|Audiovisual: Kim SeokJin; Epiphany|
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Los primeros rayos de Sol se comenzaron a colar entre las cortinas que cubrían la ventana que daba directamente a la cama en la que nuestra protagonista descansaba plácidamente sin interrupción, o eso hasta que los rayos solares atinaron a sus ojos.
—Hmm. —balbuceo la chica aún somnolienta, por ello alzó la mirada al muro de su habitación en donde tenía un reloj, para así poder mirar la hora, por lo cual se dio cuenta que eran las 7:00 , una buena hora considerando que no tendría misión alguna, por ande esta bostezo perezosa para sentarse a la orilla de la cama quitándose las sabanas de encima. —Mmm. —balbuceo de nuevo.
Dispuesta a bañarse se levanto de su cómoda y avanzó hasta su baño, ya que este afortunadamente se encontraba dentro de su habitación, o bueno, al menos eso mientras aún vivía con alguien. Una vez dentro esta se acercó a un mueble que estaba en la entrada, el cual abrió y de el saco una toalla blanca y seca que luego colocó cerca de la tina para así cuando saliera de esta se en volviera en ella, una vez hecha la acción se dispuso a quitarse la pijama que constaba únicamente de un short blanco y una blusa de tirantes, por ande le fue sencillo quitarse la blusa primero pasandola por su torso y sacandola sobre su cabeza, luego metió ambos pulgares a las orillas de sus shorts jalando los junto a sus bragas abajo pasando por sus cortas piernas, pues hay que recordar que la genin apenas tiene 13 años, una vez abajo esta quedó desnuda, ya que el sujetador no lo solía usar por las noches, se acercó nuevamente a la tina abriendo la llave para que esta se llenará, su siguiente acción fue algo muy común, solo se acercó al inodoro y se sentó a hacer sus necesidades fisiológicas como cualquier otro humano lo haría por la mañana, y así en la espera de que se llenará la bañera. Una vez listo esta simplemente se limpio, levanto y sumergió su cuerpo en las tibias aguas, tomando así su anhelado baño.
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La puerta fue abierta mostrando a la pelirrosa envuelta en una suave toalla que cubría desde sus pechos hasta medio muslo. Esta se encaminó al mueble que esta frente a su cama, el cual resguardaba la ropa de la niña, primero abrió un cajón en el cual estaba su ropa interior, de este saco un lindo conjunto blanco el cual colocó en la cama, luego se agachó y abrió otro cajón de donde saco su característico vestido rosa del clan Haruno, al lado de este cajón se encontraba otro del que pudo sacar su short negro, los depósito en la cama al igual que su ropa íntima, para así luego poder levantarse y cerrar los cajones que ya había abierto, una vez hecho camino a su cama donde se deshizo de la toalla quedando desnuda, tomó sus bragas con unos lindos estampados de unicornios pasando ambos pies por donde correspondía para subirlas por sus pequeñas piernas y cubrir su zona íntima, luego tomó su sujetador que era blanco sin tirantes pasándolo por su cabeza hasta sus pechos lo cuales cubrió, son demasiado pequeños, pensó la niña al cubrir sus senos, jalo los shorts de la cama y los paso por sus piernas de igual forma que sus braguitas, solo que esta vez se levantó para acomodar su short en su cintura para finalmente tomar su vestido y pasarlo primero por su cabeza y brazos, por último su torso dejándola cubierta.
Camino fuera de su habitación hasta la cocina ya que era hora de ingerir los sagrados alimentos, además claro de que su estómago se encontraba rugiendo como león, bajo las escaleras saltando ya que en realidad estaba de muy buen humor pues Shisui le había dicho que pasarían toda la tarde juntos en compensación de que saldría de misión por mucho tiempo y la dejaría sola, una vez que logró estar en la sala el timbre fue llamado por lo que se tuvo que desviar a la entrada de su morada y obligada a recibir a la persona que la visitaba tan temprano.
—¿Sakura Haruno? —pregunto él hombre que se encontraba fuera una vez que la oji-jade abrió, este era nada más ni menos que uno de los cazadores Ambu.
—Sí... —contesto con un tono amable invitándole a que siguiera.
—Hokage-sama desea verla en su oficina. —dijo este para luego desaparecer en una nube de humo. Bueno, el desayuno quedará para luego.
