El Amish

By imaginezen

248K 11K 2.4K

[yaoi] [boyxboy] [gay] Hielo y Fuego. Cielo y Tierra. Angel y Demonio. Yin y Yang... More

El Amish
Capítulo 1: Samuel.
Capítulo 2: Adentrándome en la cultura Amish.
Capítulo 3: El granero.
Capítulo 4: Benjamin.
Capítulo 5: Situaciones inesperadas.
Capítulo 7: Malas influencias.
Capítulo 8: Malditas mudanzas.
Capítulo 9: El pequeño refugio.
Capítulo 10: Roma no se construyó en dos días.
Capítulo 11: Nuevas experiencias.
Capítulo 12: La fiesta.
Capítulo 13: ¿Esto es un adiós..? Parte 1.
Capítulo 13: ¿Esto es un adiós..? Parte 2.
Capítulo 14: ¿Cambio de roles?
Capítulo 15: Ellos no son como yo, son peor.
Capítulo 16: Una nueva etapa.
Capítulo 17: La gota que colmó el vaso.
Capítulo 18: Quien la sigue, la consigue.
Capítulo 19: Problemas solucionados.
ATENCIÓN.
Capítulo 20: Reconciliaciones y más reconciliaciones.
Capítulo 21: De ser el jugador a juguete hay tan solo un paso.
Capítulo 22: ¿Vaso medio vacío o medio lleno?
Capítulo 23: ¿La versión rejuvenecida de Mick Jagger es mi competencia? Parte 1.
Capítulo 24: ¿La versión rejuvenecida de Mick Jagger es mi competencia? Parte 2.
Capítulo 25: El prado, las vacas y.. ¿Adam?
Capítulo 26: Paciencia es lo único que hay que tener.
Capítulo 27: Una de cal y otra de arena.
Capítulo 28. Entre el hielo y el fuego.
Capítulo 29: ¿El fin de una etapa y de mi vida..?
Capítulo 30: Yo nunca busco a nadie, a mí, me buscan.
Capítulo 31: Nada es lo que parece.
Capítulo 32. Extrañas advertencias.
Capítulo 33: Ten cuidado con lo que deseas..
Capítulo 34: Vaivén de actitudes.
Capítulo 35: Suelo conseguir lo que me propongo.
Capítulo 36: Decid adiós a Sami.
Capítulo 37: A fin de cuentas, siempre consigo lo que me propongo.
Capítulo 38: Castillos, princesas y... gaviotas.
Capítulo 39: Dolores de espalda y masajes relajantes.
Capítulo 40: Usa el pasado para ver lo mucho que has avanzado.
Capítulo 41: Adiós pasado.
Capítulo 42: La cita.
Capítulo 43: Noche de chicos.
Capítulo 44: ¿Resurgirás de las cenizas conmigo..?
Capítulo 45: ¿Qué?
Capítulo 46: Día gris.
Capítulo 47: Felicidad efímera.
Capítulo 48: Timmy.
Capítulo 49: Positividad abundante.
Capítulo 50: Copito.
Capítulo 51: ¿Un hermano o un traidor?
Capítulo 52: Risas, besos, abrazos y.. pasión.
Capítulo 53: Miedo... ¿yo?
Capítulo 54: De vuelta a la cárcel.
ATENCION.
Capítulo 55: ¿Adam?
Capítulo 56: Momentos habidos y por haber.
Capítulo 57: "Choques" de suerte.
Capítulo 58: No sólo los borrachos dicen la verdad.
Capítulo 59: Encuentros innecesarios.
Capítulo 60: ¡Nos vamos!
Capítulo 61: Reencuentros.
Capítulo 62: Cumpleaños... ¿feliz?
Capítulo 63: Quien se pica, ajos come.
Capítulo 64: No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Capítulo 65: Volver.
Capítulo 66: Las aguas vuelven a su cauce.
Capítulo 67: El cielo ganó un ángel.
Capítulo 68: ¡Sorpresa!
Capítulo 69: Noches húmedas.
Capítulo 70: Una mujer en casa.
Capítulo 71: Demasiadas responsabilidades.
Capítulo 72: La única y dolorosa verdad.
Capítulo 73: Héroes.
// importante!! estimado lector.. //

Capítulo 6: ¿Confesiones?

5.1K 256 47
By imaginezen

Después de una mañana lavando carros, y una tarde durmiendo, llegó la noche en la que, mi amigo Benji, iba a tener una cena ''romántica'' con Susan. Por suerte, habia tenido toda la maldita tarde para pensar en que hacer esa noche. Podría estropear tan solo la cena, pero a fin de cuentas, si me iba, continuaría. Así que, idée un plan para que estropear la cena y hacer que Susan se fuera.

Tras cenar, me levanté de mi sitio de la mesa y subí a mi habitación. Cerré la puerta y encendí el pequeño candelabro que tenía que dar luz a toda la habitación noche tras noche. Me acerqué a la ventana, la cual daba a la parte delante de mi casa y como no tenía nada con lo sentarme allí mientras esperaba que Susan apareciera, arrimé la cama hasta esta y me tumbé en ella, mirando cómodamente hacia la calle. Susan no venía y me estaba empezando a aburrir, aburrir bastante ; me levanté de la cama y de la mesita de noche, cogí un cigarro y el mechero junto con un pequeño recipiente que usaba como cenicero. Puse dicho recipiente sobre mi barriga y encendí el cigarro, observando por la ventana, luchando seriamente por no quedarme dormido.

Me quedaban tan solo dos caladas para terminar el cigarro cuando escuché a alguien hablar en la calle. Me incorporé sigilosamente en la cama y observé por la ventana y vi como Susan se despedía de su padre frente a su carro. Segundos después, Raquel, Jacob, Anne, Peter y Lucy, salieron hacia este y se subieron. Susan entró a la casa de Benji y en seguida, me metí hacia dentro. Apagué el cigarro, que se había ido consumiendo mientras cotilleaba y bajé al piso de abajo. Mi padre estaba concentrado leyendo uno de los muchos libros que tenía colocados donde una persona decente tendría la tele, así que no perdió mucho el tiempo en observar que hacía. Además, estaba algo enfadado por mi comportamiento en ese día, aunque me daba exactamente igual. Caminé hasta la ventana del salón que justo quedaba frente a una de la de las casas de Benji y comprobé si podía espiarles o algo, pero no fue así. Me encogí de hombros y caminé hasta la puerta, la abrí y mi padre decidió hacerme caso. Qué oportuno.

-¿A dónde vas? ¿Te vas otra vez?.- Preguntó amenazantemente.

