IF NOT WITH ME│YOONTAE。o○.。o○.

Von noestoyebria

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"Supe que eras especial desde el momento en que te vi" Mehr

1.- No puedes estar aquí
2.- ¿Estudiante promedio?
3.- Ella siempre es así
4.- ¿Cómo escapo?
5.- Entender todo a medias
6.- Avisos
7.- Idiota
8.- Tiempo libre
9.- Lo detesto
10.- Esclavo
11.- Demasiado obvio
12.- ¿Disimular?
13.- Sus vidas no coinciden
14.- Enredar sus vidas
15.- Ser tú
16.- Confía en mí
17.- ¿Quieres del mío?
18.- Culpa
19.- Trampas
20.- Mal humor
21.- En silencio
22.- Arrebatar
23.- ¿Fantasía?
24.- Sexto secreto
25.- Rompecabezas
26.- Olvidar todo
27.- Hablamos mañana
29.- ¿Venganza?
30.- ¿Nada más?
31.- La forma en que te necesito
32.- Habitación vacía
33.- Primera vez
34.- Lo voy a pensar
35.- 3 PM
36.- Celos
37.- Trampa
38.- Sin querer
39.- Ignorar
40.- Infierno
41.- Todavía
42.- Secreto
43.- Propósito
44.- Evidente
45.- Control
46.- ¿Crees que te mentiría?
47.- Pánico
48.- Recuerdos

28.- Nada

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Von noestoyebria

Apenas llega el nuevo día, si bien TaeHyung no se encuentra con ningún familiar de JungKook, sí entabla relación con los empleados de la casa, especialmente con la mujer que le sirve el desayuno y con el chófer que lo lleva al colegio. De JungKook, según averigua, no verá rastros hasta llegada la noche. Por lo tanto, de ir escuchando en el auto a Liszt, TaeHyung se aturde al entrar a su salón de clases y escuchar a todo volumen a la banda de thrash metal Sahon. El contraste lo abruma, el hecho de pasar a estar en medio de lujos y atenciones de desconocidos, a entrar al colegio y descubrir la batalla campal que se vive entre sus compañeros de clases.

— ¡El profesor no vendrá! —anuncia JiMin apenas lo ve.

— ¡Ven! ¡Vamos a nuestro refugio! —lo coge HoSeok por el brazo y lo lleva hasta la mesa del profesor, lugar al que se suben y observan cómo algunos de sus compañeros se golpean unos a otros, unos por diversión y otros por desquitarse de rencillas pasadas.

— ¿Me pueden explicar qué está pasando?

TaeHyung apenas alcanza a escuchar la respuesta de JiMin, pues el estruendo en la parte trasera del salón no da pie para palabras, sino que a risas ante el hecho de que quienes pretendían realizar una pirámide con mesas, acaban en el suelo una vez que ésta se derrumba.

Aunque todo parezca un caos ante la falta de profesor, lo peor está por venir, pues es ChanYeol quien entra en el salón de clases junto a otros dos estudiantes. Al parecer, consiguieron sacar de la despensa del comedor algunas bolsas de yogurt destinadas para el desayuno. Y ahí, en medio de la embriaguez de estupidez que embarga a sus compañeros de clase, varios se acercan y cogen las bolsas para abrirlas. La música ha cambiado drásticamente de Sahon a PSY en medio segundo y entre el imitar de los pasos y los saltos erráticos que dan, el yogurt pronto termina de un lado a otro, en una guerra viscosa que los cubre y de la que pocos alcanzan a huir.

— ¡Mi celular no! —deteniendo la grabación, es lo que alcanza a gritar JiMin y se refugia tras TaeHyung apenas ve a uno de sus compañeros invadir su "refugio".

Pronto, la risa histérica de HoSeok y la de JiMin no da pie para que TaeHyung se enfade, por el contrario, lo único que hace es mantener los ojos cerrados mientras siente el yogurt resbalar de su cara al cuello.

— ¡Abajo! —es el siguiente grito, pero en esta ocasión el grito proviene de otro compañero que jala a TaeHyung para que se agache, momento justo en que una bolsa de yogurt estalla en el pelo de JiMin, salpicando a su paso a HoSeok.

