Anónimamente Yo. ©

By KarenDiGrace

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El verdadero amor de Cloe es su escritor favorito. O eso cree ella. Compartir su amor por cantantes, bandas... More

Sinopsis
Capitulo 1: Elevadores
Capítulo 2: Eternamente Lena & Drew
Capitulo 3: Habitaciones & Bares
Capítulo 4: la verdad no quiero estar aquí.
Capítulo 5: Yo también.
Capítulo 6: Demostraciones de cariño en público.
Capítulo 7: Ser un Kavanagh
Capítulo 8: Empapada de enojo.
Capítulo 9: Súper pensamientos.
Capítulo 10: recuérdame porque odio los elevadores.
Capítulo 12: pregúntale a Katherine Heigl.
Capítulo 13: Acompañadamente roja.
Capítulo 14: La fiebre y otras calenturas.
Capítulo 15: Algo sucedió.
Capítulo 16: Anónimamente yo.
Capítulo 17: Cambio de planes.
Capítulo 18: Afrodita contra mí.
Capítulo 19: sentimientos fotografiados.
Capítulo 20: Sentido con pensamientos.
Capítulo 21: Realidades.
Capítulo 22: ¿te gustan los besos?
Capítulo 23: Cursi hasta la médula.
Capítulo 24: Cerebro al revés.
Capítulo 25: Paris #1
Capítulo 26: Paris #2- echémonos una carrera.
Capítulo 27: Paris #3- Pensamientos de Tormenta.
Capítulo 28: Paris #4- ¿Consejos? no, de esos no tengo.
Capítulo 29: Paris #5- gotas de lluvia.
Capítulo 30: Paris#6- Despedidas.
Capítulo 31: Declaraciones.
Capítulo 31. 5: Declaraciones
Capítulo 32: Flor de piel.
Capítulo 33: Una cita.
Capítulo 34: expresando enojo.
Capítulo 35: Feliz Cumpleaños a Mí.
Capítulo 36: Respuestas.
Capítulo 37: Noticias.
Capítulo 38: ¿Juntos?
Capítulo 39: Dímelo.
Capítulo 40: Reconociendo sucesos.
Capítulo 41: Así se siente.
Capítulo 42: Quizá un... ¿Cloe & Zeev?
Capítulo 43: Pensar, a veces duele.
Capítulo 44: Mentiras & Locuras.
Capítulo 45: Zeev.
Capítulo 46: ¿reclamando?
Capítulo 47: Otra vez.
Capítulo 48: el libro... ¿Cuál libro?
Capítulo 49: pasado... ¿pisado?
Capítulo 50: ¿Chica Lémur?
Capítulo 51: ¿Fingir?
Capítulo 52: Puertas.
Capítulo 53: Razón. (final)
Epílogo.
Otras historias

Capítulo 11: Enferma de preocupaciones.

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By KarenDiGrace

Me asusté. Eclipse ladraba como si su vida dependiera de ello.

-Eclipse…¡¡Por Dios, silencio!!!

Él se acercó a mí, jadeando, ladeo la cabeza, esa era una cosa muy suya. Miré el reloj, un segundo después sonó la alarma… “So your friends been telling me…” la apagué. Le sonreí, ese perro tenía un reloj en su cerebro, de eso no había duda. Me levanté con cuidado y caminé hasta la ventana, me desperecé, y como si leyeran los deseos más profundos de mi cerebro, en aquella ventana que contemplé hace pocos días, apareció la espalda del chico junto a mi ventana. De seguro en persona seria más que sexy, de eso estaba muy segura, algunas personas nacieron para ser, y otras para no ser.

Y estaba segura, que él era una de esas personas que marcaban tu vida solo con verlas, el malo con una virtud, si, de seguro era el chico malo del libro.

Desapareció de mi vista al esquivar la luz, eso era extraño, mi corazón comenzó a latir como estúpido, ¿Qué?, oh vamos corazón, no latas así, no es como si fuéramos a conocerlo, y tu aun tienes esta enorme grieta que no cicatriza. El clima había caído en picada, y era más o menos la mitad de marzo, hacía mucho frio (aunque no creo que debería hacerlo) como para salir con solo unos shorts y medias.