-Voy a dar una vuelta, que me de un poco el aire.- Respondí rodando los ojos mientras salía por la puerta.

Escuché como mi padre suspiraba y cerré la puerta, bajando con sigilo las escaleras del porche. Caminé hasta la casa de mi amigo y la rodeé hasta encontrar una ventana que diera al comedor, donde estaban Susan y mi amigo bastante arrimados, compartiendo una agradable charla. Una pena que pronto fuera a ser interrumpida.. Caminé hasta la puerta y la abrí, ya que los amish eran bastante confiados y al haber gente en casa nunca la solían cerrar con llave por que todos en el pueblo se querían y respetaban. Caminé hasta el comedor y me crucé de brazos, quedándome en la entrada de este, sonriendo malignamente como solo yo sabía hacer. Ambos me miraron bastante sorprendidos.

-¿Samuel? ¿¡Qué haces aquí!?.- Preguntó Benji bastante sorprendido, separándose mínimamente de su acompañante.

-Vengo a informarte de algo.- Respondí firmamente, alzando una ceja.

-¿Qué ocurre?.- Preguntó Benji mirándome extrañado y preocupado, mientras ambos eramos observados por la atenta mirada de Susan.

-Me voy.- Respondí sonriendo triunfalmente.

-¿¡Qué!? ¿A dormir?.- Benji me miró mal, cosa que jamás había hecho y la cual me hizo reir.

-No. A la ciudad.- Informé tras reirme unos pocos segundos.

-¿¡¡Qué!!? ¿Por qué?.- Preguntó el chico mientras se levantaba bastante entristecido de la silla. Me encogí de hombros y rodé los ojos, un gesto que siempre podía indicar algo: problemas.- ¿Te he hecho algo..?.- Preguntó el castaño, parándose frente a mi.

-No es eso..- Respondí agachando brevemente la cabeza, al igual que la mirada.

-¿Entonces? ¿Ya no quieres ser mi amigo?.- Benji agarró mis brazos, los cuales tenía cruzados y me hizo levantar la cabeza, mirándome completamente triste. Siendo honestos, verle tan triste, hizo temblar mi corazón.

-Esto.. mejor nos vemos mañana Benjamin. Creo que este tema que tenéis que tratar ahora es más importante.- Intervino Susan, acercándose a nosotros. La miré seriamente y Benji le dedicó una pequeña sonrisa.

-Lo siento y gracias.- Respondió el chico mirándola. Susan se acercó a él y le dio un beso en la mejilla, sonriéndome después a mi como señal de despedida, pasando por mi lado para salir de la habitación en la que nos encontrabamos e irse a su casa. Rodé los ojos tras su acto y mi mirada, volvió a conectar con la de Benji.- ¿Me lo vas a decir? ¡Por favor! Quiero saber que he hecho mal..- Rechistó con un pequeño hilo de voz que en un momento, llegó a quebrarse. Me encogí de hombros y solté un pequeño suspiro, apoyándome sobre el arco de la puerta, mirando hacia el chico.

-No es nada contigo, Benji..- Respondí mirándole seriamente.

-¿Entonces? ¿Qué ha ocurrido? ¿Te han echado los ovispos del pueblo?.- Preguntó bastante curioso.

-No.. no.. Era broma, solo quería que se fuera.- Respondí sonriendo pícaramente, mordiéndome la punta de la lengua.

-¿Por qué? ¿No sabías que esto era importante?.- Preguntó mientras su expresión cambiaba a seria.

-Sí.- Respondí a la vez que asentía con la cabeza.- Pero para mi es más importante lo que siento..- Añadí, mirándole directamente a los ojos.

-¿Qué..? No entiendo.- Respondió el chico, mirándome curiosamente. Sin pensármelo ni un segundo más, me acerqué a Benji, agarré sus dos manos con las mías, acariciando la parte superior de su mano con mis pulgares. Le miré directamente a los ojos y acerqué mi cara a la suya, regalándole un pequeño beso en la mejilla, separándome justo después de hacerlo. Benji se quedó helado, algo sonrojado. Realmente, no me esperaba esa reacción. Pasaron unos cuantos segundos y al ver que el chico ni si quiera reaccionaba, una sensación de rechazo bastante profundo se metió en mi cuerpo, y no quería salir.

-Vale..- Murmuré algo entristecido. Solté sus manos y me di la vuelta echando a correr hacia la entrada, salí y corrí hasta mi casa, entrando y subiendo a mi habitación sin ni si quiera mirar a mi padre. Había hecho el mayor ridículo de mi vida y eso que ni si quiera le había besado.. Nada más llegar a mi habitación, cerré la puerta y me tiré en la cama boca abajo. Ni si quiera yo sabía por qué había hecho aquello, tan solo me salió del alma hacerlo y lo hice. No me paré ni por un momento a pensar en las consecuencias, y creo que es lo que tendría que haber hecho.

''Maaaaaaaaaaaarica''.- Gritó mi conciencia, confundiéndome muchísimo más de lo que estaba.

Tres días después

Viernes.

Por fin llegó el viernes, aunque me daba igual ya que día fuera. Aquí no podía salir mucho de fiesta, más bien, no podía ; así que cualquier día era igual que el anterior. Había empezado días atrás a coger un constipado de la virgen, con lo cual la noche del jueves la pasé jodido, en cama, con 39 y medio de fiebre. Hoy no iría a trabajar, así que un día más vagueando en la cama, genial. Siendo honesto, le había cogido gusto a ''trabajar'', si es que se le podía llamar así, por que lo hacía completamente solo ya que Benji, se encargaba de vigilar el lago. Desde el beso, a penas cruzamos una palabra. No por que no quisiera, que él, me buscaba, pero yo.. le ignoraba al completo. Me daba vergüenza después de todo, aunque a su vez, es raro que no me diera verle tras haberme pillado haciéndome una paja y si tras darle un beso en la mejilla.. No era lo mismo, supongo. Además nuestros horarios no coincidían por que yo hacía que no lo hicieran, y eso restaba oportunidades.

Me revolví en la cama por que no tenía otra cosa que hacer. La batería del MP4 se me había agotado y no tenía enchufe ni cargador para cargarlo. No podía tener visitas, básicamente por que nadie que ''me apreciara'' vivía cerca. Benji tampoco había venido a verme y bueno, tampoco lo esperaba, así que el problema era nulo. Intenté volver a dormirme y cuando justo estaba cogiendo el sueño, alguien llamó a la puerta de mi habitación. Abrí los ojos enfurecido y me acomodé en la cama, mirando hacia la puerta.

