Pov. Anastasia
Las 5 horas y media de vuelo la pase leyendo un libro y durmiendo. El vuelo es algo movido con las turbulencias a consecuencia de la lluvia y eso me pone nerviosa hace una hora la he pasado viendo a Christian trabajar.
El había dicho que se desconectaria del trabajo lo que durará nuestro viaje, pero al parecer no pudo ser posible. Estuvo reunido con Taylor una hora y ese tiempo me dedique para diseñar como seria la habitación de Teddy
He pensado que su habitación podría ser de él universo ó marinero. Haré un de cada uno y los comparo.
Siento que mi cuerpo se estremece y una conocida sensación se apodera de él. Levanto la mirada para encontrarme con el gris más intenso que podría hacer dejarte sin aire en tus pulmones. Esa sonrisa de satisfacción con la penetrante mirada hacen el detonante para que mi sexo grite por atención.
-Te ves realmente exquisita cuando tus mejillas se tornan rosa. -dice con voz ronca.
Siento como la sangre empieza a correr de manera frenética y viaja a mi rostro convirtiéndolo en un rojo escarlata.
-Con ese rojo escarlata me haces perder el sentido. -continúa y camina con la elegancia de una pantera hacia su más anhelada presa.
-Christian. -mi voz sale débil.
-Dime nena. -Habla con voz seductora.
¡Madre mía!
Sabe que me ha logrado su cometido. Se pone en cuclillas para quedar a mi altura y sus ojos se oacurecieron hasta parecer negros por la excitacion.
-¿Que necesitas, nena? -jadeo por la intensidad en su mirada. -Porque se lo que necesito.
-Oh. -Exclamo. ¿Que necesitas?-. Musito. -Su sonrisa se amplía y puedo ver en esa mirada plomo perversión.
¡¿Santa madre, para que pregunte?!
Se levanta con una elegancia asombrosa y camina en dirección a la habitación y me quedo como tonta mirando donde desapareció.
¿Qué hice mal?
Lo veo caminar hacia mí con una cobija y con una sonrisa moja bragas.
¿Qué piensa hacer con eso?
-Ven conmigo, Anastasia. -ordena. Mis piernas tiemblan al imaginarme lo que planea hacer.
Me levanto y tomo su mano. Nos dirigimos a los sillones. Se sienta y extiende la mano.
-Chris... Me interrumpe con la mirada.
-Sientate en mis piernas mirando hacia el frente con las piernas a cada lado.- Asiento y hago lo que me pide. -levanta un poco. -Pide.
-Alguien puede venir y vernos. -Fijo mi mirada en los asientos, pero no veo a nadie.
-Nadie vendrá aquí a no ser que sea llamado y ninguno de los dos necesitamos nada ellos. Dice besando mi cuello.
Sus manos hacen a un lado mis bragas. Escucho como el sonido de su bragueta bajar . Con una mano coloca la cobija y con la otra siento como su polla se posiciona en mi hendidura.
-No grites, Anastasia. - Advierte, antes de bajar con un solo movimiento.
-Chris... -Aullo. Y me reprende mordiendo el lóbulo de la oreja. -Aaah. Gimo, necesitada.
-Eres una niña muy desobediente y eso merece un castigo. -Dice divertido. Volviéndome a morder y moviendo sus caderas.
-Solo contigo. -Jadeo. Moliendo mis caderas con suavidad y sintiendo como su cuerpo protesta por el castigo que impuesto para el.
-Sabes jugar nena. -Gruñe. Echando su cabeza hacia atrás.
-Más o menos. -Susurro pensando mi espalda con su fuerte pecho.
Llegamos al Aeropuerto John F Kennedy, bajamos las escaleras y veo un todo terreno negro esperando con la puerta abierta y a su lado está Sawyer.
La mano de Christian se aferra a la mía con fuerza y me ayuda a bajar las escaleras, seguidos por Taylor. El trayecto a Long Island, en la zona residencia de The Hamptons, done se encuentra la casa de Christian.
-Espero que te guste y te sientas como en la casa. - besa mis nudillos.
-Me sentiré feliz donde quiera que estés. -respondo.
El tránsito en la cuidad de New York, es pesado y mientras caemos avanzado va mejorando. Según el GPS estaríamos llegando en una 1 hora y 34 min., pero como veo cómo se comporta el tránsito llegaremos como en dos horas y media.
El auto se detiene frente a una impresionante casa. Es una mansión de dos niveles, creo. La imagen que muestra es tipo de castillo y te hace ver que estás viviendo un sueño.
-¿Te gusta? -Pregunta emocionado. Asiento como niña niña sin apartar la mirada del hermoso paisaje.
La casa es de madera con diseño moderno, se destaca por exterior con tejas de cedro y los suelos de pino pintado en gris.
-Vamos, pequeña para que la veas desde dentro. -Sonríe y me arrastra hacia el interior.
