ANAYA

Por alexitibel

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Nunca traiciones la confianza de nadie. Quién sabe, las consecuencias pueden ser costosas. Ese fue e... Más

PRÓLOGO
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO 1: Falsa pelirroja.
CAPÍTULO 2: Mezcla de emociones.
CAPÍTULO 3: La copia de Christian Grey.
CAPÍTULO 4: Desorientada y una "chicos gratis".
CAPÍTULO 5: Hipnotizante.
CAPÍTULO 6: ¡Una monja depresiva y con el cabello de un espantapájaros!.
CAPÍTULO 7: ¿Coincidencias? ¿Destino?
CAPÍTULO 8: Entrometido y Bocón.
CAPÍTULO 9: Señor casualidades.
CAPÍTULO 10: ¡¿Me está coqueteando?!
CAPÍTULO 12: Tu eres ¿Papaya?.
CAPÍTULO 13: ¡Food Fight!
Especial: Detención.
CAPÍTULO 14:Eres imposible, ¿Lo sabías?.
CAPÍTULO 15:No me dejes, por favor...
Capítulo 16: Me gustas...

CAPÍTULO 11: Oasis de deseo.

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Por alexitibel



Voten 🌻





Con tan sólo un par de meses ya estoy aclimatada a este lugar.
Se me hace increíble creer que estoy siendo buena, amable y con amigos; hace mucho no me sentía así.

Es gratificante.


Ahí vas de nuevo, no te engañes.

Salgo de ducharme; mi teléfono resonaba por toda la habitación.
Apresurada limpio una de mis manos en la toalla que tengo puesta y lo tomo con la mano que aún está húmeda.

¡Mierda!.
Así o más estúpida.
Luego de darme una bofetada mental contesto.

— Bueno— Hablé a la vez que acercaba el móvil a mi oído.

Hola hija ¿Cómo estas?, espero que te encuentres bien.

— Si Will todo esta bien, ¿pasa algo?, no sueles llamar a estas horas— pregunté. Era muy tarde como para que me este contactando, solía ignorar sus llamadas a estas altas horas de la noche, pero bueno aún estoy despierta, debía contestar.

Bueno. -- sonó nervioso— Como sabes se sigue investigando el caso de Hellen—   su voz se opaco. --- El detective Hudson me estuvo preguntando por ti y tuve que decirle que consideraba mejor enviarte al extranjero a estudiar, lejos de todo esto—    me senté sobre la cama para captar mejor cada palabra que decía.

No le agrado para nada mi decisión ya que te considera una pieza clave en su investigación.

— Entiendo— respiré profundo— ¿Qué es lo que necesita de mí?.

Bueno como eres la única persona que estuvo al momento que todo sucedió, pensó en interrogante.

— De nuevo— chillé.
Quería colaborar con lo que sea, pero ese hombre tenía una peculiar forma de interrogar, hacía hipótesis que concluían en una culpabilidad arrastrante.

Si, al parecer siente que hay algo que falta, hija—    suspiró con pesadez, como si estuviese agotado. --- Si recuerdas algo sólo dímelo, pequeña.
Mi vos se apagó, sin poder articular ninguna sola palabra. Ahogada en lo profundo de mi silencio, dentro de mi lucha la esperanza de recordar.

— Yo-yo— tartamudié— No puedo recordar Will, cada vez que pienso en eso breves y nublosos recuerdos llegan a mi mente pero no son nada concretos— sollocé indebida, tenía que ser fuerte, hice un esfuerzo para controlarme. Si no me gustaba que me viesen llorar, peor aún dejaría que alguien me escuche.

Entiendo cariño, me tengo que ir pero antes necesito que me prometas que no te meterás en problemas.

— No me pidas eso.

