Para todos aquellos que lo estuvieron esperando con ansias, les traigo la continuación del especial cuando llegamos a las 8000 leídas, la historia de Lucas y Felix.
Y para los que los amaron, les traigo un final FELIX...
...
El calor recorría su cuerpo.
¿Donde estaba?
Todo le dolía, su garganta estaba en llamas con tan solo respirar.
No podía moverse, no podía ver. Imágenes y pensamientos aleatorios se revolvían en su mente.
¿Quien era?
En eso todo el revuelo en su mente se calmo dejando una única imagen.
No, era un recuerdo.
Una carcajada estruendosa se escuchaba mientras unas manos con machas de pinturas le acariciaban el cabello, olía a coco.
Una mujer con una alborotada melena de rizos y grandes ojos azules se enfoco en la imagen, ella le sonreía.
Mamá.
De repente la imagen cambió, ya no era su madre la que aparecía. Ante él se mostraba otra imagen totalmente diferente, un chico ahora era el que le sonreía.
Lucas.
Lucas mirándolo, Lucas sentado a su lado en un coche, Lucas riendo, Lucas a través de una ventana, Lucas mirándolo molesto...
Un dolor agudo en la cabeza lo hizo jadear, imágenes lo azotaron.
Luces, gritos, dolor, mucho dolor, las bocinas de los autos.
¿Qué era todo eso?
No podía ver nada.
El dolor de cabeza aumentaba, flashes parpadeaban enfrente de sus ojos pero aún así todo era negro.
-..cas, debes irte a casa yo me quedare con él.
Ese era su papá. ¿Con quien se iba a quedar? No entendía nada.
-Todo esto es mi culpa.
-Nicolas no..- esa era la voz de la mamá de Lucas.
-¡NO! SI NO HUBIERA ESTADO TAN METIDO EN El TRABAJO , NADA DE ESTO LE HUBIESE PASADO .
¿Que había pasado? ¿Era su culpa? Su papá nunca gritaba, solo lo había escuchado después de la muerte de sus mamá pero fue solo una vez.
-Yo, yo...
Estaba llorando. Sus papá estaba llorando. Su papá nunca lloraba.
Quería decirle algo, pero podía hablar y tampoco podía verlo.
Tenía que hacer algo, cualquier cosa.
-¡PAPÁ! ¡PAPÁ!
El dolor se intensificaba, el aire faltaba en sus pulmones, tenía, tenía...
De un momento a otro todo el dolor se fue, ya no estaba pero la oscuridad en frente de sus ojos fue desapareciendo, siendo cegado por una luz blanca.
Sus ojos dolían al tratar de acostumbrarse. En eso oyó exclamaciones de asombro.
-Felix, felix hijo, no, no te muevas, ya llamamos al doctor- veía todo borroso pero aún así logro distinguir la forma de su papá, con su baja estatura y su cara redonda, no podría confundirlo con alguien más.
Las voces a su alrededor se escuchaban con eco, como si estuvieran muy lejos suyo. No sabía que decían.
Estaba desorientado, perdido y con calor.
Dios, sentía que su piel estaba en llamas.
En eso, alguien coloco en su pecho algo frió y bendita fuera su alma por el pequeño alivio que le dieron.
Pero alguien comenzó a pasar algo brillante en frente de sus ojos y eso era mucho decir ya que la mayoría de la que veía era un blanco borroso.
-..bien..reposo-Era lo único que entendió, se sentía desorientado y no sabía donde se encontraba.
-Pa..pá-Su garganta se sentía al rojo vivo y tenia algo en la cara que casi no le permitía mover la boca.
-Felix, todo está bien- Le dijo su padre pero Felix no pudo evitar el pánico al darse cuanta que no podía mover su cuerpo. solo los dedos de los pies.
No podía mover su cuerpo. ¿Cómo carajos las cosas iban a estar bien?
-Señor, necesitamos hacerle unas pruebas más al paciente-Está vez pudo escuchar más claramente la voz del otro hombre y su vista se comenzó a enfocar.
A su lado se encontraba una mujer vestida totalmente de blanco, no sabía quien era, en frente de donde se encontraba, sentados en un sofá estaban sus vecinos, los papás de Lucas y Lucas estaba sentado a su lado sosteniéndole la mano.
Que lucas estuviera ahí, a su lado, era sinceramente algo que no se creía. Debía estar alucinando, el chico lo odiaba, se lo había dejado muy claro.
Con lo poco que podía mover el cuello, vio a su padre hablando con un hombre con bata blanca, Debora y su esposo se acercaron a él, ella lloraba mientras le llenaba de besos el rostro.
