N/A: ¡Hola! Lamento los dos meses que pasé sin actualizar, pero, si bien el capítulo estaba casi listo hace semanas, algunos puntos en general de este no me convencían del todo y preferí posponer su publicación para revisarlo mejor. Además, últimamente he estado muy ocupada con proyectos escolares y no me me podido dedicar mucho a wattpad. Sin embargo, en las semanas transcurridas, conseguí adelantar algunos capítulos o al menos, escribir una base en general para no tardar tanto en actualizar.
P.D: El capítulo de hoy está dedicado a Ludmila216, leí tus comentarios y no me molesta en nada la insistencia, es más, me alegra que te guste tanto la historia. Espero no te moleste la dedicación 😁
Capítulo 19
SHAX
La gran esfera de humo negro arremetió contra la puerta en el momento en el cual esta volvió a abrirse, consiguiendo cerrarla abruptamente. Habían pasado unos pocos minutos después de que Mónica se fuera para que esta volviera a abrirse y una negra cabellera destacara entre la blanca pared y la madera oscura de la puerta.
El primer pensamiento que tuvo la pelirroja fue que Mónica había vuelto, y no le importó guardar las apariencias en aquel momento, la pelinegra había conseguido agotar su paciencia en un tiempo récord.
—¡Oye! ¡¿qué diablos haces?! ¡¿acaso quieres matarme?! —la potente voz de Izzy creaba la ilusión de estar para frente a ella, aunque estuviera tras la puerta.
A ti no.
No pudo evitar pensar.
Luci disminuyó la presión que ejercía sobre su mano, provocando que la espesa pared de humo que se formaba sobre la puerta y que impedía que fuera abierta se desvaneciera poco a poco.
Izzy entró rápidamente y con una mirada asesina muy notable. Dalia entró tras ella, a diferencia de su amiga, su expresión era completamente serena y tranquila. Una pequeña sonrisa se asomaba sigilosamente, la divertía enormemente el enfado de Izzy. Luci notó que algo sobresalía entre los brazos de la castaña, un libro grueso y viejo, de tapas anchas y marrones. Un símbolo rojizo sobresalía en la tapa, pero no supo que era puesto que el brazo de su amiga lo tapaba.
—Déjame adivinar —dijo Dalia sin despegar los ojos de ella—. ¿Mónica estuvo aquí, verdad?
Izzy rodó los ojos y su rostro se tiño de seriedad: ya no solo tenían problemas con la Miriam, sino que la hermana mayor también había decidido sumarse. Sin embargo, aquel hecho ya no le importaba: Mónica se había metido con Luci, y ella sabía a la perfección que la pelirroja no le daría segundas oportunidades si esta volvía a molestarla.
Luci rodó los ojos, lo último que quería oír era el nombre de aquel ángel.
—Felicidades, Sherlock. ¿Quieres un premio? —el sarcasmo desbordaba de su voz.
Dalia evitó reír, no quería hacer enfadar a su amiga. Sabía que Mónica la había visitado, la había escuchado insinuándoselo al serafín horas atrás cuando había querido visitar a Luci. También sabía que la visita no había sido con fines amables o desinteresados, como también le había dicho al muchacho. Al contrario, la falsedad presente en su tono de voz, le había dejado más que claro que tenía otras intenciones.
Sin embargo, aquel no era el momento de hablar de aquello. Dalia recordó rápidamente la razón por la que estaban allí. Le dio un pequeño codazo a Izzy, quién la miró sin entender. Cuando los ojos de la castaña bajaron hasta el libro que tenía en sus manos, supo que era hora de dar explicaciones.
—Luci, tenemos que hablar —dijo Izzy buscando las palabras para iniciar. Habían hecho varios descubrimientos en esos días —. Los días que estuviste inconsciente, Dalia y yo investigamos. Descubrimos algunas cosas sobre la criatura y su origen, al igual que sobre quién podría estar controlándola.
Luci se sentó de golpe. Aquello le generó un gran interés. Dalia apoyó el libro sobre la cama y la pelirroja puso una especial atención en el símbolo de la tapa: una pequeña amapola con algunos pétalos caídos, el símbolo de los sueños. La castaña abrió el libro y buscó la página que había dejado marcada. Izzy prosiguió:
—Creemos que se trata de un Shax —dijo. Luci la miró sin entender, jamás había escuchado aquel nombre—. No son criaturas muy antiguas, la más vieja de todas tiene apenas doscientos cincuenta años, además son muy extrañas y escasas. Según las notas que encontramos, debe haber cien en total. No hay mucha información al respecto, lo cual complica aún más la situación —su mirada pasó rápidamente a Dalia, apenas terminó de hablar, dándole la palabra.
—Lo que encontramos hasta ahora es poco, pero es información valiosa: los Shax son extremadamente fuertes, y pueden cambiar de forma a voluntad. Habitan en el plano astral, persiguiendo a los intrusos en el mismo. Es por eso que puede ser considerada una criatura de los sueños —miró a sus dos compañeras y luego acercó el libro a su rostro para poder leer—. "Cualquier intruso en el plano astral tiene un horrible destino si es atrapado por un Shax. Estos drenan la vida de su victima de a poco, a medida que los asustan utilizando la apariencia de su mayor terror. La energía que las victimas desprenden al intentar protegerse de aquella bestia que los persigue en sus peores pesadillas, resulta extremadamente atrayente para los mismos al igual que el terror que desprenden. Los Shax pueden retener a su antojo dentro del plano astral a dicha victima mientras se alimentan de ellos" —Dalia se detuvo para cambiar de página. Se tomó unos segundos para darle una rápida lectura a lo que seguía y así entenderlo mejor—. "Al retenerlos en el plano astral, a la victima se le es imposible despertar en el plano físico". Hay algunas anotaciones aquí abajo que no he llegado a leer aún. Están escritas con mucha prisa, necesitaré unos segundos para descifrarlo —dijo Dalia sin quitar la vista del libro, ignorando por completo a las otras dos chicas. Su cabeza daba cortos y rápidos movimientos horizontales, de izquierda a derecha, mientras trataba de descifrar lo que allí decía. No le tomó demasiado, estaba acostumbrada a leer los apuntes o escritos de Izzy, quién tenía una letra desprolija y con poca forma, casi ilegible—. ¡Lo tengo!. Son notas personales, están escritas a base de experiencia personal por lo que se ve aquí. —dicho eso, continuó con la lectura —. "Recientemente he descubierto que los Shax están atados a una criatura especifica a quién consideran como sus principales y están obligados a cumplir su voluntad. Si la voluntad de sus principales tiene alguna relación con la muerte o perjuicio de un habitante del plano físico, los Shax deberán llegar al plano físico y marcar a sus victimas, regresando luego al plano astral." "Si la victima no está marcada, el Shax no podrá ejercer ningún daño sobre esta si no es un intruso en el plano astral"
—¿Intrusos? —repitió Izzy—. ¿Cómo puedes ser intruso en una dimensión a la que entras al dormir sin siquiera quererlo?
Luci habló antes de que Dalia pudiera contestar:
—En el plano astral, las criaturas de los sueños pueden considerarte un intruso si no estás allí naturalmente y no tienes el don de viajar entre planos. En otras palabras, si bebieras una poción que te condujera al plano astral, o cruzaras un portal con la intención de llegar allí para obtener algo, serias considerado un intruso —recitó la respuesta como si de un cuento se tratase, las criaturas de los sueños formaban parte de la larga lista de temas que más le interesaban.
—También si quisieras dañar a alguna criatura que habitara allí, serías considerada un intruso —añadió Dalia rápidamente.
Izzy abrió los ojos con cierta sorpresa, ¿podría ser ella considerada una intrusa, si uno de sus objetivos se había vuelto vuelto deshacerse de aquella criatura?, no estaba segura, y tampoco quería descubrirlo.
—¿Hay algo más que pueda interesarnos? —dijo Luci curiosa y algo ansiosa.
