Capítulo 30 SasuSaku ❤

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No tardó mucho para que regresará a la aburrida vida que llevaba, trabajo, papeles, ninjutsu médico, experimentación, familia y amigos. Me sentía muy mal ya que en el viaje me sentía libre de todo. Visite a Itachi para que me contará todo sobre su nueva novia como lo esperaba era Izumi, lo felicité mucho y lo di de alta ya que se encontraba totalmente sano. Salí con Ino de compras y con Hinata a comer, nos reunimos de nuevo el equipo 7 y nos burlamos un poco de Kakashi y su ser Hokage con mucho trabajo, el sexo salvaje que tenía Naruto y la soltería que teníamos Sasuke y yo. Salí con "las mamás" así se hacían llamar mi madre, Kushina y Mikoto, su nuevo club de mamás ninja, las compras con ellas fueron muy cansadas y sólo me llevaron para cargar las bolsas por mi fuerza bruta la cual me apenó mucho, me veían como un niño más al que podían llevar. Vivía realmente feliz pero sentía un vacío que no entendía con totalidad.

- ¿Sakura como te ha ido después de lo ocurrido con Sasori? -decía Naruto comiendo ramen-

- La verdad muy bien, me siento ya mejor que en aquel entonces. -dije mirando al techo-

- ¿Por qué no te casaste? -comento Sasuke-

- Teníamos un mejor camino aún que seguir. A demás se que adoran tenerme aquí. -Sasuke me empujo contra Naruto-

- Ustedes dos son tan parecidos, solo que Sakura es más inteligente. -ambos le dimos un golpe a Sasuke en la cabeza-

- Te lo merecías Sasuke malvado.

Termine la frase comiendo un poco de Ramen mientras Naruto y Sasuke me veían con cara de asombro ya que jamás pensaron en que le pegaría a Sasuke. Pero la pregunta de Naruto retumbaba aun en mi cabeza, de verdad que extrañaba a Sasori. Nos quedamos un minuto callados mientras Sasuke suspiro y hablo.

- Me iré a una misión un tanto peligrosa al lado de Itachi y Shisui.

- Cuenta Sasuke -decía Naruto animado-

- Seremos los guardias personales de una princesa poderosa del país del fuego, esta misión es peligrosa ya que ninjas de las cinco grandes Naciones quieren aniquilarla.

- Tan poderosa es... -dije mientras suspiraba- No debe ser cualquier cosa esa chica. Su poder ha de ser muy grande para que quieran matarla.

- Es muy poderosa al parecer. Puede hacer una gran guerra si lo desea.

- ¿Cuándo te vas?

- Mañana mismo Naruto.

- ¿Regresas?

- No lo sé, cuando ella indique Sakura.

- Suerte -dije dejaba el dinero en la mesa- Hasta luego tengo trabajo.

Por alguna extraña razón me dio tanto coraje que se fuera a cuidar a una chica, no podía entender porque tenía estos sentimientos pero definitivamente no estaba satisfecha, ambos se quedaron sorprendidos pero no dijeron nada. Partí enojada hasta mi casa donde estuve un buen rato con mi mamá hablando de sus amigas, esto de tener 21 años no traía más que problemas. Ahora me consideraran grande pero tenía una gran ventaja el poder del alcohol para soportar las largas conversaciones de mi madre. Nos quedamos hablando hasta las 2 de la mañana, fui a dormir y no quería saber de nadie ya que era mi día libre para ser feliz; un momento Sakura-cama. Cero trabajo y mucha flojera de por medio. Me encontraba dormida cuando me levanto unos gritos que escuchaba en la villa, eran las 5 de la mañana, salí muy enojada a ver que pasaba con mi padre y tío. Fue la peor escena que me pude encontrar Naruto y Sasuke peleando. Salí tan apenada a meter a esos idiotas a la casa. Les solté un golpe a los dos noqueando a Naruto, curaba las heridas de este par de idiotas en mi habitación mientras lloraba, está vez habían excedido el límite de estupidez que podía soportar. Al parecer nada grave sólo raspones, cortadas y moretones, acosté a Naruto en un colchón sobre el piso de mi habitación y procedí curar a Sasuke el cual estaba que se moría de vergüenza.

Mi nombre es Haruno Sakura Where stories live. Discover now