Se sentó y tomó sus sandalias para luego pasar por sus pies en cada una y subir el cierre de las sandalias, una vez que estuvo listo se levantó tomó las llaves y salió corriendo al llamado del goidame.
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Los pasos de la Haruno en el pasillo que daba a la Oficina del Hokage se hicieron de escuchar por lo rápido que iba, pues esta no deseaba hacer esperar al padre de su compañero.
—¿Puedo pasar? —pregunto esta una vez que se para frente a la puerta para tocar la fina madera.
—Adelante. —dijo una dulce y sensata voz detrás de la puerta, por lo que obedeció.
—¿Me llamo? —dijo esta al momento de pisar la habitación que resguardaba al Hokage, y a su equipo, Supongo que tendremos una misión, pensó la ojijade.
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—Sakura-san —suspiro antes de seguir —Su desempeño no ha sido el ideal, por ello le pido que lo siguiente que le diga lo usé como método de superación, y no a mal. —la mirada del rubio era indescriptible, lo cual no le era una buena señal —Sakura Haruno, gracias a su tan baja habilidad se ha decidido que será excluida del equipo 7, además de haber sido también pedido de su equipo.
Al escuchar esto la pelirrosa volteo a ver a su equipo esperando que le dijeran que no era cierto, que esto solo era una broma de mal gusta a la cual el Hokage como padre de uno de sus compañeros accedió ser participe. Más sin embargo, solo recibió como respuesta el que su sensei desviara la mirada, y que sus amados compañeros la mirarán con burla.
—¿Eso es todo? —dijo con tristeza y odio en su voz.
—Sí, pueden retirarse. —dijo el rubio mayor, por lo cual el albino desapareciera y los menores salieran a pie, primero el par de muchachos, y antes de que la chica saliera por completo la voz del rubio la detuvo. —Sakura-san no se sienta mal, como le dije usé lo como método de superación, yo se que usted puede llegar a ser mejor.
—Gracias hokage-sama. —respondió la joven terminando de salir del lugar.
Camino por el pasillo que la guiaría a la salida, pero le sorprendió que ambos chicos ex-compañeros suyos estuvieran ahí como si la esperarán, idea que desecho al instante ¿Por que la esperarían? Ellos la había echado, camino entre ellos dejándolos atras, sorprendiendo le que comenzaran a caminar murmurando cosas y riéndose, lo cual no le daba buena espina así que comenzó a correr hasta que logró salir, y afortunadamente afuera estaban Shisui e Itachi hablando.
—Oe, enana, buenos días. —le dijo shisui a sakura, una vez que noto su presencia.
—Buenos días, shisui nii-san. —hablo la pelirrosa con tristeza en su voz.
—Enana ¿Te sucede algo? —pregunto el Uchiha mayor refiriéndose a Sakura.
—No, nada, ¿Por qué lo dices Shisui nii-san? —le contesto ocultando su dolor.
—Te noto rara. —suspiro —Supongo que soy yo.
—Sí, eres tú. —exclamó para disimular.
—Mira mejor que te parece si nos acompañas a desayunar a Itachi y a mi.
—Oh, no gracias. —le dedico una sonrisa.
—Anda Sakura ven con nosotros. —dijo Itachi por primera vez en la conversión.
—No, no, no, gracias pero ya desayune —le mintió.
—Bueno, en ese caso supongo que no podremos hacer nada más. -le dijo desanimado —Nos vemos más al roto entonces.
—¡Claro! —dijo para mirar como ambos hombres emprendía camino.
Ella hizo lo mismo camino por las calles de la aldea con rumbo a su casa, estaba mal, era algo notorio, pues su rostro lo demostraba a grandes rasgos, sus amigos la habían dejado, la habían abandonado, como no habría de sentirse mal, como poder evitar el nudo en su garganta, si al fin y al cabo era su culpa, Sí tan solo fuera más fuerte, se dijo mentalmente mientras que unas cuantas gotas traviesas se deslizaban por sus mejillas, Vaya que soy patetica, pensó pues la acababan de echar y lo que hacia era llorar, vaya que tienen mucha razón al haberla sacado. La gente a sus alrededores la miraban extrañados, se preguntaban por que lloraba, aun así ninguno se atrevía a preguntar y la dejaban pasar.
Alzó sus manos y limpio sus mejillas de forma brusca, Ya no más, estaba cansada de ser así, ya no estaba dispuesta a continuar así, Ya no más, ella se superaría, lo haría, haría lo que el Hokage le dijo, se iba a superar, Ya no lloraré.
