El Miedo de Amatista.
Al día siguiente, la mayoría de los jóvenes de la élite estaban entrenando para mejorar sus habilidades. Por otro lado, Rubi estaba practicando con su espada a golpear muñecos de entrenamiento, Krikara estaba entrenando con dos guardias como de costumbre. Mientras Amatista estaba con una peinadora arreglando el cabello de su conejo en las habitaciones.
-¡Vamos Destructor! No te muevas ¿Quieres quedar precioso? –Destructor intenta escapar de las manos de Amatista, en lo que abren la puerta de la habitación de golpe y entra Kristen.
-¡Amatista! –Ella se asusta y se queda viéndolo, mientras Kristen se sienta al lado de la cama y saca una hoja de su bolsillo.
-¿Qué pasa Kristen? No me asustes así.
-Mira esto. –Le da la hoja a Amatista y ella ve un documento y al lado el rostro de Tarion y su información.
-¿Y esto... Qué es? –Amatista se acerca a ver mejor la hoja y suelta a Destructor.
-Se llama Tarion. Viene de una familia guerrera la cual los entrenan desde niños, son bastante agresivos por naturaleza y tienden a plantear estrategias que requieran de mucho esfuerzo físico para ganar. –Kristen guarda la hoja. –Le tocará a tu hermano luchar contra él, quise avisarte para que le dijeras.
-¡Oh! Gracias Kristen ¿Sabes contra quién pelearé yo?
-¡Sí! –Saca otra hoja. –Es Marko.
Kristen le enseña un documento con un dibujo del chico cabello azul e información de él. Después de un rato de discusión, el se levanta y voltea a ver a Amatista.
-Esta es información correcta de las personas, pero no sé si sea el orden de combates.
-¿Cómo?
-Tal vez no le toque a tu hermano pelear contra Tarion, o a ti luchar contra Marko. Pero esperemos que te toque pelear contra él. –Kristen se da la vuelta, abre la puerta y voltea a ver a Amatista. –Si pelearas contra Tarion, Lissandra o Galio... Sería un problema, ni Rubi podría ganarles.
-Oye espera... –Le agarra por el brazo antes de que se marche. -¿De dónde sacaste esta información?
-De mi padre. Recuerda que él tiene contactos en la élite. –Amatista saca una sonrisa al igual que Kristen y se marchan a caminar por ahí.
A unas habitaciones del lugar, estaba Krikara atacando con su espada un muñeco de práctica mientras Lugner caminaba hacia los lados viéndola entrenar. En un momento, Krikara arrodilla una de sus piernas en el suelo mientras se acumula el sudor de su cabeza en la barbilla.
-Quiero agua. –Dice ella, tratando de mantener la respiración y los guardias se quedan viéndola. -¡Quiero agua!
Un guardia voltea a ver a Lugner y el asiente con la cabeza, en lo que le traen un vaso con agua a Krikara. Ella empieza a beberla mientras su tío se acerca hacia ella colocando las manos en su espalda.
-Te falta más velocidad. –Se queda viendo a Krikara tomarse el agua, mientras ella se sentaba en el suelo de la arena.
-Lo sé ¿Contra quién pelearé?
-Pelearás contra Galio. –Se da la vuelta. –Pero no estoy muy seguro de eso.
-¿Cómo que no lo estás? Yo elegí pelear contra él. –Ella se levanta y se queda viendo a su tío que esta espaldas.
-Lo sé, pero... No queremos que te humillen. -Voltea a ver a su sobrina. -No estas preparada para un tipo de ese nivel.
-¡Yo ganaré! Estoy lista para pelear contra el.
-No. Primero pelearas contra alguien de tu nivel. -Le da la espalda de nuevo.
-¡Ya estoy lista! –Ella le grita mientras se acerca a Lugner.
-¡No lo estás! –Lugner se da la vuelta hacia su sobrina, en lo que ella se queda viéndolo con enojo. -¡Solo por tener estrategia no te dará la victoria! ¡Krikara tienes que entender eso!
-Tengo velocidad...
-¡Y él tiene más! –Le empieza a tocar la frente con tono amenazante. –Tiene más velocidad y estrategia que tú.
Su tío se marcha de la habitación mientras su sobrina le da un ataque de ira y agarra la espada, empieza a golpear los muñecos de prueba y luego lanza la espada a unos metros de ella. Después, pega un grito al mismo tiempo que se sienta en el suelo con el cabello desordenado viendo hacia la puerta por donde salió su tío.
-¿Se encuentra bien? –Pregunta uno de los dos guardias con los que entrenaba.
-Sigamos practicando. –Ella se levanta del suelo y el otro guardia le acerca su florete.
Cerca de Krikara, estaba Rubi entrenando con una espada de madera. En lo que termina de golpear por el rostro a un muñeco de prueba, y el muñeco no se cae al suelo haciendo que Rubi se decepcione.