Por favor hija, se que si te lo pido por mi no lo harás, hazlo por ella, Anaya. Solo así estaré tranquilo.
Mierda por que la incluye en mi manera de actuar. Si Hellen estuviese aquí también me hubiese pedido lo mismo; mi padre era un hombre inteligente, ya veo de donde salio mi astucia, involucrar a mi madre para que me comportara como una joven normal había sido una gran jugada de su parte.


— Haré un intento, no te prometo nada.

— Eso ya me da algo de paz. Te quiero pequeña. Cuídate mucho, adiós.

— Adiós— colgué.





🔽🔼🔽

— Pues sólo será una pequeña fiesta, deben ir todos— dijo Niall mientras íbamos con Ethan y las chicas por el campus.

Las muchachas agradecieron un mundo cuando les presenté a Ethan y Niall como amigos. Luego de nuestros encuentros desafortunados, hubo un momento de exculpación que sirvió para dejar las cosas claras.

No les resultó creíble que yo, con solo unas semanas de haber llegado a estudiar, hubiese entablado una amistad con el binomio popular de Donwsed Hall. Desde ese día nuestro circulo social fue creciendo, no obstante Camil había repartido mi número telefónico a medio pueblo estudiantil, por lo cual fui víctima de acoso por una cuantiosa cantidad de jóvenes. No puedo negar que muchos chicos guapos me escribieron, pero del cien por ciento, un sesenta y dos eran desastrosos.

De la nada gane popularidad, respeto y odio por parte de muchas féminas.

Le resto importancia a las mocosas que me odian, siendo la líder de ellas Dakota. No hemos tenido un encuentro desagradable aún, solo eh escuchado rumores de posibles riñas por suceder.

Por el momento las cosas están en un equilibrio perfecto, se podría decir que todo marcha a la perfección.


— Obvio que iremos— dijeron Jane y Camil al unísono.

— Creo que también iré— acotó Ethan.

— Claro que irás, eres mi amigo del alma. Los amigos no fallan— Y tu Woods... — alargó— ¿Vendrás?.

— No se, no lo creo.

--- Pero que aburrida. -- bufó Camil y me miró mal. La pelinegra actuó histérica. ¿Y yo que creía que era la única bipolar del grupo?.

--- Vamonos. -- dijo Jane y jalo del brazo a Niall y Camil. --- Dejemos a la chica solitaria. -- volvió a hablar y se marchó.

Es estúpido que se enojen por que no me de la gana de ir.
Hasta el momento no me había percatado que había quedado sola con Ethan.

— ¿Por qué no vas?— preguntó de repente.

— Quiero estar sola, es todo— respondí e intenté acelerar el paso para concluir la conversación.

— Algo me dice que eso no es cierto— dijo Ethan tomándome del brazo, me hace girar para ponerme frente a él.

— Sólo acepta ir— sus ojos hipnotizantes me mareaban, la variedad de colores que van desde el verde limón al gris azulado es hermosa.
Baje un poco la mirada para evitar verlo los ojos. Mi decisión no fue tan astuta, aunque ya no estaba pérdida en sus ojos, la morbosidad me llevo directo a la playera gris apegada a su torso.

Mierda Anaya, concéntrate en que te libere.

— ¡No! — gruñi. Y juro que sus ojos se tornaron de un color verde aún más claro, no podía apartar la vista.

— ¿Hay algo que pueda hacer para que vayas?.
Sus palabras parecían ingenuas pero en el fondo esa pizca de perversión en lo que había dicho me sonrojaba.

— No— giro mi rostro en otra dirección, dando así con un par de chicos que se comían, literalmente, la boca. Ganas de gritarles que busquen un hotel no me faltaban, pero me tranquilicé como toda una dama.

— Vamos Anaya ... quiero que estés ahí— susurró cerca mío.
Ladeo la cabeza, su rostro de cachorro suplicante me convenció.

— Está bien— dije para huir.



💃💃💃

Fin de semana.

