Draco's POV
Si contara las veces en las que una chica me había dicho "te odio" probablemente jamás terminaría. Pero si contara las veces en las esas palabras me habían afectado, solo serían las veces que ella las había pronunciado.
Olvidar no es tan fácil como la gente piensa, ¿saben?
Leah's POV
¿Saben qué me gustaría mas que nada en este mundo? Que todo, absolutamente todo lo que sucedió en esa cabaña se me olvidara. ¿Y por qué no? Se lo había hecho olvidar a él, podría olvidarlo yo también. Sabía como hacerlo, era una simple palabra y un simple movimiento de varita.
No.
No lo olvidaría. Ese recuerdo debía quedarse allí, para torturarme, para saber que aunque habían pasado tantas cosas esa noche, Draco Malfoy no me pertenecía, Draco Malfoy no me amaba. Y yo estaba con Fred Weasley, la persona mas maravillosa que había conocido en mi vida, la que justo minutos antes había entrado por mi ventana para rescatarme de toda esta pesadilla.
— ¿A dónde vamos entonces?— escuché decir a Breena.
— ¿Irse? ¿De qué hablan?— pregunté, preocupada. Una vez más, estaba tan concentrada en mis asuntos que no había prestado atención a lo que decían mis amigos.
— IrNOS, terroncito— se burló George.
— ¿Y tú cuando llegaste?— lo miré confundida.
— En serio mujer, ¿en donde coño tienes tu mente?
Miré a Fred pervertidamente y luego a sus pantalones.
— EWW— gritó George, mientras Fred reía y se acercaba a mi aún mas. Pasó su brazo por detrás de mi hombro y yo apoyé mi cabeza en su pecho.
— Siempre he tenido una duda...— comenzó Breena.
— No lo digas— reí, sabiendo hacia dónde se dirigía esa conversación.
— Si Fred y tú son tan iguales, ¿la tienen del mismo tamaño?— finalizó ella. Estallé en carcajadas mientras los gemelos se ponían colorados.
— Obviamente la mía es mas grande— dijo Fred, con una sonrisa pervertida.
— Obviamente no— refutó George.
— A ver— dijo Breena, y todos nos callamos para mirarla sorprendidos. Ella comenzó a reír fuertemente, provocando que todos rieramos junto con ella.
— ¿Ya me van a decir de qué hablaban? — despegué mi cabeza del pecho de Fred para poder mirarlo.
— ¿Yo qué?
— Pues que hables, señor inteligencia.
— Ah claro— sonrió.
Con esa sonrisa, ¿quien no querría besarlo?
Le di un fugaz beso y me volví a acomodar en su pecho para mirar al resto del grupo.
— Me dan asco— dijo George.
— Los vomito— continuó Breena.
— Envidiosos— dijimos Fred y yo al unísono.
— Indidiisis— repitieron ellos.
— Bueno ya, expliquenme quien debe irse a dónde, o me volveré loca.
— ¿Que no lo estas ya?— respondió Fred.
Abrí la boca y me llevé la mano al pecho como si estuviera ofendida, mientras me despegaba de él para mirarlo a la cara.
Él puso sonrisa de niño inocente, como cuando haces algo malo e intentas que tu mamá no te regañe tanto poniendo cara de ups.
Reí y volví a acomodarme.
— Ah claro, a él no le dices nada— se quejó Breena, cruzando los brazos.
— Es que mira esta carita— dije apretando sus cachetes.
— Los vomito— dijo George.
— No me copies— le reprochó Breena.
— Ya besense, ¿no?— los miré.
Ellos se miraron y se acercaron bruscamente tomándose de las cabezas como si fueran a comerse las caras enteras, pero al último momento comenzaron a reír escandalosamente. Al ver nuestras caras de sorpresa, chocaron los cinco mientras seguían riendo.
— Pues si se van a seguir burlando de esta pobre alma en desgracia— me despegué de Fred por última vez para dirigirme a abrir la ventana— los invito a que se suiciden, así Fred y yo podemos ocuparnos de otras cosas.
— Cómo crecen estos niños...— dijo Breena. — Un día, enamorados, yéndose a "estudiar" a la biblioteca...y ahora...pensando en coger, y coger, y coger, y coger, y coger, y cog...
— Ya entendimos, abuela.
***
Luego de bromear un rato más, al fin conseguí que me dijeran de qué hablaban: la vuelta de Voldemort era completamente real, estaba confirmada. Y Fred y George querían que Breena y yo estuviéramos a salvo, lejos de todo este lío. Creían que se avecinaba algo grande, y necesitaban que...nos fueramos.