-¿Qué pasa ahora, papá?.- Grité en forma de pregunta, soltando un suspiro después.

-Soy Benji.- Respondió la voz al otro lado, haciéndome sonreir tímidamente. Sin apenas responderle, el chico abrió la puerta y al verle, mis ojos tomaron un brillo un tanto especial. Llevaba tanto sin verle..y puede que le echara de menos, tan solo un poco.

-Hola.- Respondí volviendo a poner mi cara de seriedad y enfermedad, acurrucándome en la cama. Tosí un poco llevándome la mano a la boca para no soltar gérmenes y dejarlos flotando por el aire mientras Benji se sentaba al pie de mi cama.

-¿Cómo estás?.- Preguntó el chico, mirándome mientras me dedicaba una de sus bonitas sonrisas.

-Mal. Enfermo. ¿No ves que no te he pedido que te vayas nada más verte?.- Rodé los ojos intentando poner una cara seria, pero la pequeña carcajada que se me escapó, le quitó seriedad.

-¿Quieres que lo haga?.- Preguntó el chico mientras se levantaba de la cama, caminando despacio hacia la puerta algo apenado.

-No, no. Ahora quédate un poco más..- Respondí mirándole con una pequeña sonrisa en los labios, la cual le contagié.

-Echaba de menos que te metieras conmigo..- Respondió adorablemente, asintió con la cabeza y volvió a sentarse a los pies de mi cama, mirándome. Qué adorable, ¡me había echado de menos! Espera, ¿desde cuando celebro yo algo así?.- ¿Estás algo mejor..? Siento no haberte venido a visitar antes..- Respondió algo apenado.

-No te preocupes, da igual.. Aunque pensé que no tenías ganas de verme.- Respondí rodando los ojos, sentándome sobre la cama.

-¿Por qué no iba a tener ganas..?.- Preguntó mirándome bastante confuso.

-Después de lo del otro día..- Respondí mirándole, cruzándome de brazos mientras apoyaba la espalda en el cabecero de la cama.

-Ah.. Lo siento, es que no sabía que hacer en ese momento, no entendí muy bien las cosas, ni el por qué del beso..- Respondió acercándose más a mi en la cama, sentándose a mi lado.- ¿Por qué lo hiciste?.- Preguntó mirándome con una pequeña sonrisa.

-Verás Benjamín..- Me armé de valor y respiré hondo, giré mi cabeza hacia él y le miré directamente a los ojos.

-¡Sorpreeeeesa!.- Gritó Sasha irrumpiéndo en la habitación. Tanto yo como Benji nos sorprendimos al verla.

-Bueno será mejor que me vaya..- Se levantó cabizbajo y me miró, dedicándome una triste sonrisa. Rodé los ojos y dirigí mi mirada hacia Sasha.

-Mejor, si.- Respondió la chica dejando su bolso sobre la mesilla, quedándose frente a Benji.

-No.- Respondí seriamente, mirándoles a ambos.

-¡Sí!.- Protestó la rubia, que iba vestida con un pequeño vestido blanco, que le sentaba bastante bien.

-Ya te veré en otro momento Sami..digo, Samuel.- Respondió el chico caminando entristecido hasta la puerta.

-¡Que no! Benji, quédate.- Exclamé destapándome, sacando las piernas de la cama.

-Bueno, si quiere hacer un trio..- Respondió Sasha mirándole de arriba abajo, poniendo su dedo índice sobre su propio labio inferior. Benji agachó la mirada y sacudió la cabeza indignado, saliendo hacia el pasillo.

-Qué imbécil eres..- Respondí levantándome de golpe de la cama, corriendo tras Benji ; agarrándole del brazo nada más alcanzarle.- Quieto.- Ordené, a lo que el chico asintió. Sasha salió detrás mía con sus increíbles tacones de vértigo y su bolso, cruzándose de brazos frente a nosotros.

-Pues me voy yo, y para siempre. Va a venir a verte quien yo te diga.- Bufó la chica mirándome completamente enfadada. Me encogí de hombros y me arrimé a Benji para que pudiera pasar y bajar las escaleras, ya que estábamos en el principio de estas.

-Benji llegó antes.- Aclaré, mirándola desafiantemente.

-Pero a él te lo follas, ¿verdad que no? ¡Pues yo tengo preferencia!.- Exclamó cual niña rica estúpida y consentida, es decir, lo que era. ''Ojalá me lo follara, me lo pasaría mejor que contigo.''- Pensé para mi mismo, mordiendo mi labio inferior, mirando hacia el frente, embobado.

-Será mejor que me vaya, ya te veré después..- Respondió Benji comenzando a bajar las escaleras con bastante rapidez. Rodé los ojos ante el acto del chico y bajé las escaleras detrás de él.

-Benji, no, espera.- Le agarré del brazo de nuevo, haciendo que se detuviera. Sasha caminó detrás de nosotros y cuando se aproximo al descansillo de las escaleras, me miró completamente enfurecida.

-¡Toma!.- Metió una mano en su bolso y me tiró un paquete de tabaco a la cara mimentras bajaba las dos escaleras que faltaban.- ¡Que te den!.- Exclamó caminando con prisa hacia la puerta, cerrándola de un portazo.

-Bueno, al menos..- Me encogí de hombros con el paquete entre las manos y miré hacia Benji.

-¿No te importa que se vaya así?.- Preguntó Benji algo sorprendido.

-Si pretende que sea todo cuando ella quiera y como quiera..- Negué con la cabeza con cierta decepción.- Además, me apetecía charlar contigo.- Respondí mirándole.

-Gracias.- Respondió mirándome de arriba abajo, algo tímido. Estaba en boxers y creo que un poco contentillo.

-Samuel, veo que estás mejor.- Exclamó mi padre entrando por la puerta por la que había salido completamente enfurecida Sasha.

-¿Qué pasa?.- Pregunté mirándole mientras me cruzaba de brazos, sentándome en el último escalón que había.

-Necesito que vayas a la ciudad a comprarme unos cuantos materiales..- Respondió mirándome.

-Está bien. Benji, sube.- Respondí levantándome y subiendo con prisa las escaleras hasta mi habitación.

-¿Qué ocurre?.- Preguntó Benji apoyándose sobre el marco de la puerta de mi habitación.

-No, nada, que mientras podremos charlar en lo que no voy a la ciudad y eso. ¿Me llevarías?.- Pregunté mientras me daba la vuelta hacia la cómoda, cogiendo una camiseta del primer cajón.

-Claro.- Respondió acercándose a la cama, comenzando a hacerla con cuidado.

