El Amish

By imaginezen

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[yaoi] [boyxboy] [gay] Hielo y Fuego. Cielo y Tierra. Angel y Demonio. Yin y Yang... More

El Amish
Capítulo 1: Samuel.
Capítulo 2: Adentrándome en la cultura Amish.
Capítulo 3: El granero.
Capítulo 4: Benjamin.
Capítulo 5: Situaciones inesperadas.
Capítulo 6: ¿Confesiones?
Capítulo 7: Malas influencias.
Capítulo 8: Malditas mudanzas.
Capítulo 9: El pequeño refugio.
Capítulo 10: Roma no se construyó en dos días.
Capítulo 11: Nuevas experiencias.
Capítulo 12: La fiesta.
Capítulo 13: ¿Esto es un adiós..? Parte 1.
Capítulo 13: ¿Esto es un adiós..? Parte 2.
Capítulo 14: ¿Cambio de roles?
Capítulo 15: Ellos no son como yo, son peor.
Capítulo 16: Una nueva etapa.
Capítulo 17: La gota que colmó el vaso.
Capítulo 18: Quien la sigue, la consigue.
Capítulo 19: Problemas solucionados.
ATENCIÓN.
Capítulo 20: Reconciliaciones y más reconciliaciones.
Capítulo 21: De ser el jugador a juguete hay tan solo un paso.
Capítulo 22: ¿Vaso medio vacío o medio lleno?
Capítulo 23: ¿La versión rejuvenecida de Mick Jagger es mi competencia? Parte 1.
Capítulo 24: ¿La versión rejuvenecida de Mick Jagger es mi competencia? Parte 2.
Capítulo 25: El prado, las vacas y.. ¿Adam?
Capítulo 26: Paciencia es lo único que hay que tener.
Capítulo 27: Una de cal y otra de arena.
Capítulo 28. Entre el hielo y el fuego.
Capítulo 29: ¿El fin de una etapa y de mi vida..?
Capítulo 30: Yo nunca busco a nadie, a mí, me buscan.
Capítulo 31: Nada es lo que parece.
Capítulo 32. Extrañas advertencias.
Capítulo 33: Ten cuidado con lo que deseas..
Capítulo 34: Vaivén de actitudes.
Capítulo 35: Suelo conseguir lo que me propongo.
Capítulo 36: Decid adiós a Sami.
Capítulo 37: A fin de cuentas, siempre consigo lo que me propongo.
Capítulo 38: Castillos, princesas y... gaviotas.
Capítulo 39: Dolores de espalda y masajes relajantes.
Capítulo 40: Usa el pasado para ver lo mucho que has avanzado.
Capítulo 41: Adiós pasado.
Capítulo 42: La cita.
Capítulo 43: Noche de chicos.
Capítulo 44: ¿Resurgirás de las cenizas conmigo..?
Capítulo 45: ¿Qué?
Capítulo 46: Día gris.
Capítulo 47: Felicidad efímera.
Capítulo 48: Timmy.
Capítulo 49: Positividad abundante.
Capítulo 50: Copito.
Capítulo 51: ¿Un hermano o un traidor?
Capítulo 52: Risas, besos, abrazos y.. pasión.
Capítulo 53: Miedo... ¿yo?
ATENCION.
Capítulo 55: ¿Adam?
Capítulo 56: Momentos habidos y por haber.
Capítulo 57: "Choques" de suerte.
Capítulo 58: No sólo los borrachos dicen la verdad.
Capítulo 59: Encuentros innecesarios.
Capítulo 60: ¡Nos vamos!
Capítulo 61: Reencuentros.
Capítulo 62: Cumpleaños... ¿feliz?
Capítulo 63: Quien se pica, ajos come.
Capítulo 64: No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Capítulo 65: Volver.
Capítulo 66: Las aguas vuelven a su cauce.
Capítulo 67: El cielo ganó un ángel.
Capítulo 68: ¡Sorpresa!
Capítulo 69: Noches húmedas.
Capítulo 70: Una mujer en casa.
Capítulo 71: Demasiadas responsabilidades.
Capítulo 72: La única y dolorosa verdad.
Capítulo 73: Héroes.
// importante!! estimado lector.. //

Capítulo 54: De vuelta a la cárcel.

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By imaginezen

Después de estar un gran rato en silencio, Benji se atrevió a romperlo.

-¿Qué pasa..? ¿No me crees..?.- Preguntó, separándose de mi con una pequeña mueca de tristeza en la cara. Torcí mi boca mientras continuaba con mi mirada fija en el frente, encogiendo los ojos por un par de segundos, girándome después hacia él.

-Claro que te creo, tonto.. Pero es que no le encuentro una explicación lógica, razonable..- Respondí, levantándome mientras llevaba mis manos a mi cabeza, dando un par de vueltas sobre mi mismo.