-Si sigues pegando desde arriba no lo vas a tumbar. –Rubi se sorprende por la voz desconocida y voltea rápidamente a ver a su alrededor. –Debes golpear por debajo.
-¿Cómo? –Rubi empieza a detallar a su profesor Lebax acercarse con las manos en los bolsillos y una espada guardada en su espalda.
-Para que un objeto caiga, primero debes levantarlo y después lanzarlo. –Lebax se queda viendo el muñeco de prueba. -¿Practicando para el torneo?
-Necesito el dinero para mi familia. –Rubi guarda su espada.
-Para tu madre, lo sé... Déjame enseñarte. –Lebax agarra el mango de su espada y se concentra en su objetivo.
Saca su espada y da una vuelta, se barre en el suelo dando una patada levantando al muñeco y da un salto. Estando en el aire, da una vuelta colocandose frente al muñeco y le golpea con la espada en la cabeza tumbándolo al suelo.
-Sorprendente... -Dice Rubi mientras Lebax guarda su espada.
-Ves, no es tan dificil.
-Pero... Una pregunta. –Rubi se queda viendo de frente a su profesor con un rostro serio.
-¡Claro! ¿Dime muchacho?
-La vez que me quito la espada sin desenvainar la suya ¿Cómo lo hizo?
-Ah, la técnica del engranaje.
-¿Engranaje? –Rubi empieza a recordar cuando Lebax lo desarmo en su primer enfrentamiento.
-Sí. Debes atrapar a tu enemigo como un engranaje. No lo sueltas, pero te mueves con él a todo momento, ten eso siempre en cuenta, acércate con tu espada y te enseñaré. –Lebax se aleja unos metros de Rubi y se prepara para ser atacado.
Rubi saca su espada en lo que suena una alarma en la base. Su maestro y el, empiezan a ver a su alrededor mientras suena la voz de Marcus III en el parlante.
-Los jóvenes que participarán en la prueba de combate. Estar listos en la sala de práctica en cinco minutos. –Deja de sonar el parlante, en lo que Rubi guarda la espada y Lebax se acerca a él.
-Bueno... -Lebax agarra sus cosas y le da un pequeño golpe en el hombro a Rubi. –Sera en otra ocasión.
Rubi se marcha junto a su maestro hacia la sala de práctica. Al llegar ahí, ya estaba la mayoría de los miembros seleccionados, contando a Kristen, Krikara. Entre otros que no participarán.
En ese momento llega Amatista corriendo toda arreglada y se acerca dónde están los seleccionados.
-¿Llegué tarde? –Le pregunta Amatista a Marcus que estaba a un lado de su grupo.
-No joven estas a tiempo... Usted es la primera peleadora.
-¿¡Cómo!?
-¿Amatista, no? –Marcus voltea a ver una hoja.
-Si...
-Entonces si eres tu ¡Felicidades! Sube a la arena. –Ellasube con miedo esperando las órdenes de Marcus.
-¡Animó Amatista! ¡Tú puedes! –Grita Kristen.
-Lissandra Mörder. –Dice Marcus.
La chica con el rostro pintado sube a la arena, con dos cuchillas guardadas en su espalda, mas unas enormes cuerdas pegadas en sus muñecas y en el mango de sus cuchillas. "Maldición ¿Por qué justamente ella?" Piensa Amatista mientras muestra un disgusto en su rostro.
-Mierda no va a poder... –Susurra Kristen.
-Ambos sabemos que no va a poder. –Dice Atxel sonriendo viendo desde la parte de espectadores, al lado de Flor y algunos maestros de la élite.
-¿Qué haces tu... Aquí? –Pregunta Kristen molesto viendolo a unos metros de el.
-Quise ver como los perdedores le hacían justicia a su nombre. –Empieza a reírse a carjacadas mientras saca de su bolsillo unos lentes oscuros y se los pone para disfrutar del combate.
Kristen y Atxel discuten, mientras Amatista se queda tiesa viendo a Lissandra que estaba de frente a ella. En un momento Rubi se acerca a la arena y voltea a ver a su hermana.
-Hey... Amatista. –Ella se acerca a Rubi mientras sigue viendo a Lissandra.
-¿Qué pasa? Tengo todo bajo control. –Rubi se queda detallandola y le toca la frente.
-Estás sudando frío... Necesito que te concentres, esto no es por ti, ni es por mí. Es por nuestra madre.
-¡Sí! Lo sé, solo que... Ella parece peligrosa. –Rubi voltea a ver a Lissandra y luego enfoca sus ojos en su hermana.
-Ya sé, hasta a mi me daría miedo de pelear con ella... En fin, solo no la cagu... –En ese momento se oye un pitido y Marcus se levanta de su asiento.
-Preparados en 10... 9... 8... –Marcus empieza a contar y Rubi se marcha de la zona de combate, mientras Amatista se echa hacia atrás para agarrar su arco.