Era septiembre al fin y todos los pequeños caminaban alegres hacia su primer día de colegio.
-Mami, mami estoy tan Féliz.-gritaba Hydra dando vueltas por la estación
-Hija recuerda que eres una Malfoy, hay que mantener la compostura.-dijo Draco sonriendo a su hija.
-Papi hoy soy una Granger!.-dijo brincando de un lado a otro, vio a lo lejos a su amiga pelirroja y corrió hacia ella.
-Esto es tu culpa.-dijo Draco mirando a Hermione que no pudo aguantar y soltó una carcajada.
-Tu madre dice que el toque Granger en la familia Malfoy fue lo mejor que pudo pasar, así que ahí está tu toque Granger en nuestra princesa.-dijo Hermione apuntando a su pequeña hija.
-Cuiden a su hermana y recuerden que...
-Solo puede tener amigas, nada de chicos.-repitieron Scorpius y Colín a la ves.
-Muy buenos chicos.-dijo Draco revolviéndoles el cabello a ambos.
Catalina miraba a todas partes buscando ayuda, su hermana estaba herida y no reaccionaba, tenía que hacer algo.
-Quienes son?.-dijo una mujer rubia
-Busco a Draco por favor.-dijo Catalina antes de desmayarse.
Cuando Catalina despertó escucho un fuerte murmullo, agudizó sus sentidos, había aprendido hacerlo muy bien hace mucho tiempo.
-Draco como esta?.-escucho decir a una voz desconocida.
-Esta bien Denis, pero tiene un fuerte golpe en la cabeza, esta sedada.-dijo Draco con voz tranquilizadora y Catalina abrió los ojos.
-Catalina como te sientes?.-dijo Hermione que estaba sentada junto a ella.
-Estoy bien, como está mi hermana?
-Ella estará bien, tranquila.
-Gracias.-dijo Catalina sonriendo.
-Que paso?.-le preguntó Harry mirándola fijamente, ella le contó todo y Harry la miró con asombro.
-Llevamos años buscándolo, por qué te quiere a ti?
-Por que ella sabe algo, algo que ha guardado todos estos años.-dijo Draco mirándola con los ojos entrecerrados
-El cree que yo...-dijo Catalina comenzando a sollozar, Hermione miró a Draco y el asintió, eran demasiadas emociones por un día, Hermione ordenó que le arreglaran un cuarto de huéspedes y la llevo a dormir.
Scorpius estaba sentado en su mesa junto con sus amigos, veía a su hermano sonreír feliz con sus amigos y después veía como Hydra brincaba junto con sus primos, Scorpius estaba seguro de que su hermana quedaría en Slytherin tenía todo para ser una serpiente pero después de todo, por qué él había sido el único que no era especial?, Colín tenía poderes inimaginables, y Scorpius solo era una copia de su padre.
-Scorp estás bien?.-preguntó James sonriendole
-Si James, no te preocupes.-le dijo Scorpius a su mejor amigo con una sonrisa.
-James a pesar de que eres idéntico a tu padre en el físico, eres igual a tu madre.-dijo Anastasia sonriendole, James se ruborizó y le sonrió.
-Si lo sé, solo heredé de mi abuelo lo travieso.
-Y lo rompe corazones.-dijo Rose sonriendo a su amigo.
-Bueno yo no creo.-dijo James aún más rojo.
-Pero igual de tímido que tu padre.-le dijo Rose de nuevo.
-Miren ya va a comenzar.-dijo Anastasia aplaudiendo.
La profesora Macgonagall fue llamándolos uno por uno, la mayoría de sus primos había quedado en Slytherin hasta que llegó el turno de la pequeña Lily.
-Estas segura?.-se escucho decir al sombrero y Lily asintió.
-Gryffindor!.-gritó el sombrero y todos la miraron asombrados.
-Lily acaba de quedar en Gryffindor?.-dijo James mirando a su hermana.