-Quizás es que esté cansado o algo y mi mente me haya jugado una mala pasada..- Respondió, apoyando su cabeza sobre sus manos, apoyando sus codos sobre sus piernas.- Pero no me siento cansado, todo lo contrario..- Suspiró, agachando su mirada.

-Quizás sea eso, ¿si no que puede ser..?.- Pregunté, soltando un pequeño suspiro mientras me sentaba a su lado.- Deberías vestirte al menos, te va a coger el frío..- Susurré, dándole un pequeño beso cerca de su oreja.

-No sé. En fin, da igual..- Respondió, girando su cabeza hacia la mía, alzando una de sus cejas.- ¿Frío? Sami, estamos en verano..- Añadió, soltando una pequeña carcajada.

-¿Y..? No es lo mismo el calor de la ducha que el calor del sol, son distintos..- Me encogí de hombros, tirándole hacia atrás en la cama mientras acercaba mi boca a su cuello, dándole pequeños besos por el, terminando con un mordisco.

-Sami, que estoy desnudo..- Se quejó, intentando separarme de él mientras mi cuerpo y el suyo, desnudo, se juntaban en pequeñas caricias.

-Ya te he visto así..- Susurré sobre su cuello, volviendo a mordisquearle. Solté una pequeña carcajada y me separé, levantándome de la cama, observándole de arriba abajo completamente desnudo, sonriendo pícara y a la vez tiernamente.

-Eres un guarro..- Respondió, haciendo pucheritos mientras cogía el calzoncillo que había dejado anteriormente a su lado. Negué con la cabeza sacándole la lengua y se lo puso, levantándose después, lanzándome una mirada divertida. Solté una pequeña carcajada y caminé hasta las escaleras.- ¡Espérame!.- Exclamó, poniéndose con toda rapidez una camiseta. Asentí con la cabeza y le esperé al principio, apoyado mi cuerpo en la pared mientras se vestía. Se puso una camiseta de color blanco, unos pantalones cortos de color negro y unas chanclas negras. Sonrió y se acercó a mi, bajando las escaleras sin esperarme, cosa que me hizo soltar una pequeña carcajada. Bajé trotando detrás de él, abrazándome a su espalda al llegar a la planta baja.

-Pobre cabra, lo que tiene que sufrir con ellos..- Susurré en su oído, haciéndole un gesto con la cabeza hacia el jardín, donde Peter y Lucy se peleaban por ponerle o no el lazo a la cabra.

Benji sacudió su cabeza y agarró mis manos, que estaban sobre sus hombros, llevándome con él hasta el sofá, donde me solté de él. Me senté en el sofá mientras que él se sentó a mi lado, apoyando uno de sus brazos por la espalda del sofá encima de mi cabeza. Con su otra mano agarró el mando y encendió la tele ; poco a poco me fui acurrucando a él, sonriendo al ver que era aceptado por él.

Tiempo después, me encontraba con la cabeza sobre las piernas de mi novio y el cuerpo estirado sobre el sofá, mirando hacia la televisión. Bueno, mirando.. Los ojos se me cerraban poco a poco y la verdad, hacía rato que mi mente se había desconectado hace mucho rato y no recordaba nada de lo que veíamos en televisión, solo las caricias que Benji comenzó a dar caricias por mi cara, cosa que hizo que me adormeciera tanto. Abrí los ojos del todo, espabilándome bastante y me revolví sobre su cuerpo, dejando mi cabeza hacia arriba. Observé su expresión y era bastante seria, y en vez de mirar hacia la televisión, miraba hacia el jardín. Froté mis ojos para despejarme mejor y comprobar si estaba viendo mal pero no, continuaba igual. Estaba como sorprendido, asustado, extrañado.. Levanté mi mirada y inspeccioné con esta el jardín, observando que ya ni Peter ni Lucy se encontraban en él, ya que podía ver al menos a uno de ellos en la cocina bebiendo zumo. No había nada, estaba completamente desierto ; me acomodé en el sofá y miré hacia Benji, completamente extrañado. No entendía nada, pero me estaba empezando a preocupar.

-¿Qué ocurre?.- Pregunté, mirándole a los ojos. Tenía la mirada perdida en el jardín e intentó decir algo, pero no lo consiguió, simplemente comenzó a respirar con más fuerza.

