"Lamento estar ausente en tu primer día, me surgieron unos asuntos y no sé que tan tarde volveré. Tu tarjeta está lista, te compré un celular; mi número y el del chófer están registrados ya. Deberías salir por algo de ropa y las cosas que necesites, si sales de la casa debes avisarme.
-myg"
Sonrió ligeramente al leer la nota que Yoongi había dejado para él en la mesa de la sala, eso sumado a la ropa que había dejado en su habitación le probaban que no era una mala persona, al menos no del todo.
Junto a la nota, estaba una tarjeta rosa con su nombre ella, soltó una risita pues no podía creer que él de verdad le había dado una tarjeta de ese color. Se imaginó inmediatamente al mayor llamando al banco, con esa voz tan amenazante que poseía para ordenar una tarjeta de crédito rosa. Su mirada se posó en el celular que descansaba al centro de la mesa, era nuevo de eso estaba completamente seguro. Con curiosidad lo tomó y lo desbloqueó, encontrándose con un mensaje de Yoongi de no hacía más de quince minutos.
Yoongi Hyung:
Disfruta de tu cuenta.
Sonrió mientras escribía una rápida respuesta,no sabía muy bien si se refería a la cuenta bancaria o a la de instagram pero agradecía por ambas, se dejó caer en el sillón mientras abría dicha aplicación y comenzaba a configurar todo, aquello le emocionaba demasiado pues siempre veía a las chicas que trabajaban con él muy emocionadas por compartir sus vivencias en aquella red social y ahora él quería hacer lo mismo.
Una vez que tuvo listo, decidió que guardaría su primera publicación para después ya que el ruido que su estomago hacía era mucho más importante, con pereza se levantó del sofá y caminó lentamente hasta la cocina.
— Buenos días— aquella voz le hizo brincar del susto, llevándose una mano al pecho dramáticamente para cerciorarse que su corazón no se había salido de su pecho — Creí que estabas muerto, estaba a punto de irme— Jimin miró completamente confundido a la mujer que se paseaba de un lado a otro llevando unos cuantos platos al desayunador.
—¿Muerto? — murmuró ¿Acaso esa mujer le había visto dormir? — ¿Quien es usted?—
— ¿Ese idiota malagradecido no te mencionó que vendría?.
El rubio se encogió de hombros mientras fruncía el ceño, aquella mujer definitivamente no era asiática y dado a la naturaleza del estilo de vida de Yoongi le preocupaba ser secuestrado o algo por el estilo.
— ¿Idiota? ¿Se refiere a Yoongi hyung?— preguntó bastante curioso, la mujer asintió — Bueno... el no mencionó nada —
— Ah, es tan idiota que no puede recordar nada — negó con la cabeza mientras terminaba de servir el desayuno — Mi nombre es Anastasia Belova, vengo de la hermosa madre Rusia y a veces trabajo para el idiota bastardo. Soy su chef favorita y la paga es buena así que debo soportarlo —
El menor detalló a la mujer parada frente a él, era bastante alta con un cuerpo bastante trabajo, no le sorprendería que, a parte de ser chef, se desenvolviera en los mismos ámbitos que Yoongi pues la forma en que limpiaba los cuchillos resultaba un tanto aterradora; No lucía demasiado grande, a lo mucho tendría unos veintinueve años, su cabello rojo caía en delicadas ondas por su espalda, su rostro mostraba unas cuantas pecas que desentonaban totalmente con lo duro de sus facciones. Aún así, Jimin la encontró agradable así que no dudo en seguir la conversación.
— Bueno... Yo soy Park Jimin. Es un gusto conocerla Anastasia noona— sonrió haciendo una pequeña reverencia — Supongo que la llamaron para que cocinara para mi— suspiró un tanto abrumado — Él no debió molestarla, en realidad yo pude haber cocinado algo— todas esas atenciones no las había recibido antes por parte de nadie así que le era bastante extraño ser tratado de esa forma, no sabía con exactitud que era lo que pasaba con Min Yoongi.
— Escuchame, no sé porque mierda Yoongi se está comportando de esta forma. Supongo que algo tiene que ver con sus traumas de infancia, la verdad es que me importa un carajo, pero no puedes desaprovechar el hecho de tener a una de las personas más poderosas de todo Corea de tu lado. Tengo una ligera sospecha del horrible lugar del que te sacó y creeme que debió estar muy vulnerable si decidió ayudarte sin pedir nada o sin salir beneficiado de algún modo así que tienes que aprovechar todo lo que puedas a ese pedazo de mierda. No te preocupes demasiado por su estado financiero, el maldito se pudre en dinero así que no te veas a ti mismo como una molestia —
Jimin fue golpeado mentalmente por la palabras de la rusa, él no quería sentir que estaba aprovechándose de su mayor, sin embargo aún lo invadía ese sentimiento de que Yoongi únicamente quería tomar el rol de proxeneta con él. Realmente esperaba que sus corazonadas le fallarán esta vez y que todo lo que el mayor estaba haciendo fuera completamente desinteresado.
