Advertencia; Este capítulo contiene escenas con alto contenido sexual y lenguaje explícito.
Un día más de clases, un día más de aburrimiento, ahora todos se burlaban de mi, pero ciertamente aquello me importaba muy poco.
---¿Así que todo este tiempo salí con una pobretona?
Alex caminaba detrás de mí cuando se acercó a hablarme, pero yo lo ignore por completo y seguí de largo mi camino hasta llegar al salón de clases para tomar asiento.
---No puedes tenerlo todo en la vida, es bella pero pobre...
Escuchaba burlas de todo tipo acerca de mi, pero les presté poca atención, miré el asiento vacío de Collins y sonreí, pobrecillo ¿Qué le habrá sucedido?
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Las clases habían finalizado pero no tenía la más mínima intención de ir a casa, así que le envié un mensaje al castaño, solo para saber dónde se encontraba.
S: Hola...¿Dónde estás?
Caminé hasta la parada de autobuses haciendo tiempo hasta que Dorian me respondiera.
D: En la empresa ¿Y tú?
Me encantaba que respondiera rápido.
Tomé un autobús para ir directamente a dónde el se encontraba.
---!!Última parada!!
Desperté asustada, al parecer me había dormido.
!Maldición!
Cómo pude corrí y bajé del autobús para después caminar un par de cuadras, el clima estaba fresco afortunadamente.
---Buen día, el señor Deluxo me esta esperando.
Le dije a la pesada recepcionista esperando que me recordará.
---Esta bien, sube.
Me sorprendió que me dejará pasar sin tanto preámbulo, aquella mujer parecía estar de buen humor, además de que sonreía mientras miraba su móvil.
Recordé donde estaba ubicada la oficina de mi amor y sin tocar la puerta me adentre, al entrar lo primero que pude notar fue su ceño fruncido pero éste se suavizó al verme.
---Hola...pasaba por aquí...y decidí venir a verte.
Argumente mientras caminaba seductoramente hasta sentarme frente a el.
---Debo admitir que tu visita me ha tomado por sorpresa.
Se reclino hacia atrás en su silla, siempre quize sentarme en una de esas, las encontraba bastante divertidas y cómodas.
---¡Qué! ¿No te agrada que haya venido?
Pregunté con desánimo.
Dorian se acercó más a mi.
---Me gusta mucho que estés aquí, es mas, el verte es lo mejor que me ha pasado hoy.
Su mirada cautivadora me incitó a pararme para estar mucho más cerca de él.
---No...aquí no, linda...
El castaño notó mis evidentes intenciones, pero ya era tarde, yo ya estaba desabrochando el botón de su pantalón.
---Detenme...
Lo desafie.
---¡No puedo!
Saqué su miembro erecto de su bóxer.
---¿Entonces?
Pregunté mientras lo acariciaba, su rostro parecía angustiado.
---¡Dios! ¡Es que eres la fantasía de todo hombre hecha realidad!
Me acomode para quedar de rodillas frente a él.
---¿Sigo?
Era divertido verlo, parecía indeciso hasta que asintió con su cabeza, lo cuál me dio pie para seguir con mi cometido.
---Mm..que bien lo haces.
Susurró mientras succionaba su enorme pene con mi boca.
---Me encantas.
Logré artícular para luego volver a lo mio, el que parecía no querer, ahora tomaba mi cabello y movía mi cabeza a su gusto haciendo que lo sintiese mejor en mi boca.
Nos detuvimos cuando alguien tocó la puerta.
---Señor, ¿Puedo pasar?
Era su asistente.
---Quédate ahí abajo linda, solo por unos instantes.
Estaba debajo del escritorio del castaño, así que no sería vista por ninguna persona que entrará.
---Pasa.
Gritó Dorian desde su asiento.
---El señor Collins esta aquí, insistió en que lo dejará pasar, argumenta ser un buen amigo suyo.
En cuánto escuché ese apellido me puse en modo alerta.
---!Hey! ¡Hola Dorian!
Omg...
Narra Dorian
---¡George! ¡Es un placer tenerte acá! pasa por favor.
No podía ponerme de pie porque no tenía los pantalones puestos.
---Gracias.
---Toma asiento y disculpa por no ponerme de pie, tengo mi rodilla izquierda un poco adolorida.
Esperaba que no notará mi nerviosismo.
---¿Y eso?
Miré hacia abajo, Sofía me estaba másturbando.
---Algo sin importancia, mejor cuéntame a que debo tu grata visita.
Esto era una tortura.
---Claro, iré al grano, necesito pedirte un favor.
Sentí que mi frente estaba mojada, así que saqué un pañuelo desechable de la caja que había sobre mi escritorio.
---Sí está en mis manos con gusto.
Afloje mi corbata, me sentía bastante incómodo a decir verdad.
---Es acerca de Ethan, me gustaría que trabajase para ti, quiero que aprenda a ser responsable por primera vez en su vida.
---¡Oh!
Exclamé, al sentir nuevamente la boca de Sofia sobre mi, George me miró extrañado y yo solo sonreí como estúpido.
Aclaré mi garganta.
---Oh...por supuesto.
Logré decir con bastante dificultad.
¡Concéntrate Dorian!
---Muchas gracias Dorian, sabes me gustaría que lo aconsejaras, tu eres el mejor ejemplo a seguir, mi muchacho anda en malos caminos, con decirte que el día de ayer fue arrestado por participar en carreras clandestinas.
Pude observar la angustia reflejada en el pobre George.