-E-e-está ahí..- Tartamudeó, señalándome hacia los columpios. Me levanté con curiosidad y caminé hasta el jardín. Abrí la puerta de este y noté una especie de corriente de aire y caminé hasta los columpios, comprobando que no había nadie. Miré a mi alrededor en busca de algo, de alguna marca de pisadas, horas revueltas o algo que me indicara que allí había algo, pero nada. Rodeé un árbol que había junto a los arbustos que delimitaban el jardín y me encontré con las hojas completamente revueltas, cosa que me extrañó bastante por que a penas había hecho aire, yo era consciente de ello. Volví a los columpios y me senté por unos segundos en uno de ellos, observando a mi al rededor a la espera de que una explicación apareciera ante mis ojos, pero eso era imposible. ¿Quién iba a meterse en una casa así? Se ve de lejos que siempre, por hache o por be está ocupada, siempre hay alguien por ahí.. Quizás solo eran imaginaciones de Benji, o no sé.. Por que si no era eso, ¿qué podía ser? Me levanté del columpio de nuevo y caminé hacia dentro, acercándome a Benji. Me senté sobre una pierna a su lado y puse una mano en su cabeza, arrimándole hacia mi cuerpo ya que le veía bastante abatido, al borde del llanto.- Adam estaba ahí..- Murmuró, dejándome perplejo. ¿Adam? Pero.. Adam estaba muerto, ¿no? Era imposible que lo viera, los fantasmas no existen y si existieran se quedaría en el lugar en el que murió, ¿no? Es decir, a un par de kilómetros de la casa. Seguramente fuera algún curioso gilipollas que.. ¡Espera! ¿Y si nos están espiando..? ¿Y si Zackary o alguno de los otros dos han salido de la cárcel y vienen a por mi..? Mi mente iba a explotar, así que decidí centrarme en tranquilizar a mi novio, que me abrazaba con fuerza mientras lloraba desconsoladamente en mi pecho.

-¿Qué pasa?.- Preguntó Chris, entrando por la puerta principal con un par de bolsas que parecían bastante pesadas en cada una de sus manos. Las dejó sobre el suelo y se giró para cerrar la puerta, mirándonos bastante extrañados al hacerlo.

-He visto a Adam en los columpios..- Respondió Benji entre lágrimas, soltándose poco a poco de mi cuerpo. Yo simplemente estaba serio, observando a Chris. No sabía que pensar, todo era muy extraño y difícil.- Él está aquí, yo lo sé.. Todos esos ruidos eran suyos, estoy seguro..- Sollozó, intentando dejar de llorar.

-Sí, claro.. Ahora jugamos a la ouija para contactar con él.- Respondió entre carcajadas el rubio, mirando hacia Benji.

-¿No me crees..?.- Preguntó Benji mientras se secaba las lágrimas, mirándole con decepción. Chris se agachó a coger las bolsas y justo cuando iba a contestar, me levanté del sofá.

-Chris, Chris..- Exclamé, interrumpiéndole.- Vamos a la cocina.- Ordené, acercándome a él. Cogí dos de las bolsas que llevaba y le miré a los ojos, haciéndole de nuevo una señal hacia la cocina que pareció entender. Asintió con la cabeza y ambos comenzamos a caminar hasta el lugar indicado. Una vez en el lugar indicado dejé las bolsas sobre la barra y me apoyé en una de las encimeras de en frente, cruzándome de brazos mientras le miraba.

-¿Qué?.- Preguntó dejando las bolsas que llevaba él al lado de las mías.

-No te tomes este tema en broma, Benji se lo toma completamente en serio..- Advertí, mirándole con seriedad.

-Espera, ¿tú también crees en eso?.- Preguntó, mirándome completamente sorprendido. Segundos después se giró hacia las bolsas y comenzó a guardar la compra que había hecho.

-No.. Pero sí creo que alguien nos está espiando o algo por el estilo.- Respondí, ayudándole a guardar la compra, cogiendo los huevos y la leche para guardar en la nevera.

-¿Espiando? ¿Quién va a querer hacerlo..? No somos famosos ni nada por el estilo.- Respondió Chris mirándome con una cara bastante extrañada, colocando la fruta en el frutero que solía estar en medio de la barra cuando había fruta. Cerré la nevera y me acerqué a él, poniendo las manos sobre la barra mientras le miraba con total seriedad.

-¿Qué pasa si Zackary ha salido de la cárcel y quiere vengarse?.- Pregunté, soltando un pequeño suspiro mientras agachaba la cabeza y a los pocos segundos la volvía a alzar, mirándole a los ojos.

-¿Vengarse? Si fue él quien te pegó a ti.- Respondió Chris soltando una pequeña carcajada, mirándome mientras sacudía la cabeza.- No te vuelvas paranoico, anda.. Quizás son malas jugadas de vuestras cabezas.. Aunque creo que Benji necesita un psicólogo.- Respondió, cruzándose de brazos, endureciendo su mirada.

-¿Paranoico? ¿Quien te dice a ti que Zackary si no ha salido de la cárcel no ha mandado a algún contacto para que me mate o os haga algo a vosotros..? Christian..- Mi voz se endureció y respiré hondo, acercándome un poco más a él para hablar en voz baja.- He salido al jardín cuando Benji me dijo que había visto a Adam allí y no había nadie, pero sí estaban los matorrales revueltos, como si alguien se hubiera metido en ellos.- Informé, mirándole después con una expresión de sorpresa, echando mi cabeza un poco hacia atrás.- ¿Benji en un psicólogo? Nunca.- Añadí, alzando una de mis cejas mientras asentía levemente con la cabeza.