-Tan solo es hasta el pueblo más cercano.- Respondí dándome la vuelta, quedándome sorprendido al ver como hacía la cama.- ¿Qué haces?.- Pregunté riéndome débilmente.

-Oh, lo siento.. Es que deberías de hacer la cama.- Respondió riéndose también, mientras hacía hábilmente la cama.

-No hace falta, esta noche espero deshacerla de nuevo..- Me encogí de hombros y me puse la camiseta. Abrí el segundo cajón y cogí un par de calcetines, unos pantalones algo ajustados negros y me los puse.- Oye..- Murmuré.

-¿Qué?.- Preguntó, dándole pequeñas palmadas a la almohada para mullirla.

-¿Te apetece venir?.- Pregunté mirándole, con una pequeña sonrisa pícara en la cara.

-¿A dónde? ¿A la ciudad?.- Preguntó boquiabierto.- No, no.. No es lo mío.- Respondió negando con la cabeza mientras se reía levemente.

-¿Por qué no? Anda, por fa.. Y te enseñaré mi casa, ¡y mi coche!.- Respondí mientras me calzaba; levantándome de la cama al hacerlo.

-Bueno.. está bien.- Respondió.- Pero he de pedirle permiso a mis padres..

-No te van a dejar, así que.. deja que se lo diga mi padre cuando ya estemos de camino allí.- Respondí riéndome a carcajadas mientras me acercaba denuevo a la cómoda.

-Pero, eso está mal..- Respondió levantándose de la cama.

-¿Por? ¿Acompañar a un amigo a traer unos materiales para que su padre trabaje está mal?.- Pregunté mirándole de reojo, alzando una ceja.

-Si lo miras de esa forma..- Respondió ladeando brevemente la cabeza.- Pero.. ¿no te dará vergüenza que te vean conmigo así vestido?.- Preguntó, soltando una pequeña carcajada.

-No.- Respondí sacando una camiseta negra con el logo de Nike en blanco.- Por que te vestirás como yo.- Le lancé la camiseta y este la cogió, mirándome extrañado. Soltó un pequeño suspiro y dejó la camiseta sobre la cama, comenzando a desabrocharse la camisa y los tirantes. Volví mi mirada hacia la cómoda y cogí unos pantalones vaqueros también ajustados, como todos los que tenía y se los entregué, haciendo lo mismo con un par de calcetines.

Tras vestir y peinar a Benji al estilo actual, ambos bajamos las escaleras hasta el piso de abajo, donde se encontraba mi padre picando una cebolla. Al escuchar el ruido de las pisadas bajando las escaleres, llevó su mirada hacia nosotros y al ver a Benji así, nos miró completamente extrañados.

-Pero Benjamin..- Comentó soltando el cuchillo sobre la mesa.

-¿Qué pasa? Va a acompañarme.- Respondí mirándole con una gran sonrisa mientras que el castaño caminaba detrás de mi tímidamente.

-Pero.. ¿No puede ir vestido normal?.- Preguntó levantándose, caminando hacia nosotros.

-Papá.. Va vestido normal.- Respondí riéndome a carcajadas, al igual que Benji. Aunque me pareció extraño que se riera, me alegró bastante.- ¿Nos llevarías hasta el pueblo de aquí al lado? Después ya traigo mi coche y eso.- Respondí mirándole con una gran sonrisa.

-A ver donde lo guardas después..- Respondió mi padre tras soltar un suspiro. Miré hacia Benji y ambos sonreímos, caminando hacia la puerta.

Hora y media después.

Tras llegar al pueblo con tecnología más cercano, llamar a un taxi, esperar e ir a la comisaría, por fin llegamos. El viaje hasta allí, fue bastante divertido ya que Benji miraba asombrado por la ventanilla, volviendo a ver un paisaje que desde el día experimental que tuvo a los dieciséis años, no había repetido. El taxista frenó frente a la comisaría, le pagué y Benjamin se bajó del coche mirando la gran comisaría sorprendido. Era la comisaría central de Ontario, por lo tanto era bastante grande y estaba rodeada de coches policiales y camuflados. Tenía bastantes ventanales un poco opacos para que no se pudiera ver bastante el interior. Estaba rodeada de un bonito jardín bastante bien cuidado y por unas escaleras, se accedía a la gran puerta de entrada.

-¿E...e..esta es tu casa?.- Preguntó mirándome boquiabierto.- Hay mucha gente..- Añadió volviendo a mirar hacia las patrullas que salían de la puerta.

-No, no.- Respondí riéndome a carcajadas.- Es la policía, vengo a por las llaves de mi coche, casa y eso, que supongo que las tendrán ellos.- Le di una pequeña palmada en el brazo y ambos comenzamos a caminar hacia la entrada. Una vez lo hicimos, miré a nuestro alrededor y solo me encontré con un ventanal que parecía de plástico que daba a una pequeña habitación con bastantes estanterías y cajas, donde había una mesa de escritorio con un señor sentado allí. Lo demás, estaba todo tras una gran puerta de madera a la que no se podía acceder, o eso pensaba. Nos acercamos hasta dicho ventanal y miré hacia el policía algo mayor que se encontraba allí.

-Buenos días. ¿En qué puedo ayudarle?.- Preguntó el señor, mirándonos de arriba abajo.

-Verá.. ¿Tienen aquí las llaves de mi casa y mi coche..? Mi madre fue asesinada hace unas cuantas semanas y yo fui hospitalizado, así que no pude hacerme cargo de nada.- Respondí, siendo curiosamente observado por un entristecido Benji.

-¿Asesinada..?.- Murmuró asombrado, mirándome. Le seguí la mirada por unos segundos y me encogí de hombros, volviendo mi mirada al señor.

-Dígame su nombre por favor.- Respondió pasando unas horas en un archivador.

-Samuel Lemark.- Respondí.

-¿El de su madre?.- Preguntó de nuevo.

-Francine Lemark.- Respondí de nuevo, soltando un pequeño suspiro.

-Ah, sí.- Respondió levantándose de la silla de oficina en la que se encontraba, caminó hasta una de las estanterías y cogió una que tenía los números ''24465''. La pasó hacia mi por un pequeño agujero que había en el cristal y me miró, aún con dos de sus dedos sobre la caja.- Hemos intentando contactar con usted por el número de teléfono que figura en nuestros archivos, pero no ha habido manera.

-Ya, es que he estado fuera y no he tenido el móvil conmigo.- Respondí mirando el interior de la caja de cartón marrón que me habían entregado y vi el gran manojo de llaves de mi madre, su cartera y las llaves mi coche.- ¿Sabe que pasará con la casa..? Yo no puedo pagarla.- Respondí cogiendo los objetos de la caja.

