No había forma de que pudiera comunicarme con Isaac sin que Christian se de cuenta, seguramente me tiene bien vigilada, no soy estúpida, sé que no confía en mi.
estábamos a unos minutos de aterrizar en México y yo no encontraba una forma de poder prevenir a Isaac de que la tríada estaría esperando su arribo a tierras aztecas, ni siquiera sé si alguien de ellos se quedó en México o viajaron todos.
mierda.
suspiré y seguí quieta, vigilando a la distancia, haciéndome la desentendida de los temas que trata Christian.
aterrizamos sin problemas, justo cuando pensaba desabrocharme el cinturón escuché llorar al pequeño, pero lloraba de una forma extraña, por lo que me levanté de inmediato, Victoria estaba temblorosa.
- creo que no puede respirar.
levanté su ropa, estaba teniendo dificultad para respirar.
- mierda.... CHRISTIAN... CHRISTIAN!!
salí de la habitación con el bebé...
- ¿qué quieres Malke?
- tiene una crisis, si no lo llevamos al hospital va a morir y sabes lo que eso significa.
significa que no vas a poder torturar a Isaac...
Christian no lo dudo ni un momento,salimos a toda velocidad al hospital mas cercano de la zona, mantuve al bebé conmigo y lo observé, se mantenía quieto, con su chupón dentro de su boca, sus ojos castaños clavados en mi, mientras me sujetaba el dedo, era como si me dijera "ayúdame, necesito respirar mejor" respiraba lo mejor que podía, no había duda de que era un Palacios, había entendido que llorar le dificultaba las cosas y había optado por serenarse, incluso, tenía marcas de las lágrimas en las mejillas, Victoria estaba fuera de si y la jalé fuerte del brazo.
- necesito que te calmes.
la obligué a mirarlo, él seguía quieto, ella le tomó la mano.
- vas a estar bien ¿de acuerdo? - ella besó su pequeña mano - tienes que estarlo, mantente así, amor, mantente así.
él seguía sereno, sin duda sería más Palacios que Montenegro, y eso está muy bien.
llegamos al hospital y me bajé corriendo con el bebé en brazos, por suerte, una amiga mía estaba de guardia.
- Malke.
- Sim, crisis respiratoria, creo que es de asma...
- bien...
- cuidado...
ella tomó al bebé y lo colocó en una camilla...
- la madre puede pasar...
Victoria tomó ventaja y Christian quiso seguirla le puse la mano en el pecho.
- ¿ahora vas a jugar al papá? no seas ridículo.
se giró molesto, pero claro que no lo iba a dejar pasar, me quedé parada ahí... pensando en la probabilidad de hablar con Isaac o al menos, que sepa que estamos acá.
me moví y cuando me di cuenta que Christian me seguía, me aventé una hazaña, al fin y al cabo, también soy una Palacios.
- hola, Hugo...
- hola, Malke ¿que pasó contigo? ya no viniste a terminar tus prácticas.
- volveré, no te preocupes, oye, ¿me haces un favor?
- claro...
- ¿me prestas una moneda? me vine en cero, quiero un maldito café.
- claro que si, toma.
- gracias...
me di la media vuelta y choqué con Christian.
- si querías una moneda tenías que pedirmela.
- oh, lo siento, perdona por creer que lo único que traes en los pantalones son balas.
me moví a un lado de él y le metí la moneda a la máquina, acto seguido de eso, recibí un merecido café americano con perfecta dosis de azúcar.
me senté cerca de la máquina, después de varios minutos, me encontré con Pavel, mi compañero de clase.
- ¿Malke?
- hola Pavel...
me acerqué a saludarlo, en el trance, le tomé prestado su móvil.
- que milagro.
- ya ves, volveré pronto...
Pavel es tan sexy, bien, me calmo.
- eso espero, haces falta...
- nos vemos... - dije retrocediendo camino a los sanitarios, tiré el vaso de mi café - cuídate.
Pavel me miró con extrañeza.
- tú también.
entré al baño, ¿quién no va a saberse el número de teléfono de su tío?
comenzó a sonar.
- ¿si?
- Matt...
- ¿quién eres?
- Malke, rastrea éste número, te llevará a nosotros.
colgué, salí del baño y Pavel platicaba con Hugo.
- oh Pavel, no sabes lo mucho que te he extrañado.
le devolví su móvil.
- y yo a ti, crees que - se aclara la garganta - podamos salir ¿pronto?
sonreí.
- claro que si, Pavel... me encantaría...
- bien, entonces, tenemos una cita pendiente... te dejo, tengo guardia en maternidad... buenas noches.
- buenas noches para ti.
caminé de nuevo a urgencias con las manos en los bolsillos, sonriente.
