¿El Príncipe o la Bestia?

By RO_Tinieblas

10.9K 805 5

Sólo era una joven chica de barrio que aspiraba a algo mejor. Devastada por no encontrar mi lugar en el mundo... More

Info
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
Capítulo 92
Capítulo 93
Capítulo 94
Capítulo 95
Capítulo 96
Capítulo 97
Capítulo 98
Capítulo 99
Capítulo 100
Capítulo 101
Capítulo 102
Final

Capítulo 66

72 5 0
By RO_Tinieblas

Me desperté a las cuatro de la mañana. La cabeza me daba vueltas. Quería vomitar por toda la habitación. Me alegré de que hubiera dejado su pequeña lamparita a poca luz. Caminé hasta el cuarto de baño. Me senté en la baza y esperé a que se me pasase un poco el mareo. El tiempo transcurría. No me importaba. Estaba más preocupada por sobrevivir que por lo que pudiera perder en mi lucha por la vida.

Onai apareció por la puerta, semidesnudo. Lo miré con la cabeza balanceándoseme. Me miró sonriendo.

—¿Qué pacha? —le pregunté.

—Estás muy sexy borracha. Te metía una follada que... —casi se cae allí mismo. Me levanté y volví a la cama, dejándole que se debatiera entre la vida y la muerte él solito. A la media hora reaccionó y fue al baño a lo que iba, a vomitar. Tras otra media hora volvió al suelo. Yo había puesto la televisión. No recuerdo qué echaban, sólo estar mirando como una estúpida sin analizarlo con los vómitos y arcadas de Onai de fondo, hasta que llegó y roncó. Sus ronquidos fueron como una melodía para mí. Una suave y dulce nana. Que de suave y dulce no tenía nada, he de decir, pero a mí me hipnotizó. Y fue cuando se retorció entre sueños y abrió los ojos: —No puedo dormir. —aseguró.

—Hasta hace dos segundos podías.

Se levantó y caminó como pudo hasta el cajón de debajo de la televisión, de donde sacó unas láminas.

—Uy, a qué me suena eso... —dije yo. Él se puso una en la boca y tragó. Después alargó otra hacia mí. ¿Meterse LSD así? —¿Se puede mezclar con alcohol?

—No es recomendable. Pero de perdidos al río, mi paya.

—From lost to the riverrrr. —dije yo tragando la lámina, notando al poco los efectos. Los colores tenían vida propia. El mundo a mi alrededor giraba y se retorcía, adquiriendo formas siniestras pero bellas. Las horas pasaban y retrocedían. Se alargaban y se retraían. Y fue cuando quise salir a la calle. Me abrigué lo mejor que pude, lo cual fue poco y fatal, y salí a la nieve. Granizo mezclado con nieve. Me tiré sobre lo que había en el suelo. Restos de un muñeco destrozado. Y me restregué por ella, con Onai detrás de mí mirándome sonriendo. Se lanzó también hacia la nieve e intentó sentir lo que yo sentía. Pero lo que él sentía lo sentía a través de mí. Lo pude ver en sus ojos. Besé sus labios en mi mente y quise hacerlo de forma física. Pero no podía. Me apeteció desnudarme y seguir rebozándome entre la nieve. En su lugar volví a subir a casa, la cual tenía la puerta abierta. Yo riéndome como una estúpida cada vez que subía un peldaño. Caí otra vez sobre la cama y me dejé llevar por mi imaginación y por mi mundo interior. Estaba viviendo en otros mundos, en otras realidades sin moverme siquiera de la cama. Mundos lleno de monstruos y ángeles. Mundos llenos de lava y de hielo. Mundos llenos de mi felicidad y mis penas. Mundos que, mezclados, equivalían a éste.

Hostias, pero pasadas cinco horas volvió el mareo de una resaca asquerosa. Y encima ya estaba amaneciendo. Mas el cielo estaba tan negro que uno podría creer que era de noche. No supe si había estado durmiendo y soñando o alucinando despierta. Malas mezclas. Alcohol y drogas. Faltó el sexo. Y un poco de rock 'n' roll.

Onai se levantó y esnifó algo. No lo vi, sólo lo escuché. Suspiró fuerte y dijo:

—Como nuevo.

—¿No decías que esa droga era mala? ¿Qué fue de aquel chico?

—Lo era hasta que me di cuenta de que quitaba la resaca. Nah, a ver, es mala, pero a día de hoy es sólo la tercera vez que me meto. ¿Quieres un poco? Te deja nueva.

—No, no, déjate de mierdas. Si acaso un Ibuprofeno.

—Eso te jode el cuerpo.

—¿Y la coca no?

—Nah.