Caminé al closet y saqué mis mejores jeans, una camiseta que decía: “¿Arañas?, sigan a las arañas, porque no dijo sigan a las mariposas” en una extraña letra cursiva. Mi abrigo negro favorito ya estaba en la cama, mientras me instalaba en mis botas de combate, por último busqué mi bufanda… ¿Dónde estaba mi bufanda amarilla?, era mi favorita. Oh si, la dejé en el auto de papá la última vez que salimos, rayos. Tomé mi siguiente bufanda favorita, una que tenía amarillo y rojo, oh si, muy reconocible, si alguien sabe lo que me gusta.

Ya lista entré al ascensor, el estar allí hiso que me pusiera más roja que un tomate, vergüenza, que bueno que no había nadie a mi alrededor… ¿buenos o malos recuerdos?, oh bien, definitivamente buenísimos recuerdos, pero ¿Cómo reaccionaría Zeev ante ese suceso?, obviamente sé que lo disfrutó, pero disfrutar y estar cómodo con algo, son dos cosas diferentes. Eso lo sé. Era cómodo estar con Jean, pero no lo disfrutaba. Esa era la pura verdad.

Salí del ascensor. Pero disfrutaba mirar a Drew aunque no fuera para nada cómodo.

-Buenos días señorita Kavanagh.-saludó el chico de la recepción.

-buen día.

Cuando salí del edificio, el frio viento pego contra mi rostro, bufé, me posé cerca de la calle, lista para llamar un taxi, definitivo, hoy buscaría mi auto nuevo.  Mi Yaris Sedan negro. Al fin un auto amarillo se detuvo, y me subí en este lista para llegar a mi trabajo.

Caminé con una paciencia única por los pasillos de “Lloyd Writers, inc.”, puesto que no había nadie a quien mirar en el elevador, no tenía por qué llegar. Entré al elevador y me recosté de una esquina de este con mi bolsa adelante. Cerré los ojos y suspiré. Mi primer viaje en elevador… sin esperarlo, pensarlo, o siquiera mirarlo.

Lena me miró fijamente, después de leer una de mi última columna, frunció el ceño. Luego releyó, para volver a mirarme como si quisiera encajar lo que decía en aquel papel con mi vida.

-Cloe… ¿no estas siendo correspondida?

-creo que lo deje muy claro en el papel.

-sí, pero… ¿Cómo lo soportas? Digo, debe ser tan horrible y doloroso.

-lo es,-le sonreí.-pero no quiero que me mires así con lastima, estoy bien.

-no, no lo estás. ¿Es por Zeev?

Es por Drew.

-no, él y yo si apenas nos conocemos.

-sí, tienes razón, apenas se conocen.

Alguien toco la puerta de Lena, era un hombre con un paquete en sus manos.

-¿está aquí la señorita Cloe Kavanagh?

Lena me miró con misterio, y le hiso un gesto de pasar al señor.

-sí, soy yo.-dije con curiosidad de lo que sucedía. Nunca recibía nada en la oficina. El me extendió el paquete y un pequeño tablero para que firmara.

Lo hice, y el tipo se marchó.

-¿Qué esperas?, ábrelo.-decía Lena muy expectante.

-okay…-bufé, era un simple cuadro, lo abrí, y había una nota sobre lo que estaba envuelto en papel azul.

“Te dije que lo conocía. Espero que te guste.

-Zeev”

Desenvolví el papel y estaba allí, entre mis manos, “¿Por qué no me amas?” de Zafiro Z.C., mis ojos se expandieron a mas no poder, mis manos temblaron y contemple la hermosa portada con letras plateadas, y la imagen de un muchacho de espaldas solo frente a un ocaso, eso era hermoso. Es mi libro favorito, pero… no esta edición no era mía, es una edición limitada. Abrí el libro y en la primera página bajo el titulo tenía mi ansiada dedicatoria.