Las risotadas de TaeHyung contagian a quien lo ha salvado y juntos se burlan de cómo JiMin parece histérico, donde trata de comprobar que su celular no ha sido salpicado también. Sin embargo, pronto la algarabía se interrumpe, pues la música se detiene apenas alguien grita que el director se dirige a la sala de clases. Los cursos contiguos se agolpan en las puertas y esperan ver cuál será el castigo ante el desastre que reina en ese salón de clases.

— ¡Park ChanYeol, a mi oficina! —grita el director, luego señala a quien salvó a TaeHyung de ser golpeado con la bolsa que fue a dar al pelo de JiMin— ¡Usted también!

— Agggh, no es justo... —se queja a pesar de que sabe que fue el que dio la idea de la guerra de yogurt.

— ¡Y usted, y usted y ustedes dos! —señala el hombre mayor precisamente a quien puso a todo volumen la música, a quien fue el de la idea de la pirámide de mesas y al par de estudiantes que junto a ChanYeol robaron las bolsas de yogurt— ¡El resto se pone a limpiar este desastre ahora mismo! ¡Tienen una hora o suspendo al curso completo!

Para cuando el director se marcha junto a los que iniciaron todo, varios intentan saber cómo el director supo a quiénes llevar a su oficina. Aunque claro, cuando ven ingresar a Suho, con aire despreocupado, totalmente limpio al no haber estado en el salón durante los minutos en que todo era caos, comprenden o se hacen una idea de quién fue el delator. No obstante, nadie dice nada, ni mucho menos muestran algún gesto de hostilidad hacia él.

Por lo anterior, un pensamiento cruza por la mente de TaeHyung y, disculpándose con que irá a quitarse el yogurt que continúa sobre su piel, abandona la sala sin hacer caso a la propuesta de JiMin, quien asegura que lo mejor es ir a los camarines, meter la cabeza en la ducha y quedarse ahí, hasta que por lo menos el shampoo ayude a hacer como si nada hubiese ocurrido. Aun así, ante esa idea apaciguadora de la incomodidad que significa llevar yogurt en el rostro y cuello, TaeHyung lo deja pasar y comienza el recorrido por el colegio. Primero en el baño prohibido, donde en medio del olor a humo descubre que algunos de sus compañeros de clases se han escapado a aquel lugar a pasar el rato hasta que todo en el salón esté en orden; segundo en la azotea del colegio, donde el aire frío lo obliga a echar una rápida mirada antes de volver a bajar; tercero en la bodega, donde una vez fue encerrado por ChanYeol. Entonces, cuando los cuartos, quintos y sextos lugares se van sumando, TaeHyung teme que YoonGi no haya ido a clases nuevamente. Por tanto, al salir de uno de los baños del segundo piso, se decide a llamarlo y romper con ese juego de buscarlo, de guiar sus pasos con la ilusión de decir "Sabía que te encontraría aquí, YoonGi". Sin embargo, al ver su reflejo en la pantalla del celular, TaeHyung no lo llama aún y guía su dedo con la intención de quitar parte del yogurt, pero se detiene a milímetros de lograr su objetivo.

— ¿Qué haces?

— YoonGi..., te estaba buscando —responde una vez que se repone del sobresalto, pues estaba seguro de que no había nadie en el pasillo.

— ¿Era más importante salir a buscarme en vez de ir a un baño a quitarte eso que tienes en la cara?

TaeHyung se avergüenza y sigue a YoonGi al interior del baño, donde el de pálida piel realiza una inspección cubículo por cubículo para comprobar que están solos. Entonces, libre de que alguien los interrumpa, YoonGi vuelve a captar su atención.

— Y me buscas así... —sonríe a medida que se acerca—, ¿para provocarme? —exclama en un tono sensual que TaeHyung jamás creyó que llegaría a escuchar de parte de YoonGi.