La sensación de amplitud se logra gracias a los grandes ventanales de las principales estancias. Además cuenta con techos de doble altura, tipo catedral. Una de los aspectos más destacados es la cocina americana, un espacio totalmente abierto al resto de las zonas. En el interior con ciertos detalles combinados con madera en blanco que ofrecen una imagen refrescante.
-Es asombrosa. -admirada por su belleza. -Si tienes el Escala, Aspen y un apartamento en Manhattan, Por qué tienes una propiedad aquí? -preguntó distraída viendo la enorme piscina que se visualiza desde el gran ventanal.
-Me fascino la casa y pensé que podría ser un buen lugar para descansar y además, es un lugar que pocos conocen que poseo. - dije sin más y observó como quita de su americana una pelusa imaginaria.
-Tienes más dinero que sentido común. -Frunzo el ceño. Su ceja se eleva.
-Oh, nena, trabajo más de 18 horas al día, me gusta vivir bien y los que estén a mi alrededor disfruten de ello.
-Derrochas dinero inesesariamente
-Señorita Steele, lo que gano por hora me permite darme ese lujo y te aseguro que lo seguiré haciendo contigo. - Lo miro como si fuera de otro planeta.
-Christian, sabes cuántas personas pueden alimentarse con ello. - su rostro se desencaja.
-Si, lo sé. -dice en tono seco. - Por ello invierto parte de ello para esas personas que no tienen nada.
Siento en su tono de voz algo de dolor y que mis palabras lo ofendieron.
-No pasa nada, Anastasia. Es algo que no tenias porque saberlo.
-Tienes un corazón muy generoso. -mi voz sale entrecortada. -Eres un hombre que no demuestra lo que en realidad eres.
Su rostro refleja sorpresa por mis palabras y sobre todo una ternura que muy pocas veces puedes ver en un hombre como él y solo yo he podido disfrutar de ella.
Pov. Christian.
Su frescura e inocencia me dejan sin aliento, pero cuando se comportar desinhibida y con esa espontaneidad que me enloquece. Quien me iba a decir, que aquella joven tímida podría hacer que me siento vulnerable en sus manos y que sin permiso tomará el control de mi.
Como lo hago todo "Porque puedo" al igual como el mundo se movía a mi alrededor bajo mi voluntad. Ahora soy yo el que se mueve a su merced y hace todo de mi "Porque puede" y no me quejo de ello, soy feliz así....
Un Christian Grey, domesticado.
Sonrío como tonto porque me siento feliz con la emoción reflejada en los ojos de mi nena. Parece una niña que ha descubierto el parque mágico o está viviendo su sueño más deseado.
Pero en un momento me quedé petrificado al escuchar cómo piensa mi nena de mi. Sus palabras empiezan a jugar con mis emociones y a mi mente llega aquella Reina que podía ver más allá de todo y me hacía sentir perdido por mostrar todas esas emociones.
Sus ojos se iluminan con cada palabra y siento tanta sinceridad en ellas.
-Tienes un corazón muy generoso. -su voz se quiebra. -Eres un hombre que no demuestra lo que en realidad eres. -De sus ojos salen lagrimas que se que son de emoción.
Mi Anastasia, puede ver a través de mis ojos lo que guarda mi corazón y lo que no dejó ver a los demás.
-Dices eso porque me amas y ves lo bueno en mi. -Respondo con timidez. Tratando de hacerle ver que no tiene mucha importancia.
-No tienes que sentirte avergonzado por escuchar la verdad. Oh, sí me hubiesen dicho que diciéndote lo valioso que eres, te ibas a ruborizar lo habría hecho desde el día que te conocí. -Dice divertida.
-No sabía que me había ruborizado y eso en mi es poco habitual, señorita Steele. -Digo con voz ronca.
Camino hacia ella y sus hermosos ojos me miran con tanta ternura que me hace sentir vulnerable.
-Pero debo de confesarle que me halagan tus palabras, pero soy mejor persona desde que te tengo a mi lado y a veces me pregunto qué hice para merecerte y que me ames como lo haces. -Le confieso.
-Solo existir y llegar a mi vida y adueñarte de ella. -Responde.
-Agradezco que hayas llegado a mi vida y que aquella tarde nos encontráramos en medio de aquel suceso. -Le sonrió. -Ante tu lengua viperina nos causó algunos problemas. Te amo; Anastasia y lo hago desde aquel día en la cabaña.
-Si, fue un suceso que jamás podremos olvidar y que de cierta manera agradezco. -Sonrie. -Christian, te amo más de lo que mi corazón puede soportar. ¿Porque me miras de esa manera? -Susurra casi sin aliento y sus mejillas sonrojadas.
-Porque puedo. -Respondo y antes que pueda decir alguna palabra mis labios se apoderan de los suyos con esa fuerza y desesperación que solo ella puede provocar.
Hola nenas!!!
Feliz año!!!
Bienvenidos a soñar en este nuevo año.
Ojosgalanos.