—De hecho, sí. Aquí hay algunas notas más cortas. No he podido analizarlas a fondo, hoy por la mañana noté su presencia —dijo lo último en un susurro, como si hubiera algo que ella estuviera pasando por alto. Sacudió rápidamente la cabeza y se concentró en las notas, eran lo importante en ese momento—: "Marcas en la muñeca igual a Hilo de Plata". "Palidez, imposibilidad de despertarse y amapola de sangre igual a ataque". "Marcas físicas muy extrañas, golpes, arañazos, heridas mortales, entre otras, igual a ataque de Shax". "Deber antes que ordenes" —Dalia frunció el seño al leer lo último, ¿a qué se refería?
—Tiene que ser un Shax —dijo al instante Izzy. Aquellas cortas y valiosas notas eran las piezas faltantes de su puzzle—. Las muchachas que vimos, ¿recuerdas? tenían heridas mortales y muy extrañas, demasiado. Estaban pálidas, y no creo que tuvieran la posibilidad de despertar pronto. La parte de las amapolas también tiene sentido, yo vi en sus cuellos, algunas partes de sus venas se marcaban, formando una amapola.
—Y las marcas en las muñecas que mencionaste, corresponden al Hilo de Plata, ¿verdad? —dijo la pelirroja mirando a Izzy—. El hilo que mantiene al cuerpo astral atado al cuerpo físico. Si se cortara, no habría forma de volver y la persona quedaría en un coma profundo o peor... —Luci no terminó la frase. Otra idea se interpuso en la que antes contaba, algo aún más importante, qué, como una tonta, había estado ignorando—. En los tres días que estuve inconsciente, ¿hubieron señales de la criatura?
Izzy y Dalia vacilaron. Se miraron sin saber que decir. Sí habían habido ataques, y sus resultados significaban que lo que había hecho la noche en la que Luci había caído por la ventana del Instituto, había sido en vano.
La castaña decidió hablar, tenía una mayor naturalidad para decir cosas difíciles de forma tranquila y simple:
—Sí, dos más. La primera fue Aubrey Salas, la atacó la noche siguiente y dentro del plano astral, Iz estaba demasiado débil para tratar otra vez con el hechizo, y no teníamos forma de vencerlo. Luego de eso, un chico. Lo atacó ayer por la noche, no sabemos con certeza quién fue, pero sabemos que era un ángel.
Su esencia lo delató.
Quiso agregar Izzy, sin embargo, se contuvo. Agregar eso significaba mencionar que habían visto al muchacho momentos antes de que se lo llevara a la enfermería, pero quería evitar aquello a toda costa. Dalia también lo había considerado la mejor opción, debido a que, si bien no conocían al chico en cuestión, si sabían quién lo conocía y no consideraban conveniente que Luci conociera aquel detalle.
—Entonces... ¿volverá a atacar esta noche, verdad? —En aquel momento la pelirroja quizo levantarse a toda prisa, sin embargo, previendo sus acciones, Dalia la tomó del hombro y la empujo hacía atrás, provocando que su espalda chocara nuevamente con la almohada.
—Alto ahí, Luci
Dalia cerró el libro con fuerza y lo dejó sobre las piernas de convaleciente compañera. Se dirigió con seriedad a la muchacha, pues conocía bien sus intenciones y no las apoyaba para nada. Estaba completamente a favor de deshacerse del Shax, pero aquel era su límite.
Izzy también captó las intenciones de su compañera y se cruzó de brazos suspirando levemente:
—Luci, no vas a enfrentarte otra vez al Shax, ni siquiera lo pienses. Tu ataque no tendrá efecto y solo lograrás retrasarlo.
La mencionada quizo reír, una sonrisa sarcástica se dibujó en sus labios:
—¿Retrasarlo? Ni siquiera eso. Tratamos de retrasarlo días atrás y fallamos. Es más, estoy muy segura de que la criatura terminó mejor —dijo en referencia al estado en el que había quedado luego del primer enfrentamiento.
La pelinegra y la castaña se miraron nuevamente: era hora de brindarle la siguiente parte de la información a su querida compañera.
—De hecho, lo hicimos. Lo retrasamos —comenzó Dalia y, sin darle tiempo a Luci a replicar, continuó—: Verás, el Shax sí atacó a Aubrey y al chico ángel, pero sorprendentemente estos se encuentran en un estado genial... para su condición.
