¡Era tan agotador trabajar! Me sentía realmente cansada y más aun con el estudio. Era demasiado dificil.
Tambien se notaba el cansancio en la cara de Claire. Pero ella no se rendía, cada vez se volvía más entusiasta.
-¡Orden a la mesa tres!-Gritó Alana.
-¡Sí!-Y partí a atender. Allí estaban Davis y el estupido de Vladimir; el que dejó mi mochila en la mansión Holland. Ahora que lo pienso de no ser por él jamas habría vuelto a esa mansión.
¡Maldito Vladimir, infeliz!
De no ser por él no me sentiría como basura cada día de mi vida.
Sonreí muy falsamente como ya estaba acostumbrada a hacer.
-¿Qué desean?-Pregunté dulcemente.
-Yo quiero...-Davis miró la carta aguantando la risa.
¡Esta bien!
El uniforme que usabamos no era muy lindo que digamos y se veía super cool con los patines de cuatro rueditas que debiamos utilizar.
¡Fué un maldito caos aprender a usarlos!
-Yo quiero un frappé-Dijo Vladimir, quien se decidió antes. Davis respiró profundamente para controlar su risa, dejó la carta sobre la mesa y habló.
-Quiero lo mismo que él y que llames a mi linda novia.-Dijo sonriendo extremamente.
-¿Qué frappé desean?-Pregunté evidentemente incomoda.
-¡Mocca!-Dijieron a unisono. Cuando se dieron cuenta del hecho ambos chocaron el puño.
Idiotas. Pensé.
-En seguida-Dije retirandome una vez que anoté el pedido en mi libreta.
Llegué a la cocina, dejé el papelito y le dije a Claire que Davis la buscaba.
¡Voy a morir! Pensé muy agotada, pero no podía parar.
No ahora.
Cuando estuvé acostada ya en mi hermosa cama me di cuenta de lo importante que era esta para mí.
-No quiero dejarte nunca-Agarré mi almohada abrazandola con fuerza.-Te amo demasiado.- Susurré.
En cuanto dije esas palabras fue inevitable que esos ojos esmeralda vinieran a mi mente.
¿Cómo estaría? ¿me echaría de menos? ¿Habrá recordado algo?
Ese era mi gran temor pero al final era inevitable y debía asumirlo.
Pronto sabría todo.
Espera, Joshua. ¡Cumpliré mi promesa!
Con ese ultimo pensamiento me dormí profundamente.
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Logré obtener buenos resultados en la escuela. Mi abuela Freya estaba contenta con que haya cumplido una de las condiciones y en cuanto al dinero, completando el trabajo tendría lo suficiente. Claire me estaba ayudando mucho. Ella no tenía que trabajar pero aun así lo hizo para que yo juntara el dinero más rápido.
Era fin de semana. El jefe nos había dado un día libre gracias a nuestros esfuerzos. Así que decidimos hacer una pequeña junta en casa de Davis.
En un inicio eramos cinco personas y no se como, terminó siendo una gran fiesta de más de sesenta personas.
La gente gritaba, bailaba, reía, bebía y como no, tambien se drogaba.
Davis estaba muy acaremelado con Claire asi que por obligación me quede con Vladimir ya que era la unica persona "cercana" que tenía allí.
Para soportar su estupida presencia comencé a beber. Nunca se me había presentado la oportunidad y ahora, estaba disfrutando mucho.
Con Vladimir echabamos competencias de quien bebía más rapido. Y ambos estabamos exageradamente felices.
En eso llegaron Claire y Davis.
-¡Juguemos verdad o reto!-Nos dijo Davis. Todos lo apoyamos y despues de tomar un botella de cerveza vacía, comenzó el juego.
La botella giró y apuntó a Claire.
-¿Verdad o reto?-Preguntó Vladimir.
-Verdad-Dijo mi amiga algo nerviosa por saber cual sería su pregunta.
-¿Ya lo hiciste con Davis?-Todos reimos incluyendo al chico en cuestión. Los colores de Claire subieron a su cara y no precisamente por el alcohol. Ella asintió escondiendose en el pecho de su chico.
