Empujó la puerta para adentrarse a la cabina de grabación y respiró hondo antes de acercarse a agarrar los auriculares. Miró su agenda reposando en el atril, la letra de la canción que había escrito resaltaba en tinta negra y eso sacudió su corazón. Escribir aquella canción había sido algo tan fácil de hacer, que quería odiarla y no grabarla, sin embargo, su manager había insistido en que lo hiciera porque sería un hit.
Tomó agua de su botella y cerró los ojos un momento. Ya había hecho el calentamiento vocal correspondiente, pero sentía como si se hubiese olvidado cómo cantar y eso generó que sus manos comenzasen a temblar. Antes de que ella volviese, no pasaba tanto por estas situaciones y más porque las canciones anteriores no habían significado tanto para ella como la que ahora estaba por grabar.
Al abrir los ojos, vio el letrero encenderse. Al aire. Sabrina recaudó todo el coraje que fue necesario y finalmente acercó su boca al micrófono.
Your eyes crushin' to me eyes
Was accidentally falling in love
Your words didn't mean to heal the hurt
We're coincidentally more than enough
All these days I never thought
That I would need someone so much
Who knew?
But I don't think I ever planned
For this helpless circumstance
With you...
Sabrina cerró los ojos, recordando el día que Rowan se apareció en su casa. Ella estaba tan vulnerable, tan tímida, tan asustada. Podía recordar tan bien el débil brillo que había en sus ojos cuando finalmente se fue. Era consciente de que todas sus palabras habían lastimado a la joven, incluso se había lastimado a sí misma al decirlas.
Sonrió inconscientemente cuando recordó lo asustada que Rowan estaba cuando la invitó a pasar y lo nerviosa que estaba Sabrina cuando en más de una oportunidad les tocó estar cerca. Abrió los ojos, viendo la seña que le hizo la mujer en la sala tras el cristal para que continuara, y lo hizo, sin borrar la sonrisa de su rostro.
You're scared, I'm nervous
But I guess that we did it on purpose
On purpose, on purpose
Baby, I know it's weird but it's worth it
'Cause I guess that we did it on purpose
On purpose, on purpose
But I guess that we did it on purpose
Se detuvo un momento cuando la chica tras el cristal se lo indicó y tomó el celular para pasar un poco el tiempo. Ingresó a Twitter como primera opción y se arrepintió al instante en el que vio y cliqueó sobre el hashtag que hablaba sobre List y Rowan. Había miles de Tweets hablando sobre la pareja y sintió un nudo en el estómago cuando vio las fotografías que adjuntaron algunas personas.
Eran ellas dos, en un bar en Nueva York, sonriéndose. Lucían felices, podía jurar que hasta enamoradas. Más porque en una foto List agarraba a Rowan por la cintura, pero algo no le calzaba del todo. Analizó bien la foto y notó el por qué Rowan sonreía y actuaba así, ella estaba borracha.
—Cuando quieras. —la voz de la productora le interrumpió y sin abandonar del todo el celular, Sabrina alzó el pulgar para continuar.
My dreams running into your dreams
It's as if we wished on the same star
And my time changing all of your time
It's a butterfly effect on my heart
All these days I never thought
That I would need someone so much
Who knew?
But I don't think I ever planned
For this helpless circumstance
With you...
Vio otra foto adjuntada en el Tweet y suspiró, Peyton sonreía al tener sus dedos entrelazados a los de la joven y Rowan solo miraba el piso, apegada a List. No se le veía feliz. Sabrina sabía que ella no era feliz. Rowan no quería estar con ella, pero lo hacía porque tenía que hacerlo.
Ella no le mintió. En nada de lo que le dijo hace unos días atrás. Y se sintió la peor persona en el mundo por no haberle creído.
You're scared, I'm nervous
But I guess that we did it on purpose
On purpose, on purpose
Baby, I know It's weird, but it's worth it
But I guess that we did it on purpose
On purpose, on purpose
But I guess that we did it on purpose
Ver a Rowan borracha para afrontar la farsa que le habían hecho vivir desde que había vendido su alma a la industria, fue algo que le causó dolor y que no pudo sacar de su cabeza. Es cierto que, por un largo tiempo, deseó que el karma se encargara de ella, pero no así. Odiaba verla sufrir. Odiaba verla emborracharse porque no sabía como afrontar su horrorosa realidad. Y odiaba tener tanto miedo por ella y lo que le pudiese pasar.