“Querida Cloe, espero que este libro sea uno de los que más te gusten, es uno de mis favoritos. Me gustaría conocerte pronto, por lo que escuché eres todo un personaje. Disfruta el libro.

Con cariño,

Zafiro Z.C.”

Mis ojos se aguaron, esa era su caligrafía, hermosa y sin errores ortográficos, amaba a este hombre desde los dieciséis años cuando leí su primer libro, y ahora tenía entre mis manos, su última creación, en edición limitada, y dirigida especialmente a mí, escribió que soy todo un personaje… ¡¡Quiere conocerme pronto!! Sentí calor recorrer mi rostro, Lena me quitó la nota que estaba en mi mano, me miró sorprendida… luego con cuidado me quito el libro de las manos, yo estaba en shock.

-¿no es este tu amor platónico… tu escritor favorito?

-oh sí, es él. ¡¡Oh Lena es él, quiere conocerme!!

-sí, contemplo que es él, Zeev y Zafiro son muy amigos.

-¿enserio?-decía emocionada y curiosa, ¿se conocen de hace mucho?, ¿eran amigos de la escuela?, porque si eran amigos eso me ofrecía un hecho acerca de Zafiro, tenía alrededor de 20 a 30 años, eso era bueno, ¿Quién quitaba el hecho de que podía salir con mi escritor favorito?, aunque allí vendría el caso de no poder ser toda una fangirl frente a él. Gritar. Emocionarme. Pero todo eso se podía omitir, si él era lo que yo pensaba.

Le arrebaté el libro de las manos a Lena y lo abracé como si la vida se me fuera en ellos. ¡¡Oh Por Dios!!, eso sí que no podría pagárselo a Zeev.

-¿estas saliendo con Zeev?

Rodé los ojos, ante la ocurrencia.- te he dicho que no. Lo acabo de conocer.

-bueno, él no acostumbra a regalar cosas a las chicas.

-pues quizá me lo regaló porque no me ve de esa manera.-dije casi repitiendo sus palabras en el Hotel, y otra vez mi estómago se movió de nervios.

-no lo creo, él no… bueno, olvídalo, eres tú y él, ustedes. No yo.

Si, nosotros, pero sin un nosotros.

Tomó mi columna y la archivó.-¿Quién será la portada de esta semana?

-creo que será Chaning Tatum, Cath le hiso una entrevista, ya sabes cómo es Cath incluso lo puso a hablar de libros, te encantará cuando la leas.

-oh si, ya lo imagino.

-ya te puedes retirar a casa si quieres, y prepararte… la otra semana escribes sección, no la esquina de una página, sino dos páginas completas, debemos platicar sobre el diseño, y la foto junto a tu nombre para cuando redactes.

¿Foto?, ¿sección?, ¿dos páginas?, creo que la sangre se me subió a la cabeza.

-Magdalena, no quiero usar mi foto… quiero que mi rostro sea anónimo, que conozcan mi nombre pero no mi rostro.

-no discutiré contigo hoy, mañana nos sentamos y hablamos, llega a tiempo, todo estará bien… además no tienes por qué ser como Zafiro y no mostrar su rostro.

-no tiene nada que ver con él, es más algo personal.

-sea lo que sea lo podemos discutir mañana Cloe.

-está bien, hasta mañana.

-oh, había olvidado molestarte.-dijo Lena, eso me hiso voltear.

-¿Qué?

-¡¡50 puntos para Gryffindor!!-gritó señalando mi bufanda. Salí de allí riendo.

Caminé a mi escritorio, a tomar mis cosas, acomodé mis papeles y dejé los que debían dejar, tomé mi bolso, y caminé.

-¡¡Cloe!!-gritó alguien detrás de mí, oh-oh.

Zeev.

Voltee para encararlo, me sonrió tímidamente, pero no lucia incomodo, no como yo me sentía, como si fuera a avergonzarme eternamente.

Exhaló frente a mí, y su aliento llego a mí… mar, menta… Zeev.

Me sonrió de lado.- dice Lena que mañana nos  tenemos que reunir para lo de las fotos y la historia. Quiere que concuerden.-luego me miró como si yo fuera un objeto extraño.-¿Por qué eres tan mentirosa?

-¿a qué te refieres?

-me dijiste que no escribías el artículo, y tú eres la escritora.

Sentí calor recorrer mis mejillas, eso no me lo esperaba, Dios bendiga a Magdalena Lloyd, nunca puede mantener las cosas encerradas en su boca.

-bueno, ya lo sabes soy la escritora.-dije me di media vuelta y caminé directo a la salida.

-¿Por qué?-lo escuché decir junto a mí.

-¿Por qué, que?-le respondí con otra pregunta.

-¿Por qué no me dijiste la verdad?, crees que alguien va a pensar mal de ti por eso. ¡¡Soy tu fan!!, me encanta lo que escribes.

Y para mi vida de cliché ambos entramos al elevador. Cada uno recostado de una esquina, mirándonos quizá algo avergonzados por el explosivo recuerdo, bueno, bueno, no fue como que hubiera hecho algo más que besarme en la puerta del elevador porque ni siquiera fue dentro, pero así lo sentía yo, como una de las pocas cosas locas que había hecho.

-no te lo dije porque quiero no  que alguien conozca mi rostro, me importa  solo mi nombre. ¿Comprendes?

-sí, pero aun así… eres genial, bueno no las cosas que te pasan… y pues supongo que todas las cosas, bueno…-las puertas del ascensor se abrieron.-que escribías se referían a…

-Buen día muchachos.- Drew. Nos miró sospechando algo, luego sonrió, sabía lo que se pasaba por su cabeza, él pensaba que Zeev y yo estábamos en algo, igual que Lena, parece que eso era lo que todos querían.

-Buenos Días.-contestamos al unísono.

Y el aire se volvió algo espeso, de tal manera no me costaba respirar y pensar.

Me sentía caliente por dentro, juraría que me daría fiebre y eso, no era bueno. Tengo mañana una reunión con Lena, ¡¡Sobre mi sección!!, y tengo que reunirme con Zeev.

No ir, era demostrarle a Zeev que me daba vergüenza mirarlo, y también que muchas veces mientras estábamos en el ascensor pensaba como podía tomarlo de la camisa y presionar mis labios con los suyos, ¿patético, no?

Me acosté a dormir, esperando que el día siguiente fuera mejor, esa era mi única opción.

Pasaron los minutos, pero no podía conciliar sueño, tenía demasiado calor y mis ojos me ardían. No me gustaba estar sola y enferma, casi siempre Tonny me cuidaba. Así era, él es mi mamá postiza, pero sin él, enfermarse es peor aún. Comencé a toser.

-oh no.-me quejé.

Eclipse se despertó y me miraba, podría jurar que ese perro podía leer mis pensamientos, ladeo la cabeza, luego al otro lado.

“solo llama si es urgencia, si caen meteoritos… le pasa algo a Eclipse tu perro gris… o algo así” se escuchó en mi cabeza.

-No voy a llamar a Zeev.- cerré mis ojos, esa no era buena idea, no lo creo, me restregué los ojos, sí que me ardían. Eclipse me empujó la mano ligeramente con su nariz.-me asustas eclipse, actúas como un perro de Disney.- y el bendito perro gimió.-okay, ¡¡lo llamaré!!, ahora se feliz.

-espera… él no me dio su teléfono.-bufé.

Algo vibró debajo de mi trasero.-¡¡AAAHHH!!

Saqué mi celular debajo de mí, y miré el teléfono decía “Zeev” y había una graciosa foto de él con esa sonrisa de niños de kínder.

¡¡Esto ya asusta!!, ¿Cuándo Cárdigan puso su número en mi celular?

Contesté.

-¿aló?- pero nadie respondió del otro lado, se escuchaba música, y muchas voces, de seguro una fiesta, había una irritante voz que se escuchaba muy clara de seguro está muy cerca.