Me preocupó. No quería que se volviera un drogodependiente. Vamos, un yonkazo de toda la vida. Le di un collejón que lo tuvo que oír todo el barrio. Me miró enfadado, cuando le dije:

—Si alguna vez te importé dejarás esa mierda. Las psicodélicas pasen, pero no ésas.

—¿De qué me sirve preocuparme por ti si tú pasas de mí?

—Si pasase de ti no te habría dado la colleja.

Se quedó gruñendo, mirándome con la cara contraída, hasta que agachó la mirada.

—Si de verdad te importase un mínimo habrías preguntado cómo estoy, habrías quedado conmigo antes y no por sólo interés, habr...

—¿Por qué crees que no he quedado contigo antes? No seas ingenuo. Para mí suponías una tentación que era mejor evitar.

—¿Y por qué evitarme a mí y no a Eric?

—Me ha pedido que me case con él. Soy su prometida. He pensado que desde que se ha puesto serio lo mejor es ser la chica fiel y decente que debo ser.

—Eso no es respuesta. ¿Por qué lo elegiste a él, y no a mí? ¿Es porque no te daría la vida que él te da? ¿Es porque es mejor que yo en la cama? ¿O por qué? ¿Te hace más feliz que yo?

—Te lo dije, lo nuestro era una aventura. Y sí, me hiciste sentir cosas inexplicables. Pero soy débil. Y lo sabes. No puedo tener un sentimiento definido. Me da miedo enamorarme. Y si he aceptado casarme es porque al principio me hizo ilusión, pero no estoy muy convencida. Para nada convencida. —pum. Sentí cómo su corazón se rompía en ese mismo momento.

—¿T-te... Te vas a casar por no atreverte a hablar con él? ¿Vas a tirar media vida a la borda por eso?

—No... Yo...

—Tú y yo tenemos complicidad, sinceridad. Me cuentas las cosas, aunque me duelan. Con él no tienes eso

—Con él tengo una chispa que no sentía desde hace mucho tiempo. La que sentí contigo sí que la había vivido ya.

—No entiendo.

—Pues que ya sé qué esperarme de ti. Que un día no vuelvas a casa, por ejemplo, porque te ha detenido la poli o te han pegado un tiro. Una vida de barrio trapajera y aburrida, encerrada en casa fregando platos o currando en una mierda de trabajo. No soporto esa idea. Entiéndelo. Puedes coger el coche ahora y conducir hacia donde queramos, sí, pero a la larga ésa sería la vida que me esperaría. Y tú lo sabes, y te frustra no poder darme algo más. Puede que me volvieras loca y nos lo pasásemos de puta madre juntos, pero contigo no hay ilusiones, no hay sueños. Yo... Lo-lo siento...

—No tienes nada que hacer conmigo, ¿verdad? Tienes razón. Tienes razón en todo lo que dices. Al final sólo te daré disgustos y una vida aburrida y monótona.

—No es por el dinero, y lo sabes. Es por lo que yo pueda conseguir a tu lado o no.

—¿Y qué te impediría estar conmigo? Con las drogas me saco un pastón. Si me quedo aquí es porque es más fácil pasar y además estoy cerca de ti, pero ya podría estar pagando la entrada a un chalet. O medio chalet. O el chalet entero, vaya por Dios.

—Yo quiero evolucionar, moverme por el mundo, viajar, no quedarme en un solo lugar.

—Lo haremos juntos.

—No quiero que tú vivas atado a mí, tampoco. Es sólo que... no lo veo.

—Tu puto problema es que piensas en el futuro y en esto y lo otro. Lo que tienes que hacer es vivir el momento y seguir a tu corazón.

—Mi corazón ahora mismo me pide alejarme y estar en mi casa tranquila.

—Entonces... hazlo.

Y lo hice. Me fui de allí, dejándolo atrás, arrepintiéndome en el mismo momento en el que puse un pie fuera de casa. Lo había pasado genial con él. Siempre que estaba a su lado olvidaba todo el mundo alrededor. Y tenía razón, yo era una pesada que pensaba demasiado las cosas. Pero ya era tarde.

Bueno, no lo era, pero yo quise pensar así...    

Continue Reading

You'll Also Like

460K 7.3K 7
-No pienso casarme con él y es mi última palabra. -Deberías saber, hermanita, que no estás en posición de exigir nada. Aquel príncipe que supo visita...
186K 38K 68
-bien, no digas más, es obvio lo que sucede, haz viajado en el tiempo -Naruto abrió sus azules bastante -sí sigues hablando alterarás la historia, ve...
298K 13.5K 32
Salir del pais a festejar tu graduación junto a tu mejor amiga no es malo ¿verdad?. Como no lo es al contrario es divertido yo Carolina Jaume sali de...
6.9K 637 21
Henry Crawford un joven viudo, atormentado por su pasado, lucha por encontrar el perdón con la ayuda de Sophia Harris. Y vuelve a amar. Venid a mi to...