-El banco se quedará con ella, muy a su pesar, tendría que abandonarla igualmente. Así que, cuanto antes.. retire todos los objetos personales que se encuentren en ella y no quiera perder y avísenos cuanto antes. Ah, también debe de ir a esta dirección..- Escribió una dirección en un trozo de papel y me lo entregó. Observé la nota y le miré confuso.

-¿Para que es esto?.- Pregunté extrañado.

-Para que recoja las cenizas de su madre, al no poderle localizar, no pudimos formalizar un entierro y en casos así, es lo que suelen hacer las funerarias.- Respondió sentándose de nuevo en la silla.

-M..m..muy bien..- Tartamudée guardando la pequeña hoja en el bolsillo, Benji me dio una pequeña caricia en la espalda y, sin quitar su mano de mi espalda, caminamos hasta la puerta.

-Lo siento mucho..- Respondió el chico mientras bajábamos las largas escaleras.

-¿El qué?.- Le miré extrañado, riéndome levemente.

-Lo de tu madre.. Pensé que había sido una muerte natural..- Respondió algo apenado, mirándome de la misma manera.

-Ah.. Cosas de la vida.- Respondí soltando un gran suspiro. Tras llegar al último escalón, le hice un gesto para que me siguiera, ya que vivía a un par de calles de la comisaría.

____________

-Esta sí que es mi casa.- Informé mientras entrábamos por la entrada del garaje. Benji miró la casa bastante asombrado y sonrió.

-Es muy bonita.- Respondió.

-Gracias.- Me acerqué hasta la puerta principal, saqué el manojo de llaves de mi madre y abrí la puerta, sintiendo una gran tristeza al observar la casa tan vacía y tan silenciosa. Entré despacio siendo seguido por mi amigo, el cual observó todo con suma curiosidad. Al lado de la entrada, había una pequeña mesita en la que se encontraban el teléfono fijo y unas cuantas fotos, tanto mías, como de mi madre. Benji se acercó a ellas y las observó, sonriendo. Me di la vuelta y cerré la puerta.

-¿Esta es tu madre?.- Preguntó mientras cogía con cuidado el marco de una foto que había allí en la cual salíamos yo y mi madre en una playa.

-Sí..- Respondí con un pequeño hilo de voz que se quebró debido al nudo enorme que se formó en mi garganta. Ver aquella foto de nuevo, destrozó mi vida por completo. Mis ojos poco a poco se fueron aguando y Benji al darse cuenta, dejó la foto en su sitio y me abrazó con fuerza contra él. Me dejé llevar por el abrazo, escondiendo mi cara en su pecho comenzando a llorar en silencio. Jamás de los jamases alguien me había visto llorar, pero con Benji en ese momento fue totalmente distinto. Me daba igual que me viera llorar, necesitaba que alguien me abrazara y me dejara llorar en su hombro como él estaba haciendo. Ante los demás, no podría llorar por el simple hecho de que me verían débil y usarían eso para atacarme, y tampoco darían apoyo en situaciones así. Benji era el único que me vería llorar, y si lo dijera o algo, sería la última cosa que haría en su vida.

-Tranquilo Sami.. Piensa que está en un lugar mejor.- Respondió dándome pequeñas palmadas en la espalda mientras me abrazaba y yo lloraba como un crío sobre su hombro.

-Ella no se merecía eso..- Respondí entre sollozos, separándome de él.- Pero tienes razón, está en un lugar mejor sin un hijo tan malo como yo..- Respondí secándome las lágrimas con las yemas de los dedos y me di la vuelta, caminando hacia la cocina. Benji me siguió y se quedó bastante sorprendido al ver el gran charco de sangre que había allí.

-¿No lo han limpiado..?.- Preguntó acercándose a la mancha.

-No.. Imbéciles..- Rodé los ojos y caminé hasta el armario donde se encontraban los productos de limpieza, la escoba y el recogedor entre otras cosas. Agarré una bolsa y después abrí la nevera, comenzando a sacar las cosas que se habían puesto malas y tirándolas en la bolsa. Benji sin que me diera cuenta, se acercó a la puerta del armario que había abierto y cogió un disolvente que había junto con un trapo, se acercó a la mancha y de rodillas, comenzó a limpiarla. Cerré la nevera tras sacar todos los alimentos en mal estados y dejé la bolsa sobre la encimera, dándome cuenta de lo que estaba haciendo Benji.- Ehhh..- Exclamé, acercándome a él, levantándole por el hombro.

-¿Qué ocurre?.- Preguntó levantándose algo extrañado.

-No limpies nada, tú eres un invitado.. Si quieres ve al sofá a sentarte y a descansar, estarás cansado..- Respondí soltando un pequeño suspiro, quitándole el trapo de las manos, al igual que el bote de disolvente.

-De verdad que no es molestia, tienes mucho que recoger..- Respondió sonriéndome, quitándome de nuevo los útiles para limpiar.

-Da igual Benji.. En serio, yo puedo hacerlo solo..- Respondí sonriéndole pesadamente.

-No rechaces mi ayuda, anda. Sé que la necesitas.- Respondió sonriéndome.

-Vale..- Le entregué las cosas y continuó limpiando la gran mancha de sangre.

7.30 PM

Después de una tarde limpiando y recogiendo la casa, como si fueramos a hacer una mudanza, llegó la esperada noche. No había ido a comprarle las cosas a mim padre, pero tan solo necesitaba unos tablones de madera que conseguiría rápidamente. Terminamos de apilar las bolsas con ropa al lado de la entrada y Benji me miró.

-¿Puedo ir a por un vaso de agua?.- Preguntó tímidamente.

-Claro, como si estuvieras en tu casa.- Respondí sonriéndole. Ambos caminamos hasta la cocina y de uno de los armarios, cogí una gran caja en la que mi madre guardaba sus recetas y demás. Mientras mi amigo se servía un vaso de agua, salí hasta la entrada y comencé a guardar las fotos con cuidado de no romper ninguna. Eran, por así decirlo, los últimos recuerdos que me quedaban de mi madre. Cogí el teléfono fijo y marqué el número de mi amigo Chris.

-¿¡Samuel!?.- Preguntó extrañado.

-Así me llaman.- Respondí, sonriendo feliz de volver a escuchar a mi amigo.

-¿Cómo estás, tío?.- Preguntó eufórico.

-Después te cuento. ¿Me harías un favor?.- Pregunté enredando mis dedos con el cable del teléfono.

-¡Claro! Dime.- Respondió el castaño-rubio.

