Narra Justin:
Mis ojos se abren con sorpresa al sentir un golpe en el costado, giro hacia la izquierda observando el reloj sobre la mesa tratando de distinguir los números en el, 7:46. Aún es bastante temprano por lo cuál regreso mi vista hacia el otro lado donde la mano de _______ me tapa completamente la visión, la tomo para moverla delicadamente poniéndola sobre mi pecho sin antes haber dado un beso en el dorso de esta. Sonrío al ver sus delicados y adictivos labios, su respiración es pausada mientras su pecho se mueve en sintonías sincronizadas. Deposito un beso sobre su frente para después empezar a bajar poco a poco por el resto de su rostro hasta llegar a esos carnosos labios.
- Basta.- murmura entre sueños, pero yo no dejo de besarla-. No.- gruñe haciéndome reír.
- ¿No besos?- pregunto, uno de sus ojos se abre levemente pero se vuelve a cerrar al instante.
- No.- susurra-. Déjame dormir.
- Puedes dormir mientras te beso.- digo.
- Solo abrázame.- pide, algo que no dudo en hacer. La abrazo hasta tal punto de apretarla a más no poder y escuchar su risa.
- ¡Justin!- regaña-. Estas dejándome sin aire.- ríe mientras levanta su rostro hasta mirarme-. Eres increíble.- bufa.
- Lo sé, nena. Me lo repetiste sientos de veces ayer en la noche.- asiento con seriedad-. Oh si, Justin. Así, así, eres increíble.- trato de remedar su voz ganándome un golpe en el pecho.
- ¡Yo no hablo así!- frunce el ceño.
- Claro que no, cariño. Hablar no, pero si gemir.- su boca se abre mientras de mis labios sale una carcajada.
- Eres un idiota.- niega riendo levemente.
- Uno que te hace gemir bastante.- asiento.
- Ya basta.- pide sin parar de reír.
- Eso no decías a noche, Livy debe estar espantada.
- No soy bulliciosa.- dice.
- ¿No?- su rostro se enrojece al instante.
- Ya.- es su última palabra antes de recostarse sobre mi pecho y empezar a trazar los bordes de los tatuajes-. No has cambiado.
- ¿A qué te refieres?
- A que sigues siendo el mismo chico arrogante y pervertido de hace cuatro años atrás.
- Tu también eres pervertida.- me defiendo.
- No como antes.- dice-. Y tampoco lo era mucho.
- Eso es lo que tu crees.- río-. Enserio espero que nuestra hija haya podido dormir.
- Deja se molestarme.- pide.
- Es inevitable, pase cuatro años de mi vida queriendo hacerlo. ¿Me extrañaste?
- ¿Enserio lo preguntas?- asiento-. Lo hice y mucho.
- ¿Me odiabas?- pregunto nuevamente, su dedo dejando de trazar sobre mi piel.
- Lo hacía.- asiente-. Pero ya no, quizá solo estaba enojada conmigo misma.
- Lo siento.- pido besando su frente-. Te prometo que desde ahora nadie será capaz de alejarme de ti aunque lo intenten. Te amo demasiado como para cometer el mismo error dos veces.
- Yo tampoco te diera la mínima oportunidad de irte.- niega acomodándose en mi pecho hasta quedar cara a cara-. De hecho si alguna vez lo intentas sería capaz de atarte a esta misma cama hasta que cambies de opinión.
- Mmm... me gusta cuando te pones salvaje.- beso sus labios al mismo tiempo que bajo mis manos hacia su espalda.
- Ese no era mi objetivo.- susurra.
- No importa, lo entenderé a mi modo.- vuelvo a besarla pero esta vez directo a su cuello.
- ¡La lara lala aquí en el ancho mar!- los gritos de Livy en alguna parte de la casa le quitan la seriedad al momento, suelto un suspiro mientras ______ suelta una risa al ver mi frustración-. ¡Ariel vuelve!
- ¿Qué es lo que canta?
- Su princesa favorita es la Sirenita.- avisa-. Así que cuando se levanta con ganas de ver la película siempre da un concierto en la mañana.
- ¿Y también hace desastres?- su ceño se frunce.
- ¿A qué...- sus ojos se abren al escuchar algo caer-. Diablos, hay que ir o hará un desastre en la cocina.
Su cuerpo se levanta rápidamente dejándome sin la calidez que hace con el mío al estar unidos. Un silbido es lo que produzco con mis labios cuando la veo correr de un lado a otro sin nada que la cubra, un dedo del medio es lo que recibo a cambio mientras no dejo de soltar comentarios obsenos que provocan que sus mejillas se tiñan de un color rojo e intenso. Sus labios se fruncen y sueltan suspiros mientras se coloca rápidamente su ropa interior y mi camiseta encima, ésta llegándole por sobre los muslos. Una completa y perfecta obra de arte que demuestra total sensualidad, pasión y lo más importante, amor.
