- ¡NOA! –El grito hizo que despertara de un salto y cayera al suelo de roble, Noa miró a su alrededor, tratando de adivinar si el grito fue en su sueño, o de verdad dijeron su nombre. -¡Noa! –Era Philis, se puso de pie como pudo, sin ponerse zapatos y corrió directamente hacia donde el sonido provenía, chocó con el techo y con unos cuantos muebles y casi cae al ver a Philis tranquila, sentándose en la mesa. –Ammm... ¿Está bien, Princesa? –Dijo Philis mirando de reojo a Herb y a Heatcliff
-¿Qué si yo estoy bien? ¡Tú eras la que gritaba! –Dijo recobrando el aliento y deslizándose por la pared hasta caer en el suelo. Llevó una mano a su pecho, deteniendo su corazón.
- Oh, no, lo siento tanto princesa, era sólo para que despertara y bajara. Ya es un poco tarde y ha pasado una semana. Es tiempo de que inicie sus prácticas. Heatcliff la llevará a conocer el campamento.
- ¿El campamento? ¿Hay más? –Preguntó sorprendida- Además –dijo poniéndose de pie y asomándose por una ventana- es de noche aún. ¿Cuánto he dormido?
- Pues sólo dos horas, pero dado que durmió en la tarde y sólo fue a conocer el campo de flores, pensamos que estaría descansada. ¿Recuerda que en su primer día aquí, preguntó por su ejército? Mañana conocerá a su ejército, princesa. Nóvgorod tiene quien lo proteja.
- Ir de noche no es... ¿Peligroso?
- Irá con Heatcliff, además, aquí estamos a salvo. Iría también con Arius pero por alguna razón se ha ido antes. Deben partir de noche para poder llegar al amanecer. Hay ropa en su cesta, la estaremos esperando.
Noa sin dudarlo, subió aprepararse. Miró su capa tras la puerta y la tomó sin dudarlo. De alguna forma,la capa le daba una especie de fuerza, no sabía como pero la llevaba puesta eldía de la bestia del bosque y de algún extraño modo, fue la capa quien le dijoque hacer. Bajó y tomó la manzana que Philis le ofrecía y emprendieron el viaje.