-Creo que si.-dijo Scorpius igual de asombrado.
-Pero si ella es hija de dos Slytherin y es idéntica a tu madre.-dijo Rose señalando a James.
-Parece que es más parecida a papa.-dijo James sonriendo.
-Hydra Malfoy!.-Hydra camino con seguridad entre sus compañeros y se sentó poniendo atención a lo que diría el sombrero.
-Eres idéntica a tu padre, pero sé que no quieres estar en Slytherin tanto como lo quiso el, crees que eres lo suficientemente valiente?.-Hydra asintió y comenzó a quitarse el sombrero para dirigirse a la mesa de Gryffindor.
-Gryffindor!.-gritó el sombrero y Scorpius quedó con la boca abierta.
-Scorpius por favor es que solo espera!.-gritaba Rose que lo seguía molesta.
-Mi hermanita, la viva imagen de mi padre!
-Pero es que eso no importa, con Colín todo estuvo bien ya sabes no pasa nada y solo espera.-gritó Rose viendo que se iba hacia la sala común de Gryffindor
-Esto no puede estar pasando, soy el único malditamente normal?.-dijo Scorpius mirando a los ojos de Rose
-Que importa que seas normal?, ya quisiera mi abuelo que papá y yo hubiéramos sido normales.-dijo Rose aún mirándolo a los ojos, Scorpius agacho la mirada ruborizado.
-Lo sé, pero sabes lo que es que no te necesiten?
-Lo sé muy bien, Hugo me demostró que no me necesita y aunque estoy orgullosa, me hace sentir como que falle.
-Entonces me entiendes, Ahora ellos están lejos de mi, los dos hermanos que se supone que tengo que cuidar.
-Han crecido Scorpius
-Lo sé.-dijo Scorpius acercándose a Rose y tomando sus manos
-Y aunque no nos necesiten, estamos aquí.-dijo Rose soltando sus manos y tomando sus hombros.
-No pueden escapar de nosotros, gracias Rose, estoy seguro que Hydra también te lo agradecería.
-Además estoy contigo en esto de que los hermanitos queden en Gryffindor.-dijo Rose besándole la mejilla, Scorpius la miró un momento y la jalo hacia si, besándola.
Mansión Malfoy
Catalina despertó sobresaltada en una hermosa habitación decorada con tanto amor como todas las que había visto en esa mansión, Catalina sonrio, se sentía asalvo, tocaron la puerta y Catalina la abrió de un chasquido.
-Catalina creo que tenemos que hablar.-dijo Hermione mirándola con el ceño levemente fruncido.
-Mi hermana está bien?.-dijo Catalina levantándose
-Si ella está bien, necesito saber que ocultas.-dijo Hermione cerrando la puerta tras de sí.
-Sabes que no puedo tratarte con favoritismo.-decía la profesora Macgonagall con aire preocupado
-Lo sé, eres como de mi familia pero estaré bien sin que me trates como cristal.
-Como esta tu padre?
-Peor, su condición no lo deja mejorar.-dijo Teddy mirando al piso.
-Tendrás el sueldo normal de maestro, no puedo hacer más.
-Con eso es suficiente.-dijo acercándose y dándole un beso en la mejilla.
-Bienvenido profesor, lo presentaré esta noche.
Teddy se encaminó hacia la habitación que ocuparía en Hogwarts y sonrio, su padre estaría feliz con vivir cerca de ahí, esperaba que ese aire le hiciera bien, lo deseaba con todo su corazón.
-Miren hay alguien en la silla del chiflado.
-Es...Teddy?.-dijo Scorpius con cara de confusión.
-Alumnos, siéntense por favor, les presento a su nuevo maestro de transformaciones, Tedd Lupin.-dijo Macgonagall aplaudiendo.
-Bien Teddy.-gritaban todos sus primos y sonreían, pensaron que sería divertido tener a su primo como maestro y tal ves lo sería, tal ves.