MI BOSQUE

By Beasha

95.7K 9.5K 928

¿Quién soy? Mi nombre es Yoselyn Smith, he pasado mi decimosexto cumpleaños y vivo en California junto con mi... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Epílogo
Agradecimiento
AVISOOO!

Capítulo 27

1.1K 128 9
By Beasha

Los sentimientos no se pueden transformar.

Sus labios son suaves y es como si me acariciara dulcemente con ellos. Siento una pequeña punzada en el pecho, al principio creo que es por la emoción, pero luego el sentimiento se va puliendo y lo único que siento es una punzada de culpa. 

Él es muy atractivo. Él me quiere al parecer. Él me cuida.

Sin embargo, me falta algo. A mi alma le falta el fragmento más importante.

Y él no encaja.

Me separo lentamente y veo que sus mejillas están ardiendo y sus pupilas se han dilatado. Por la manera en que me mira con deseo, por un segundo llego a pensar que será como Will.

Will? Ahora lo recuerdo! Cada recuerdo se empieza a unir a mí con bastante disimulo. Y empiezo a recordar las cosas sin saber en qué momento volvieron a mí, si es que en algún momento se han ido realmente.

-Estás bien? -me pregunta con voz ronca y me doy cuenta que en serio lo he afectado.

Mi subconsciente sonríe con malicia pero yo solo me limito a asentir. 

-Lo siento... -susurro tan despacio que creo que no me ha oído, sin embargo, me doy cuenta que sí, cuando lo veo ruborizarse.

-Tranquila, no... no importa -tartamudea.

La tensión es evidente entre nosotros. Observo mi alrededor mientras él se frota la nuca con una mano. Luego nos miramos y él se vuelve a ruborizar. No siento nada, solo vergüenza por haberlo besado sin pensarlo dos veces. 

<Jaden> susurra mi mente e inmediatamente me da un brinco el corazón.

Es él. Él es quien me falta, es el fragmento de mi alma perdida.

-Fabrizzio... -digo de la forma más calmada posible -Necesito que me ayudes con algo.

Al instante me siento fatal por todo esto. Acabo de besarlo, luego lo aparto, trato de no mirarlo, no siento nada y ahora le pido un favor. Soy la peor persona del mundo.

-Por supuesto -responde para mi sorpresa -Todo lo que esté a mi alcance.

Cómo puede ser tan amable? Yo no soy nada de él y él no es nada mío, sin embargo, me ha cuidado desde que llegué aquí y eso, aparte de ser un gesto tan desinteresado, es un gesto bastante bonito. No puedo creer que un chico como él se haya fijado en alguien como yo.

-Necesito... -empiezo y respiro hondo -Necesito hacer una llamada.

Él abre los ojos como platos y palidece por un instante. Su reacción solo hace que me sienta peor persona de lo que soy.

-Eso... -tartamudea y me empiezo a pensar que cada vez que está nervioso lo hace - Eso será muy difícil -admite.

Asiento con vergüenza y bajo la mirada. 

-Pero lo intentaré -me sorprende.

Se dibuja una sonrisa enorme en mis labios y soy consciente de lo estúpida que me veo, porque enseguida él sonríe.

-Gracias! -exclamo con el mejor entusiasmo.

Él asiente y me observa con tanta dulzura que creo que se ha olvidado que yo sigo mirándolo. Sonrío ante esa acción y él desvía nuevamente la mirada ruborizándose.

Me agrada su forma de ser y es muy reconfortante su presencia, pero ya no lo quiero aquí. No lo pienso de mala manera, simplemente estoy muy cansada.

-Puedo dormir? -pregunto.

-Yoselyn... No has comido en días...

Tiene razón! No recuerdo la última vez que he comido y ni siquiera tengo hambre. Debo estar enloqueciendo realmente.

-Tranquila, te traeré algo de comida y luego podrás dormir, si? -asiento y él se marcha.

Me recuesto en mi fría cama metálica y espero a Fabrizzio.