---Sí lo pongo a trabajar en alguno de mis negocios se que no tomará enserio las cosas, pero contigo se que será diferente.
¡Genial! Ahora tendría que lidiar con otro puberto-problema.
---Oook, no te preocupes yo me encargaré.
No podía dejar de sonreír, estaba realmente al límite.
---Muchas gracias, sabía que podía contar contigo muchacho.
Si, si, pero ya vete por lo que más quieras.
---De nada, cuentas conmigo para lo que sea, ahora si me disculpas necesito revisar unos papeles muy importantes.
Sudaba frío para aquél entonces, solo quería que George se fuera.
---Si por supuesto, disculpame a mi por interrumpirte, te dejo trabajar tranquilo.
Ya no aguantaba más.
Narra Sofía
Tenía el miembro de Dorian en mi boca cuándo el papá de Ethan se marchó.
---Sal de ahí...
Lo ignore y seguí.
---Ven acá...
Demandó el castaño tomandome de una de mis manos y halandome hacia arriba haciendome levantar.
---Ahh...
Me quejé ante el apretón de su mano.
Lo vi acomodar su pantalón y yo me dirigí hacia donde se encontraba mi mochila.
---¿A donde crees que vas?
Vi que el castaño puso seguro a la puerta de la oficina.
Sonreí de oreja a oreja.
---Pensé que querías que me fuera porque...
No terminé de hablar porque me levantó del suelo, yo por mi parte, enrolle mis piernas en su cintura por autoreflejo.
---Te voy a partir Sofía.
Su voz sonaba más ronca que nunca, su piel hervía y yo estaba estilando.
Me apoyo en su escritorio luego que de un manotazo mandará todo al suelo, sin duda el estaba fuera de sí.
---Mmm...
Gemi levemente cuándo lo sentí mordisquear mi cuello mientras se acomodaba entre mis piernas.
---Dorian...
Sacó rápidamente mis bragas para despues desabrochar sus pantalones otra vez, ahora besaba mis labios y su lengua danzaba junto con la mía al compás de nuestras respiraciones.
---¿Me quieres adentro de ti?
Se quitó la camisa me agarró del cabello y sostuvo mi rostro entre sus manos, haciendo que lo mirará fijamente a los ojos, la pupila de éstos estaba completamente dilatada, era fácil perderse en esa mirada cargada de deseo.
---Si...
Nunca me había sentido así antes, me sentía dueña de mi cuerpo y al mismo tiempo sentía que le pertenecía.
---Si ¿Que...?
Cuestionó impaciente.
---¡Sí quiero que me folles!
Con su mano acarició mis labios vaginales y por unos instantes cerré los ojos.
---Mírame Sofía, quiero que me veas cogerte.
Dicho ésto lo sentí adentrarse en mi, mis piernas apretaban su cuerpo, se aferraban a él tan compactamente que sentía que eramos uno solo. Nos mirábamos fijamente el uno al otro, sus movimientos eran violentos y certeros.
---¿Te gusta?
Preguntó mientras mordía su labio inferior, yo no podía ni hablar.
---Ujumm...
Soltó mi rostro y levantó mi blusa casi hasta mi cuello, también levantó mi corpiño e hizo que me recostara en el escritorio, pegué un pequeño grito, ya que éste estaba un poco frío.
---¿Estas bien?
Estaba más que bien.
---Si.
No sabía que decirle porque me miraba detenidamente, mi pecho subía y bajaba ya que mi respiración estaba acelerada, además de que mis senos estaban descubiertos.
---Eres preciosa...
Me besó nuevamente pero empezó a descender hasta mis senos, chupo mi pezon derecho y luego hizo lo mismo con el izquierdo.
Gemi cuando colocó mis piernas en sus hombros e insertó nuevamente su miembro erecto en mi.
---Ah...
Entraba y salía, su mirada seguía fija en la mía, su pecho se veía amplio y los músculos de su abdomen se contarían con cada embestida, el placer recorría cada célula de mi cuerpo. Una ligera capa de sudor aparecía en su rostro cuando me sentí llegar.
---Voy a...
Empezó a moverse muy rápido y con ello sentía que moría, que me rompía en mil pedazos.
---Yo igual...
Lo vi salir de mi y tocarse.
---Termina en mi rostro Dorian.
Era excitante verlo tocarse, era tan sexy.
---¿Segura?
Asinti con la cabeza y no pasó mucho tiempo cuando su líquido caliente y espeso cayó en mi, lo escuché gemir.
---Ohh..Sof...
Luego de lavar mi rostro me vestí rápidamente.
---¿Lista?
Dorian también ya se encontraba vestido.
---Si, ya podemos irnos.
Me acercó a él y me abrazó, su delicioso perfume hacia que quisiera volver a estar con el íntimamente.
---Bien, seremos cautelosos al salir ¿De acuerdo?
---Esta bien.
Algún día todo el mundo sabría de lo nuestro.
Bajamos por el ascensor con sigilo, nos subimos al carro y para asombro mio, él entrelazo nuestras manos.
---¿Tienes hambre?
Me preguntó con tono serio.
---Un poco...¿Y tu?
Me miró un par de segundos para luego mirar al frente ya que estaba manejando, una sonrisa chueca de dibujó en su rostro.
---Si, pero no de comida...
Volvió a mirarme pero con lasciva.
---¡Eres insaciable!
Exclamé incrédula.
---Esto recién empieza...
A quién quería engañar, yo también quería más...
Saludos y besos
xoxoxo
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