JUNTO A TI SIEMPRE

By aliciaweasley47

1.2K 93 19

"El amor verdadero no espera a ser invitado, antes el se invita, y se ofrece primero a entrar en tu corazón" ... More

1: Intruso
2: Friends
3: siempre te extraño intruso
4:Esa "pelinegra"
5 : Una nueva amiga
6: Una noche larga
7: Te quiero...
8: ¡Feliz Año!
9: Estoy enamorado de ti...
10: Adiós...
11: Lucharé...
12: Dejando atrás todo y a todos
13: "Corre, corre,corre..."
14 : Ya no lo conozco
15: Dagna
16: Vivir...
17: De su lado
18: Ella se queda con nosotros
19: Es malo mentir, cariño
21: Solo uno amo de verdad
22: Eres un cobarde
23: Baila conmigo
24: La cima de mi cielo esta contigo...
25: Ya no queda nada para mí

20: Ya no...

34 2 2
By aliciaweasley47



- Bueno alumnos la clase termino, pero quiero recordarles que para el viernes necesito sus trabajos a primera hora, aunque no nos toque tienen que estar en mi escritorio, buenas tardes a todos.

El profesor de redacción tomo su maletín y salió del aula seguido de algunos apurados.

Termine de arreglar mi bolso y me dirigía a la puerta justo cuando el profesor entraba de nuevo, me vio y yo por cortesía le sonreí. Se detuvo frente a mí.

- Señorita River justo quería hablar con usted - indicó el profesor Murray.

Le eche una ojeada a mi celular. Tres de la tarde, aún tenía tiempo.

- Usted dirá profesor.

- Sé que esto no debería preguntar porque no es nada curricular pero no pude evitar darme cuenta que usted entro a la clase con los ojos rojos, disculpará mi curiosidad pero ¿Alguien le ha hecho daño? – pregunto

Me quede paralizada.

¿Y ahora que digo?

El profesor Murray era alguien muy inteligente, eso lo había comprobado en cada clase que tenía con él, y tal parece que una vez más nada se le escapó.

Trague saliva.

- No se preocupe profesor, nadie me está haciendo daño. Tengo alergia, solo fue eso.

- ¿Está segura señorita? – su tono de voz me dio a saber que no me creía nada.

Hora de escapar.

Tome el celular en mano e hice mi mejor actuación de sorprendida. Alce la vista.

- Profesor disculpará pero no puedo seguir con esta agradable conversación, mi madre necesita mi ayuda, y las madres son primero, con permiso. Y no se preocupe, todo está bien.

Prácticamente Salí corriendo del salón.

Tendría que aprender a disimular mis emociones, o por lo menos a controlarlas o estaría más perdida que la china en el bosque... Y esa niña sí que estaba bien perdida, según la canción.

En el bus sentí al celular vibrar, lo saque. Tenía dos mensajes.

Sabrina ¿Dónde estabas? Te busqué por todo el campus, si que eres rápida para salir de la universidad, pero bueno, te escribo para pedirte tu dirección, necesito tu ayuda. Escríbeme apenas leas el mensaje

Dagna.

¡Ey! ¿Qué paso que me tienes abandonado?

¿Ya se te subió lo universitaria a la cabeza? Eso de seguro. Llámame que Sofía está desesperada por hablarte, hay buenas nuevas ;)

Marcus.

Sonreí al leer el mensaje de Marcus. Ya me imaginaba a una desesperada Sofía pidiéndole que me marque porque tenía algo nuevo que contarme... ¿O no será que los dos tenían algo nuevo que contarme?

Ojala que así sea, pero mejor no me hago esperanzas muy rápido, esos dos siempre me sorprenden.

Respondí los mensajes justo antes de bajarme en la parada y caminar directo a casa.

.

.

.

- Ahora si, ¿Qué es lo que querías decirme Dagna? – pregunté tomando asiento a su lado.

Las dos nos encontrábamos sentadas en la pequeña vereda que había en mi portón. Apenas llegó saludó a mis padres y tomó asiento hay esperando que terminará mi tarea de literatura, no fue culpa, llego justo en el momento que tenía mi imaginación al máximo, no le toco más que esperar.

Traía puesto unos vaqueros cafés con una sencilla camisa blanca y como nunca traía su cabello totalmente suelto. Tenía un aspecto relajado, creo que me gustaba más esa versión de ella, le asentaba más.

- Bueno... yo... - comenzó pero no terminó porque una ruda y sexy voz nos interrumpió.

- ¡Cuidado damas y me las asaltan! – elogió Dustin

Me levanté de golpe y me acerqué para saludarlo como se debe. Con un abrazo de oso y un beso bien sonoro.

Esperaba que Dagna se colocara a mi lado y lo saludará pero me sorprendí al verla en el mismo lugar más estática e inmovilizada que nunca, hasta parecía que no respiraba.

Y lo más raro de todo fue que tomará sus cosas de repente y casi robóticamente, ni siquiera se detuvo a respirar, se paró y de un salto ya había pasado a mi lado para alejarse lo más rápido que sus piernas le permitieron. Parece que se había olvidado como se despedía.

- Okay... eso fue raro – comentó un Dustin bastante confundido.

- Comparto tu opinión... - respondí perdiéndola de vista cuando giro en la esquina.

.

.

.

Fue raro no ver a Dagna en todo el día de clases, incluso hice un sacrificio al entrar al coliseo para buscarla, pero ni hay estaba, tal parece que no vino a clases, y eso era aún más raro. Definitivamente estaba pasando algo por alto.

Abrí la puerta y me adentre en mi humilde morada.

Camine hasta el sofá sacando los zapatos en el camino para tirarme de golpe en el.

Me sobe la sien.

La universidad puede que sea la mejor oportunidad para tener un futuro, pero comprobado que no era la más fácil.

Cerré los ojos y relaje mi respiración.

Pensaba tomar una mini siesta porque después de eso tenía que estudiar, pero no pude hacerlo al ver a mi madre frente mío con su cartera en mano y vestida para salir.

Suspiré.

Ya me imaginaba a donde iría... mejor dicho, a donde iríamos.

- Cariño colócate los zapatos que tenemos que salir de compras – ordenó

Me senté y enfoque mi vista en ella.

- Déjame adivinar ¿vamos a comprar el vestido para la fiesta, verdad?

Me di por vencida al verla asentir con una sonrisa emocionada.

Me recosté y alce los brazos al cielo provocando la risa de mi madre.

- ¡Lo que me espera! – exprese rendida

Prepárense pies...

.

.

.

- ¡El color verde le resalta señorita, definitivamente tiene que llevárselo! – insistió la vendedora llamada Carmen.

Eso mismo había dicho de los otros tres...

Para mí que solo quiere que me decida por uno y me vaya, o bueno, que mi madre al fin le agrade uno y me deje comprarlo.

¡Era la décima tienda que visitaba en un día!

¡Sí!... las estaba contando, eso es lo que pasa cuando sales con tu madre de compras... te vuelves desesperada porque las horas pasen y lo único que te entretiene es contar la tiendas, horas, vestidos, colores, absolutamente todo lo que ves a tu alrededor.

Al parecer te vuelves una contadora profesional.

- Nose... no me gusta, te hace ver más negra.... No es tu color Sabrina, para esta ocasión no lo es. ¿no tiene más vestidos carmencita? – preguntó mi madre acomodase mejor en el pequeño banquillo frente a mí, al parecer aun le quedaba las fuerzas y paciencia para seguir viendo más vestidos.

A la que no parecía quedarle paciencia es a "carmencita", la pobre ya rechinaba los dientes de tanto apretarlos, sospecho que no le gusta mucho ese apodo.

Rei.

¡Hay mi madre! ¡Es todo un caso!

Le regalo a mi madre una sonrisa forzada.

- Claro señora, ya creo que tengo el que usted busca – se retiró casi corriendo.

Al parecer sí que lo tenía y estaba desesperada por enseñárnoslo para que lo compremos y nos vayamos. Que eficiente chica a sido.

Y lo comprobé al momento en que se volvió a presentar frente a mí.

Mis ojos se descolocaron al verlo, ese vestido había sido hecho para mi, y estaba más segura de ello a ver a mi madre saltar de su puesto y estrechar la mano de Carmen feliz por haber encontrado lo que buscaba.

Si , ese era el indicado.

.

.

.

Después de pagar el vestido y agradecerle a Carmen por la paciencia que tubo al atendernos, porque de seguro habíamos sido unas de sus clientas más estrictas y molestas, especialmente mi madre.

Salimos de la tienda justo a las seis de la tarde.

- ¿Cariño te molesta si esperas un momento más? Es que quiero entrar a la tienda de artículos para el hogar, voy a echar una ojeada nomas - preguntó mi madre

Le sonreí y asentí a modo de respuesta.

Ella salió prácticamente corriendo hacia la tienda en frente de nosotras, algo que me acuso risa. Mi madre en su época estoy segura que fue una compradora compulsiva.

Me di media vuelta en dirección al patio de comida pero me tropecé con algo en el trayecto, bueno, mejor dicho con alguien.

Las compras de esa persona se cayeron por suerte yo no traía ninguna bolsa, mi madre se las había llevado consigo. Así evitamos un mayor desastre en el suelo.

Me agache y recogí las pocas cosas que se habían caído pero justo antes de levantarme un par de tennis azules se posaron a lado de unos tacos de punta rojos.

¡Genial! Arruiné una cita...

Me levante sin atreverme a mirarlos, solo hasta que estuve totalmente de pie fue que los mire.

- ¡Pero miren a quien tenemos aquí! ¡Esto sí que es una mala y desastrosa coincidencia! – exclamó Rocío Blair, la madre de Peter.

Había pensado que nunca más volvería a escuchar esa voz, pero al parecer estuve muy equivocada.

Mire a Peter el cual se encontraba a su lado cargando unas bolsas las cuales parecían ser compras de supermercado.

Levante lo que se había ciado y puse una sonrisa lo menos falsa que pude.

- Tenga, disculpará por mi torpeza. Un gusto verla.

Le entregue su bolsa y di media vuelta dispuesta a seguir a mi madre a la tienda, ahora mismo me arrepiento de haber elegido tan rápido el vestido, así hubiera salido después y no me hubiera topado con ellos.

- Creo que también deberías disculparte por tu falta de educación – acuso

Me detuve y me volví hacia ellos. La Sra. Rocío tenía una sonrisa de burla plasmada en su cara, al parecer le divertía hacerme quedar mal.

- Disculpará mi descortesía, pero como la veo con compras me imagine que no querría perder el tiempo hablando conmigo, en fin creo que tiene cosas más importantes que hacer – comenté con una sonrisa.

Quería deshacerme de ella lo más rápido posible y sé que lo conseguiría si le hacía más fácil la tarea de humillarme, pues eso es lo único que busca en estos momentos, de eso estoy más que segura.

- ¡Ay niña! ¿pero cómo vas a creer eso? Si para mí es un gusto recordar el olor a campo que lo respiro gracias a ti, me recuerdas a esos hermoso días – para darle más énfasis a sus palabras, acerco una mano a mi cabello y recogió un mechón de el – hasta tu cabello me recuerda al campo ¿lindo no crees? Que una persona sea la viva imagen de sus orígenes, es hermoso – cerré los ojos dolida.

Sus palabras siempre habían sido dagas que herían poco a poco mi corazón. No podía creer como una señora que a simple vista parece dulce y frágil diga palabras tan venenosas y llenas de rencor, la verdad es que nunca la había visto feliz, ni con aires de bondad y me da lástima pensar que siempre fue así, espero que no.

- Me alegro de recordarle algo que valga la pena – sonreí

Creo que tal vez se tomó a ofensivo mi comentario que un color rojo ligeramente cubrió sus ojos café, la verdad que se notaba a leguas que no le gusto para nada lo que dije.

Estoy casi segura que la Sra. Rocío me iba a señalar con el dedo de forma ofensiva, como siempre lo hacía cuando quería asustarme o verse mala, pero gracias a la intervención de Peter no lo hizo.

- Rocío ¿No armes un show, si? Ya me quiero ir – explicó fastidiado

Bajé la mirada concentrada en mis zapatos.

- Te he dicho que soy tu madre, llámame como tal – replicó enojada mirando a su hijo

Peter la verdad que en su mirada hacia ella transmitía solo puro desprecio, y eso aunque no me incluía a mí me dolía, no podía creer que un hijo no amara a su madre, creo que será porque yo a la mía la amo más que a mí misma.

