19: Es malo mentir, cariño

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- ¡Sabrina!

Me gire en medio del gentío de estudiantes que caminaban por los pasillos apurados por entrar a sus siguientes clases al escuchar mi nombre y obviamente al identificar la voz de dagna. Cuando estuvo frente a mi ya no había mas gente en el pasillo.

Llegaría tarde a mi siguiente clase.

- Hola - saludó con una reluciente sonrisa.

La mire entre molesta y sorprendida, no sabía que se podía tener las dos emociones tan chocantes entre si al mismo tiempo, pero con dagna todo puede pasar.

Alce una ceja y la mire divertida.

- ¿Por un hola me haces detenerme en medio pasillo? – reí – además de que llegaré tarde a mi siguiente clase.

Ella me miro con un poco de molestia.

- No sabia que ahora se saludaba asi, debo estar en las nubes porque nunca me lo dijeron – contestó apegando mas sus libros al pecho y dándose media vuelta para retomar su camino pero lo evite al tomar su codo y voltearla en mi dirección.

Le sonreí

- Era una broma – justifiqué

Ella me miro indecisa para luego echarse a reír, y eso fue suficiente para entender que la que me había jugado una broma fue ella.

Cuando su cuerpo ya no pudo con más carcajadas se dignó a mirarme, su cara se veía muy animada, o eso era lo que yo veía.

- Eres muy fácil de engañar ¿lo sabias? – se burló

Aguantándome una sonrisa me hice la herida y di media vuelta para comenzar a caminar a mi próxima clase, ella como me lo esperaba me siguió.

A los pocos segundos la tuve caminando junto a mí.

- Y también muy mala para fingir... - recalcó

Yo solo me limite a mirarla con una media sonrisa un poco socarrona, o lo poco que me salió.

De verdad que era mala para fingir...

- Sabrina has oído hablar del... - la detuve al saber por dónde se dirigía la cosa.

- Si es del baile, ya lo sé y no me llama la atención...

Ella se detuvo y me detuvo a mí con un solo movimiento de su bien ágil brazo de bailarina. Si yo lo fuera, tuviera reflejos y podría haber seguido mi camino. Mala la hora que no me hice bailarina profesional.

- ¿Segura que eres de este planeta? Una adolescente normal no diría semejante barbaridad.

Me deshice del amarre de su brazo, y le regale una mirada un poco más cansada de la que quería darle.

Suspire.

- Pues creo que no soy normal... mi vida no lo es.- con esa respuesta daba terminada la conversación, o eso era lo que esperaba yo.

Bueno eso era lo que pensaba yo hasta que sonó el timbre que fue el que lo confirmo.

Le eche una mirada antes de correr a mi próxima clase.

Literatura infantil no tenía un profesor demasiado paciente que digamos. Odiaba los miércoles por esa clase.

.

.

.

¡Psss! ¡Psss...!

Voltee la mirada ante la persona que hacia ese irritante sonido, le regalé mi expresión facial más fastidiada que tenía. Se trataba de un muchacho castaño que se sentaba a a mi lado un pupitre mas atrás.

JUNTO A TI SIEMPREWhere stories live. Discover now