“Entonces… ¿Por qué no vamos a un lugar más íntimo?”  ¿En serio una tipa dijo eso?, se está degradando, deja que le cueste idiota. “no creo que sea el momento, debo esperar por Zenia, primero”

“¿Qué acaso no estaremos solos?”, “Bueno…” respondía Zeev con voz seductora y colgué el teléfono antes de que escuchara, la barbaridad que diría.

-oh no… definitivo que no voy a llamar, no interrumpiré su diversión.

Mis ojos seguían ardiendo, pero, ¿Qué podía hacer?, agarré mi laptop y la encendí, esperando a que iniciara caminé con paciencia a la cocina ya conseguí helado, casi tomé el cucharon para comer helado, pero no, eso sería más anormal de lo que soy así que, cuchara tamaño promedio.

Corrí a mi cuarto me tiré junto a la computadora en el suelo, introduje la contraseña y esperé unos segundos, la ventana de Skype saltó, y estaba allí en un verde brillante indicando que Nollie estaba conectada.

Y sin pensarlo, le mandé una llamada.

Se abrió la ventana del otro lado con la cara de felicidad de mi mejor amiga.

-¡¡CLOE CHU!!

-¡¡NOLLIE CHU!!

Gritamos al unísono nuestros sobrenombres, patéticos, pero nuestros.

-que milagro, hace tanto que no hablábamos…

-si bueno, ¿seis horas de diferencia no?

-sí, demasiadas horas.- ella lucia diferente, definitivamente, tenía el cabello más largo, y tenía estas mechas rojas en las puntas, ella siempre intentando lucir sexy.

-¿te gusta mi cabello?-preguntó.

-se te ve fantástico…

-deberías hacerte algo diferente en el tuyo.-me sonrió con ternura.

-no, no lo creo, suficiente con que es rizado y lo pongo lacio a veces.

Suspiró, había tanto que contarle, la boda de Drew y Lena, Tonny en casa de su madre, Zeev, Zeev besándome.

-y… ¿Qué hay de nuevo?

-bueno, hay mucho de nuevo, déjame ver, ¿por dónde comienzo?

Ella negaba ligeramente con la cabeza, ahora yo estaba sentada en mi cama con la computadora frente a mí, la pantalla la hacía ver aún más lejana.

-déjame ver si entendí… el chico del elevador se casa con Lena, y conociste a un tal Zeev, lo besaste, ¿y es hermano de Drew?

-sí, correcto.

-eso es drama, con la presencia de Jean, no me sorprendería que tuvieras estrés ahorita mismo.

-ni me lo recuerdes.- torcí la boca ligeramente, no quería saber del tipo.

-nunca entendí por qué lo querías, él siempre te hiso sentir mal, como si no merecieras a nadie y él te hiciera un favor al salir contigo.

Suspiré. Mi pasado no era algo que quería desempolvar, para este momento ya me sentía que ardía, me sentía como un pedazo del sol.

Mi cabeza comenzó a dar vueltas.-Cloe no te ves bien. ¿Estas enferma?

-solo me siento afiebrada.

-llama a alguien, no me gusta que estés enferma y sola, siempre entras en tu etapa depresión, llama a Tonny…-entrecerró los ojos recordando que él estaba con su madre.- okay, okay, llama a Zeev.

-no lo voy a llamar, él está tirándose a dos tipas.

-okay, mira… llámalo. Lo necesitas, se ofreció a ser Tonny. Tonny normalmente es tu mamá, así que cayeron meteoritos, llama.-me presionaba, ella sabía todo de mí, y a veces resultaba algo molesto.

Tomé mi celular y busqué el número.

Sonaba, recorrí con mis ojos mi cuarto, ya eran las tres de la mañana. Eclipse dormía plácidamente en su cama, afuera la noche se veía demasiado fría, y las nubes contrastaban con su gris pálido, casi nunca se veían las estrellas.

-¿aló?- su voz me sacó de mis pensamientos, del otro lado de la pantalla Nollie me miraba expectante. Así que lo puse en altavoz.