-Está bien, si tú estás tan convencido por algo será.. Pero averigua antes de creerte todo eso, quizás sean ocupas o algún mapache gilipollas.- Suspiró el rubio, negando después con la cabeza.- Respecto a lo del psicólogo, yo creo que le hace mucha falta.. No ha superado la muerte de Adam, es obvio.- Añadió, dándome una pequeña caricia en el hombro.

-¿Y cómo hago eso?.- Sacudí la cabeza y me di la vuelta, pensando en como averiguar si Zackary había salido de la cárcel o no.

-¿Lo qué? ¿Llevar a Benji a uno?.- Preguntó confundido. Me di la vuelta de nuevo hacia él y solté una pequeña carcajada irónica.

-No. Benji nunca irá a un psicólogo por más que le insistas.. Lucy después del incendio no hablaba nada y los profesores se lo recomendaron y él se negó rotundamente, así que..- Me encogí de hombros y le di una palmada en la espalda. Justo en ese momento una idea apareció en mi cabeza ; le miré entusiasmado y corrí hacia las escaleras, subiéndolas a toda prisa.

-¿Qué pasa? ¿Por qué habláis tanto y tan bajito?.- Preguntó Benji en el piso de abajo. Chris le respondió algo, pero no me enteré muy bien de qué.

Llegué al segundo piso y caminé hasta la habitación de Peter, golpeando mis nudillos en esta antes de entrar por puro respeto. Seguidamente, abrí la puerta y me encontré la habitación vacía, lo cual me hizo pensar que estaría jugando o bien en la mía a la consola o con Lucy. Entré en la habitación y miré a mi alrededor, buscando con mi mirada el que era mi ordenador, del cual Peter se había apoderado al completo. Lo encontré sobre su escritorio, lo cogí y salí de la habitación cerrando la puerta sigilosamente para después volver un poco loco a Peter con mi ordenador, haciéndole creer que lo ha perdido. Bajé al piso de abajo y me encontré a Benji mucho más tranquilo en el sofá y a Chris, guardando las bolsas de la compra. Me senté en una de las mesas de la mesa y lo abrí y encendí.

-¿Qué vas a hacer?.- Preguntó Chris acercándose a mi, sentándose en la silla de al lado.

-Voy a buscar el número de la cárcel, llamaré y preguntaré por el preso Zackary..- Me quedé pensativo intentando recordar su apellido, pero no caía.

-¿No te sabes su apellido?.- Preguntó, riéndose a carcajadas.- Y fuiste su novio, eh..- Añadió por lo bajo, dándome un puñetazo en el hombro.

-¿Tú te lo sabes?.- Contraataqué, alzando una de mis cejas mientras sonreía victoriosamente.- Te recuerdo que tú saliste y durante más tiempo con su hermana.- Le guiñé el ojo, volviendo mi atención al ordenador que ya se había encendido.

-Creo que era.. ¿Marker?.- Respondió el rubio, ladeando la cabeza.

-¿Marker? Eso es una marca de algo.. Me suena.- Me encogí de hombros y solté una pequeña carcajada, entrando en uno de los buscadores de internet. Accedí a google y puse el cursor sobre la barra buscadora, acercando mis dedos a las teclas.- ¿Sabes en que cárcel está?.- Pregunté, girando mi cabeza hacia él.

-Creo que en la penitenciaría de Kingston, no tengo ni idea..- Respondió, poniendo una mueca de que no sabía absolutamente nada. Sacudí la cabeza y comencé a buscar el número de dicha prisión.

-Nada.- Gruñí, después de volverme loco buscando el número de la cárcel sin éxito alguno.- ¿Y si llamas a Mollie? Ella lo sabrá seguro.- Sugerí, mirándole con cara de cordero degollado. Sus ojos se abrieron como platos y negó con la cabeza insistentemente, cosa que hacía que poco a poco mi ceja se alzara más y más. Finalmente, asintió con la cabeza a la vez que rodaba los ojos ; extendí mi mano hacia él y entonces, sacó de su bolsillo su móvil y me lo entregó.

-Sami, ¿qué hacéis?.- Preguntó Benji desde el sofá. Levanté mi mirada por encima del ordenador a él y le sonreí, negando con la cabeza para restarle importancia al asunto.

-Estamos mirando coches de segunda mano.- Respondí, dándole un toque a Chris con la pierna por debajo de la mesa para que me siguiera el rollo.

-¿Para qué?.- Preguntó confuso, levantándose del sofá.

-Por que con el dinero que saque del sueldo voy a comprarme uno..- Respondí tímidamente, sonriéndole.

-¿Y luego el que tenemos..?.- Preguntó, acercándose hasta la mesa, mirándome algo curioso y apenado.

