Eran las 5 de la mañana cuando me levanto Ren, Ren es mi maestra y quien cuida de mi desde los 5 años, ella es mi amiga y una segunda madre para mi. La adoraba cuando ella entro a cuidarme solo tenía 12 años, era la persona más cercana a mí incluso que Ino pero menos que mi padre y madre, es una mujer de complexión delgada y cabellera negra ya que ella no pertenece al clan Haruno por sangre sino papá la rescato de sus padres que querían casarla a la fuerza con alguien de una aldea externa, mamá y papá la adoptaron y ella pidió un trabajo el cual fue asignado por mi rebeldía en ese momento.
- Señorita debe levantarse para cambiarse e ir al entrenamiento.
- Te he dicho muchas veces Ren que me digas Sakura no señorita, tu eres mi amiga. Ya me levanto gracias.
- Esta bien Sakura, vamos que se hará tarde, debe desayunar algo, ducharse, cambiarse, asistir a sus clases, después al entrenamiento, a la cita de té de la señora y tiene que salir a buscar al señorito Uchiha para la cita que quedaron, al regresar debe tomar más entrenamiento, darse una ultima ducha y dormir.
- No me recuerdes que tan horrible día debo de tener.
- Lo lamento, pero es el deber... -la interrumpí-
- El deber de ser Haruno, a veces te envidio, tu solo trabajas para ti y por ti, no debes de rendir cuentas a nadie y lo mejor no tienes presión por ser algo mejor. Odio tener esta carga en mis hombros.
- No es una carga, yo me sentiría afortunada de poner tener su belleza, su fortaleza y todo lo que sus padres le dan, tener que llevar un clan y mejor aun ser alguien reconocida dentro de un clan tan importante como es este.
- No deberíamos hablar de esto, es temprano aun, iré a desayunar.
No dije más y sabía que estaba furiosa conmigo así que salí a la sala del desayuno, al entrar estaba mi padre, mi madre, mis tíos y por supuesto mis primos. Estaban hablando sobre los dos chicos Haruno que habían entrado a la élite de Konoha, al entrar mi prima Hino me recibió con un fuerte abrazo como siempre lo hacia cada vez que la veía, mi primo Hiroko estaba que ardía de coraje pero no dijo nada, solo salude con un "Buen día" a todos los presentes y tome mi lugar al lado de mi madre. Estaba desayunando sin hacerle caso a nadie, solo respondía si me hablaban por educación pero no era una persona muy habladora, aun que mi padre siempre estaba con sus bromas y su buen humor como siempre, mi tío era igual una persona muy risueña como mi padre, ambos se llevaban tan bien y dirigían juntos el clan. Mi madre y mi tía eran igual muy amigas ya que se conocían desde niñas y eran amigas de años, yo al menos me costaba trabajo hablar con Hiroki era muy retraído y a veces era muy impulsivo, con Hino me llevo bastante bien desde que éramos aun más niñas. Todo iba bastante bien hasta que mi padre tomo un tema muy fuerte.
- Hija, ¿Haz pensado en un joven para casarte? -escupí todo mi bocado de comida por accidente-
- Disculpen mi comportamiento inadecuado. No papá, aun no hay un joven con el que quisiera casarme, no he conocido alguno.
- ¿Qué te parece el hijo mayor de lo Uchiha? -me sonroje-
- No padre, él es mucho mayor que yo y para mi es un excelente amigo.
- Y ¿él hijo del cuarto Hokage?
- Naruto, me llevo bastante bien con él pero no es mi parecer. -mi tío interrumpió-
- ¿Qué tal tu primo? -Hiroki se sonrojo y hablo-
- Padre mi prima es una belleza del Clan y de Konoha pero ella debe decidir con quien quisiera compartir el resto de su vida, a demás es muy joven para que estén pensando en casarla, tiene mucho futuro para eso. Por favor no presionen a Sakura, ella lo dirá en su momento. Mejor deberíamos empezar con los estudios. Vamos Sakura es momento de irnos.
Tomo mi mano, nos despedimos y todos dijeron adiós, salimos y él no dijo ninguna palabra solo jalaba de mi al área donde estudiábamos, antes de llegar pare y lo jale para hablar.
- ¿Qué fue eso?
- Mi forma de decir que quiero que todo sea correcto en la competencia. Mi padre ha hablado con él tuyo para que nos casemos y ambos seamos lideres del clan y todo quede en la familia, pero se que eso es muy injusto para ti, tu debes de buscar el amor.
- Estas diciendo que si acepto casarme contigo ¿Tu no te opones?
- Exactamente, eres una persona bastante bella física y sentimental, a demás que sabes cuando me gustaría ser el líder, pero no soy solo yo, tu algún día encontraras a quien quieras amar. Ahora no es momento de hablar, tenemos estudios.
No pude decir nada, solo sentí como mi cuerpo empezaba a acumular calor, agache la cabeza y entre a la sala de estudio y él entro a la suya, fue bastante rápido la clase de hoy, tal vez porque vi temas que me gustaban mucho, me despedí y salí rumbo a mi casa para cambiarme e ir al entrenamiento, iba caminando viendo los lindos arboles que teníamos sembrados dentro de la propiedad cuando me encontré a mi papá.
- Hola Sakura, hoy no tenemos entrenamiento ya que saldré con tu tío de viaje, un viaje de emergencia. Tu madre estará al cargo con tu tía y tendrán vigilada la casa para que nadie los lastime mientras salimos, recuerda tu entrenamiento por si es necesario.
- Sí padre, entendido, ten buen viaje.
- Gracias cariño -me dio un beso en la frente- Hasta pronto.
Solo lo vi caminar rumbo a la puerta principal donde estaba mi madre y tíos esperándolos para despedirse y salir a ese viaje, yo solo le mande un beso a papá y salió por la enorme puerta que tenemos. Al verlos salir camine a mi cuarto y estuve encerrada hasta que mi madre entro a mi pequeña casa.
- ¿Qué te podrás para ver a Itachi? -dijo muy animada-
- ¿Qué más? mi ropa normal, no es algo de suma importancia, solo somos amigos madre, no tenemos más.
- Ponte algo lindo, no andes así por la vida, debes de ser elegante y bella, representar a este clan con orgullo.
- Esta bien madre, iré a ponerme algo así. ¿Puedes salir? quiero cambiarme por favor.
- Esta bien, ve a cambiarte. Estaré con tu tía, no llegues tarde por favor.
Salió y entre a mi vestidor a buscar algo para que estuviera contenta, encontré un vestido rosado, pegado de arriba y holgado a partir de la cintura, por la parte de la espalda el famoso logotipo del clan Haruno, me coloque unos zapatos con un poco de tacón, me hice una media coleta y me puse el collar de cerezo que me dio mi padre, sin más salí por la puerta gigantesca despidiéndome de quien cuidaba. Caminaba muy feliz por la Aldea pero todos hablaban de mi cabello rosado, me hacían sentir como un bicho raro, la gente murmuraba muchas cosas de mí como si me conocieran, trate de no ponerles atención y continue mi camino a donde me esperaba Itachi. Al llegar lo vi con una playera negra con el logotipo Uchiha, un pantalón y zapatos normales.
- Hola, pequeña -me dio un delicado beso en la mejilla- si ibas a venir así me hubieras avisado para estar a tu altura.
- Hola, no digas eso, fue mi madre y su "representa al Clan lo mejor posible" -dije mientras me sentaba en la banca donde esperaba sentado-
Hablamos durante unas dos horas en ese sitio, la gente nos miraba bastante sorprendidos al ver a dos clanes juntos. Lograba escuchar la futura boda "Uchiha-Haruno" a lo lejos, estaba bastante nerviosa pero hablaba con tal naturalidad a su lado. él me hablaba de lo poco que tenía permitido sobre la AMBU lo cual me hacia sentir bastante feliz.
- Entonces no crees que si entrenas todo el tiempo con tu padre tu tío y tu primo nadie ganará -dijo con una cara sería-
- Yo sé que nadie ganará, tendremos las mismas habilidades y eso complicara la batalla.
- ¿Por qué no le dices eso a tu padre como excusa? Así podrás salir de la villa e ir a demostrarles que tu eres una ninja nata y no una líder.
- No lo había pensado, tienes razón, sería una buena excusa, así podré hacer de mi vida lo que quiera.
- Pero el precio es arriesgar tu vida.
- No importa necesito esto para mi. Quiero salir de esa villa, no quiero vivir toda mi vida como una princesa, a demás si pierdo no tendré nada más que quedarme encerrada y casarme para tener hijos que luchen para el liderazgo del clan.
- Sí tu padre no llegará a dejarte entrar como ninja, si pierdes y tienes que casarte yo seré el primero en pelear tu mano, no quiero que nadie más tenga control de ti, a mi lado podrías ser libre -Se inclino y beso mi cabeza colocando sus manos en mi hombros- Te cuidaré siempre.
No me salían palabras para la situación, él había sido mi amigo por muchos años atrás y alguien de confianza para mi padre, sin saber que decirle solo salieron las palabras de mí.
- Yo también cuidaré de ti... Siempre lo haré, con mi vida si es necesario.