20: Ya no...

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- Bueno alumnos la clase termino, pero quiero recordarles que para el viernes necesito sus trabajos a primera hora, aunque no nos toque tienen que estar en mi escritorio, buenas tardes a todos.

El profesor de redacción tomo su maletín y salió del aula seguido de algunos apurados.

Termine de arreglar mi bolso y me dirigía a la puerta justo cuando el profesor entraba de nuevo, me vio y yo por cortesía le sonreí. Se detuvo frente a mí.

- Señorita River justo quería hablar con usted - indicó el profesor Murray.

Le eche una ojeada a mi celular. Tres de la tarde, aún tenía tiempo.

- Usted dirá profesor.

- Sé que esto no debería preguntar porque no es nada curricular pero no pude evitar darme cuenta que usted entro a la clase con los ojos rojos, disculpará mi curiosidad pero ¿Alguien le ha hecho daño? – pregunto

Me quede paralizada.

¿Y ahora que digo?

El profesor Murray era alguien muy inteligente, eso lo había comprobado en cada clase que tenía con él, y tal parece que una vez más nada se le escapó.

Trague saliva.

- No se preocupe profesor, nadie me está haciendo daño. Tengo alergia, solo fue eso.

- ¿Está segura señorita? – su tono de voz me dio a saber que no me creía nada.

Hora de escapar.

Tome el celular en mano e hice mi mejor actuación de sorprendida. Alce la vista.

- Profesor disculpará pero no puedo seguir con esta agradable conversación, mi madre necesita mi ayuda, y las madres son primero, con permiso. Y no se preocupe, todo está bien.

Prácticamente Salí corriendo del salón.

Tendría que aprender a disimular mis emociones, o por lo menos a controlarlas o estaría más perdida que la china en el bosque... Y esa niña sí que estaba bien perdida, según la canción.

En el bus sentí al celular vibrar, lo saque. Tenía dos mensajes.

Sabrina ¿Dónde estabas? Te busqué por todo el campus, si que eres rápida para salir de la universidad, pero bueno, te escribo para pedirte tu dirección, necesito tu ayuda. Escríbeme apenas leas el mensaje

Dagna.

¡Ey! ¿Qué paso que me tienes abandonado?

¿Ya se te subió lo universitaria a la cabeza? Eso de seguro. Llámame que Sofía está desesperada por hablarte, hay buenas nuevas ;)

Marcus.

Sonreí al leer el mensaje de Marcus. Ya me imaginaba a una desesperada Sofía pidiéndole que me marque porque tenía algo nuevo que contarme... ¿O no será que los dos tenían algo nuevo que contarme?

Ojala que así sea, pero mejor no me hago esperanzas muy rápido, esos dos siempre me sorprenden.

Respondí los mensajes justo antes de bajarme en la parada y caminar directo a casa.

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- Ahora si, ¿Qué es lo que querías decirme Dagna? – pregunté tomando asiento a su lado.

JUNTO A TI SIEMPREWhere stories live. Discover now