CAPÍTULO RE-SUBIDO
—¿No se supone que llegarías a casa en cuánto salieras de la escuela?
Joshua estaba esperando a Lily sentado en la sala completamente a oscuras de la casa de la joven.
—Me demoré con permiso de mi mamá —respondió la interrogada mientras encendía las luces— y además, ¿quién te crees que eres para reclamar nada ah? No tengo ni tendré ningún motivo para darte explicaciones, con permiso.
La chica se dispuso a subir las escaleras, pero las pesadas manos del hombre que se posaron en sus caderas la hicieron detenerse en seco.
—No me retes Lily, creo que no necesito recordarte que puedo hacer contigo lo que se me venga en gana.
Lily se separó de Joshua, lo miró temerosa unos instantes para luego continuar su camino hacia su habitación.
Ya dentro de su aposento, cerró la puerta con seguro, se desvistió y se metió a la ducha para bañarse y así poder refrescarse, el día había estado más caluroso de lo normal. Al salir de allí se colocó un short corto y una camiseta que era de su padre y que había recortado en un infantil intento de renovar su guardarropa.
Aún era temprano y tenía hambre, pero como su mamá le había informado en la tarde cuando le pidió permiso para estar en la obra teatral que iba a redoblar guardia y no llegaría a casa hasta la madrugada del día sábado, prefirió usar la computadora hasta que le diera sueño. Lo que menos quería era enfrentarse a Joshua una vez más.
Luego de publicar una entrada en su blog y cuando iba a leer los comentarios que le habían dejado en post anteriores, recibió un aviso de mensaje en Facebook, Brandon se había conectado.
—Hey princesa, ¿estás?
—Aquí estoy.
—Nena, ¿qué ocurrió el martes? Escuché tu mensaje y me preocupé.
—Wow, ¿escuchaste mi mensaje? ¡Qué raro! Pensé que estabas ignorándome...
Lily estaba molesta, el simple hecho de que él no le haya dado importancia cuando ella lo necesitaba le había herido demasiado.
—Lo siento, nena —respondió el chico dos minutos después—. Había extraviado mi celular en casa de un amigo y lo recuperé hace un par de horas.
—Uhm... voy a confiar en ti aunque me parece increíble...
—¡Vamos Lily! —interrumpió el chico.
—Igual, lo único que quería era que me llamaras, escucharte decir que me querías y que todo iba a estar bien.
—¡Oh vamos Lily! ¿Es en serio?
Lily se enfureció.
—¡Claro que es en serio Brandon!, ¡¿qué tiene de malo que le quiera poner voz al rostro del chico que más me gusta ah?!
Luego de pulsar el botón de enviar se arrepintió... ¿de verdad había escrito que él era el chico que más le gustaba?
—¿El que más te gusta eh?, ¿es que hay alguien más?
—Eh, no... para nada —escribió la aludida, nerviosa—. Igual, ya no importa, debo irme, estoy cansada.
—¿Es en serio, Lily? Apenas te acabas de conectar y ya debes irte.
—Si, así es, de hecho, tres días a la semana no voy a poder hablar contigo.
—¿Y eso?, ¿Por qué?
—Porque voy a estar en una obra teatral escolar.
—Oh ya veo... ¿Quiénes actuarán contigo en la obra?
Lily dudo unos instantes en responder, ¿por qué él le preguntaba eso? No era que conociera a sus amigos ¿o sí? El solo pensarlo le hacía recordar las palabras del martes de Peter y hacia que un escalofrío recorriese su columna.
—Uhm... estaremos Amy y otros amigos, ¿por qué?
—No, por nada... ¿eso quiere decir que ya casi no hablaremos?
—Así es.
—Uhm... Lily, ¿puedo pedirte algo?
—Sí, claro.
—Uhm... Lily... verás... ya que hablaremos poco me gustaría tener una foto tuya, pero no quiero una fotografía de las que tienes en tu perfil pues ésas todo el mundo las ve, no, yo quiero algo exclusivo... tal vez eso te resulte extraño, es más, no me hagas caso.
—No Brandon, tienes razón, creo que es algo justo, dame unos minutos.
La chica se levantó de su asiento, tomó su teléfono móvil y se puso de pie frente al espejo de su habitación, acomodó sus ropas, bajando un poco el dobladillo de sus shorts y arreglando el escote de su blusa para hacer que se viera un poco la clavícula y el hombro derecho y, con la cámara de su celular se tomó una selfie para enviársela a su novio.
—Wow —escribió el chico luego de recibir la foto—. Creo que pasaré muchas noches sin dormir para poder ver esta foto... no quiero ofenderte Lily pero, ¡Dios!... estás como para comerte a besos.
La chica se cubrió el rostro con las manos en una muestra de horror y vergüenza, nunca fue su intención provocar esa reacción en ningún chico, mucho menos en Brandon.
—No digas esas cosas Brandon, me intimidas.
—Lo siento nena, no era mi intención. De verás, lo siento.
—No te preocupes... debo irme.
—Está bien, mañana creo que no iré a trabajar, ¿hablamos un rato más?
— Uhm, ya veremos, yo creo que sí.
—Eso espero, buenas noches amor.