— Yo... lo haré, noona.
Realmente no lo haría, no de esa forma. Si sus suposiciones sobre Yoongi eran acertadas era mejor intentar hacer que por lo menos este le viera como un amigo cercano y dudará de sus intenciones de venderlo a algún jeque árabe.
— Ahora siéntate y termínate todo tú Zavtrak
El castaño no dejaba de reír por la historia recién contada por su mejor amigo, el pelinegro simplemente le miraba con molestia esperando a que recobrara la compostura.
— ¿Ahora haces obras de caridad, hyung?— preguntó finalmente soltando leves risitas entre cada palabra
— Justamente igual que tú, mocoso ¿Debo recordarte lo que hiciste hace un año?
El menor negó con la cabeza mientras chasqueaba la lengua de una de una manera bastante curiosa.
— Para dejar las cosas bien claras yo pague por él. Si lo digo así ahora sueno como todo un enfermo pero así fue, pague por tenerlo en mi cama unos cuantos días y terminé por caer jodidamente enamorado de ese idiota. Tú simplemente decidiste que era bueno ayudarlo porque te pareció demasiado puro y tierno para estar en un lugar como ese ¿Que mierda pasaba por tu cabeza en ese momento, Yoongi?— el mayor guardo silencio pues ni el mismo sabía la razón específica que le había llevado a cometer semejante estupidez, sin embargo no iba a arrepentirse porque Min Yoongi jamás dejaba las cosas a medias y a pesar de hacer las cosas que hacía, él siempre cumplía con su palabra — ¿Deberíamos abrir un refugio de prostitutas?—
— Cierra la boca y arranca
El menor no tuvo de otra más que obedecer y simplemente puso el auto en marcha, no pasaron más de unos minutos antes de que el celular de Yoongi sonara, el pelinegro tomo el aparato comprobando la notificación y miró de reojo a su acompañante y se acomodó de forma en que no pudiera ver la conversación.
Niño.
Hyung, saldré de la casa. Necesito comprar algo de ropa. ¿Está bien?
No quería ir solo así que Ana noona va a acompañarme.
Yoongi Hyung:
Esa vieja bruja
No dejes que te envene la mente.
Está bien, Jimin.
Tal vez para cuando llegues ya estaré en casa.
Ve con cuidado, esa loca no es la persona más sana del mundo
Niño:
De acuerdo, hyung.
Te veré luego.
Iré con cuidado
Yoongi guardó su celular ante la atenta mirada de su compañero mas joven, este le veía con una mueca de total diversión.
—¿Era él?— Yoongi rodó los ojos ignorando la pregunta —Oh mierda, era él — se burló
— Ya, cierra la boca.
— ¿Al menos es lindo?— el menor solamente recibió un golpe en la nuca — ¿NI ESO PUEDES DECIRME?—
Yoongi se quedó pensativo un momento, si lo veía desde ese punto Jimin si era lindo, era bastante atractivo y cualquiera que lo viese en la calle se daría cuenta a leguas del potencial sexual que tenía el chico.
Por su mente empezaron a reproducirse miles de escenarios en los cuales alguna de las ratas asquerosas que habían pasado por el lugar en donde Jimin estaba lo encontraba e intentaba llevarlo de vuelta a aquél agujero.
No podía dejar que el rubio anduviera así en la calle, así que decidió enviar un mensaje a una sus personas de confianza para que mantuvieran vivo al niño.
Lo habría hecho el mismo si no tuviera trabajo en esos momentos, así que supuso que Seulgi haría un buen trabajo
Aunque estaba un poco ansioso por el último mensaje de la chica intentó no preocuparse demasiado. Ella era inteligente y sabía con quien no meterse, debía sacar sus conclusiones y razonar el por que no debía meterse con Jimin.
Seulgi era inteligente y por tanto debería mantenerse al margen con él.
Eso era lo que Yoongi esperaba.
Aquello era lo más aburrido que había hecho en toda su vida.
Esperaba realmente que alguien se acercara a querer secuestrar al principito (como ella había apodado) que por lo menos alguien intentara pasarse de listo pero no, nada.
Lo que la llevó a preguntarse el por que de la paranoia de Yoongi, el chico no lucía peligroso, tampoco se veía de una familia adinerada.