- ¿Te irás sin mi?- pregunto al verla salir por la puerta, mi labio haciendo un puchero.
- ¿Vienes?- pregunta rodando los ojos, asiento mientras me levanto y me pongo un bóxer junto a un pantalón de pijama.
- Vamos.- tomo su mano para entrelazarla con la mía y juntos caminamos hacia la cocina de donde provienen más sonidos de cosas cayendo.
Al entrar a esta, ______ aprieta mi mano con fuerza y al solo verla puedo deducir que se encuentra bastante enfadada y es que como no si Livy tiene todos los cereales regados en el piso y gran parte de la leche fuera del plato. Actúo rápido antes de que se escuche como la regaña sin embargo Livy ya esta consciente de que pasará.
- ¡Oh, oh!- dice, sus ojos en grande y su labio inferior siendo tomado entre sus dientes.
- Cariño.- esta vez hablo yo mientras camino hacia ella y la tomo en brazos-. ¿Qué es lo que hacías?
- Desayunar.- se encoge de hombros sin dejar de ver a su madre.
- ¿Qué tal si te sientas y yo termino de prepararlo?- ella asiente en seguida antes de salir corriendo hacia quien sabe donde-. ¿Qué?- pregunto al ver sus ojos oscuros de enojo.
- Deja de consentirla.- me regaña-. Después no me hará caso y pensará que yo soy la mala cuando solo quiero educarla bien.
- Lo siento.- muerdo mi labio, nunca lo vi de ese modo-. Yo recogeré su desastre.- aviso.
- Que ella también lo haga.- pide-. Hasta eso haré nuestro desayuno.- asiento.
- ¡Livy!- llamo, enseguida su figura se hace presente en el marco de la puerta.
- ¿Y mi desayuno?- pregunta con el ceño fruncido.
- Cariño, primero debes ayudarme a recoger el reguero que hiciste.- sus labios se aprietan en un puchero-. O mamá se enojará.
- Esta bien.- asiente con mala gana mientras se acerca a mi y empieza a recoger los cereales regados.
Comienzo realizando lo mismo mientras pongo los cereales en otro plato para votarlos, mi ceño se frunce una vez que me acerco a dejar los cereales sobre el plato al no encontrar nada en este, ¿dónde están los anteriores?. El sonido de crunch cuando algo es mascado llama mi atención.
- Nena...- alargo mirándola en desaprobación-. No te comas los cereales del piso, puede hacerte daño.
- Pero si saben igual.- arruga su pequeña nariz.
- Pero están contaminados.- tomo los últimos cereales de su mano para botarlos en el basurero.
- ¿Me moriré?- pregunta con inocente preocupación.
- No.- río-. Solo te puede doler el estómago pero esperemos que no.- ella asiente-. Ahora ven aquí.- la levanto en mis brazos mientras la deposito sobre el mesón.
Termino de recoger todo y de limpiar la leche antes de tomar un nuevo plato para prepararle el desayuno. Pico un par de frutillas y también las pongo en el plato.
- Que genial se ve todo limpio.- habla ______ mientras llega hacia nosotros con un plato de pancakes y miel-. ¿Me ayudas con los platos?- asiento mientras me doy la vuelta y saco dos de ellos de las repisas.
Camino de vuelta hacia el mesón donde ambas ya se encuentran sentadas sobre las sillas altas, me siento a lado de ______ y pongo sobre mi plato tres pancakes antes de empezar a comerlos.
- ¿Mami?- ______ hace un sonido esperando a que continue-. ¿Podemos ver una película hoy?
- ¿La Sirenita?- pregunta.
- ¿Cómo lo supiste?- sus ojos se abren en asombro.
- Mamá lo sabe todo.- sonríe.
- Mamá es una bruja.- respondo yo.
- Cállate.- gruñe ______ al mismo tiempo que da un golpe en mi brazo.
- ¿Podemos?- vuelve a pregunta Livy, esta vez su madre mirándome con una sonrisa maliciosa.
- Claro cariño, ¿te parece si le damos a papá eso que usaba Chris cuando veíamos la película.
- ¡Si!- asiente con emoción, mi confusión creciendo mucho más.
- ¿Qué...- trato de preguntar pero mi castaña solo deja un beso en mis labios sin dejarme continuar.
- No es nada malo, ya lo verás.- sonríe.
Eso espero...