-Zeev… soy yo Cloe.-Nollie asintió.

-¿Cloe? ¿Estás bien?, ¿le sucedió algo a tu perro?-preguntó, Nollie hiso cara de “awww” y sonrió.

-sí, creo que tengo fiebre, y me siento realmente mal, y como Tonny no está pensé que tú…

-estoy cerca de tu edificio, llego en unos quince minutos,-Nollie, hiso cara de sorprendida, y bueno hasta yo sentí que algo brinco en mí.-si te sientes afiebrada metete a bañar con agua fría, deja la puerta sin llave, así no tienes que salir.

-okay… gracias.

-no te preocupes.-colgó.

Miré a Nollie que estaba entre el asombro y una sonrisa.

-realmente no parece incomodo por el beso del elevador, además te obsequió un libro, ¿Qué más quieres?, ve por él.

-está profundamente enamorado de Lena, y mi cabeza si apenas puede con no pensar en Drew.-dije negando, ella debía saber cómo eran las cosas, yo no tenía novios, el gran amor de mi vida era Drew Cárdigan, mi cliché vivencial, y el amor de mi existencia era Zafiro Z.C., el ultimo era la única persona que no me había defraudado, incluso si me hacía llorar, podía volver a los momentos felices porque solo tenía que pasar las páginas del libro.

-pero si lo intentan podrían enamorarse ente ustedes dos, o solo matar las hormonas, ya que pasan tanto tiempo juntos.

-no voy a tener sexo con él, Nollie.

-ya te lo dije, si aún eres virgen a los 25 años, le voy a tener que contratar a alguien y voy a encerrarte con ese alguien.-bufé.

-Me gusta mi estado cero. ¿Recuerdas lo que pasó el día que todo cambiaria?

-no vas a resignarte porque una asiática se tiró a Jean antes que tú. No tiene que ser Jean, porque él es un marica, pero Zeev… está siendo amable.

-acabo de confirmar que es un puto, él mismo admitió haber tenido enredos con muchas de las modelos de la fiesta de Lena. Entiendo perfectamente su punto, quiere olvidarla, pero no conmigo.

-no te cierres Cloe.

-¿eso fue doble sentido, Nolls?

-pues claro que lo fue… Cloe odio como te cierras al mundo, solo te pones a leer y leer, ir al trabajo, Eclipse… y si Tonny no te saca, no sales…

-¿para qué?, quieres que salga a conseguir a un tipo, a un chico que me quiera, y… ¡¡BAM!!, lo haga con él y bueno que pasa andamos, no, no es así,  simplemente no puedo ser como los demás porque tengo muy dañado mi cerebro, no pienso como los demás.

-no empecemos con tu autocompasión Cloe.

-bien… olvídalo.

El timbre de mi apartamento sonó. Ella me miró como si fuéramos a discutir esa cara que de que no podemos evitar lo que sigue.

-ya llegó tu cita de la bañera.

-ya me tengo que ir… pero quédate, abriré la puerta y te lo presento.

-estás loca, has lo que quieras…

Corrí desde mi cuarto a la puerta principal, abrí, y allí estaba él, y oh por Dios, que se veía bien, tenía su abrigo negro en la mano, y llevaba una camisa de cuadros que me hiso querer usarla. Olía a mujer, de seguro las chicas que se tiró, y eso también explicaría el hermoso desastre de su cabello. Que no me gustara no significaba que no iba a admitir que el tipo, es guapo.

Dio un paso adentro, y me miró con el ceño fruncido.

-¿Por qué no estas bañándote?

-tocaste el timbre.-negó con la cabeza. Colocó su mano derecha en mi frente.

-estas ardiendo Cloe, ven vamos al baño.

Oh si, esta sería una larga noche.

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Hola, solo venía por aquí a decirles que me gustaría que comentaran, que les gusta y que no de lo que va. Así, si que nos entenderiamos bien ;)

Por cierto Gracias por leer mi historia, eso me hace muy feliz ;)

Xxx

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