-¿Tu padre continúa con la ferretería?.- Pregunté.

-Sí.

-¿Podrías conseguirme un par de tablones de 2x2 de madera?.- Pregunté observando como Benji me miraba asombrado.

-Claro. ¿Estás en tu casa?.- Preguntó.

-No, te llamo desde el fijo de mi casa pero no estoy en ella..- Respondí entre carcajadas.

-Vale, en un rato te las llevo.- Respondió riéndose también.

-No. Que voy a salir a hacer un recado. En media hora llévamelas al Jokes y prepárate para una mini fiesta.- Respondí y colgué tras terminar de hablar.

-¿Qué es eso?.- Preguntó curioso el castaño.

-Es un teléfono, puedes hablar con gente que este lejos, muy lejos.- Respondí sonriendo al ver como asentía con la cabeza.- ¿Me acompañas a por mi madre..?.- Pregunté abriendo la puerta mientras soltaba un pequeño suspiro. Aunque pareciera que no, todo esto era demasiado duro para mi. Cogí las llaves de mi coche del bolsillo y lo abrí desde la puerta; tanto yo como Benji comenzamos a cargar las bolsas de ropa en el maletero y en los asientos de atrás.

8.00 PM

Después de recoger las cenizas de mi madre, me acerqué al Jokes, una cafetería-pub del centro de Ontario. Aparqué frente a la puerta en doble fila y apagué el motor, a la espera de que llegara Chris a entregarme los tablones y poder irme a casa.

-¿Qué hacemos ahora, Sami?.- Preguntó Benji mirándome tras estar un buen rato observando a su al rededor.

-Vamos a esperar a un amigo para que me entregue los materiales para mi padre y nos vamos, ¿vale?.- Respondí sonriéndole, girándome un poco hacia él.

-Vale..- Respondió dedicándome una pequeña sonrisa.- Oye..

-¿Qué pasa?.- Pregunté mirándole curioso.

-Antes de que Sasha nos interrumpiera.. ¿qué me ibas a decir?.- Preguntó mirándome algo sonrojado.

-Ah, eso..- Respondí respirando hondo.- Verás Benji.. Es que yo..- Iba a continuar hablando cuando unos nudillos golpeando la ventanilla de mi puerta del coche. Me giré cabreado, ya que iba a soltar todo lo que pensaba por un momento y me encontré a mi gran amigo Chris. Realmente, nunca recordaba haberme alegrado tanto de verle. Abrí la puerta y él se apartó, me bajé del coche y le abracé con fuerza.

-¡Samuel!.- Exclamó abrazándome con fuerza, dándome unas cuantas palmadas en mi espalda.

-Chris, hijo puta.- Exclamé separándome de él. Rodée el coche y me acerqué a la puerta de Benji, abrí su puerta y le hice un gesto para que saliera. Me obedeció y, tímidamente, miró hacia Chris.- Benji, este es Chris.

-Mucho gusto.- Respondió el castaño, estirando la mano abierta hacia el rubio. Este agarró la mano de Benji y la estrechó con fuerza.

-¿Es tu hermano?.- Preguntó Chris mirándome después a mi.

-¿Eh?.- Pregunté riéndome a carcajadas, mirándole.- No, no, es un vecino.- Respondí cerrando la puerta del coche bajo la atenta y preocupada mirada de Benji.- ¿Tienes eso..? Tengo que irme.

-Sí, sí, pero pasad a tomar algo, hombre.- Respondió Chris dándome un toque en el brazo.

-No podemos..- Respondió Benji tímidamente.

-Es cierto, tenemos que estar en casa en un rato..- Respondí mirando a Benji con una pequeña sonrisa cómplice. Él me la devolvió y se metió otra vez en el coche.

-Qué aburrido..- Murmuró Chris mirándome mientras alzaba una ceja.- Pasa tú, que se pire a su casa, ya mañana te acerco yo.- Respondió.

-Oye.. Es diferente, nada más.- Respondí asesinándole con la mirada.

-Qué es, ¿marica?.- Preguntó mirándome asqueado.

-No.- Respondí asesinándole de nuevo con la mirada.- Méteme los tablones en el maletero y mientras yo le convenzo para que se quiera quedar un rato..- Rodé los ojos y caminé hasta mi asiento, abrí la puerta y me senté en mi asiento, mirando hacia Benji.

-¿Nos vamos ya?.- Respondió emocionado.

-Quiere que entremos a tomar algo..- Respondí agachando un poco la cabeza, cerrando la puerta, mirando hacia Benji.

-¿Entremos? No, no.. Ve tú.. yo..yo..yo te espero aquí.- Respondió agachando la cabeza, jugueteando con sus manos.

-Venga, entra..- Respondí colocando una de mis manos sobre su hombro.

-No, no.. Yo no pego en un lugar así.- Respondió soltando un pequeño suspiro.- Este no es mi mundo, si no el tuyo..- Añadió, mirándome entristecido.

-¿Confías en mi?.- Pregunté alzando una de mis cejas.

-Claro..- Respondió mirándome, provocándome de nuevo esos pequeños nervios en el estómago.

-Pues entra, yo cuidaré de tí, ¿vale?.- Le dediqué una de las sonrisas más dulces que pude hacer y el maletero de mi coche se abrió, cierrándose un par de minutos después. Tras comprobar quien era, Benji buscó mi mirada y asintió levemente con la cabeza. Abrió la puerta al igual que yo, cogí las llaves y salí del coche. Lo cerré y caminé hasta donde Benji, que observaba boquiabierto el local, ya que estaba lleno de luces de neon y gente entrando y saliento. Juntos entramos al local y caminamos hasta una de las mejores mesas del local, donde nos esperaba Drake.

-¡Heeeeeeey!.- Exclamó Drake al verme. Chocamos puños en lo que Chris y Benji se sentaban uno frente al otro y después nos sentamos.

-Drake, tío.- Saludé tras sentarme al lado de Benji, que observaba con curiosidad el local, ya que al ser pub era algo oscuro, había demasiada gente y la músca estaba bastante alta. Aunque, gracias a Drake, que tenía una familia bastante adinerada, nos dieron una mesa VIP.

-Qué, ¿cómo estás?.- Preguntó acomodándose al lado de Chris.

-Voy mejor, ¿y tú que?.- Respondí mientras una flamante chica se acercaba a nosotros.

-¿Qué queréis para tomar, guapos?.- Preguntó dulcemente, mirándonos uno a uno. Tanto Chris como Drake se quedaron embobados mirando hacia la chica, la cual llevaba un top bastante apretada. A mi sinceramente, no me puso nada y al parecer Benji evitó cualquier contacto visual con la chica.