Era algo ridículo, mucho más en mi condiciones: yo ya tenía la Marca. No podía hacer nada al respecto, estaba segura que si me iba, de algún modo volverían a encontrarme, y no sería nada bueno.
— No huiré, sé que los Slytherin no somos los valientes, pero no pienso huir. Esta también es mi lucha, además ¿cómo esperan que los dejemos solos?— dije, un poco enojada. Estábamos todos sentados en la alfombra afelpada cerca de la ventana, con una manta cubriéndonos los hombros.
— No estaremos solos— dijo Fred.
— Entonces nosotras tampoco.
— Leah...
— No. No iré a ninguna parte. Eso es todo. Ya no hay nada qué discutir— me levanté bruscamente y cerré la ventana.— Ahora, bola de estúpidos, se quedarán a dormir aquí y dejarán de decir estupideces— , comencé a llorar mientras hablaba— somos una familia y nada ni nadie va a separarnos, ni Voldemort, ni quién la tiene mas larga, nada. ¿Entendieron?
Fred fue el primero en levantarse y dirigirse a mi, seguido de los otros dos. Todos nos abrazamos y deseé poder congelar el tiempo en ese momento, en ese abrazo. Me sentía protegida. Sentía que después de todo, pertenecía a algo, a alguien.
Así que esa noche obligué a que Breena y George compartieran cama, para que yo pudiera compartir la mia con Fred. Esperamos a que Filch pasara por las habitaciones para poder acomodarnos tranquilamente.
Sin embargo, por mas cómoda que estuviera, no lograba pegar un ojo. Me volteé y abracé con fuerza a Fred, aferrándome a lo único que me mantenía a flote en ese momento.
— Si querías que me quitara la camisa, debiste pedírmelo— susurró, pues mis puños apretaba con fuerza su camisa, arrugándola.
Sonreí.— Me gusta más cuando lo hago yo...— alcé mis rostro para besar sus labios, mientras relajaba el apretón para comenzar a desabotonar su maldita camisa. Comencé a quitársela lentamente y luego me coloqué encima de él sin dejar de besarlo.
— NI SE LES OCURRA— gritó Breena.
Despegué mis labios de los de Fred con una sonrisa y apoyé mi rostro en su pecho, un poco divertida. — Creí que los niños ya dormían.
— ¿Qué pasó?— un despeinado George se levantó asustado, con los ojos entrecerrados mirando hacia todos lados.
— Tu querido hermano y mi querida lo-que-sea intentaban tener relaciones CON NOSOTROS AQUÍ.
— Dramatizas— dije, girando la cabeza, provocando que mi oreja chocara con el pecho desnudo de Fred.
— Déjalos ser felices. Mientras no hagan ruido...— y George volvió a tirarse a la cama para seguir durmiendo pacíficamente.
Fred rió por la actitud de su hermano, provocando que mi cabeza subiera y bajara al compás de su pecho.
— Es algo natural, Breena. Deja que te explico, cuando mami y papi se quieren mucho...
— LALALALALALALA— se cubrió los oídos y comenzó a gritar interrumpiendo mi clase de biología.
Entonces, el brazo de George la obligó a voltear, y de repente Breena dejó de gritar. ÉL LA ESTABA BESANDO.
Miré a Fred emocionada. Siempre quise que Bree y George estuvieran juntos, pero ella nunca admitía cuánto le gustaba, ni siquiera a mi. Hasta esa noche, en que él la besó y ella no pudo despegarse.
— Ya deja de gritar— oí que George le susurraba a Breena.
— PERO TÚ NO DEJES DE BESARLA— grité. Vi como el cuerpo de Breena se sacudía en una risa silenciosa y el brazo de George se extendía para abrazarla por la cintura. — Qué emoción— le susurré a Fred.
— ¿Vas a besarme o qué?— respondió Fred, al notar lo cerca que estaban mis labios de los suyos.
Comencé a besarlo mientras agarraba las sábanas para cubrir nuestros cuerpos. Dejaría que pasara lo que tuviera que pasar.
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Es lo que se me ocurrió, pero ya se cómo se desarrollará la historia en el siguiente capítulo, tendré que dar un salto en el tiempo hasta el trágico hecho que marcó el libro numero 6: la muerte de nuestro querido Albus Dumbledore. Ahre, pero sí xd porque la historia ya se está alargando demasiado, y todos queremos que ya se quede con Draco, aunque Fred es ahuyusgaijiuruivhi asi que, no se pierdan el próximo capitulo xdxd