-No lo podemos usar todos a la vez y yo estoy cansado de que Vanessa venga a buscarme.. Compraré uno barato, de mil o dos mil dólares seguro que los hay.- Respondí.

-Bueno.. Como quieras..- Me miró pensativo y después caminó hasta la cocina, cogió un vaso de agua y se lo llevó con el al sofá de nuevo. Chris me miró con una ceja alzada, en señal de que no le gustaba lo que estaba haciendo. A mi tampoco, pero ¿qué iba a pensarse si le digo que voy a ir a visitar al tío que me ha roto los huesos? Sacudí la cabeza y volví mi atención al móvil de mi amigo. Lo desbloqueé y con rapidez, busqué el número de Mollie en su agenda. Una vez lo encontré, punteé la opción de enviar un mensaje y comencé a teclear.

''Hey ;) ¿Tu hermano en qué prisión está? ¿Se puede visitar sin ser un familiar? Samuel tiene unas cosas que hablar con él, ya sabes.. -Chris.''

Sonreí victoriosamente al ver que me había quedado tal cual escribía él y esperé pacientemente a que contestara, cosa que hizo a los pocos segundos.

''Está en Kent, antes estaba en una cualquiera pero por líos lo han trasladado a esa que es más estricta y para gente peligrosa, yo tendría cuidado con tu amiguito eh ;) Sí, el horario de visitas es prácticamente libre, de 9 de la mañana a diez de la noche''

''Perfecto y tranquila, dudo que poco pueda hacer en la cárcel tu hermanito, a no ser que quiera más años encima... ;)''

-Hecho.- Exclamé feliz, entregándole de nuevo su teléfono ya bloqueado.

-¿Qué has hecho?.- Preguntó con curiosidad, desbloqueándolo de nuevo.- Estás loco..- Murmuró un par de minutos después, supongo que después de leer los mensajes.

-No. Simplemente le voy a advertir de que no juegue con fuego.- Le guiñé un ojo a Chris y justo cuando me iba a levantar, recibí una llamada por Skype. Miré con curiosidad la pantalla y observé que era Marie Lefebvre, es decir, la madre de Adam y Timmy.- ¡Benji!.- Grité, provocando un pequeño sobresalto en mi novio, que me miró desde el sofá con curiosidad.- ¡Marie está llamando, ven!.- Sus ojos se inundaron de felicidad y se levantó, corriendo hacia mi. Contesté a la llamada y sonreí.

-¿Hola?.- Saludó Chris, ya que no escuchábamos nada al otro lado.

-¿Timmy?.- Preguntó Benji a continuación del rubio.

-¡Hola!.- Exclamó Timmy al otro lado, sacándonos una sonrisa a los tres.

-¡Pequeñín! ¿Cómo estás? ¿Te acuerdas de mi?.- Pregunté, mientras mirábamos al ordenador como mongolos, ya que no habíamos puesto la cámara ni nada por el estilo.

-¡Claro! ¡Samuel!.- Gritó emocionado, dando un par de palmadas.- ¿Cómo te va en el trabajo?.- Preguntó.

-Bien, bien..- Respondí, agarrando una de las manos de Benji, que estaba completamente feliz.

-Timmy.- Habló Benji, sonriendo.- ¿Dónde está tu madre?.- Preguntó, poniendo un poco más serio su rostro.

-Mamá... Ah.. Mamá bueno, está tumbada en la cama que está malita..- Respondió con un hilo de voz bastante entristecido, borrando la sonrisa de todos los que lo estábamos escuchando.

-¿Pero está bien..? ¿Qué le pasa?.- Preguntó Benji, mirándonos a mi y a Chris bastante preocupado.

-Dice que es tan solo un catarro, que en nada se le pasará. ¿Queréis que vaya a su habitación para que habléis con ella?.- Preguntó Timmy.

-No, no.. Si está enferma déjala.- Respondió Chris.

-Eso, mejor que se mejore.. Dile que tome leche con miel, que siempre es bueno.. Y si está atascada que deje media cebolla en su habitación durante la noche, así sobre un platito en la mesilla de noche para que se desatasque.. Siempre funciona.- Informó Benji, completamente interesante.

-¡Está bien! Se lo diré..- Respondió el pequeñín, soltando una pequeña carcajada.

-Oye, ¿y como es Brasil? ¿Te está gustando vivir allí?.- Pregunté con curiosidad.

-¡Brasil es muy bonito! Aunque hace mucho calor.. Casi siempre tengo que estar en bañador.- Respondió, riéndose a carcajadas, provocando lo mismo en nosotros.- Y bueno, sí me gusta.. Pero os echo mucho en falta.. ¿Y Lucy? ¿Dónde está?.- Preguntó con una voz un tanto especial. ¿Esa voz tan ñoña se me pondría a mi al hablar de Lucy?

-Ahora la mando venir que voy a ducharme para ir.. a un sitio.- Informé, levantándome de la silla entre Benji y Chris.