-Yo.. quisiera un agua, por favor.- Respondió Benji tímidamente, mirando hacia la mesa, en la cual jugueteaba con sus manos. Drake y Chris comenzaron a reirse a carcajadas, al igual que la chica, la cual disimuló mucho más su risa.

-¿En serio?.- Preguntó Drake entre carcajadas. Llevé la mirada hacia Benji y pude ver como su rostro se entristecía y no iba a permitirlo.

-Cerrad el maldito pico.- Respondí seriamente, asesinándoles con la mirada. Benji me miró algo asombrado y asustado al igual que la chica. Al parecer, seguían respetándome, como debía de ser.

-Traenos lo de siempre..- Respondió Chris, mirando hacia la chica.

-¿A los cuatro?.- Preguntó mirando hacia Benji.

-Sí.- Respondí por él, mirándole después. Le susurré ''tranquilo'' a lo que el respondió con una sonrisa, volviendo su mirada al frente.

-¿Es tu hermano?.- Preguntó Drake mirando hacia Benji.

-No.- Respondió tímidamente.- Soy su vecino..

-Exacto.- Respondí mirando al moreno (Drake) que asentía con la cabeza como si le interesara algo.

-¿Y donde vives ahora?.- Preguntó curioso, mirándome.

-A las afueras, en un pueblo bastante guapo.- Mentí. Bueno.. no del todo, el pueblo estaba empezando a gustarme.

-¿Cómo es tu padre?.- Preguntó Chis mirándome.

-Un gilipollas.- Respondí encogiéndome de hombros. Benji me miró algo decepcionado y agachó de nuevo la cabeza. ¿Me estaba pasando metiéndole en un lugar como este..? Era obvio que no pegaba en un lugar así, era todo lo opuesto a él, pero no podía dejarle solo en el coche y no quería irme, quería disfrutar al menos un poco de mis amigos de siempre. Minutos después llegó la chica con cuatro grandes jarras de cerveza, lo cual me pareció excesivo. Llevaba bastante sin emborracharme y a decir verdad, había estado genial. No tenía resacas, ni lagunas mentales, era todo ventajas. Benji miró sorprendido la jarra de cerveza y después me miró a mi, dándome un pequeño toque en el brazo. Le miré y le sonreí.- ¿Qué pasa?.- Pregunté por lo bajo, acercándome a él para que me escuchara.

-¿Esto todo es para mi..?.- Preguntó sorprendido, acercando sus labios a mi oído. Tras escucharle asentí con la cabeza y soltó un pequeño suspiro, negando con la cabeza.- Yo nunca he bebido Sami..- Respondió adorablemente tras acercarse de nuevo a mi oído.

-Lo sé Benji, pero te gustará, confía en mi..- Respondí guiñándole un ojo.

La noche se animó bastante y a Benji pareció gustarle la cerveza, y todos los chupitos a los que nos invitó Drake y un montón de zorras que buscaban como desesperadas un polvo, pero que ninguna iba a tener la suerte de probarnos a mi o a Benji, quizás con Chris y Drake tuvieran ''suerte''. A decir verdad, Benji y Drake fueron los que más bebieron. Yo no tenía muchas ganas ya que aún conservaba algún que otro síntoma de la gripe y Chris siempre se ponía un límite. Parecía que Benji había congeniado (gracias al alcohol) con los chicos, así que la noche no podía haber ido mejor. Bueno, quizás si no fuera por una pequeña voz que me hablaba en mi cabeza diciendo que por favor cuidara de Benji, que no lo dejara solo ni un momento. Por un momento, pensé que era el alcohol, que me estaba volviendo loco, pero después pensé en que tenía razón y así lo hice, no dejé a Benji solo ni un maldito momento. Chris y Drake se burlaron de él, pero la solución fue bastante rápida con una de mis miradas más asesinas. Después de unas cuantas horas y tras varios vómitos por parte de Benji en la mesa VIP, decidimos salir a la pista a bailar, pero Benji y yo decidimos ir a la barra, ya que ninguno de los dos quería zorrear ni nada por el estilo.

-Sami..- Murmuró Benji con una voz bastante borracha, acercándose a mi oído tras beberse otro chupito de vodka negro.- Tengo que orinar..- Murmuró cerca de mi oído, soltando una pequeña risa después.

-Pues ve..- Le respondí señalándole hacia el baño.

-Me da cosa ir solo..- Respondió y me agarró del brazo, tirando de mi hacia él. Decidí acompañarle e hice que se agarrara a mi, ya que de lo borracho que estaba iba haciendo ''s''. Una vez llegamos al baño, tuve que meterme en uno de los lavabos para ayudarle ya que iba que no conocía.- Sami, me aprietan mucho..- Se quejó Benji mientras, con una de sus manos, se apoyaba en la pared del lavabo para no caerse. Solté un suspiro y le desabroché los pantalones para que dejaran de apretarle y pudiera mear, pero me llevé la sorpresa más grande de mi vida.

-Ostia..- Murmuré al ver la tremenda erección que tenía. Sus calzoncillos estaban a punto de explotar. Me quedé boquiabierto mirándolo, con los ojos abiertos como platos.

-¿Qué me pasa?.- Preguntó sollozando.- ¿Es malo?.- Preguntó de nuevo, mirándome triste. Sacudí la cabeza para salir de la encruzijada mental en la que me había sumergido y le miré a los ojos, negando con la cabeza, separándome un poco de él.

-No, no, no..- Una sonrisa pícara se formó en mis labios y un gran calor comenzó a entrar por mi cuerpo.

-¿Tú también lo tienes?.- Preguntó alegremente desabrochando mis pantalones y tirando de ellos, mirando hacia el interior.

-No, no, pero como sigas así...seguro.- Solté una pequeña carcajada dejándome hacer encantado de la vida. Benji soltó mis pantalones y me miró a los ojos algo confundido, ladeando la cabeza.

-No lo entiendo..- Hizo pucheritos y acto seguido, comenzó a reirse a carcajadas.

-Nada, nada.. Haz lo que tengas que hacer que nos vamos.- Respondí dándome la vuelta. Benji orinó, intentando no salpicar mucho fuera y tras sacudirsela un poco como buen macho, la volvió a meter en sus calzoncillos.

-Sami eso sigue así...¿qué puedo hacer?.- Preguntó mientras intentaba abrocharse los pantalones. Tiré de la cadena y cerré la tapa del wc, empujando a Benji contra él para que se sentara. Le miré cruzándome de brazos directamente a los ojos.

-Fap..- Respondí entre pequeñas carcajadas.