Oh, Jaden... Qué estarás haciendo en este instante? Me extrañas? O ya te has resignado a dejar de intentar tener algo con una lunática como yo?  Admito que soy una persona difícil, él me ha declarado su amor, me ha abierto su corazón y yo solo he fingido que nunca lo escuché decir que me ama. Soy tan cruel. Y no solo con él, también conmigo misma, por privarme de semejante felicidad. Porque solo en sus brazos encuentro paz y solo con su palpitante corazón puedo dormir y solo su respiración me da fuerzas de seguir respirando con él. Fui tan estúpida al no aceptar mis sentimientos, porque sé que hubiera hecho hasta lo imposible para que permanezca a su lado, si yo solo le hubiese demostrado, o por lo menos dicho, lo perdidamente enamorada que estoy de él. Así es. Estoy enamorada de él.

-Perdidamente enamorada de ti -susurro y los párpados empiezan a pesarme. Con la lentitud de mil años todo se va tornando oscuro y mis pensamientos se bloquean.

En la oscuridad logro distinguir una figura con movimientos extraños, veo que se acerca, pero todo está muy oscuro. Entrecierro los ojos para poder ver su rostro, pero no funciona. Me acerco a paso lento pero al par que avanzo, la figura se aleja más. Trato de hablar, pero no puedo, y vuelvo al mismo estado de impotencia de siempre. De repente una ráfaga de luz genuina atraviesa entre nosotros y logro ver a un joven de espalda. Su espalda está cubierta de sangre, como si le hubieran golpeado con un látigo un millón de veces. Siento que el pecho me va a estallar, intento correr hacia él, pero nunca logro llegar. En un momento voltea hacia mí y siento una espada atravesar mi alma. Es Jaden. Tiene el rostro cubierto de sangre y sus intensos ojos verdes han perdido el espléndido brillo que tenían. Grito su nombre con todas mis fuerzas y él cae al suelo como un disfraz viejo que nadie quiere. Vuelvo gritar su nombre, pero él no hace ni un movimiento, y al instante me percato que su pecho ha dejado de subir y bajar. Está muerto. El corazón se me parte en mil fragmentos. Volteo la mirada y una espada solitaria se encuentra a mi lado. La tomo en mis manos y con lágrimas de sangre en todo mi rostro, la atravieso en mi pecho. El dolor no se compara con ver la muerte de Jaden. Caigo de rodillas al suelo mientras sangro, lo miro y me espanto al ver que su cuerpo intacto mientras su piel se agrieta con ampollas. 

Abro los ojos desesperadamente mientras grito su nombre.

-Jaden! 

Instintivamente me llevo las manos al pecho, en el lugar exacto en la que me atravesé supuestamente una espada. Las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas y los sollozos salen de mi pecho como el aire de mis pulmones. No paro de sollozar, y cada vez con más intensidad.

-Oh, Jaden... -sollozo aún más fuerte.

Verlo de esa manera, sufriendo inhumanamente hace que el pecho me de punzadas y la cabeza me empieza a martillar con fuerza. Lo único que deseo es que esté bien, que no sufra como en aquel sueño, que nunca tenga que ver sangre en su rostro y mucho menos ver a sus ojos apagarse de esa manera.

La puerta se abre de inmediato y un desesperado Fabrizzio se asoma tras él.

-Estás bien? -pregunta casi sin aliento.

Lo miro con los ojos llorosos y las mejillas húmedas. Nuevamente rompo en sollozos. 

Él se acerca a mí y sentándose a mi lado, me estrecha contra su pecho y me acaricia el cabello. Es extraño, amaba que Jaden me hiciera eso, me hacía sentir protegida, y el sentimiento de soledad desaparecía. Pero con Fabrizzio no es así, algo me falta, simplemente me siento vacía.

-Lo necesito -susurro.

Lentamente se separa de mí y acuna mi rostro entre sus manos.

-Qué necesitas? -me pregunta.

Lo miro directamente a sus ojos oscuros y por un segundo, me siento peor persona de lo que soy, pero no es sano para él, ni para mí seguir engañándolo.

-A Jaden.

El brillo en sus ojos desaparece e inmediatamente frunce el ceño.

-Quién es él? -pregunta.

Al instante me arrepiento de habérselo dicho, porque empiezo a pensar que ahora no me ayudará con el tema de la llamada que necesito hacer. Y en serio necesito hacer esa llamada.

-Es mi primo -miento -Somos amigos desde pequeños. Por eso lo necesito, porque siempre estuvo conmigo.

Él intensifica su ceño fruncido pero al instante lo suaviza.

-Entiendo, yo tenía una amiga así. -se la creyó.

Me revuelvo incómoda en la cama, mientras él sigue estando muy cerca de mí. Su extremada cercanía me molesta, pero trato de pasarlo por alto, debido a las circunstancias.