-¿A dónde vas?.- Preguntó Benji con curiosidad, tomando mi asiento.

-Voy a ir a mirar unos coches de segunda mano que he visto en internet, quizás sean los elegidos..- Respondí con la primera cosa que se me vino a la cabeza, caminando hacia las escaleras.

-Yo te puedo comprar uno nuevo, lo sabes.- Respondió Benji, mirándome con seriedad y a la vez ternura.

Asentí con la cabeza y sonreí mínimamente, subiendo las escaleras. No, no era un mentiroso, en mis planes entraba el comprarme un coche.. Pero no precisamente hoy. Sé que si le cuento que voy a la cárcel a visitar a Zackary se va a poner triste y a estar preocupando todo el rato por mi, así que mejor ahorrarle una angustia y contárselo cuando ya esté de vuelta completamente sano y salvo. Sí, eso era lo mejor. Caminé hasta la habitación de Lucy y abrí la puerta, encontrándomela junto con Peter haciendo un puzzle.

-Chicos, Timmy está al Skype, bajad a hablar con él.- Informé con una gran sonrisa, cogiendo totalmente por sorpresa a la pequeña y su hermano.

-¿En serio? ¡Timmy!.- Gritó ella mientras se levantaba de la silla a toda prisa, corriendo hacia el exterior de la habitación.

-Gracias por avisar, Samuel.- Respondió Peter, acercándose a la puerta.

Le respondí con una pequeña sonrisa y asentí con la cabeza, dándome la vuelta en dirección a mi habitación ; entré en esta y caminé hasta el armario mientras sonreía, escuchando los gritos de felicidad que pegaba Lucy desde el piso de abajo. Lo inspeccioné de arriba abajo y cogí un pantalón ajustado de color negro, un calzoncillo de color blanco y negro, una camiseta negra con dibujos muy al estilo árabe en color blanco y cerré la puerta, acercándome hasta mi cama. Cogí unas botas de color negro y salí de la habitación, caminando hasta el baño. Una vez allí, dejé la ropa sobre la mesita y cerré la puerta con pestillo, me acerqué a la bañera y abrí el grifo del agua caliente, dejando que esta corriera mientras me desvestía. Eché la ropa hacia un lado una vez me la quité y me metí en la bañera, cerrando la mampara para así poder usar la ducha sin inundar el baño. Un buen rato después, tras cerrar el agua, sequé un poco mi cuerpo con mi toalla, envolviéndomela en la cintura para salir y quedarme frente al lavamanos y su espejo, observándome en él. Me sequé un poco más el pelo con la toalla y finalmente, con el secador. Me eché desodorante, me puse la camiseta y los calzoncillos, después el pantalón y para terminar, las botas. Me miré al espejo y sonreí, al ver que iba bastante a mi antiguo estilo de chico malote. No, no iba a hacer una visita amable, iba a hacer una visita seria y amenazante. Abrí la puerta del baño y tras coger el móvil que había dejado en la ropa anterior, salí de este. Bajé las escaleras y caminé hacia la mesa, ya que continuaban hablando con Timmy por Skype y no quería molestarles. Todos me miraron al notar mi presencia de nuevo allí y les dediqué una pequeña sonrisa, acercándome a ellos. Extendí mi mano a Chris y este dejó las llaves del coche sobre ella, dedicándome después una sonrisa llena de preocupación, a la que respondí con una pequeña sonrisa y revolviéndole un poco el pelo. Después me acerqué a Benji y rodeé su cuello con mis brazos, envolviéndoles a él y a la silla en un pequeño abrazo, en el cual mi novio cerró los ojos.

-¿Quieres que te acompañe?.- Susurró en mi oído, apoyando su nuca en uno de mis hombros mientras que yo daba pequeños besos por su pecho y su nuez, ya que le abracé por la espalda.

-No hace falta cariño, no tardaré nada.. ¿vale?.- Respondí con una pequeña sonrisa tras separarme, mirándole a los ojos.

-Está bien..- Susurró, haciendo pucheritos.- Conduce con cuidado y..y..y.. te quiero.- Respondió con una gran sonrisa, sacándome otra a mi. Asentí con la cabeza y le di unos cuantos picos seguidos, alargando el último un poco más de lo normal.

-Yo a ti también.- Susurré sobre sus labios, dándole de nuevo otro pico.- ¡Hasta luego familia y Timmy!.- Exclamé en voz alta, separándome de ellos en dirección a la puerta, recibiendo un adiós por parte de todos ellos.

Jugueteé con las llaves del coche en mis manos hasta que llegué a él, lo abrí y me monté, mirando pensativo hacia el frente mientras arrancaba el coche. Kent estaba en British Columbia, lo que está a una media hora de aquí, así que ¿era rentable ir? Tras encender el coche, miré en la radio la hora y comprobé que sí, ya que tan solo eran las 7.30 PM. Solté un pequeño suspiro y arranqué. ¿Estaba loco o simplemente gilipollas? No sabía en lo que me estaba metiendo, estaba claro que no.

