|Audiovisual: Lee Jinki; Shine On You|
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//Narra Shisui//
Tres de enero, muy pronto se cumplirán cuatro años de el asesinato de mi enana, siendo sincero sigo dolido, ella no merecía morir y mucho de la forma en la que la mataron, sin duda are pagar a esos canallas se lo prometí y lo cumpliré.
Caminaba por el parque donde la conocí, esto me duele como nada, nisiquiera las heridas en combate me han afectado tanto como tu partida, por no haberte protegido cuando yo te lo prometí, perdonadme por favor, tome asiento bajo un árbol para poder liberar este enorme dolor... O mierda ¡¿Por que tenía que ser en este jodido árbol?! Aquí donde te ví por primera vez los recuerdos comenzaron a inundarme.
//Flash back//
Estaba entrenando con mi equipo, mierda esta ves si nos pasamos un poco, pero bueno, vaya que estuvo bueno así que no importa.
—Si que fue agotador. —comento Izumi.
—Demasiado, diría yo. —dijo Itachi dándole la razón.
—Sí, será mejor que lo dejemos aquí y continuemos mañana. —les hable.
—Corcuerdo. —contestaron los dos al unisono.
Luego de ello los tres nos separamos para ir cada quien a su casa, por mi parte desde la muerte de mi madre evitó estar lo más posible en casa por ello tome dirección a un parque cerca de aquí, ese lugar me brinda una tranquilidad y cobijo como ningún otro lugar. Comencé a visualizar aquel gigantesco árbol de cerezo que solía ser testigo de mis problemas, sin embargo esta vez no estaba solo como de costumbre, estaba una pequeña niña de cabellos rosas como de unos seis años.
—¿Te sucede algo? —pregunte una vez que estuve al frente de la pequeña niña.
—N-no n-nada. —me respondió limpiándose las lágrimas.
—Sí no fuera nada no tendrías porque llorar. —le respondí poniéndome a su altura dándole una sonrisa para intentar tranquilizarla.
—E-es que... —tartamudeaba sin poder seguir para luego lanzarse hacia mi y abrazarme a lo cual correspondí, de esta forma sollozaba en mi hombro —Mis... Mis p-padres murieron. —decia sin parar de llorar.
—Tranquila. —dije intentando consolarla.
—Como quieres que me calme si mis padres murieron, ellos son la única familia que tengo. —me respondió entre lágrimas.
—... —me quede en silencio no sabía cómo responderle.
—Y-yo estoy sola. —me dijo mientras se aferraba más a mi.
—No, no estás sola. —le conteste —Yo no dejare que estés sola, desde hoy yo te protegeré. —le dije, no sabía porque, pero lo dije, algo dentro de mí me decía que tenía que protegerla.
—¿Enserio? —pregunto separándose de mi hombro.
—Claro que si. —le dije con una sonrisa —Sabes yo siempre quise tener una hermanita menor ¿Te gustaría ser la mía?
—¿Es enserio? —me pregunto algo dudosa, aunque podía ver un poco de brillo en sus ojos, supongo que se debía a las lágrimas.
—Claro que sí. —le respondí con una sonrisa —Por cierto mi nombre es Shisui Uchiha.
—Yo soy Sakura Haruno. —me dijo ya mucho más tranquila —Y si quiero ser tu hermana Shisui Nii-sama ^^.
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Ya habían pasado dos años desde que Sakura y yo somos hermanos por lo que la invite a comer a mi casa, a lo cual ella me acepto gustosa. Ya había terminado de cocinar y de poner la mesa ya solo esperaba que ella llegará y tocara el timbre como siempre a pesar de que le había dicho miles de veces que no era necesario que lo hiciera y como por arte de magia sonó el timbre así que fui a abrir.
—Shisui nii-sama! —me dijo Sakura mientras me abrazaba.
—Vamos pasa. —le dije apartandome para que entrara.
—Gracias.
Los dos entramos por lo que la guíe al comedor que se encontraba en la sala en donde hice que se sentará para servir la comida a pesar de su insistencia en dejarla ayudar, una vez acabe me senté junto a ella para comenzar a degustar el curry que había preparado.
—¿Qué tal me quedo? —le pregunté.
—¡Exquisito! —me contesto —Nii-sama cocinas delicioso.
—Gracias. —respondi con arrogancia.
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Esta vez estábamos ambos en aquel parque en el que nos conocimos bajo el gran árbol de cerezo recargados en un silencio cómodo, ya saben uno de esos que no necesitas decir algo.
—Nii-sama... —me llamó a lo que yo solo respondí con un monosílabo para que notará que tenia mi total atención —Te quiero mucho.
—Yo también enana. —respondí con una sonrisa.
—Nunca me abandones ¿Si? —me dijo.
—Nunca.
//And flash back//
Sin embargo la que me abandono fuiste tú, o mejor dicho te arrebataron de mi lado, esos malditos bastardos te prometo que esto no se quedará así, esta vez no esperare al karma esta vez yo lo haré.