Por ello, cuando el de pálida piel lleva el dedo índice a su mejilla y quita parte del yogurt, TaeHyung cree desfallecer ante la mirada intensa con que YoonGi se lleva el dedo a los labios para probar aquel viscoso alimento. Luego, YoonGi repite la acción con otro dedo, con el dedo medio, por lo que el castaño se tiene que aferrar al lavamanos que está tras de sí para no caer ante la forma en que YoonGi lo provoca ¿Lo hará? ¿Realmente lo hará? ¿Se llevará el dedo medio a los labios y con la misma mirada que lo desafía sacará la lengua y probará el yogurt? Sí, así lo hace YoonGi y ni siquiera alcanza a apartar la mano, pues TaeHyung la toma entre las suyas y lo atrae a su cuerpo para besarlo con tal intensidad que ambos gimen ante el contacto de sus bocas.

Pronto, el baño se llena de jadeos ahogados, sobre todo cuando YoonGi se dedica a lamer el yogurt que resbaló hasta el cuello del castaño. Entonces, al volver a besarse, TaeHyung saborea la lengua de YoonGi y piensa que jamás se quitará el recuerdo de ese sabor y que, lo más seguro, es que cada vez que piense en yogurt se terminará empalmando tal como lo está haciendo ahora y es por ello por lo que aparta a YoonGi, que lo aparta agitado y sonrojado ante las reacciones de su cuerpo. Si no para ahora, no se detendrá jamás.

— Suga... —expresa TaeHyung y luego traga saliva en medio de su respiración agitada.

— ¿Suga? —cruzándose de brazos, ríe el más bajo— ¿Eso es una súplica? ¿Eso es un "para, por favor, que se me está poniendo dura"?

— ¡No te burles! —se enfada, empujándolo sin mucha fuerza, sino más bien a modo de aplacar su vergüenza.

— Estás hecho un desastre —observa cómo los rastros de yogurt han quedado desparramados por la piel morena de TaeHyung, sin contar con las manchas en el cuello de la camisa, la que de seguro quedará impregnada con el olor del lácteo—. Jin debe tener alguna camisa de repuesto.

— Aiiich, he ignorado todos los mensajes que me envió anoche, así es que, si voy, Jin hyung terminará reprochándome todo.

— No lo creo, sólo está preocupado.

— ¿Has hablado con él? —pregunta, mientras abre la llave y llena sus manos con agua para luego llevárselas al rostro para quitarse los rastros de yogurt.

— Estaba con él en la enfermería cuando armaron ese lío en el salón de clases.

— Oh —se detiene TaeHyung, sin importar que el agua resbale por su cuello—, ¿entonces no sabes por qué Suho delató a ChanYeol?

— ¿Qué?

— Por eso te buscaba, porque pensé que sabrías el por qué Suho fue el que delató a los que armaron el desorden en el salón.

YoonGi cierra la llave que TaeHyung ha dejado olvidada y acaba por aventurarse fuera del baño.

— Debe sospechar algo... Suho no es idiota —se encoge de hombros.

— ¿Sospechar qué?

— Tú lo sabes —dice antes de cerrar la puerta tras la salida de TaeHyung y luego se acerca a su oreja para susurrar—, tú sabes, eso de que a ChanYeol le gusta Baek.

Olvidándose por completo de lo que hablan y sólo percibiendo el deseo ferviente de volver a sentir la lengua de YoonGi enroscarse con la suya, TaeHyung se pierde en el cosquilleo que recorre su espalda tras sentir el aliento de YoonGi chocar con su oreja.

— Podríamos volver a entrar al baño —pide TaeHyung en voz baja.

— No seas goloso —es la broma de YoonGi antes de ponerse en marcha hacia la enfermería, pero pronto cae en la cuenta de algo, en el hecho de que TaeHyung no lo sigue muy de cerca.

YoonGi quisiera preguntar qué pasa, por qué se queda ahí, de brazos cruzados en el pasillo mientras camina a paso lento, como si tuviese toda la mañana libre. Sin embargo, pronto se percata de que no pueden estar cerca, de que estar cerca en el colegio los podría delatar, sobre todo cuando el castaño continúa con las mejillas sonrojadas.




— YoonGiiii, ¿otra vez aquí? —lo recibe Jin— ¿Te vas a saltar la siguiente clase?

YoonGi no responde, tan sólo se sienta sobre una silla y, cruzándose de piernas, espera a que TaeHyung aparezca.

— Yah... ¿por qué me ignoras?

YoonGi parece contar internamente; uno, dos, tres... Cada segundo cuenta hasta que el suave golpe en la puerta indica la llegada de quien espera.

— Permiso... —anuncia TaeHyung de manera tímida y pronto se ve siendo jaloneado para que ingrese, donde la puerta se cierra de forma tan estrepitosa como el abrazo de Jin que casi lo asfixia.

— ¡Me tenías tan preocupado! ¡Dónde! ¡Dime dónde pasaste la noche!

— Si lo soltaras, él te podría responder, ¿no? —cruzándose entre ambos para que se separen, exclama YoonGi con calma y continúa su camino hasta un armario, el que abre para buscar una camisa para TaeHyung.

— ¿Seguro que estás bien? —tomándolo del rostro, SeokJin ignora lo dicho por YoonGi y se queda viendo al castaño.

— Estoy bien, Jin hyung.

— ¿Bien en todo sentido?

TaeHyung se encoge de hombros, en una respuesta que resta importancia a lo que ocurrió en la noche con su papá y mamá. Quizá no hablar del tema lo ayuda a no decaer y enfrentar el día sin preocupaciones. Por lo menos, hasta ahora lo estaba logrando.

— Tu mamá está muy preocupada, deberías volver al departamento, no es bueno que te quedes con... ¿con quién te estás quedando?

— Con un amigo —se aparta TaeHyung y acaba sentándose donde antes estuvo YoonGi.

— ¿Un amigo? ¿Qué amigo?

— Un amigo, lo conocí en la academia privada.

— ¿Durmieron juntos?

— N-no... —responde nervioso ante esa pregunta y no se percata de que ha desviado la mirada hacia la espalda de YoonGi.

— Bien... —suelta SeokJin en un suspiro y toma una silla para sentarse a su lado, momento en que se percata de la mancha en su cuello— ¿Y esto? —la toma entre sus manos, por lo que acaba atrayendo a TaeHyung hacia él.

— Lanzaron yogurt en la sala —se aparta incómodo ante su cercanía, o quizás incómodo al ver que YoonGi se gira a observarlos luego de encontrar una camisa limpia.

— ¿Yogurt?

De pronto, el teléfono de la enfermería interrumpe la conversación, por lo que mientras SeokJin atiende, YoonGi se acerca a TaeHyung para hacer entrega de la camisa.

— Nos vemos en clases —anuncia apenas TaeHyung coge la prenda.

— No... —lo alcanza a tomar de la bomber.

YoonGi lo observa, sin comprender por qué desea que continúe ahí.

— Dijimos que íbamos a hablar.

— Podemos hacerlo más tarde, TaeHyung.

— No creo que podamos.

SeokJin no alcanza a escuchar los susurros de TaeHyung, pero sí alcanza a ver su mirada suplicante. Por lo tanto, tras cortar la comunicación, se queda viendo a YoonGi con enfado.

— ¿Lo estás molestando, Min YoonGi?

— Métete en tus asuntos —sentándose de brazos cruzados junto al castaño, responde YoonGi con el ceño fruncido.

— ¿Te está molestando? —hablando con suavidad, esta vez se dirige a TaeHyung.

— No, hyung.

— ¿Seguro? Mira que tengo que salir un momento y no quiero que te quedes con él si es que te está molestando.

— No seas terco, viejo.

— ¿Viejo?

— Viejo, pervertido y acosador —contando con los dedos, señala YoonGi.

— ¿Cómo te atreves? Se lo diré a NamJoon para que te castigue, ¿me oíste?

— ¿Ahora te acuerdas de que tienes novio?

— ¿Q-qué? —a SeokJin se le desfigura la cara ante las palabras de YoonGi, quien sonríe triunfante al ver la reacción del mayor.

Enseguida, el teléfono vuelve a sonar, por lo que SeokJin acaba por salir de la enfermería sin poder defenderse.

— No seas así con Jin hyung.