Él también quiso llorar
No comprendía nada y lo hizo menos cuando comenzaron a mover la cama donde se encontraba.
Esto forzó a Lucas a soltar su mano, su padre se coloco a su lado y lo único que podía hacer era mover sus ojos.
Cuando lo sacaron reconoció el lugar como un hospital y todo volvió a su mente.
Había tenido un accidente, alguien lo había golpeado con su coche.
Había salido a caminar, acababa de discutir con su padre, solo quería despejar su mente y cometió el error de estar tan inmerso en sus pensamientos que cuando cruzó la calle, no vió el carro que se acercaba a gran velocidad. El conductor no se detuvo.
Miro su cuerpo mientras erra llevado por los interminable pasillos. Tenia la pierna y el brazo izquierdos enyesados.
-Papá- El hombre se encontraba a su lado, agarrando un lado de la camilla pero cuando volteo a verlo, vio el alivio y a la vez la preocupación. Se sentía tan mal.-Lo... siento.
-No es tu culpa, mi niño- El hombre tenía los ojos llorosos y él también podía sentir como unas lagrimas inundaban sus ojos y caían de ellos.
Podría decir eso un millón de años y creía poder llegar a creerlo.
...
Se sentía salir de la bruma del sueño, tratando de orientarse al abrir los ojos.
Al ver la habitación blanca, lo recordó,
Estaba en el hospital.
Por alguna razón, en medio de los examen de resonancia magnética se había quedado dormido, bueno no es que tuviese otra cosa mejor que hacer que ver el tubo blanco donde lo habían metido.
Notó que estaba solo en la habitación ¿Donde estaban todos? ¿Que hora era?
En eso al tratar de acomodarse y tratar de mover su mano sana, sintió un peso en ella. temiendo lo peor la miro casi alarmado.
Lo que vió lo dejo un más impactado.
Lucas se encontraba dormido a su lado, más específicamente en su mano, la que estaba sana.
Oh ¡Rayos!
Le picaba la nariz.
Sin saber que hacer, trato de rascarse con el hombro. Intento fallido.
Dios pero como le picaba.
Oh, oh con la almohada.
Torciendo el cuello se acerco a la almohada, haciendo el esfuerzo de tratar de tocar su nariz con ella. En su intento dió un vuelco con la rodilla, despertando a Lucas de golpe.
-¿Qué? ¿Qué? ¿Qué pasó?-Lucas miraba para todos lados, alarmando y cuando su miradas se cruzaron, solo se quedaron ahí, no pronunciaron palabra alguna por unos instantes. Él chico tenía en la mejilla una mancha roja de donde había estado recostado.
No entendía la razón o más bien no veía la razón por la cual Lucas estaba allí. o tal vez si la sabía, de seguro sus papás lo habían obligado a venir. Era de las opciones más probables.
Su nariz salió para recordar que todavia le picaba.
-Eh... No se si es mucho pedir pero ¿Podrías hacerme el favor de rascarme la nariz?- Aios a su orgullo pero Joder como picaba.
Lucas, todavía sin decir palabra, alargó la mano y le rasco la nariz. El alivio era divino.
-Gracia..-La voz le fallo en la última frase, sintiendo la garganta rasposa.
La habitación volvió a quedar en silencio. Bueno eso si que era incomodo.
Pero osea, ¿Qué le dices a una persona que te pateo de su vida?
-¿Donde estan los..
-Lo siento- Dijo Lucas interrumpiéndolo.
Otra vez el silencio.
Dando se tiempo, mirando a todos lados, volvió a posar su mirada en Lucas.
-¿Qué es lo que sientes?-Pregunto Felix, aunque estaba seguro de saber la respuesta.
-Por todo lo que te dije, por la manera que te he tratado y no solo hablo del día de fiesta, sino por todo este tiempo-Lucas tenia la mirada dirigida en la sabana que lo arropaba, evitando su mirada- Yo...Lo siento.
-Bueno...
De repente movió su pierna dándole un patada a Lucas, tumbándolo de la silla.
-Santa madre ¿Y eso por qué?- Le reclamo el chico levantándose del piso.
-Ni lo preguntes. Te lo merecías, has sido un verdadero idiota.
...
Al encontrarle todo bien después de los exámenes, le dieron el alta tres días después.
Todos los días que estuvo internado Lucas fue a verlo.
No sabía pero tampoco pregunto y también fue mucho más confuso cuando fue el chico quien lo saco del hospital en la silla de ruedas.