La música está muy fuerte, vasos rojos descartables, botellas de alcohol, tequila, whisky; jóvenes de ambos géneros muy ebrios bailando inapropiadamente, chicas vestidas despampanante con atuendos que parecen lencería, personas desmayadas, drogados o nose que, afloraban en cada esquina.
La casa de Niall, bueno mejor dicho mansión, era enorme y decorada con un estilo completamente moderno. Su estructura se basa en lineas rectas y simples que contrastan con el material piedra moderna y paredes de vidrio que dejaban a la vista el interior.

Me había costado un poco llegar, viaje como unas tres horas en autobús hasta llegar al otro extremo de la ciudad, por suerte no compartí asiento con nadie, llegue con el trasero adormilado por la mala postura.
Identificar el hogar del azabache fue fácil, la música me dirigió.

Me adentre al lugar y no encontraba señales de las chicas, Niall o Ethan...

¡Uhhh!, lo extrañas.
¡Silencio!, grité mentalmente.



Di un par de vueltas dentro de la mansión y nada. Me empezaba a aburrir y fui por un trago.
Jamás había visto personas haciendo fila por un vaso con alcohol. Sin otra opción momentánea me colo detrás de unas chicas.
Reviso mi móvil mientras espero que éstas terminen de servirse su trago. Ellas concluyen llevándose dos botellas de whisky para así satisfacerse. Las veo alejarse al encuentro con un grupo de chicos simpáticos que parecen estar pedidos por el alcohol al igual que ellas.

Alguien más se adelanta a mí y comienza a prepararse un trago, frunzo el entrecejo y lo miro con mis brazos cruzados sobre mi pecho.
Había ocupado mi turno de beber.
Me mira y como disculpa me entrega el cosmopolitan que estaba haciendo para él. Acepto el trago sin importar que pueda contener alguna rara sustancia. El chico sale del lugar con una cerveza en la mano. Yo me alejo a una de las esquinas menos concurrentes de la casa.


— Te vez hermosa— susurró una voz masculina detrás de mí cuello.

Enseguida sentí mi cuerpo erizado, gire en mi lugar y me encontré con un Ethan super apuesto. Llevaba una camisa de cuadros roja con pantalones de mezclilla y deportivos negros.
Me quedé embobada por un largo trance.

— Hola— respondí apenas.

— Pensé que no vendrías.

— Pues aquí estoy— acoté dando un sorbo a mi bebida. El vodka con el jugo de arándanos se había homogenizado a la perfección.

— ¿Bailamos?.

— No creo que sea buena idea. Solo mira la cantidad de personas que hay aquí. Pensé que sería algo pequeño y menos escandaloso— alargué.

— La voz se corrió por todo el instituto, no es culpa de nadie. Ven baila conmigo, no seas aburrida— exclamó y me tomo del brazo.

Ya en la pista, en medio de muchos comenzó a moverse y ¡Dios! créanme Ethan bailaba increíble;
De a poco le fui siguiendo el paso, movía mis caderas al ritmo de la música electrónica que sonaba.

— Bailas genial— dijo Ethan.

— ¿Que-qué? — replique. La fuerte música no me permitía oír, por lo tanto Ethan se detuvo y me tomo de la mano para salir, una pequeña electricidad me invadió al tener contacto con él. Salí casi pegada a su espalda, como un gusano, para que los demás no me empujasen.

Él era como mi escudo.

Una vez fuera, llegamos a un pequeño y privado patio trasero.
Era sencillo, césped, y diminutas rosas en maceteros daban un ambiente veraniego.
Hicimos paso a una de las bancas de metal blanco y nos sentamos.

— ¿Así esta mejor, no crees?.

Asentí.

— Te vez demasiado hermosa. — pronunció volviendo su mirada a mía.

Solo me ruboricé.

O Ethan es coqueto o realmente me veo bien. Solo me había puesto un jeans negro una blusa blanca suelta y de manga larga que deja al descubierto mi ombligo. Ni siquiera había usado maquillaje como el resto de las presentes, ellas si que se había preocupado hasta del mínimo detalle.

Charlamos por un largo rato, Lawrence es muy amigable, podíamos mantener una conversación por mucho, no era como el resto de estereotipos de chicos deportistas que he conocido. Jane tenia razón, lo había juzgado precipitadamente.

— ¿Te puedo preguntar algo?— acoté mientras jugueteaba con mis manos.

— Dime.

Ok. Ahí vamos.

— Es solo por curiosidad, ¿ya...? — alargué.

— jajaja, vamos, dime. — sonrió.

— Bueno, se dice que Dakota, la descerebrada esa vive detrás de ti, incluso creo que es amiga de tu sombra—reímos— ¿Por qué jamás le has hecho caso?.
En vaciló por un momento y luego me miró.¿Y si había sido muy metiche al preguntar eso?, que importa lo hecho, hecho esta.

— Veo que ya estas al tanto de todo— me mira burlón y continúa— Sabes, no soporto a las personas así, aquellas que creen poder conseguir todo con tal sólo tronar los dedos—intento sonreír— Dakota es así, se cree superior y piensa que soy solo un juego que aún no gana y seguirá así.

— Ya veo— dije sería y desvíe la mirada.

Eso me ha dado una idea...¡Silencio conciencia!.
Esto de pelear conmigo misma, se a vuelto rutinario.

— El año pasado se la pasaba acosándome y créeme como hombre eso es horrible— acotó acomodándose en su puesto.

Solo asentí y el siguió hablando.

— Le hizo creer a muchos que ella y yo andábamos en "algo". -- hizo comillas con las dedos. --- Incluso tuve que debatir por mi capitanía en el equipo de fútbol o tener la moral de un idiota más.

— Entonces, ¿Es por eso que ya no juegas?.

— Exacto— me miró de reojo— Aunque el couch no estuvo de acuerdo con mi decisión, accedió.

Ya veo porque esa vez que las chicas me llevaron obligada a ver el partido, él no estaba jugando.

— Sabes Anaya... —exhaló, me alegra que estés aquí— mencionó acercándose.
Sentí que mis palpitaciones se hacían más frecuentes, tomó mi rostro en sus manos y nuestros ojos permanecían observándose fijamente. Soy consciente del deseo que emanan y me arriesgo a decir que es mutuo.
Estaba sorprendida, éramos sólo los dos en un pequeño oasis imaginario. Me acerca para besarme y siento como sus dedos acarician mi rostro, un tacto lento, delicado y muy suave. La electricidad que desprenden sus dedos me recorre internamente, puedo asegurar que el siente exactamente lo mismo.

Su mirada viaja a mis labios y la mía a los suyos, necesitaba que me bese.
Una parte de mi desea esto, pero la otra se opone.

De imprevisto deposita un cálido beso en la comisura de mis labios, yo solo suspiré para mis adentros.
Pensé que me besaría, estaba preparada para que lo haga.

—Perdón si me excedí—
Se marchó.









Alv
:v

¿Y yo que creía que Lawrence la besaría?
💔

Que onda amores 💚
Hoy no hay hashtag's.
Ya saben, no es miércoles :(
Pero es #Friday 😂😏...
Okno!, ya quedo claro que estoy loca 😎.

Considero que este capítulo es largo... Más vale que les guste 😏😂

En estos días eh actualizado los capítulos anteriores, eh agregado una que otra cosa sin cambiar la trama, pues si desean pasense de nuevo :v (háganlo 😈😏😂)

Estuve dedicando capítulos a personas que me han apoyado desde el inicio y si tu el que estás leyendo esto también has estado allí desde el génesis de la escritura, dime si quieres una dedicación, solo pidela ya sea en un próximo escrito o en uno ya publicado ☺, deja un comentario acá abajito 👇

Les agradezco infinitamente por leer la historia 💙.
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