—Descansa.
La chica cerró su conexión con la red social, respondió un par de mensajes que le dejaron en su blog y apagó la computadora, el comentario de Brandon aún rondaba en su cabeza y había hecho que el hambre que tenía remitiera, dando paso a una gran ansiedad, ¿por qué el muchacho escribiría algo así? ¿Sin querer había entrado en el peligroso juego del sexting? Ella esperaba que no, ese sería un gran, gran error.
˜*˜
—Lily, ¡hija!
Laura había llegado del trabajo y, luego de que Joshua le dijera que su hija no había querido cenar, aprovechó que el hombre había salido con unos amigos a pescar para pasar un rato con su hija como antes de que ella se casara nuevamente.
—Mami... —susurró Lily adormecida.
—Si bebé, soy yo.
—¿Qué hora es?
—Las siete. Lily, Joshua me contó que no quisiste cenar.
—No tenía hambre.
—¿Por?, ¿te sientes mal?
—No, solo no tenía hambre.
—Uhm... okey. Voy a preparar cupcakes para desayunar, ¿quieres ayudarme?
—¿Cupcakes para el desayuno? —preguntó la chica sonriendo— me apunto.
Lily se levantó de la cama y se fue al baño para cepillarse los dientes y lavarse la cara para despejarse el sueño. Al salir del servicio, abrazó a su madre y así, abrazadas, caminaron hacia la cocina.
—¿Cómo te fue en el ensayo?
—Espectacular, esa obra es muy buena.
—¿Qué papel harás?
—El de la adolescente embarazada.
Al escuchar eso, Laura se dio vuelta y miró fijamente los ojos de su hija.
—Sí, mi personaje se embaraza y, como su novio no quiere hacerse cargo de su hijo, decide abortar pero un amigo que está secretamente enamorado de ella, la convence de no hacerlo y se ofrece a hacerse cargo de su hijo.
—Suena interesante —respondió Laura, sonriendo— ¿quién va a interpretar a tu amigo?
—Uhm... ¿conoces al teniente Wallace, el jefe de la policía?
—Oh por supuesto, ¿quién no lo conoce?
—Bueno, su hijo Peter será mi pareja.
—¡Oh! Ese muchacho es casi un héroe local —exclamó la mayor con una sonrisa soñadora— gracias a él y a su equipo, pero sobre todo a él es que tu escuela está a un paso de ganar el campeonato nacional de baloncesto escolar.
—Ajá —acordó la chica sin saber de lo que su madre hablaba— el punto es que él necesita estar en la obra para asegurarse una beca en la universidad de Chicago, al menos eso fue lo que me dijo.
La mujer le sonrió a su hija y no dijo nada más, por lo que Lily pensó —erróneamente— que la plática había terminado.
—¿Cómo te la llevas con él? —preguntó Laura.
—¿Con quién?
—Con el hijo del teniente Wallace... ¿cómo es que se llama...?
—Peter, se llama Peter.
—Bueno si, Peter, ¿cómo te la llevas con él?
—Ni bien ni mal —respondió Lily llena de sinceridad—. A veces no lo tolero, a veces él no me soporta, pero digamos que sí, es mi amigo —un amigo que me atrae, pensó la chica en su fuero interno.
—Es bueno escuchar eso, ese chico es una buena influencia.
—Mami, ¿aún quieres enviarme a Ohio con los abuelos a pesar de que soy amiga de Wallace? —interrogó la chica mientras cruzaba los dedos, su mamá le había dicho que una de las razones de que la enviaría a esa ciudad era que ella tenía malas compañías. Si lograba que Laura se diera cuenta de que esa afirmación era errónea...
—Hija, es una decisión tomada —dijo la mayor interrumpiendo los pensamientos de su hija—. Sé que piensas que es injusto, pero hija, lo hago por tú bien, ¿crees que no me duele ver como Joshua te golpea?, ¡claro que me duele! Pero, del mismo modo, me afecta demasiado que tú siempre digas esas cosas extrañas sobre Joshua queriendo abusar de ti, sobre todo porque sé que no es cierto.
—¡Mamá! —exclamó la chica mientras apartaba un sollozo.
—Lo siento hija, lo siento porque sé que te estoy decepcionando, pero así es como son las cosas.
—Está bien mamá —susurró Lily, resignada— si ese es el único modo en que puedas volver a quererme, lo aceptaré.
—¡Oh pequeña! —replicó la mayor, abrazándola— yo nunca dejaré de amarte...
En ese momento la melodía de la canción de Avril Lavigne «Complicated», proveniente del celular de Lily, la sacaron a ella y a su mamá del momento madre — hija que se estaba desarrollando.
—¿Ese es tú teléfono?
—Si, así es, pero déjalo así —respondió con fastidio—. No voy a responder.
—¿Por qué?, ¿sabes quién es? —quiso saber una preocupada Laura.
—Si... es Wallace, pero él debe saber que estas no son horas de llamar a una persona normal.
Su madre la interrumpió pues salió corriendo a buscar el celular de la menor.
—No puedes dejarle esperando a la mejor influencia que tienes —exclamó la mujer antes de llevarse el auricular del celular de su hija al oído.
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