Seulgi no acababa de comprender que clase de asuntos tenía Min Yoongi con aquel niño así que simplemente intentó mantenerse más cerca del rubio y la pelirroja para enterarse de algo.
Estuvo casi una hora escuchándolos hablar de estupideces hasta que hubo una pequeña charla que llamó su atención, se acomodó la chaqueta y se acercó lo más posible a ellos.
— ¿Deberíamos ir a comer? Hay lugares muy buenos cerca de aquí
— No lo sé. Yoongi hyung dijo que tal vez ya estaría en casa para cuando volviera. Creo que debería cenar con él, noona. Si estaremos viviendo juntos deberíamos convivir ¿No lo crees?
Seulgi quiso gritar y hacerle miles de preguntas al chico y es que no tenía ni la más mínima idea de por que alguien como él estaba viviendo con alguien tan antipático como Min Yoongi.
¿Serían novios?
¿Yoongi lo habría comprado en algún lado?
¿Sería su hijo perdido?
¿Su hermano menor?
La pelinegra se hacía pregunta tras pregunta pero nunca terminaba de formar un pensamiento coherente.
— Creo que debería llevar algo para la cena, después de todo es una forma de agradecerle lo que está haciendo por mi
Para Seulgi simplemente aquello no tenía sentido. Tenía en la ecuación a un chico demasiado lindo, a Yoongi y un "Lo que está haciendo por mi" no podía visualizar a Yoongi siendo amable con una persona al grado de llevarla a su casa y aparte pedirle a alguien que cuidase de esa persona
¿De verdad era el Min Yoongi que ella conocía? Eso lo dudaba bastante y haría lo que fuera para averiguar las ocultas intenciones que su amigo escondía tras esa buena acción.
Con esto en mente siguió cuidando del pequeño rubio y no se alejó de él hasta que lo observó subirse al auto que supuso lo llevaría al departamento de Yoongi.
Jimin estaba más que feliz, había tenido una excelente tarde y por alguna razón se sentía ansioso y quería contarle todo a su hyung.
Cuando llegó al departamento se sorprendió demasiado de ver a Yoongi sentado en el sillón mientras leía un libro. Lucía tan pacífico que cualquiera que no lo conociera y lo viera de aquella forma se negaría rotundamente a pensar que era un mafioso.
El pelinegro alzó su vista al escuchar la puerta y reprimió una sonrisa al observar todas las bolsas que el rubio estaba cargando.
— Ya llegué, hyung — avisó sonriendo sin importarle si eso era más que obvio, Yoongi asintió dejando su libro en la mesa de centro.
— ¿Tuviste un buen día?— el rubio asintió enérgicamente — ¿Ya comiste?—
— Bueno creí que sería mejor si venía aquí y cenábamos juntos.
Yoongi lo miró frunciendo el ceño, él nunca había compartido la cena con alguien en su propio departamento, hasta ahora le parecía algo bastante íntimo y el hecho de que Jimin se lo propusiese así como así lo ponía un tanto nervioso.
Pero, después de todo, el chico estaba viviendo con él y no podía hacer nada para evitar el hecho de que tarde o temprano terminarían por formar un vínculo. Suspiró y frotó sus manos contra la tela de su pantalón para disipar su nerviosismo.
— Si... creo que es... Es una buena idea, Jimin— Yoongi no pudo evitar sonreír cuando un brillo de felicidad apareció en los ojos del menor — ¿Quieres que pidamos algo?—
— ¡Pizza!— exclamó demasiado emocionado.
Y Yoongi no pudo negarse ante eso pues la emoción que el rubio mostraba era realmente abrumadora, era como un niño pequeño que ansiaba conocer todo lo que el mundo tenía por ofrecerle.
En realidad Jimin tenía que aprender a disfrutar del mundo porque hasta ahora le habían arrebatado la oportunidad de hacerlo, sin embargo y de la nada Yoongi había aparecido para brindarle todo aquello de lo que le habían privado.
Sin duda ambos debían aprender algo del otro y tal vez por ello sus caminos se habían cruzado.
Estoy demasiado inspirada para escribir esto así que probablemente esté subiendo uno que otro capítulo en esta semana, se supone que iba a seguir escribiendo y subir unos tres o cuatro capítulos el fin de semana pero soy demasiado desesperada así que aquí está esto.
Ahora... ¿Quien creen que sea el compañero de Yoongi? Jamás mencioné su nombre pero supongo que es fácil adivinar quien es.
Tuvimos a Seulgi mi patrona porque es preciosa y porque en el MV de Bad Boy se ve tan badass que... ah. La amo.
No tengo nada más que decir, espero que les este gustando esto
¡Gracias por leer!