Volverte a ver • Sebastián Driussi •

✨43 final ✨

Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, Ezeiza

No estaba siendo capaz de al menos agarrar su celular con las manos, éstas estaban débiles. Sentía frío y no hacía menos de veintiún grados, le dolía cada vez que respiraba y trataba de hacerlo con calma para que el dolor no empeorara.

Al llegar al continente europeo recurriría a un especialista. Pablo y Juliana ya se habían enterado de la triste noticia, ya estaban recurriendo a los mejores médicos que se encontraban en el país. Por lo que se estaba diciendo, Candelaria debería someterse a sesiones de quimioterapia.

Mariah y Natasha están al lado de Candelaria, viajarían con ella a Londres. Pilar se encuentra en camino de vuelta a casa, lamenta el hecho de que va a tener que quedarse, pero en dos semanas iría a la ciudad para acompañar a su hermana menor.

Él se encontraba manejando hacia la casa en la que había estado ayer por la tarde, con la esperanza de que ella siga ahí. Por lo que recordaba, su vuelo salía a la noche. Pero lo que el delantero de River no sabe es que la noche anterior, la modelo había arreglado para salir en un jet privado en la mañana, justo en este momento.

Se sentó y abrochó su cinturón. El equipo que viajaba con ella ya estaba enterado de su enfermedad y tenían todo lo necesario por si pasaba alguna situación inesperada. Un mechón de pelo le molestaba en la cara y decidió tomarlo para ponerlo detrás de su oreja, pero éste se desprendió de su cabeza. Se quedó quieta por unos segundos y miró a su mejor amiga, quien ya la estaba viendo.

–¿Por qué mierda me pasa esto? –preguntó mirando su mano, la cual ya había quitado aquel mechón de pelo de su cabeza.–

Mariah suspiró y miró a Natasha, quién también había fijado su mirada en Candelaria.

–Nunca vamos a encontrar la respuesta del por qué pasan estas cosas, Cande –dijo Mariah– Sos una persona tan buena, definitivamente no te mereces esto –hizo una pausa– Seguramente es una de esas pruebas que te pone la vida, ahora estás así pero vas a volver mejor que nunca y eso te lo aseguro

Candelaria suspiró y tiró al piso su mechón de pelo, le dedicó una débil sonrisa a sus amigas y se dedicó a mirar por la ventana. Mariah había entendido que por el momento ella no querría hablar así que decidió dejarla tranquila.

"–Te prometo que si un día volves –se secó una lágrima– No me importa si en ese momento tenga novia, aunque no creo... yo dejo todo para volver a estar con vos

–¿Enserio? –preguntó con ilusión en sus ojos–

–Si Cande, te lo prometo –sonrió–"

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"–¿Son hinchas de River? –preguntó la panelista de Los Ángeles de la mañana–

–rió– Nos criaron gallinas –respondió Pilar–

–¿Ya conocían a algún jugador? –preguntó desviando su mirada hacia detrás de Candelaria– Miren, acá tenemos a Sebastián Driussi"

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"–¿Por qué te pones nerviosa? –preguntó Sebastián–

–¿Vos como sabes que lo estoy? –respondió ella con otra pregunta–

–rió– Te tocas el pelo si te pones nerviosa, lo sé desde... no sé –hizo una pausa– Siempre, Candelaria –suspiró– Tanto tiempo ¿no?"

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"–¡SEBAS! –gritó Ana– ¿DÓNDE ESTÁS?

–Te tienen bien vigilado –rió Candelaria–