Candelaria's POV:
Un "abróchense los cinturones, estamos a punto de aterrizar" en inglés, me despertó. Fue un viaje de casi doce horas, en el cuál me tuve que aguantar los ronquidos de mi hermana, pobre Alexander el día que se casen.
Cerré los ojos y en cuestión de dos minutos, mi hermana se puso de pie. Me tocó levemente el hombro y abrí los ojos, efectivamente ya habíamos aterrizado.
Me quité mi almohada de viaje y la guarde en mi bolso de mano. Necesito ir con urgencia a un baño para poder arreglarme, pero voy a ir al del aeropuerto.
El paso por migraciones fue rápido y un "Bienvenida a la Argentina" fue lo último otro que es escuche para poder salir de ahí. El aeropuerto Ministro Pistarini, el lugar donde vi por última vez a Sebastián y esa vez me acuerdo que me había dado una bolsita de regalo, que en su interior tenía una cajita musical, pétalos de rosas, un osito y una foto nuestra. Todo eso lo llevo ahora en una de mis valijas, excepto los pétalos, esos están en un frasco de vidrio en casa.
Travis se ofreció a buscar mis valijas, así que aproveché y fui a un baño con Hannah y mi hermana. Lo primero que hice fue lavarme la cara y sacar de mi bolso el set de maquillaje. Una leve capa de rimmel en mis pestañas, otra leve capa de labial rosa clarito en mis labios y base en crema en mi piel. Eso fue todo.
Agarré mi bolso y espere a que Hannah y Pilar terminen con lo suyo, cuando así fue nos salimos del baño.
•
Visualizaba el edificio en el que voy a vivir, mientras el encargado de éste nos ayuda con las valijas.
Agarré dos de mis cinco valijas y las arrastre hasta adentro del edificio, tenía un hall lindo con algunos sillones y la típica mesita del medio con revistas. Habían dos ascensores y uno de ellos estaba marcando que alguien estaba bajando.
-Cande -escuché la voz de mi hermana- Toma nena dale -me giré y estaba con dos valijas mías, reí y las agarré poniéndolas al lado de las otras- ¿Cuantas cosas te trajiste nena?
-Solo lo necesario -reí y ella negó con la cabeza- Bueno che
Escuché el ruido del ascensor atrás mío y de ahí bajo una chica de al menos uno sesenta y ocho, va de la mano con una nena, debe tener al rededor de siete u ocho años. El pelo de la chica está horriblemente teñido, lleva un piercing en el lado derecho de la nariz y un anillo, al parecer de compromiso en su mano izquierda.
-Buenos días Ana -habló el encargado- Hola Clarita
-Buenos días Jero -habló la teñida-
-Hola -le sonrió la nena-
-Ana, te presento a tus nuevos vecinos -le habló el encargado- Candelaria y Pilar Galliano... Afuera están los demás
-Wow cuantas valijas -rió ella- Soy Ana de Biasi -dijo extendiéndome su mano-
-Solo lo necesario -reí y estrechamos las manos- Soy Candelaria
-Un gusto -sonrió y le estrechó la mano a mi hermana-
-Pilar -habló mi hermana y le sonrió- ¿Quien es esta nena linda? -preguntó refiriéndose a la nena que estaba avergonzada atrás de Ana-
-Saluda Clari -le dijo ella- Es mi hija, Clara -sonrió- Es un poco tímida al principio
-La entiendo -sonreí-
-Seguramente después nos tenes confianza -le dijo mi hermana-
-Seguro -habló Ana- ¿Entonces ustedes van a estar en el mismo piso que yo?
-Ehh... -dije sin saber qué responder, miré al encargado-
-Si, así es Ana -respondió- La señorita Candelaria va a estar en el departamento del frente y Pilar en el que está al lado del tuyo
-¡Que copado! -exclamó- ¿De que zona vienen?
-Venimos de Londres -contó Pilar- Vamos a estar unos meses en este edificio
-Ay que lindo -dijo ella- ¿Vienen por trabajo?
-Algo así... -sonreí-
-Entonces, bienvenidas -sonrió- Por ahí después las puedo ayudar en algo, pero ahora tengo que irme a trabajar y dejar a esta nena en el colegio -sonrió-
-Gracias -dijo Pilar, yo solamente asentí con la cabeza-
•••
La chica de veintiséis años y su hija de ocho salieron por la puerta de vidrio que da al estacionamiento, ahí se encontraron con más cajas y valijas. Caminó un poco más y escuchó voces hablando un idioma que no era el español, sino el inglés. Buscó con la mirada de donde venía esa conversación y se encontró con tres personas, dos chicos y una chica, quienes solo la miraron y siguieron en lo suyo.
"Maleducados" pensó Ana y le quitó la alarma a su Gol trend color blanco y le abrió la puerta a su hija, al ver que la puerta estaba cerrada rodeó el auto y se subió a su asiento para poder arrancar y llevar a su hija al colegio.
Siendo las ocho de la mañana en la casa de los Driussi, Noemí se encontraba esperando que Hugo vuelva de llevar a Gonzalo del colegio. Ella está sentada en la cocina, tomando un mate recién hecho y haciendo zapping, pero se detuvo en el noticiero, donde hablaban sobre los cambios de clima que iba a enfrentar Buenos Aires en los próximos días.
El periodista del noticiero le cedió el lugar a la sección de Espectáculos, quién es una mujer, ella comenzó con un "Esta mañana llegaron las esperadas hermanas Galliano" Y al escuchar eso, Noemí subió el volumen ya que sabía que las probabilidades de que Sebastián llegue a su casa eran nulas, o al menos eso pensaba ella, ya que el entrenamiento de River había sido suspendido y su hijo estaba a pocos metros de ella en silencio, ya que tenía pensado en asustarla, pero al escuchar eso en la tele decidió seguir en silencio.
"Pilar y Candelaria Galliano llegaron esta misma mañana a Buenos Aires para poder dar la inauguración de la marca de su padre en el País" dijo la panelista y a Sebastián se le aceleró el corazón, la chica con quien se había criado y a quien le había hecho una promesa, estaba de vuelta "Galliano Couture tiene varias líneas de ropa, de mujer, hombre, para niños, accesorios e incluso zapatos, como ya sabemos, el desfile se realizará dentro de dos semanas e incluirá la asistencia del gran Pablo Galliano y Juliana Hermsen, quién es dueña de una exitosa agencia de modelos" mientras hablaban mostraron fotos de Pablo y Juliana juntos, otra de Pilar esta mañana, pero a la que Sebas le llamó la atención fueron estas...

Noemí admiraba las imágenes a través de la tele como si enfrente tuviera el cristal más caro del mundo. Sebastian estaba igual o peor que su mamá, el sabía perfectamente que no era una de sus fotos de Instagram en las que sabía que ella estaba a miles de kilómetros distancia, en estas fotos él supo que ella estaba más cerca que nunca. Pero el miedo de Volverla a ver, frente a frente, empezó a aparecer. El solo suspiró y Noemí se dio vuelta, quedando sorprendida y sin palabras al ver que su hijo sabía que Candelaria estaba de vuelta.
-Está hermosa -dijo Sebastian- ¿No ma?