bien.
Pasó lo que creo sería una hora, tiempo durante el cual siguieron trayendo más alumnos.
El miedo y el terror predominaba en aquél lugar, nadie podía abrir la boca de lo contrario sería golpeado o en el peor de los casos asesinado, esas eran sus amenazas.
---Parece que todos estamos completos.
Habló en voz alta el que supuse era el líder.
---Tengo una lista con los nombres de cada uno de ustedes, necesito que levanten la mano cuando los nombre.
Uno a uno fueron levantando sus manos aquellos que fueron nombrados, Sabrina se encontraba en esa lista.
---Los que fueron nombrados aquí, serán llevados a otra sala así que póngansen de pie y salgan.
Más de diez personas salieron escotados por uno de ellos.
---¿Pero que carajos pasó?
Observé como traían a uno de aquellos tipos herido en su pierna.
---Alguien le disparó, parece que era un profesor.
Aterrada contemplé como traían al tipo herido hasta dónde nos encontrábamos, éste se quejaba del dolor.
---¡Maldición!
Escupió con enojo el líder.
---!Diganme que mataron a ese hijo de puta!
---Si, claro que si Jean.
Tape mi boca por la impresión de haber escuchado eso, pobre profesor.
---¿Alguien aquí sabe de primeros auxilios?
Nadie respondió.
---Iré a preguntar en el otro grupo.
Dijo uno de ellos antes de irse, el sujeto que trajeron se veía muy mal herido.
Luego de un par de minutos el sujeto que se fue, regreso, y junto con el trajo a alguien mas.
Nuestras miradas se conectaron inmediatamente, su mandíbula estaba apretada y su rostro se desencajo al verme.
---Ayuda a mi amigo, esta muy mal herido.
El ruso dejó de mirarme para proceder a atender al herido frente a el.
---¿Se preguntarán que hacemos nosotros aquí?
Volvió a hablar el líder de la banda.
---Pues fácil, estamos aquí por dinero, para ser exactos, el dinero de sus padres, de ellos dependerá el que salgan vivos o muertos de aquí.
Una risa macabra se hizo eco en todo el auditorio.
---Sus padres no son tan pudientes como los del otro grupo, pero de todas formas ya fueron notificados para que paguen sus rescates.
Durante todo el tiempo Rhett y yo intercambiamos miradas.
---Antes de todo dejenme dejarles las cosas muy claras.
Jean aclaró su garganta antes de proceder a hablar.
---Si mueren es porque sus padres dieron aviso a la policía. Si salen de aquí, es porque su rescate fue saldado. El que salga libre y comente algo de esto, morirá el y su familia, ya que los estaremos vigilando.
Estos tipos al parecer tenían todo fríamente calculado. Un silencio sepultural se hizo presente, los alumnos estaban aterrorizados.
---De igual forma debo recordarles que el que ose hacerse el héroe, será abatido, sus móviles fueron confiscados pero si alguno tiene otro e intenta comunicarse con alguien también será abatido, no sólo somos nosotros, hay más gente detrás de esto.
Bajé mi cabeza y abracé mis rodillas, sabía que yo nunca saldría de ahí.
---Tic toc, tic toc, el tiempo corre chicos ¡Les deseo suerte!
Un gritó ensordecedor se escuchó por parte del herido, el ruso al parecer le había extraído una bala de su pierna, dejé de mirar lo que hacía cuando empecé a sentir náuseas.
(...)
---Hola.
Me estaba quedando dormida cuando sentí que alguien se sentó junto a mi.
---¡Rhett!
Susurre bajito.
---¿Estas bien?
Habló disimuladamente.
El líder se había marchado dejando a dos de ellos supervisandonos.
---Si ¿Y tu?
Lo analice de reojo y no vi ninguna herida en el.
---También.
Sonreí un poco al saber que al menos ya no estaba sola en ese lugar.
---Tranquila, todo estará bien, ya lo verás.
Afirmó mientras entrelazaba nuestras manos.
---Eso espero.
Apreté su mano con firmeza y una media sonrisa salió de el.
---¡Oigan ustedes! ¡Dejen de cuchichiar!
Ambos asintimos con la cabeza y guardamos silencio.
Miré al techo y pensé en mi madre, tal vez pronto estaría junto a ella.
Voten y comenten
xoxoxo