Comenzó a caminar firme, segura, con la frente en alto, ya no se dejaría de nadie.
—S..sakura-sa...san. —hablo una tímida ojiperla que se colocó frente a ella.
—Hina-chan sucede algo? —dijo la ojijade con un tono alegre y amable.
—N..no so..solo qu..quería ver si podíamos salir. —dijo tímida.
—¡Claro que sí! —respondió la pelirrosa alegremente.
—¿E..estas o..ocupada?
—Mm no.
—E..en e..ese c..caso q..que te p..parece s..si c..caminamos. —dijo con una sonrisa.
—Mm claro. —respondió para luego comenzar a caminar al lado de la Hyuga.
Caminaron entre pláticas sin sentido y uno que otro chiste que las hizo soltar una pequeña risa en ocasiones, era algo tan común, era algo normal, que podría salir mal, solo eran un par de amigas ¿No?.
Sin darse cuenta sus pies las llevaron a un campo de entrenamiento, o eso es lo que la pelirrosa cree, pues que sería capaz de hacer la tímida niña Hyuga, son amigas, ella nunca le haría daño, es más la debería de proteger como lo haría sin protestar la oji-jade.
—Jajajajajaja. —reían ambas sin parar.
—¿Qué te parece tan gracioso? —habló una voz femenina que salió de entre los arbustos para darle una parada que logra derribarla.
—¿Ino? —hablo estando en el piso, pero sin que le pudiera contestar salio una ojichocolate seguido de un castaño, la cual le dio una fuerte patada en el estomago que la hizo perder todo el oxígeno evitando así que se levantara, sin embargo esta no fue la única pues el castaño le dio otra en la espalda, aun así esto no fue lo único pues naruto y sasuke no se quedaron atrás ellos también le golpearon, pero estos se agacharon concentrándose en el rostro.
—¿P..pero q..que se s..supone q..que h..hacen? —exclamó la pelirrosa con un hilo de voz.
—Sí que eres estúpida. —habló la azabache sin tartamudear. —Te damos tu merecido. —puso su pie sobre la pálida garganta de la oji-jade.
—S..se su..supone q..que e..eramos am..amigos. —dijo la pelirrosa mientras recibía una patada en el estomago.
—Jajaja, creíste que seriamos amigos de una inútil como tu. —dijo Ino mientras ella y Hinata le cortaban el cabello.
—Que patética. —dijo el Inozuka, mientras todos reían a carcajadas.
—Po..porque l..lo h..hacen? —pregunto la pelirrosa mientras Naruto le golpeaba el rostro.
—Hmp, solo para desaparecer a una molestia como tu. —hablo el Uchiha, pero al decir esto Naruto le dio una patada en la cabeza provocando que empezará a sangrar, y dejándola inconsciente, o eso creían.
—Ya vámonos. —dijo el Hyuga, a lo cual todos asintieron, y se fueron.
Afortunadamente se encontraba una castaña escondida mirando aquel acto de cobardía, aquella chica se acercó a la oji-jade herida mirándola con dolor, ¿Cómo era posible que fueran tan cobardes para hacerle esto? La castaña la cargo como pudo, pues esta era más pequeña y la llevó al hospital para que pudiese ser atendida.
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La castaña entró como pudo al lugar arrastrando a la pelirrosa, ya que esta era menor ante la Haruno.
—¿Pero qué sucedió? —pregunto una enfermera que se acerco en cuanto las vio entrar.
—La golpearon en grupo, esta muy herida ayude la por favor. —dijo esta con rencor e impotencia en se voz.
—Pobre, como se atreven. —dijo la enfermera, para luego cargarla —La llevare a urgencias para atenderla.
—Claro.
—Por cierto eres familiar, o algo así?
—Soy, su amiga.
—¿Cuál es tu nombre?
—Hanabi Hyuga.
—Bueno Hanabi-san, espera y te informaremos —dijo esta para ante de irse dijo. —Por cierto como se llama la niña.
—Sakura Haruno.
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Las horas comenzaron a pasar de forma lenta y torturosa para la niña, comenzaba desesperarse nadie le decía nada, nadie sabia nada, más sin embargo no dejó de perder las esperanza.
—H..hanabi-san.
—¿Qué sucede? —pregunto preocupada mirando a la enfermera que la veía con pena.
—La pequeña Sakura esta muerta. —dijo esta con lastima.