45 minutos después..

Me encontraba frente a la prisión y la verdad es que daba bastante miedo. No sé si es por que ya estaba anocheciendo o por qué coño era, pero estaba cagado. Dejé el coche justo frente a la puerta, lo cual dudaba si era una buena idea ya que la especie de calle en la que estaba estaba completamente desierta. Me bajé del coche tras apagar el motor y lo cerré, caminando algo nervioso hacia el portón principal de la cárcel mientras miraba a mi alrededor. Era todo como en las películas; grandes muros de piedra con alambres de pinchos enredados en el final y una gran torre junto a la puerta, donde había un guardia vigilando. Me acerqué a la puerta, que era de metal y bastante grande, sin ningún agujero ni nada por el estilo. Junto a esta, había un pequeño timbre, así que decidí tocarlo.

-Nombre y apellidos.- Respondió una voz masculina bastante dura al otro lado.

-Samuel Lemarck.- Respondí, intentando parecer lo más firme y serio posible.

-¿A qué viene?.- Preguntó. Vaya maleducado.

-Me gustaría visitar a un prisionero.- Respondí, apoyándome sobre la puerta mientras miraba mi bonito coche, pensando en que podría ser la última vez que lo vería. ¿Qué pasa si alguien sale de la prisión y me lo roba? No digo que alguien se escape, si no que le den la condicional o alguna mierda de esas.

-Dígame su nombre.- Respondió el guardia.

-Zackary... No sé su apellido.- Respondí, encogiéndome de hombros aún sabiendo que no me vería.

-¿Zackary McCain? ¿Es usted familiar?.- Preguntó.

-¡Eso! McCain, Zackary McCain!.- Exclamé, sonriendo.- Bueno, más o menos.

-Muy bien, le abriré el portón, un guardia le acompañará hasta el interior de la cárcel donde tendrá que depositar todos sus objetos punzantes, móviles y demás para así ir a la sala de visitas.- Respondió al otro lado.

Un gran ruido, el típico piiii que hacen las puertas de las cárceles al abrirse me dio un gran susto, provocando que comenzara a reírme al imaginarme lo patético que se hubiera visto desde otro punto de vista. El portón se abrió mínimamente y a los pocos segundos un guardia se asomó por él, haciéndome un gesto para que entrara y así lo hice. Caminé por un gran patio, con pequeñas parcelitas de hierba pero nada más de lo normal. Bueno, también alguna que otra pintaba obscena y medio borrada en las paredes. Entramos por una puerta, llena de barrotes y demás cosas que le hacen a uno imposible la escapatoria de un lugar así ; tras ella, había una pequeña sala con una especie de mostrador, en la que había otro guardia. Al lado había unos barrotes, como los de las cárceles de toda la vida. El mismo guardia que me acompañó hasta allí me entregó una bandeja de plástico de color blanco, en la que deposité las llaves de casa, del coche, el móvil y la cartera. Me hizo un gesto para que me extendiera de brazos y piernas y me cacheó, para comprobar que no llevaba nada escondido. Me hizo sentir realmente incómodo, ya que no me gustaba que otras personas me tocaran si no se llamaban Benjamin Artmann. Una vez cacheado, me dio una señal para que le acompañara y entramos al interior del pequeño mostrador, que era un pequeño habitáculo con estanterías y archivadores por todos lados y que al final tenía una puerta de madera por la que pasamos. Caminé por un estrecho pasillo y finalmente, llegué a otra puerta, la cual parecía más dura y tenía cerradura. El guardia la abrió y me dio paso, adentrándome en una pequeña sala de paredes color blanco y suelo color gris, con una pequeña mesa y un par de sillas, nada más. Ni ventanas, ni televisión.. Nada.

-Ahora vendrá un compañero con Zackary. Tendrá media hora de visita, ni más ni menos. Estaré aquí fuera. - Habló el guardia antes de cerrar la puerta. Asentí con la cabeza y me senté en una de las sillas, mirando hacia el frente, justo a la otra puerta que había por la que seguramente entrara un guardia con mi 'amigo'. No sabía que iba a decir, si quiera cómo iba a reaccionar ante su presencia. Iba a la aventura, a lo loco y no siempre eso estaba bien. Minutos después, la puerta que tenía frente a mi se abrió, dando lugar a un Zackary completamente desmejorado enfundado en un mono naranja, junto a un guardia que le hacía parecer muy menudo. Abrí los ojos como platos al verle, al igual que él al verme a mi. Una sonrisa algo pícara surgió en sus labios y tras el guardia quitarle las esposas, se acercó a la silla de enfrente, sentándose en ella sin quitarme el ojo de encima en ningún momento. El guardia simplemente se retiró hacia atrás y se apoyó en la pared al lado de la puerta, mirando hacia el frente.