Todos gritamos, silbamos y reimos antes de que Vladimir comenzara a girar nuevamente la botella; esta vez apunto a Vladimir.
-¿Te gusta alguien?-Preguntó Claire. Vladimir se sonrojó levemente y asintió-¿Quién?
-Esas son dos preguntas-Dijo Vladimir. En cierto aspecto tenía razón. Claire se quedó con las ganas.
La botella giró nuevamente apuntandome a mi.
-¡Reto!-Grité euforica. Todos hicieron "uhh" a coro. Vladimir sonrió con malicia.
-¡Te reto a que saltes a la piscina en ropa interior y que grites 'fuck rules!'-Dijo. Yo lo miré con odio y Claire y Davis sorprendidos.
El efecto del alcohol te provoca a hacer locuras y estoy segura que estando sobría nunca me hubiera atrevido a hacerlo.
Me puse de pie y todos me siguieron. Comencé quitandome la polera. Observé por mi periferia la mirada de algunos chicos babosos.
Procedí a quitarme el pantalón. ¡Gracias a Dios había escogido un conjunto decente!
Me eche hacía atras tomando impulso y corrí en dirección a la piscina. Cuando llegué a la orilla, salté y antes de caer al agua grité: 'fuck rules!'
Escuché los gritos euforicos de la gente y los aplausos y de un momento a otro todos comenzaron a tirarse a la piscina con los vasos y ropa. Esto se estaba descontrolando y Davis parecía más que feliz.
Estaba segura de que al día siguiente no sería igual.
La fiesta duró hasta aproximadamente las cuatro y yo no sé en que momento caí rendida en un sillón.
-¿Estas seguro de esto, Joshua?-Preguntó Erin. Ella estaba sentada en una banquita en un parque muy conocido de Cloudtown.
-Completamente-Igual ya me había acostumbrado a verlos y aparte me encantaba ver el perfil de Joshua.
-¿No te da miedo?-Preguntó Erin dubitativa. El chico negó y junto sus frentes mirandola directamente a los ojos.
-Haría eso por ti y más-¿De que estaban hablando? ¿Qué iba a hacer Joshua?
De un momento a otro todo cambió. Ambos miraron a mi dirección y avanzaron.
Me asusté, ¿que querían ellos conmigo?
Ambos comenzaron a zarandearme.
-Alison...-Dijieron a unisono-¡Alison!
Me removí inquieta abriendo pesadamente los ojos.
Frente a mi se encontraba Claire.
-¡Alison!-Dijo ella zarandeandome suavemente.
-¿Qué?-Pregunté agarrandome la cabeza. Me dolia horrores y tenía mucha sed.
-Creo que debes ponerte ropa...-Dijo avergonzada.
Yo dirigí mi visión a mi cuerpo espantada.
¡¿Qué hacia semi-desnuda?!
¿¡Qué mierda hice anoche!?
Busqué mi ropa pasando por los idiota tirados en el suelo y en cualquier lado hasta que di con mis prendas. Me las puse rapidamente ante los ojos de mi amiga.
-Nunca menciones a nadie lo que ocurrió aquí-Dije seria.
-Prometido-Dijo de igual forma y ambas fuimos a buscar a Davis.
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-Muchas gracias chica por apoyarnos durante este mes-Nos decía el jefe. Habiamos terminado de juntar el dinero y ademas los trabajadores habían vuelto de sus vacaciones.
-Gracias a usted por contratarnos-Dijimos ambas.
Nos despedimos de Alana con un fuerte abrazo. Ella fue la que más ayuda nos dió y se lo agradecería eternamente.
No nos dimos cuenta cuando ya nos encontrabamos abordando el avión que nos llevaría a nuestro destino.
Temblaba de puras ansias mientras deseaba que todo saliera bien. Mi corazón bombeó mas cuando se encendió la indicación de abrochar cinturones para despegar.
¡Argentina aquí vamos!