- Pues tú sabes muy bien que para mi dejaste de serlo hace mucho

Nunca había pensado que vería un gesto de debilidad en ella, pero al ver como sus ojos decayeron, así sea solo por unos segundos, por lo que dijo Peter, me sorprendió más de lo que esperaba.

La Sra. rocío al no poder defenderse giro su cabeza y me enfoco a mí, un blanco fácil, para descargar su rabia.

- ¿Y que es de tu vida linda campesina? – siempre me llamaba así, desde que me conoció me odió por ser del campo - ¿Qué es de tu familia? – pregunto

Alce la vista y la enfoque solo a ella, no quería ver a Peter, no después de lo que paso con el beso, aun me sentía débil por ello.

- Pues hemos tenido mejores épocas, pero igual todo bien – respondí con un intento de sonrisa

- No creerás que soy chismosa, pero no entiendo algo, ustedes amaban el campo y esa granja sucia ¿Por qué venirse a vivir a la ciudad?

Ahí está el tema que no quería topar. No estaba segura si debía responder a esa pregunta con la verdad o excusarme e irme, pues la verdad no me confiaba de darle esa información justamente a ella.

Iba a optar por la segunda, cuando escuche que una voz masculina me llamaba.

Un guardia de seguridad llego a mi lado en segundos.

- Disculpe, ¿usted es Sabrina? – pregunto exaltado, parecía haber corrido un maratón

- Si ¿sucede algo oficial? – pregunte extrañada

- Señorita necesito que me acompañe a la tienda de artículos para el hogar, a su madre le ha dado un ataque respiratorio, no podía respirar bien y dijo que la busquen - explico nervioso

Enseguida todos mis sentidos se pusieron nerviosos, y sentí a mi estómago comprimirse, pero lo único que no me sorprendió fue escuchar la risilla proveniente de la arpía madre de Peter.

- ¿Tu madre está enferma? – pregunto lo obvio

Esta señora tal parece que no tiene corazón.

Le eche una mirada rápida

- Si señora, ahora me disculpará pero mi madre me necesita – sentía la mirada de Peter quemándome la piel, así que no perdí tiempo y me gire en dirección a la tienda pero lo que no esperaba era sentir el brazo de Peter reteniéndome.

Mis ojos chocaron con los de él.

- ¿Necesitas que te ayude? – preguntó.

Su madre claramente mostro lo ofendida y su desacuerdo ante la idea mediante un claro "maldita" entre dientes.

Por primera vez de todas las veces que lo he visto puedo decir que sus ojos no desprendían odio, sino que hasta pude notar atrás de esa capa fría un poco de preocupación, pero eso esta vez no sería suficiente.

Cerré los ojos en un gesto desolado y me zafe suavemente de su agarre, lo mire.

- Creo que hace tiempo me dejaste bien claro que no la obtendría, así que ya no. Gracias, adiós.

Salí corriendo a la tienda sin esperar repuesta, aunque sinceramente no la venia venir, o tal vez ya me estaba acostumbrado a su falta en mi vida.

 ¿Cabe la posibilidad de que al final lo olvidaría? Comienzo a tener esperanzas.

___________________________________________________________________

Hola a tod@s

Se que deben odiarme por desaparecer ¿cuanto? ¿10 meses? se que algo tan injusto y poco profesional, pero que les puedo decir, a veces no  nos sentimos bien para continuar con  lo que nos ayuda... pero bueno, ya estoy aquí y no vine sola. Espero que disfruten este capítulo. 

Saludos y mil disculpas.

Porfavor no se olviden de votar y comentar, me gustaría volver a leerlas.

Att: Aliswe:)

Continue Reading

You'll Also Like

1M 52.8K 37
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
110K 14.4K 173
Entra para obtener más información de la historia 💗
92K 9.1K 23
Esto es despues de los sucesos de la pelicula (Extremadamente Goofy 2) despues de que Max junto a su padre lograron ganar la competencia de Los juego...
32.7K 3.4K 29
Durante un viaje escolar a una reserva natural, Max y Bradley, antiguos rivales del instituto, se pierden en el bosque. Obligados a colaborar para so...