-¿Samuel Lemarck aquí? Quién lo iba a decir..- Exclamó nada más mirarme, soltando un par de pequeñas y sarcásticas carcajadas.

-McCain, ya.- Gruñí, mirándole con dureza.- No vengo a perder el tiempo con tus risas irónicas, vengo a dejarte las cosas claras.- Gruñí, inclinándome un poco hacia él.

-¿Ahora sí te pones chulo? Vaya..- Respondió burlonamente, guiñándome un ojo.

-Lo hubiera hecho aquel día si no fuera un poco borracho, y si no tuviera a tus dos secuaces agarrándome los brazos..- Me acomodé en la silla, cruzándome de brazos.

-Ya, ya.. claro.. como no te derrites ante mi presencia..- Susurró, guiñándome seductoramente un ojo.

-Uh, sí.. ¿no ves como me derrito?.- Respondí sarcásticamente, sonriendo de lado. Él me miró sorprendido, echándose mínimamente hacia atrás como si le hubiera impuesto un poco, cosa que hizo que me creciera bastante.- A lo que iba. ¿Quién coño te crees para mandar a alguien que nos espíe? Te aseguro que como nos pase algo..- Gruñí, mirándole directamente a los ojos lleno de rabia.

-¿Qué?.- Preguntó, sonriéndome burlonamente.

-Acabaré contigo.- Susurré, echándome de nuevo hacia atrás en la silla, mirándole a los ojoscon una gran sonrisa.

-¿Ah sí? ¿Tú? ¿De verdad? Hmm.. permíteme dudarlo.- Respondió, riéndose a carcajadas, lo que me hizo ponerme muchísimo más furioso.

-Pruébame y comprobarás lo hijo de puta que puedo llegar a ser..- Respondí, colocándome correctamente sobre la silla.

-Prefiero comprobar lo puta que puedes llegar a ser en la cama..- Susurró con una voz un tanto obscena, guiñándome un ojo. Me levanté cabreado y puse mis manos con fuerza sobre la mesa, mirándole fijamente y enfadado.

-Pobre de ti como a mi novio le pase alto, te juro que las pagarás caras.. Muy caras..- Gruñí, acercando mi cabeza hacia él.

-Eh, eh. Tranquilidad o tendrá que abandonar la sala.- Habló el guardia con serenidad, acercándose a mi. Me cogió del brazo y me echó hacia atrás, sentándome de nuevo en la silla.

-¿Qué te pasa hoy que estás tan malhumorado? Te echo un polvo y se te cambia la cara, fíjate lo que te digo.- Respondió burlonamente.

-Me das asco.- Gruñí, cruzándome de nuevo de brazos mientras le miraba con una ceja alzada.

-Tú a mi me pones. Quiero hacerte gritar..- Mordió su labio inferior, mirándome con la mirada seductora que solía ponerme cuando pasábamos tiempo juntos, a diferencia de que ahora no surgía efecto. Sacudí la cabeza de lado a lado y me levanté de la silla sin dejar de mirarle.

-Ya te he dicho todo lo que te tenía que decir. Tú verás lo que haces..- Respondí, mirándole con cara de asco.- El que avisa no es traidor, y por que no me haya defendido de ti una vez no significa que a la siguiente vaya a hacer lo mismo.- Le guiñé un ojo y caminé hasta la puerta por la que había entrado, girándome hacia él.

-Pero no te vayas, ¿por qué no me la comes..? ¡Anda! Que estoy muy necesitado y no me dejan traer putas.- Gritó entre carcajadas, elevando sus brazos.

-Que te vaya bien McCain, que te vaya bien.- Respondí con una sonrisa malévola dibujada en los labios y abrí la puerta, escuchando como a mi espalda le daba un gran golpe a la mesa.

Solté un suspiro y miré hacia el guardia que estaba al otro lado de la puerta, asintiendo con la cabeza. Este cerró la puerta con llave y me acompañó hasta la puerta de antes, la que daba a la pequeña recepción o lo que fuera aquello, para recuperar mis cosas. Una vez guardé el móvil, las llaves y la cartera en el bolsillo, el mismo guardia me acompañó hasta la salida, dejándome solo en el patio que había cruzado nada más entrar. Miré a mi alrededor y suspiré, sintiendo algo de intimidación por lo solitario y tenebroso que se había vuelto el lugar conforme la noche iba apareciendo. Caminé hasta la puerta y de nuevo, el sonido que rato atrás me asustó, sonó de nuevo. El portón se abrió y yo salí ; saqué las llaves del coche del bolsillo, lo abrí y me monté en el, mirando hacia el frente. Aún no era consciente de lo que acababa de hacer, pero sabía que había hecho bien. Si alguien amenaza mi casa, tengo que defenderla. Nada ni nadie va a dañar a Benji, si eso pasa, será por encima de mi cadáver.

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