— ¿Por qué no? —encogiéndose de hombros, pregunta YoonGi— ¿No te das cuenta de que se está acostumbrando a coquetear contigo?

— ¿Y eso te molesta?

— ¿Ah?

Al ver la expresión de sorpresa de YoonGi, TaeHyung suelta a reír a carcajadas y luego comienza a bromear con el más bajo.

— ¿Eres celoso, Min YoonGi?

— No me voy a quedar aquí para que te burles de mí.

— No, no, espera —lo sigue, aún risueño—. No te vayas, en serio, sólo estoy bromeando.

Cuando YoonGi detiene su andar y voltea a mirarlo, TaeHyung sigue sus impulsos y lo rodea con sus brazos.

— No te enfades, por favor. Tampoco me dejes aquí, por favor.

Al final, YoonGi no se puede resistir a sus súplicas, menos cuando TaeHyung se muerde el labio inferior para soportar los nervios. Entonces, para no caer en la tentación de esos labios que le encantan, YoonGi se aparta de sus brazos e indica que se olvide de lo que recién ha pasado y que mejor le cuente lo que ocurrió anoche, mientras se decide a preparar una taza de café y otra de té.

Minutos después, recostado sobre la camilla y la taza tibia de café sobre una mesa, YoonGi no sabe cuándo ni cómo TaeHyung cambió el rumbo de la conversación luego de contarlo todo y, de haber escuchado a TaeHyung hablar de su familia y JungKook, de pronto YoonGi se ve con los ojos cerrados, sintiendo las caricias que el castaño deja sobre su pelo mientras él habla de lo que realiza antes y después de cada inyección de morfina de las que requiere su madre, y de cómo ella continúa así, viéndose con la fortaleza suficiente para decir "hijo, no te preocupes, sal con tus amigos, la vecina vendrá cada cuatro horas para saber cómo estoy".

— ... pero ahora siento que cada hora cuenta, que cada minuto a su lado es importante.

TaeHyung deposita un beso sobre la frente de YoonGi y sonríe, extrañamente tranquilo de estar junto a él, de una manera tan íntima que nadie a su alrededor podría dar cabida de que pudiese existir tal complicidad entre ellos, donde YoonGi se muestra calmado, a pesar del dolor que implica hablar de la enfermedad de su madre.

— Aún hueles a yogurt —sonríe YoonGi sin abrir los ojos.

— Oh, es cierto...

TaeHyung se aparta hasta las sillas y coge la camisa. Avergonzado, voltea a mirar si es que YoonGi ha abierto los ojos. No lo ha hecho, por lo que, de espalda a él, TaeHyung se quita el suéter y luego la camisa sucia que, según su costumbre, es un par de tallas más grande. La camisa limpia no lo es, por lo que se ajusta a su cuerpo y deja ver parte de su trasero ¿No habrá una más grande?, se pregunta con la mirada hacia el armario, instante en que se sobresalta al escuchar el sonido de los pies de YoonGi golpear contra el piso tras el pequeño salto que lo saca de la camilla.

— Te queda bien —sonríe divertido por cómo TaeHyung intenta cruzarse la camisa que trae sin abotonar— ¿Te da vergüenza? —cuestiona frente a él mientras alarga las manos con la intención de que TaeHyung aparte las suyas y deje ver parte de su piel— Te he tocado antes..., tu pecho, tu vientre, tu espalda, ¿eso no es más vergonzoso?

YoonGi ladea la cabeza hacia la derecha al terminar de realizar aquella pregunta. Su cuello expuesto seduce a TaeHyung, quien lo acaricia con la mano izquierda, sin importar que la camisa sin abrochar deje ver parte de su piel. Da igual, definitivamente da igual que lo vea, pues lo que espera es que YoonGi se apegue a él, que lo toque tal como ha dicho; en su pecho, vientre y espalda. Quizá más abajo, pero ahora no, ahora no.