Teia que depender de alguien mientras se recuperaba del brazo y la pierna rotas, su padre había contratado a un enfermera para que lo cuidara mientras el iba al trabajo, después de much0 insistirle que no era necesario que se tomara los días para cuidarlo.
No podría con la culpa.
La señora que lo cuidaba era un mujer joven que lo cuidaba hasta las 5, que era cuando su papá llegaba. Una de las cosas más vergonzosas de su vida, hasta ese momento, había sido que lo bañaran, la primera vez que la enfermera había tenido que hacerlo, juro que su cara iba a prenderse en llamas de la vergüenza.
Pero sin dudar lo pero era no poder pintar, ni dibujar. Se sentía entrar en una ansiedad, sus manos querían hacer algo pero la mano con la que lo hacía era exactamente la que tenia lesionada.
Tuvo que usar su otra mano.
Era como aprender todo de nuevo.
Pero sin duda, el mundo le estaba dando nuevas lecciones.
Como la que tenía en frente.
Lucas, sen encontraba en frente suyo, tratando de dibujarlo eso parecía con el ceño fruncido que llevaba en la frente. Su presencia se le hacía rara, osea sí, varios de sus amigos lo habían visitado pero Lucas lo hacia todos los días, él juró que después de haberse disculpado el chico volvería a ignorarlo.
Pero nop .
Lo tenía a quien en frente y realmente no sabía que hacer o decir. En parte era por la confusión y otra por los nervios.
Desde unos años atrás se había dado cuenta que le gustaban más los chicos que las chicas, específicamente el chico que estaba en frente suyo. Sabía que Lucas comenzó a apartarlo cuando lo supo, ignorándolo, tratando de manera brusca pero cómo se junta la cordura y el amor en una misma ecuación.
-Ya termine, creo- Dijo Lucas sacándolo de sus pensamientos.
-A ver- Lucas volteo el cuaderno hacia él, bueno realmente no estaba tan mal, exceptuando el echo que se veía como michelin todo lo demás era bastante presentable.-Esta bueno, aunque debo suponer que eso que parece una flecha en mi cabeza es mi mecho azul, ¿Verdad?
-Si, creo pero ¿No debería estar más opaco? -Dijo Lucas alargando su mano para tocarle el pelo, el contacto lo sorprendió tanto que le respiración se le atoró.
-Le dije a mi papá que si me lo podía pintar y así lo hizo- Realmente le había dicho que el cielo era menos azul, las rosas menos rojas y el chocolate menos rico. Su papá capto el mensaje y le ayudo a pintarse el cabello. Tan lindo.
-De seguro usaste otras palabras para decírselo.
-Puede ser- En eso vió como el chico le dirija una sonrisa. Era como volver a tener al Lucas de antes al que era su amigo.-¿Por qué haces todo esto?
La mano que le acariciaba el cabello se detuvo y fue retirada.
-En serio no sé que pensar de todo esto, entiendo que puedas tener culpa y hasta lastim- Fue interrumpido de manera abrupta cuando Lucas agarró su rostro entre sus manos, no permitiendo ni unos segundos para pensar que pasaba cunado estrello sus labios junto a los suyo.
SANTA MADRE DE LAS EMPANADAS CALIENTES.
Esto era totalmente irreal, su cabeza trataba de mantenerse al día con lo que ocurría mientras se debatía entre usar la logia y apartarse o simplemente dejarse llevar.
Al carajo la logica.
Hasta el sabía cuando se debía dejar e hablar y nadie lo había callado mejor.
...
Sip. Sip. Sip. Oye qué paso con los capítulos de la semana pasada?
Fue una divertida historia. No realmente no. La semana pasada fue como decirlo... pesada, imaginense que van en el transporte publico, yo acá agarró el Subte, que es el subterraneo acá en Buenos Aires, a eso de 5:45 todos saben que es hora pico, bueno imaginen que su servidora iba tan apretada como una lata de atún. Literal, tenía acorralado a un tipo contra la pared, por favor el señor y yo parecíamos uña y carne. En eso agradezco al simpático chico que esta pendiente que el señor no mi hiciera nada raro, TAN LINDIS😘😘
Bueno llegue, solo para encontar que los capitulis que había escrito con mi celular no se habían actualizadado al computador, entonces los iba a publicar desde el celular y no...SE BORRARON LOS CONDENADOS.
Casi me da un yeyo.
No, no, no fue lindo.
Pero logre volver a escribir este y espero que les guste y tranquis que pronto tendrán más de Carter y Ayden.
Los adoro, mordiscos en los cachetes y besos. 😚😚😚