-¿Qué..?.- Preguntó sorprendido, riéndose también al igual que yo.

-Venga, salid, ¡joder!.- Gritó alguien dando pequeños golpes en el lavabo. Benji miró hacia la puerta asustado y después a mi, atentamente. Le hice un gesto típico de la masturbación y me miró aún más extrañado.

-No sé hacerlo..- Respondió haciendo pucheritos, apoyando su espalda sobre la cisterna del wc. Me agaché y le abroché los pantalones, agarrándole del brazo después, levantándole.

-Vamos..- Respondí, abriendo la puerta del baño y saliendo de este tirando de Benji.

-Pe..pe..pero..- Rechistó Benji dejándose llevar por mi, pero al ver que no me detenía se rindió y tan solo se dejó llevar por mi.

Salí del pub agarrado a mi amigo y caminé hasta mi coche, lo abrí y con cuidado de que no se golpeara la cabeza al meterse, acomodé a Benji en el asiento del copiloto. Cerré la puerta y caminé hasta el mío, abrí la puerta y mientras arrancaba el motor, miré como Benji se acurrucaba en el asiento con los ojos cerrados. Pobrecito, menudo amigo que había tocado.. Una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro y tras apartar la mirada de Benji, arranqué el coche en dirección al poblado.

Tras media hora conduciendo a oscuras, ya que era bastante de noche y con Benji completamente dormido a mi lado, llegué a mi casa del poblado. Aparqué el coche frente al establo y lo apagué, mirando hacia Benji. Puse una de mis manos en su pecho y comencé a zarandearle.

-Despierta..- Murmuré para que se despertara, pero no hizo efecto. Aumenté el ritmo de los zarandeos y grité.- ¡Despierta!.- Benji se despertó bastante aturdido mirando de un lado a otro, sonriendo al verme. Una vez lo hizo, se volvió a recostar en el asiento y cerró los ojos. Solté un pequeño suspiro y salí del coche caminando hasta la puerta del acompañante. Una vez allí, abrí la puerta del coche y saqué a Benji, rodeando mi cuello con uno de sus brazos. Rodée su cintura con uno de mis brazos con fuerza, pegándole a mi para que no se cayera y cerré la puerta, comenzando a caminar como podía con mi amigo medio borracho medio dormido colgado al cuello. Entré como pude por la puerta de casa y mi padre se levantó enfurecido del sofá.

-¡Donde estábais!.- Exclamó mientras se acercaba a nosotros.- ¿¡Pero que le ha pasado!? ¡Benjamin!.- Exclamó preocupado, acercándose a Benji, dándole pequeñas bofetadas para que despertara y así lo hizo. Le miró extrañado y entreabrió los ojos ya que la luz, por poca que fuera, le molestaba.

-Sami donde estamos..- Respondió el chico teniendo una pequeña arcada.

-Papá, que se encuentra mal..- Respondí caminando como podía hasta las escaleras.

-Oléis raro..- Respondió acercándose a nosotros, cogiendo al chico por el otro brazo, ayudándome a subirle las escaleras.

-Mañana te cuento.- Respondí mientras subía las escaleras con Benji y la ayuda de mi padre.

-Más vale..- Respondió mi padre serio, ayudándome a llevar a Benji a mi habitación. Lo tumbámos sobre la cama.

-Yo le cuido.- Respondí tras soltar un gran suspiro, mirando como mi padre salía de la habitación, cerrando la puerta a su paso.

Miré hacia Benji que se estaba revolviendo en la cama y me desvestí, tirando toda la ropa hacia un lado. Ya la recogería mañana. Tras quedarme en boxers, me acerqué a él. Le puse boca arriba en la cama y me senté en sus piernas ; tiré levemente de sus brazos para que se levantara y al conseguir sentarle frente a mi, puse una de mis manos en su espalda y con la otra le subí la camiseta con cuidado. Tras mucho esfuerzo, logré quitarle la camiseta y le dejé caer de nuevo en la cama. Me quité de encima de él y le descalcé, tirando los zapatos y los calcetines hacia un lado. Desabroché sus pantalones y, tras sentir un enorme hormigueo en el final del abdomen y un calor por todo el cuerpo, se lo quité, tirando hacia un lado. Al ver que tenía que dormir otra vez con él, sonreí sin querer. La vez que había dormido con él en el granero, aunque las pajas eran bastante incómodas, entre sus brazos se dormía bastante bien. Sonreí pícaramente y me metí en la cama a su lado, acurrucándome dándole la espalda. Cerré los ojos y estiré las piernas a lo largo de la cama ; Benji se giró en la cama y se pegó a mi completamente por la espalda. Pude notar su polla, todavía empalmda, acariciar levemente mi culo mientras que su mano me abrazaba por el abdomen más hacia él. Sus labios rozaban levemente mi nuca, produciéndome un cosquilleo incesable ; su polla continuaba recorriendo mi culo de arriba abajo.

-Dios..- Murmuré soltando un suspiro. No podía creer que aquella situación en vez de darme asco, me diera calor, demasiado calor. Comencé a notar como a medida que Benji me abrazaba más contra él y su polla me rozaba más y más, comencé a empalmarme bastante.- No, no, no..- Murmuré de nuevo abriendo los ojos y mirando hacia abajo, observando el bulto de mis calzoncillos.

-Mmm, Sami..- Murmuró Benji cerca de mi oreja, bajando hasta la goma de mis boxers su mano, acariciándola despacio. Giré con cuidado mi cabeza para comprobar si estaba dormido y al comprobarlo, suspiré aliviado. Volví mi cabeza a la posición normal y me acurruqué en Benji, agarrando su mano, entrelazando nuestros dedos. Curiosamente, cuando lo hice, una pequeña paz me sacudió de arriba abajo, haciéndme sonreir de oreja a oreja, sintiendo una gran felicidad. Cerré los ojos sin soltar la mano del castaño y poco a poco, me fui durmiendo.

Continue Reading

You'll Also Like

251K 9.7K 41
Se llama Marcos. Se apellida Cooper. Y toca la guitarra. Jude Brown es una estudiante de periodismo, tras un largo camino en su vida, tiene que busc...
26.1K 996 32
en esta historia seras Mia 🔞
2.3M 142K 105
Libro uno de la Duología [Dominantes] Damon. Un hombre frío, amante de los retos, calculador... decidido. Se adentra en un mundo desconocido, donde l...
1.4M 75.1K 71
-Soy una niña buena- susurro adormilada -claro que sí nena - dice daddy acurrucandonos más en la cama. - ahora toma tu biberón baby- escucho a papi...