— ¿Te podrás... —YoonGi susurra y luego le deja un beso en el cuello— controlar? —ahora un beso en su hombro izquierdo, tras bajar un poco la prenda, deslizándola suavemente hasta que la manga se queda quieta en el codo del castaño— ¿Podrás? —insiste ahora sobre sus labios, mientras pasa un brazo tras su cintura para apegarlo a su cuerpo— ¿Podrás? —repite desesperado y es entonces cuando TaeHyung toma su rostro y lo besa entre una mezcla de sentimientos y deseo.





Guiados por sus impulsos, ambos retroceden hasta dar con la camilla y se suben tras un salto presuroso y juguetón para luego besar cada parte de la piel expuesta, donde YoonGi lleva ventaja al tener más piel que probar. Sentado sobre la camilla, con las piernas abiertas, TaeHyung se tiene que apoyar para no caer de espalda, mientras YoonGi está prácticamente sobre suyo, inclinado hacia él, ensimismado en repartir besos y lamidas hasta que TaeHyung coge su rostro con ambas manos, lo vuelve a besar y se rinde, se rinde porque se lleva el peso de YoonGi sobre sí hasta tocar la camilla con la espalda. Entonces, después de minutos en que libran una batalla para no emitir ruidos que los delaten, TaeHyung pierde a pesar de que se lleva las manos a los labios para reprimir el grito mezcla de gemido que suelta tras sentir la lengua y succión que de pronto YoonGi deja en uno de sus pezones.

— ¿Nos habrán escuchado? —lo mira con pavor, hablando entre sus manos y viendo cómo YoonGi se divierte con la situación.

— Tal vez, incluso Jin podría entrar en cualquier momento —bromea y causa que TaeHyung se espante.





Para cuando SeokJin regresa a la enfermería, no entiende por qué TaeHyung está completamente rojo en un rincón mientras da vuelta con premura el suéter para ponérselo, mientras que, relajado sobre la camilla, YoonGi reposa con los brazos tras la cabeza y una pierna cruzada sobre la otra.

— ¿Se saltaron la segunda clase? —exclama SeokJin al verlos, luego cierra la puerta con el pie al tener las manos ocupadas con implementos nuevos para la enfermería y, una vez que deja las cosas sobre una mesa, suelta un suspiro de cansancio y entrecierra los ojos apenas TaeHyung voltea listo para salir de ahí— ¿Imagino que no se pelearon o sí? —cuestiona ante la clara incomodidad que muestra TaeHyung.

— Nosotros no peleamos —responde YoonGi antes de que el castaño lo haga—. Bueno, no siempre peleamos, a veces...

— Volveré a clases —interrumpe TaeHyung y lanza una mirada de reproche a YoonGi.

Está claro que el más bajo intenta molestarlo, divertido por las reacciones del castaño, quien se muestra nervioso y no puede quitarse de la cabeza el qué hubiese ocurrido si SeokJin u otra persona los descubría ¿Cómo explicar lo que estaban haciendo? ¿Cómo no sonrojarse al solo pensar que pudieron ser descubiertos?

— ¿Y tú? —mira SeokJin hacia YoonGi, quien continúa en su postura despreocupada— No te quiero aquí si vas a tratarme como lo hiciste antes de que los dejara solos.

— No te voy a tratar mal, sólo dormiré un poco hasta que toquen para el cambio de hora o... ¿crees que sería bueno volver a clases con TaeHyung? Todos se darían cuenta de que estábamos juntos.

— Uhm... tienes razón... Suho te llenaría a preguntas por andar con su rival.

SeokJin da una mirada a TaeHyung, quien esquiva la suya de inmediato y se inclina en una pequeña reverencia antes de salir, más bien, antes de huir del lugar.

— ¿Qué le has hecho?

— Nada —responde YoonGi sin disimular su sonrisa—. Nada —repite luego de un suspiro y cierra los ojos, rememorando el cuerpo del castaño, rememorando cómo le cuesta controlar sus impulsos cada vez que está ante él. A ese paso, acabará siendo él quien no se controle cuando vuelva a sentir las manos temblorosas de TaeHyung sobre su cuerpo y sonreirá triunfante cuando pueda alejar los nada cada vez que alguien pregunte si le ha hecho algo. Hemos hecho de todo, querrá responder con autosuficiencia.

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