- pensé que eras lesbiana.
me dijo Christian.
- ¿solo porque me pareces repugnante? no inventes Christian, no eres santo de la devoción de muchas y no por eso somos lesbianas.
rodé los ojos ante su burlona risa ¿pero quién se burla de quién?
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Le habían llevado a pediatría, le atendieron a tiempo, su forma de mantenerse fuerte ante éste tipo de situaciones me recordaba tanto a su papá...
suspiré y me limpié las lágrimas.
- es un bebé muy fuerte, esa serenidad que transmite con esa mirada...
- así es su padre, con la mirada basta.
dije entre lágrimas, ya un poco más tranquila.
- se parece a él.
elevé las cejas.
- ¿conoces a mi marido?
- si no fuera tan famoso te diría que no, Isaac Palacios no es un hombre al que fácil ignoras, se parece mucho a él, por cierto.
- si, es idéntico a él.
- ésto que tuvo fue una crisis de asma, Victoria, vas a tener que cuidarle mucho si quieres contrarrestarle lo más que se puedan los síntomas, el asma es crónica, no se cura, pero se controla y muy bien, si le cuidas adecuadamente, podrá tener una vida normal, por mientras, esperaremos a que se estabilice, podrás llevarlo a casa.
- muchas gracias...
- de nada... es un placer para mi, está precioso a más no poder, cuídalo mucho. ¿si?
asiento...
- claro...
me animé un poco en cuánto escuché de nuevo a Gibby balbucear...
- ¿qué sucede, Gibby? ¿estás mejor?
agitaba los brazos, era un florecer mi corazón cada que lo miraba emocionarse con tan solo escucharme.
empuñaba sus manos y aunque quería meterlas a su boca, no sería muy posible por el momento, tenía la mascarilla para el oxígeno.
- por el momento no, Gibby, necesito que tengas la mascarilla ahí.
agitó los brazos, y al instante imaginé lo que esos movimientos significaban, algo así como "no me interesa, madre, necesito mi mano en mi boca si no quieren descontrol"
me reí...
- eres igual que tu papá.
Malke entró a la habitación apresurada.
la miré un poco con pánico...
- Vico..
- ¿qué?
- le he hablado a Matt... vendrán...
- no no... no puedo sacar a Gibby de acá, tienen que esperas...
- Vico, no hay tiempo...
- Gibby necesita oxígeno y recuperarse, no pueden venir ahora... no... ésta vez es por Gibby.
Malke suspiró.
- no te preocupes, yo me encargo, tú no te despegues del niño, no lo hagas, por nada del mundo.
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- ¿Alonso?
- están en el hospital, la señal es del hospital general de Tequila...
mierda, el crimen no duerme.
- mierda, ahora que hago.
- tenemos que hacer algo.
- si bien es cierto, es buena idea, no lo es tanto con los elementos que tienes, ninguno está al 100%, solo tú...
estaba en plena discusión con Alonso cuando mi móvil volvió a sonar...
- ahora no, cariño...
- Matt...
- mierda, te escuchamos, Malke...
- Vico no quiere que vengan, no ahora...
todos elevamos las cejas, hasta Mauro.
- ¿está loca?
- no, tiene razón, estamos acá por el bebé...
- ¿qué tiene?
- todo apunta a que fue una crisis asmática, tiene que quedarse acá, necesita el oxigeno, medicamentos, si vienen ahora, el perjudicado será el bebé.
exhalé, de alguna forma eso me aliviaba, significa que no tengo qué cranear un rescate.
- bien, en cuánto Isaac llegue de Rusia yo le digo, cuídate hija.
- ustedes también.
una vez que colgó nos miramos.
- no podemos arriesgar al bebé.
- ¿sabemos hora de llegada de Isaac?
- hoy, en la noche... contando que ahora son las 4 de la mañana.
- bien, ya sabrá qué hacer, mientras, tenemos que estar alerta.
suspiro.
- estamos jugando con una granada, Alonso... la lanzamos... nos la devuelven... la volvemos a lanzar... y lo peor será, que no explote en la cara.
- cabe la posibilidad... y lo sabes...
- creo que tendremos que prepararnos psicológicamente para todo esto...
- lo sé, los daños pueden ser irreversibles.
y de haber sabido que así serían, ni siquiera lo hubiera mencionado.
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Corrí largo y tendido por el pasillo hasta donde se encontraban las demás chicas.
- ¿qué pasa?
- ésto se va a poner color de hormiga, tenemos que estas preparadas...
- ¿por qué?
- porque hay más bebés en camino, Mónica y Diana están embarazadas...
- eso suena peligroso...
- lo sé... tenemos que prepararnos...
las chicas asienten...
qué tragedia se avecina.