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Candelaria's POV:

El reloj marcaba las ocho de la mañana con siete minutos, me levante de la cama estirándome y bostezando. Fui al baño y abrí las canillas de la ducha para poder regular el agua y deje que corriera mientras me desvestía.

Una vez dentro, repasé todas las cosas que tengo que hacer hoy. Primero desayunar, después irme al local de Galliano Couture que está en Harrods, pasar el día ahí porque a las Díez tengo una reunión sobre los futuros locales en Argentina, después de eso me quedo en Harrods hasta las cuatro de la tarde para poder volverme a esa misma hora e irme al aeropuerto a las cinco porque mi vuelo a Buenos Aires sale a las seis y treinta y cinco.

Volver a Buenos Aires, ni quería pensarlo aunque la Ciudad es muy grande y hay un noventa y cinco por ciento de que no vea a Sebastian, pero el otro cinco por ciento son las probabilidades de verlo, porque o sea, estamos hablando de Sebastian Driussi el actual delantero de River Plate.

Desde que vine a Londres no puedo olvidarlo, acá en Inglaterra se me insinúan muchos chicos e incluso me he involucrado con un jugador, pero ninguno se compara a él, porque ¿Cómo te olvidas de tu primer amor? Se me es imposible olvidar la persona que me hizo feliz desde que tengo uso de razón, a veces me pregunto si él tiene novia o si me recuerda, supongo que sí porque no te olvidas de una persona que fue criada con vos hasta tu pubertad.

Noemí y mi mamá hablan por teléfono todos los días, al menos una hora. A mamá no le pregunto nada sobre él, para sufrir menos. Únicamente me contó cuando Sebas debutó en primera, el sueño de su vida, además veo los programas de tele de Argentina y cuando son especiales deportivos dan resúmenes de cada partido y últimamente Sebas es uno de los mejores jugadores.

Pero también está esa promesa que me hizo a los trece, hace siete años atrás, yo todavía la recuerdo, pero creo que él no o eso es lo que yo pienso, aunque mejor no me hago ilusiones de nada porque, lo repito de nuevo, estamos hablando de Sebastian Driussi, seguramente tiene mil chicas atrás de él ¿Porque tendría que volver con la chica que le hizo una promesa tonta a los trece años?.

Termine de bañarme y fui directo al vestidor, algo común en Europa, en Argentina no se ve mucho que en las casas cada habitación tenga un vestidor, pero acá es algo... común.

Elegí un jean negro, camiseta negra y unas botas de piel de cocodrilo en verde y algo de rosa. Sequé mi cuerpo y lo humecte con crema corporal, también me puse desodorante. Después sequé y cepille mi pelo, para terminar me puse el par botas y perfume.

Salí de mi pieza, pero no sin antes agarrar un bolso y algunos anotadores, resaltadores y lapiceras, también mi bendito y amado celular

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Salí de mi pieza, pero no sin antes agarrar un bolso y algunos anotadores, resaltadores y lapiceras, también mi bendito y amado celular.

Baje las escaleras encontrándome con nadie, como todas las mañanas. Deje mi bolso en la silla del desayunador y fui directo a donde estaba la cafetera, la encendí y corte algunas rodajas de pan para poner en la tostadora, saque algo de jugo exprimido de naranja y frutilla de la heladera y fui acomodando todo en el desayunador.

Volverte a ver • Sebastián Driussi •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora