---A mi...me gustaría darte un libro.
Sonrió.
Si vieran mi cara en este momento, les hubiera dado pena.
---¿Por qué esa cara?
Preguntó confundido.
---Es que yo pensé que...sabes que, mejor olvidalo.
Dije molesta.
Sólo le gustaba jugar con mis sentimientos, estúpido.
---¿Sabes que un libro es mil veces mejor que un helado?
---Bueno será mejor que vayamos a casa, debo hacer la tarea.
El castaño me miró con extrañeza para luego tocar mi frente.
---¿Te sientes bien?
Quité su mano de mi cara con rudeza, Deluxo estalló en risas.
---Idiota.
Le grité.
Quería enojarme, juro que así era pero no podía, escucharlo reír me encantaba.
---Seguro has de tener un montón de nerds a tu disposición para hacer tus tareas.
Sonrió burlón.
---No, no es así.
Respondí seca.
Últimamente hacia yo misma mis tareas, algo que ni yo mismo me lo creía.
---Seguro eres de las populares..
Afirmó obvio.
---En realidad solo tengo una amiga en el instituto.
Todos querían ser amigos míos pero no soy de las que confían demasiado en las personas, además odiaba a los lambiscones.
---¿Y eso?
Me miró serio.
---En realidad soy de las putas.
Sonreí.
Su boca se entreabrio y de hecho por mirarme tanto, casi choca a otro carro.
---¿Es enserio?
Su mandíbula se veía apretada.
---Sí, muy enserio.
Levanté mis hombros ligeramente.
---No me gusta que te expreses de esa forma de ti misma, tu vales más que eso, por lo tanto no deberías sentirte orgullosa decir aquellas cosas..
¿Whats?
---!Lo que la gente piense de mi no me importa, yo se lo que soy y lo que valgo así que deja de sermonearme!
Escupi furiosa e indignada.
¿Qué se creía éste?
Jum.
---Relájate...no es para que te pongas así.
Afortunadamente ya habíamos llegado a casa, no le di la oportunidad de que me dijera algo más porque bajé del auto apenas lo estaciono.
---¿Hola hija como les fue?
Mi mamá se encontraba en la entrada.
---Bien, pero ya sabes las despedidas, no son de mi agrado.
Me gustaba ser yo la que se iba, a soportar que alguien se marchará, bueno en este caso había sido Andrés.
---Sí lo se mi pequeña.
Mi madre besaba mi mejilla, era tan adorable.
---Iré a bañarme para después hacer la tarea.
La abracé y me despedí.
Esa tarde hice todo menos la tarea y en la noche luego de comer un sándwich me quedé dormida.
*******Una semana después**********
Otra semana más de clases, odiaba los lunes.
Cerré mi casillero luego de sacar un par de libros, la palabra zorra estaba escrita en la puerta, sonreí.
---Hasta que al fin te vuelvo a encontrar, tenemos algo pendiente tu y yo..
Era Alex azotando mi casillero.
---¿Qué los golpes que te dieron no fueron suficientes?
Buu....
No tarde en darme cuenta que algunos de alumnos nos estaban observado, y que varios de ellos lo habían abucheado tras mi comentario.
---Has sido una niña muy...pero muy mala, te mereces un castigo.
Se acercó peligrosamente a mi y tomó uno de los mechones de mi cabello para percibirlo, traté de alejarme de él sin éxito.
---Pues no te tengo miedo.
Ni bien terminé de hablar, sentí su fría mano sobre mi cuello.
Un silencio absoluto invadió el pasillo, los presentes habían enmudecido, de hecho creo que todos le temían más que yo.
---Deberías...
Apretó su agarré en mi cuello, escuché unas risas a la distancia y pude notar que se trataba de Gina.
---Qué nadie se meta en esto.
Amenazó a todo el mundo la muy puta.
El aire me empezaba a faltar mientras trataba de liberarme, la sonrisa psicópata de Alex definitivamente no era lo último que quería ver en mi vida así que cerré los ojos.
---¡Suéltala o te mato!
Abrí los ojos al escuchar esa voz.
---¡No la defiendas..te contagió de hérpes!
Afirmó la maldita de Gina.
---¿Tu matarme a mi? Ja, no me hagas reír.
Alex me soltó al fin y miró fijamente a Collins.
Y si, mi defensor era Ethan Collins, el cuál pensé que seguía en el hospital.
---Luego no digas que no te lo advertí...
A la velocidad del rayo Collins se acercó y le propinó un puñetazo a Alex, haciéndolo volar un par de metros atrás.
¡Pelea! ¡Pelea! ¡Pelea!
!Que alguien los detenga!
Me quedé estupefacta viendo como Ethan golpeaba a Alex, este tipo si que no daba una, primero fue Dorian y ahora Collins.
---¡Voy a acabar contigo!
Al escuchar a Collins decir eso reaccioné y lo tomé por el brazo.
---Ya dejalo.
Su respiración era agitada y luego de lanzarle un par de miradas asesinas a Alex me miró a mi, aproveché para alejarlo.
Era una suerte que no hubiese llegado el director ni ningún otro docente porque de lo contrario, él estaría en problemas.
Lo tenía agarrado de la mano y lo llevé hasta el patio principal.
---¡Me hubieses dejado acabar con ese idiota!
Observé mi mano tomada de la suya y de inmediato la solté.
---Eso no está permitido, pero gracias por ayudarme ahí adentro.
¿Por qué me había ayudado?
¿Acaso no era mi enemigo?
---No hay de que...sabes, quería disculparme contigo por haberte tratado como te traté cuando nos conocimos.
Pasó su mano por su cabeza pareciendo realmente arrepentido.
---Sí, eso ya quedó atrás.
Asevere.
---Y gracias por haberte quedado conmigo hasta el final y no haber escapado aquél día de mi accidente.
---Ah..si, si claro...¿Cómo crees que iba a irme dejándote así?
Me relami los labios, bueno la cosa no había sido así exactamente pero...
---Lo sé, y bueno que tal si mejor empezamos de nuevo...¿Amigos?
Extendió su mano cerca de mi y me miró amigable.
Dudé un par de segundos hasta que estreche su mano.
---Amigos...
Respondí sonriendole.
Necesitaba protección y más aún con el loco de Alex.
---¿Vamos a clases?
Cuestionó.
---Sí, antes de que no nos dejen entrar.
Caminamos en dirección al aula.
---¿Y dime, cómo es que aprendiste a pelear así?
---Esa es una larga historia...
Saludos
En galería Ethan Collins
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Feliz porque El gobernador vampiro pronto tendrá 16 K, soy nueva en esto, espero este libro sea de su agrado.
Xoxoxox