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Candelaria's POV:

Estábamos en casa, la que realmente iba a ser mi casa por todo el tiempo que me iba a quedar en argentina, ya no estamos más en el departamento. Estoy súper cansada, no tengo ganas de estar en la fiesta de cumpleaños, pero voy a ponerle onda. Sebastián no había llegado al centro de artes y tampoco me contestaba los mensajes, al menos espero que llegue a nuestro cumpleaños.

Mi familia y la familia de Sebastián estaban presentes, al igual que amigos de él, compañeros del equipo como Rodrigo Mora, Martinez quarta con su novia que está embarazada, Augusto y Pilar Batalla y el Pity. De mis amigas están Mariah, Natasha, Kiara. También estaban los hermanitos Simeone.

–Me siento re cansada, te juro –suspiré sentándome en el sillón.–

–Es Bastante trabajo –rió mi hermana– Pero ponele onda, nos podemos tomar una semana antes de arrancar la gira por Europa y Asia

–Si ya seeee –me quejé y reí

–Mis chiquitas preciosas –sonrió mamá acercándose y sentándose en medio de mi hermana y yo– Veintiún años –suspiró

–Rompiendo los ovarios –rió Pilar–

–Sos una yegua –reí

–Escuchen lindas –dijo mamá– Hoy recibí la llamada de Paulo Dybala

–Essssaaa –reí– Alto levante eh –reí nuevamente y me pegó en el brazo– ¡Mamá! –me quejé

–Jodete –rió Juliana– Bueno, me llamó porque su sobrina está interesada en entrar a la agencia, además, la chica es prima de Mauro icardi y como nuestra relación con los icardi es más que buena, les dije que le daría una oportunidad

–¿Y qué tenemos que ver? –preguntó Pilar

–Que Terenzio va a encargarse de ella en Torino, pero después necesito que una de ustedes supervise por mi, en esa fecha voy a estar Nueva York –comentó

–Yo voy –sonreí– Vos vas a estar ocupada con lo de tu casamiento –le dije a Pilar–

–Gracias por salvarme –rió mi hermana–

–TIAAAAAA–gritó Ramiro tirándose encima de nosotras tres–

–Dale mogolico, que no pesas dos kilos –me quejé

–Aflojando a los insultos Candelaria –dijo mamá–

–JA te cabió –se burló mi amigo– Bueno buenooooo ¿Cuándo nos ponemos a bailar tía?

–Vamos ahora si querés

Sonrió mamá, ya que de fondo estaban pasando cuarteto. Quién pensaría que una mujer que es comparada al personaje Miranda Priestly de El diablo viste a la moda, esté bailando Cuarteto. Ramiro se puso de pie y ayudó a mamá a levantarse para llevarla a bailar junto a los demás.

Vi a Sebastián entrando por la puerta, después de que todos empezaran a aplaudirle. El reía y abrazaba a sus amigos, sonreí de lado, solamente porque amo verlo así, aunque eso no quitaba lo molesta que estoy.

–Llegó el rey de Roma –dijo Mariah sentándose a mi lado, la miré y puse los ojos en blanco– Nada que un buen garche entre ustedes no pueda arreglar

–Agh, no seas mogolica –dije– Lo que menos quiero ahora es eso, quiero explicaciones

Seguí con la mirada a Sebastián, que estaba saludando a el Pity. Por otro lado estaban Popin y Kiara, quienes se habían reencontrado, ya que mamá mandó a Kiara a Londres por unos días.

Mi celular había vibrado, lo sostuve en mis manos y lo desbloqueé para saber quién era, se trataba de Manuel. Pude leer el "Antes de que se termine tu día, feliz cumpleaños Hermosa. Que seas feliz siempre! Te deseo lo mejor con el gordo.😉". Uy, este pibe tiene que ser joda, reí ligeramente y empecé a escribir una respuesta, pero me habían empezado a doler las articulaciones de los dedos.

–La Puta madre

Me quejé y dejé el celular bloqueado a un lado mío, para poder estirar mis dedos.

–¿Qué pasó? –preguntó Mariah mirándome

–Me duelen –respondí mostrándole mis manos, haciendo referencia a los dedos–

–Ya estás vieja Candelita –jodió Gio sentándose a mi lado–

–Candelaria me llamo, Giovanni... Can-de-la-ria –se lo dije separando en sílabas–

-Por eso Candela –me jodió de nuevo y le pegué en la nuca– Auch, maldita

–Aprendete mi nombre, tarado –le dije y vi venir a Sebas–

–Haber si le decís algo a tu noviecita eh Driussi –rió Giovanni y mi novio sonrió de lado– Feliz cumpleaños, gordo

–Fue ayer mogolico –rió Sebas– Pero gracias igual

–Veni Gio, vamos a ver si me ganas en un fondo blanco –le dijo Mariah poniéndose de pie–

Al parecer su primo entendió el mensaje y se puso de pie al igual que ella, dejándonos solos en el sillón del rincón. Sebas se sentó a mi lado, mirándome. Yo suspiré.

–Primero que nada, perdón por no ir hoy, por no responderte los mensajes... estuve ocupado –dijo y se rascó la nuca–

–¿Qué estuviste haciendo? –pregunté

–Ocupado Cande –suspiró

–Ah, bueno está bien –dije poniéndome de pie– Linda confianza le tenes a tú novia –reí– Seguro que esa rubiecita si sabe que estuviste haciendo

–¿Qué? ¿Qué rubia? –preguntó rápidamente–

–sonreí sarcásticamente– Vanesa monteverde

–¿De dónde la conoces? –preguntó de la misma manera que la vez anterior–

Sonreí nuevamente y levanté mi ceja izquierda.

–¿Y vos de dónde la conoces? –pregunté

–¿Sos joda Candelaria? –preguntó– Me estás haciendo una escena de celos por la hermana de mi peluquero, de ahí la conozco

–¿Te hablas con ella?

–No –respondió después de varios segundos–

–¡Encima tardas en responderme! –reproché

–Uy ¿Sabes qué? Hablamos cuando se te pase la histeria, en vez de disfrutar tu cumpleaños te pones en plan de pelear, cualquiera

Se levantó de golpe dejándome sola. Hice lo mismo, pero caminé hacia las escaleras, subí al segundo piso de la casa y sobre éste hay otras escaleras, las cuales me llevan a la terraza, así que me dirigí ahí. Era una linda noche de verano, me recosté en una de las reposeras y crucé las piernas, miré hacia el cielo y así me quedé.

No pienso bajar.

Volverte a ver • Sebastián Driussi •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora