Narrado por TN
No evite estallar en lágrimas sobre mi almohada en cuanto Germán se fue. ¿De verdad era así? ¿Nunca parezco interesada en él? ¿De verdad así me veía a través de sus ojos?
Tal vez no lo demuestro, pero no tiene idea de que tanto me importa. Me importa mucho lo que le pase, lo que esté sintiendo, lo que le interesa...pero creo que esas solo son palabras, no estoy demostrando mi interés con hechos. Supongo que seguirá ignorandome, eso es lo que más me destruye, que una persona que te importa comienza a ignorarte, pero es más difícil cuando tienes que fingir indiferencia.
Él siempre está ahí cuando yo lo necesitaba, pero cuando el necesitaba de mí ¿Dónde estaba yo?
Lo que tu necesitas es un escape de la realidad
¿La música? -pregunté inocentemente
No. Eso ya no tiene mucho efecto sobre ti, esta vez necesitas algo un...poco más fuerte.
¿Más fuerte? ¿A que te refieres?
Mira en tu bolsillo.
Le hice caso a la voz, metí mi mano en mi bolsillo, dentro de ella encontré él cigarro que me había dado Nathan hace rato.
No.-pensé al instante
Vamos, solo esta vez. Los cigarros son la comida de las almas rotas, te acompañan en tu hora más oscura. Me sorprende que no lo hayas intentado antes.
No me importa, no lo haré. Fumar es malo, te puede matar. -esa es la excusa que me han estado diciendo por años, desde niña y yo siempre daba esa excusa en porque alguien no debería fumar
¿No es eso lo que siempre has querido?
(. . .)
Por alguna parte de la casa encontré un encendedor, que después use para encender él cigarro. No tenía idea de lo que estaba haciendo, improvise, lo coloqué en el entremedio de mis labios inhalando profundamente; mala idea. Pude sentir el humo entrar a mi boca, encontrando su camino a mi garganta, hasta llegar a mis pulmones.
Por un momento no podía respirar, cuando reaccioné, al instante comencé a toser, sentía un dolor en mi pecho. A continuación me sentí abrumada por un mareo, tanto que no podía mantenerme de pie, tuve que sentarme en el borde de la cama. Aun así, eso no me detuvo, seguí y seguí, sentía que me lo debía a mi misma terminarlo. Lo único que me provoco eso es toser aún más y seguir sintiéndome mareada, e incluso con náusea.
¿Porque hago esto? Soy lo suficientemente joven como para intentarlo, pero soy bastante mayor para saber que no debería, pero igual soy estúpida por hacerlo. Abrí las ventanas para que rápidamente el olor desapareciera antes de que Germán llegase, que no sabía a qué hora sería eso, una parte de mi espera que pronto.
Aun no me sentía cansada, recurrí a la otra cosa que me trae felicidad; dibujar.
Hace tiempo que no tomaba un lápiz, un papel y solo me dejaba llevar. Eso fue justo lo que dejé que pasara, deje que mi mano me guiará. Siempre he pensado dibujar como una forma de expresar lo que llevo dentro, ahora que estoy estudiando esto, en mi opinión he mejorado bastante.
Solo hice el contorno con lápiz, otro dia lo llenare con color, pero justo ahora no. Al terminar, me di cuenta de lo exhausta que me sentía. Por fin decidí irme a dormir, por algunas cuantas horas mis pensamientos impidieron que lograra conciliar el sueño.
(. . .)
Aún me encontraba en la habitación, recostada en la cama, no había señal de que Germán haya llegado aún. A través de la ventana se notaba el sol apenas saliendo, sería entontonces cerca de las 7 de la mañana ¿Aún no ha vuelto German para esta hora? No tenía ninguna llamada ni mensaje de el, claro, tampoco lo esperaba. No fue hasta que entonces escuché la puerta principal abrirse junto a unos cuantos pasos, me alive, estaba segura de quién era.
Los pasos se escuchaban cada vez más fuertes, se estaba acercando, iba a entrar. La puerta se abrió de golpe, ahí estaba parado German, pero se veía extraño, no parecía sí mismo. Había algo en sus ojos que nunca había visto en el, no lograba descifrar que. ¿Enojo? ¿Ira? ¿Tristeza? ¿Decepción?
-¿German? –lo llame, pero me ignoró
Entró a la habitación y caminaba un lado al otro sin quitar sus ojos de encima mio y recorriendo mi cuerpo, quería algo, lo podia sentir. Me levanté y me acerque a el para volver a preguntar si pasaba algo, antes de que pudiera decir algo el me tomo de la cintura pegandome junto a el, sentia su respiracion en mi cuello. Procedió con empezar a besar cada centímetro de mi cuello mientras pasaba sus manos debajo de mi blusa recomiendo mi espalda, su tacto me hacía estremecer. Unos segundos de eso, nos tiramos a la cama, me seguía besando y ahora me estaba acariciando la pierna de arriba a abajo, haciéndome gemir, pero me mordía los labios para impedirlo. Sin dejar de tocarme, me miro a los ojos, ahora reconocía esa mirada; Deseo.
¿Que estaba planeando hacer? Empecé a entrar en pánico cuando el se quito la camisa que tenía, pero aún más cuando empezó a quitar la mía.
-Ger...German, yo...tu sabes que yo...–no lograba sacar las palabras que llevaba dentro– Pensé que estabas molesto conmigo, ¿Porque tan de repente cambiaste de...-
-Shhh.–se detuvo por un momento. Puso su dedo índice en mis labios, pasandolos lentamente– No digas nada, déjame hacer lo que siempre he querido
Lujuria, gemidos, besos y placer fue lo último que recuerdo.
Desperté.
Tenía la respiración agitada, podia sentir mi corazón acelerado, no solo eso, tenía una extraña sensación, como si...¿Que me acaba de ocurrir? ¿Acabo de tener un sueño...? ¿Me siento un poco...? No. ¿Asi se sentira en la vida real? Empecé a ponerme roja, pude sentir como la sangre corría hasta mi cara, tape mi cara con ambas manos, me sentía avergonzada, jamas me habia pasado eso
German estaba a lado mio aun dormido, pero dándome la espalda. Esta vez estaba segura de que estaba despierta, me pellizque un par de veces para asegurarme. Mi celular marcaba las 7:04 a.m. Necesito tomar un baño, bajar un poco lo que estoy sintiendo. Dios, de verdad me siento avergonzada, espero que nunca me pase de nuevo.