-Tengo hambre -digo para cambiar de tema.

Seguimos hablando un raro más, mientras como la comida que me ha traído. Realmente yo solo le sigo la corriente, trato de seguir hablando con él aunque no me interese nada de lo que salga de su boca y en mi mente solo esté la dulce imagen de Jaden. Mi Jaden.

Termino de comer y él se ofrece a llevar los restos. Asiento y veo como se marcha.

No sé como podré sobrevivir en este lugar. Es tan frío y los electrochoques solo empeoran las cosas. María tenía razón, ellos quieren que estemos locos.

-En qué estás pensando? -me sorprende Fabrizzio al entrar de nuevo a mi habitación.

Niego con la cabeza. No tengo ganas de responderle.

-Te tengo una sorpresa -me informa y mis ojos se clavan al instante en los suyos.

Él sonríe y lentamente extiende su mano para que pueda ver el objeto que tiene en él. Un celular.

Salto de la cama hacia él y él sonríe aún más. 

-Debemos quedarnos aquí para que no nos descubran -me susurra, como si alguien más estuviera en la habitación.

Asiento varias veces por la emoción y él por fin me da el celular.

Lo sostengo en mis manos hasta que me doy cuenta que Jaden jamás me ha dado su número. Suspiro y pongo los ojos en blanco. 

Opto por llamar a la única persona que me queda.

Al tercer timbre una voz contesta.

-Hola? 

Es papá.

-Papá... -susurro.

-Yoselyn! -exclama -Cómo tienes un teléfono? Estás bien? Pasó algo?

Miro a Fabrizzio, quien me está observando expectante.

-Necesito hablar con Jaden. 

-Jaden? Él no está aquí. -me asegura cortante.

-Papá... Sé que nunca fui suficiente para ti -respiro hondo -Nunca fui la hija que quisiste y te he decepcionado tantas veces que ya no me quedan dedos para contar. Pero... si me quisiera por lo menos un poco, o me llegaste a querer en algún momento, me podrías dar el número de Jaden? 

Sé que no le intereso, pero espero que tengo una pizca de misericordia en su alma.

Lo oigo suspirar antes de responder.

-Está bien, cariño.

Me da el número de Jaden que me imagino que consiguió cuando se volvieron cómplices. Sin embargo, no puedo estar lejos de Jaden, a pesar su traición lo quiero. Corto la llamada y volteo a mirar a Fabrizzio.

-Esta será la última llamada, sí? 

Él asiente dudando, pero asiente.

Marco el número de Jaden, quien contesta en el segundo timbre.

-Hola? 

Santo cielo! Su voz es tal como lo recordaba, tierna, sexy y con un pizca exacta de malicia.

-Hola... -empiezo pero no me deja terminar.

-Yos! -exclama -Dios mío! Estás bien? 

-Sí... Yo solo...

-Te extraño tanto. Dime que te han tratado bien o esto se convertirá en un circo de sangre -amenaza.

-Ese es el problema -quiero ir al punto directamente -Me están torturando. Si sigo aquí realmente perderé los estribos. 

-Lo siento tanto... -dice él y puedo escuchar la rabia en su voz -Los mataré.

-Te necesito.

Un silencio inunda ambas líneas y él lo rompe cuando habla.

-Voy para allá.

Una sonrisa se dibuja en mis labios y no me había dado cuenta de que estaba llorando hasta que siento mis mejillas húmedas por las lágrimas. 

-Hey, Yos... -dice antes de que pueda colgar.

-Si?

-Te amo. -espeta y cuelga la llamada.










Continue Reading

You'll Also Like

1.5M 75.4K 51
"― Yo de ti no jugaría a fútbol. ― dijo, acercándose más a mí, de modo que tuve que levantar un poco la cabeza ya que era unos siete centímetros más...
140K 6.9K 28
Cuando Allison, una decoradora de interiores y Chris, un abogado, se encuentran esa noche en el bar jamás habrían pensado que terminarían unidos de p...
979K 69.5K 50
Tras un año de mantener una relación cibernética con el hombre de sus sueños, las mentiras que Charlotte Brown ha dicho caen sobre ella inevitablemen...
193K 9K 39
A Madison de pequeña le llegó muy fuerte la muerte de su padre el cual era como su mejor amigo, al crecer empieza a ver que la adolescencia es una et...