Antes de visitar a Luci, Izzy y Dalia habían vuelto a la habitación secreta dentro de la enfermería para ver el estado de los ángeles atacados. Los últimos dos ingresados estaban en un estado perfecto, la marca del Hilo de Plata y algunas lesiones mínimas estaban presentes en ellos, sin embargo su estado era mucho mejor que el de las demás muchachas. A raíz de esto, las chicas habían investigado un poco más a fondo y habían llegado a la conclusión de que el Shax se había debilitado considerablemente después de su pelea con Luci y el ataque a los otros dos ángeles, por lo cual necesitaba descansar y reponerse. Según un viejo libro de Izzy, luego de una pelea y de haber recibido heridas, una Criatura de los Sueños debe recuperar fuerzas antes de continuar con sus deberes. Esto les daba un máximo de cuatro o cinco días para resolver por completo el problema.
Al terminar con la explicación, Luci se quedó pensativa tratando de unir las piezas que había obtenido con las que ya tenía.
Los ojos de Izzy se desviaron al pequeño aparato que Dalia traía guardado en el bolsillo de su chaqueta. Un pequeño teléfono celular blanco encendido, indicaba que en pocos minutos serían las seis de la tarde. Esto activó las alarmas internas de Izzy porque significaba dos cosas:
1- Qué el ángel encargado de revisar a los pacientes pasaría por allí pronto —e Izzy no soportaba para nada a aquel ángel—
2- Que tenían media hora para volver a su dormitorio, preparar sus cosas y asistir a la reunión que había organizado una demonia de segunda jerarquía.
—Dalia, debemos irnos. La fiesta de Madelyn ¿recuerdas? —Izzy se levantó de un salto. Dalia se tomó un segundo para recordar de que hablaba su amiga y en cuanto lo hizo, también se levantó con el mismo entusiasmo que Izzy. Luci las miró sin entender de que hablaban, por lo cual la pelinegra procedió a hacerle un breve resumen—: Madeleyn es un demonio de segunda jerarquía, la conocimos Dalia y yo hace unos años, durante una práctica con nuestros padres. Ayer nos invitó a una especie de piyamada, según ella con fines "amistosos y sociales" pero sabemos perfectamente que no es así... —Dalia dejó salir una falsa risa.
—Todo el Instituto se ha enterado de un proyecto que se realizará pronto. Al parecer es un trabajo en grupo y para los integrantes del tercer nivel, es fuera del Instituto y de Mystic Town. El tiempo límite no está acordado aún pero nadie puede regresar al Instituto hasta que el plazo se haya cumplido —la emoción de Izzy era cada vez más evidente.
—Por lo cual, si terminas antes el proyecto, más tiempo libre fuera del Instituto tienes, un premio que sin duda más de uno espera con ansias. Madeleyn es astuta, esta fiesta le servirá para seleccionar a aquellos que más le convenga tener en el grupo y de esta forma terminar más rápido —Dalia rodó los ojos con aquello último. La fiesta era su mayor interés, pero prefería pasar en el cielo una eternidad a juntarse con Madeleyn, aquella chica era un sinónimo de traición.
La pelirroja se encogió de hombros dando a entender lo poco que le importaba aquel asunto. El trabajo sí representaba un punto de interés, sin embargo la fiesta que aquella demonio de segunda jerarquía realiza no. Un pregunta se escapó de sus labios, simple y corta, representaba todo lo que le interesaba en el momento:
—¿Me dejas el libro?
Izzy quiso reír, pero se contuvo. Le palmeó el hombro a Dalia en señal de que debían retirarse, Casíopea no tardaría mucho en volver y la fragancia a brisa marina y laurel se hacía cada vez más notable. Dalia asintió y le entregó el libro, dejándole en claro a la pelirroja que lo cuidara. En aquel momento, ese libro contenía las únicas pistas que tenían para avanzar con aquel tedioso asunto.
Las dos chicas se retiraron luego de despedirse de su amiga, quién decidió aprovechar aquel tiempo para revisar más a fondo la información que habían obtenido sus compañeras. Sin embargo, un torpe movimiento de su parte, provocó que el libro cayera al suelo. Luci se levantó de inmediato y se agachó hasta alcanzar el libro.
Lo revisó rápidamente: no estaba dañado, algunas páginas se habían doblado, pero no representaban ningún inconveniente.
Sin embargo, cuando estaba a punto de levantarse notó algo detrás de una de las patas de la cama. Un papel doblado por la mitad y un tanto oscurecido, probablemente a causa de la sombra que generaba la cama sobre el mismo. Luci dejó el libro sobre la cama, extendió su mano y tomó el papel. Probablemente se había salido del libro en cuanto este cayó. El papel, no era muy antiguo pero tampoco era completamente nuevo. A juzgar por el color y la textura probablemente solo tenía unos meses. Se levantó y se sentó sobre abruptamente sobre el colchón, provocando que los resortes rechinaran en respuesta.
Desdobló con sumo cuidado el papel y se encontró con una fotografía. El fondo sin duda era el jardín del Instituto, la fuente que sobresalía a un costado lo confirmaba. En el centro de la fotografía varias chicas estaban agrupadas sonriendo. El rostro de varias se le hacia conocido pero no recordaba dónde las había visto. Sus ojos recorrieron toda la fotografía, hasta que se topó con tres rostros que conocía muy bien: Ni Mónica ni Miriam Aida miraban directamente a la cámara, la atención de Miriam estaba concentrada en un chico a su lado, quién sonreía devolviéndola la dulce mirada. Mónica, se encontraba en el mismo estado que su hermana, mirando atentamente a un chico rubio que conocía perfectamente: Daniel. El muchacho había desviado su atención levemente a la cámara. Su sonrisa era igual a la de Mónica, sin duda ambos estaban alegres.
Aquello la molestó levemente, sin embargo decidió ignorarlo en el momento en el cual recordó porqué le sonaban tan familiares los rostros de aquellas muchachas: aquellas eran las mismas muchachas que habían sido atacadas anteriormente por el Shax, solo que allí se encontraban en un perfecto estado físico y sin ningún tipo de heridas.
Una pequeña esfera de humo negro apareció sobre la mano de la muchacha. Alejó la fotografía de su rostro y se centró en las caras de las muchachas que habían sido atacadas por el Shax. La bola oscura de humo se abalanzó sobre la fotografía, marcando con un círculo negro los rostros conocidos. Finalmente, solo cuatro rostros quedaron sin marcar: los rostros de las hermanas Aida, el rostro del chico desconocido y el rostro de Daniel.
Observó con detalle los rostros sobrantes y los marcados: absolutamente todas las muchachas en la fotografía (a excepción de las dos mencionadas anteriormente) habían sido marcados y correspondían a todas las chicas que habían sido atacadas, incluyendo a Aubrey Salas. Luci fijó su atención en el rostro del chico que miraba fijamente a Miriam y se pregunto si aquel podría ser el chico que había sido atacado recientemente. Lo guardó dentro de su mente como un recordatorio, sin duda le preguntaría a sus amigas en la mañana.
Sin embargo y a pesar de aquel dato que aún necesitaba para confirmar su hipótesis, ya estaba segura de algo:
—Miriam o Mónica... Sin duda una de ustedes dos hizo enojar a la criatura equivocada... Y el precio a pagar es muy alto...
La pelirroja guardó la fotografía detrás del libro memorizando bien las preguntas que le harías a sus compañeras de cuarto en la mañana. Se recostó en la cama y fingió dormir, en cuanto sintió la fragancia a brisa marina y laurel que le indicaba que Casíopea había vuelto.
***
El ruido de pasos lejanos, indicaba que Casíopea volvía. Aquella persona que había estado espiando los últimos minutos a la pelirroja y a sus amigas, se retiró rápidamente de aquel lugar, habiendo obtenido información valiosa, pues había realizado exactamente el mismo razonamientos que la pelirroja y también, había entendido a la perfección lo que ella y sus amigas no.
El tiempo era escaso, pero sin duda le bastaría para hacer lo que tuviera que hacer. Debía darse prisa, pero para su suerte, era una de las pocas personas en el Instituto que tenía la llave del cuarto de pociones.