Lost in darkness
You're my focus
Love me hopeless
Oh, you're scared...
You're scared, I'm nervous
But I guess that we did it on purpose
On purpose, on purpose
Baby, I know it's weird, but it's worth it
'Cause I guess that we did it on purpose
On purpose, on purpose
Lost in darkness
You're my focus
Love me hopeless
But I guess that we did it on purpose
Apretó su celular entre sus dedos cuando ella y la pista terminaron al mismo tiempo. Lo había hecho. Había logrado grabar sin vomitar o desmayarse por el pánico. Ahora solo quedaba hacer algunos ajustes; agregar voces, notas altas, editar partes de la pista, entre otras cosas, y la canción estaría lista.
Su manager le dijo que debía soltar una canción tan pronto como fuese posible, ya que, hace bastante tiempo no tenía un hit. On Purpose resultó ser perfecta para su manager, puesto que la arrastró al estudio de grabación. Si bien Sabrina odiaba trabajar bajo presión, ahora no le importaba mucho, ya que necesitaba ocupar su mente en algo que no fuese ella, sin embargo, desde que la vio todo cambió. Ahora, irónicamente, todo se trataba sobre ella. Y por más que intentara, no podría sacarla del todo de su mente, de su vida, de su cuerpo, porque aún la amaba.
El letrero se apagó y se sacó los auriculares para devolverlos a su lugar. Agarró su libreta para cerrarla cuando su manager se adentró en la cabina. La mujer de traje alzó los brazos y sonriéndole le dijo:
— ¡Increíble trabajo! —la abrazó y luego se separó agarrándola por los hombros—. Lo has hecho espectacular, como siempre. ¿Ya tienes el día escogido para soltarla?
Frunció el ceño. ¿Soltarla?
—Uh, ¿no? —dudó.
— ¿Qué te parece este viernes? —negocia—. Será un día fabuloso. Haremos una fiesta para celebrarlo el sábado y el domingo podrás descansar y componer otro hit.
Exhaló. No supo si aliviada por el que no hablase de Rowan o por la frustración que le generaba el ser presionada. Relamió sus labios y miró la hora en su celular.
—Tendré que pensarlo.
— ¡No hay nada que pensar, cariño! —expresó—. Está todo planeado. ¿Qué tal si para tu próxima canción colaboras con alguien?
—No es mi estilo.
—Lo será. Cada hit que tengas, es un billete más al bolsillo.
—Yo no hago esto por el dinero —aseguró—. Lo hago porque es lo que me gusta.
—Ah, sí, claro —fingió concordar con ella, el celular le sonó y Sabrina suspiró en alivio, sin embargo, ella volvió a acercarse—. El paparazi que contraté ya está afuera. Dijo que tiene un mal ángulo, pero que aún sirve... ¿sabes lo que eso significa? Tus fans enloquecerán al verte salir de aquí.
Sabrina sonrió fingidamente.
—Sí, está genial. Serán felices —asintió, cruzando la puerta para ir hacia la otra sala—. ¿Qué te pareció? ¿Estuvo buena?
—Impresionante. Tienes un gran talento, querida —le sonrió—. Ahora solo queda hacer un par de ajustes, como siempre, y es todo. Estará impecable para cuando terminemos... ¿quieres terminarla esta semana?
Sabrina se vio interrumpida por la voz de su manager.
—Mientras más pronto, mejor —dice de buen humor—. Pero, primero lo primero. El paparazi nos está esperando afuera, Sabrina, así que tienes que salir un rato.
—Seguro. Podría ir a la cafetería de la esquina a comprar algo, ¿quieren algo? —les ofrece Sabrina y ellas hacen sus pedidos—. Okay. No tomará mucho, pero será suficiente para que el paparazi tome varias fotos de mí, de ida y de vuelta.
Su manager dio un aplauso.
— ¡Esa es una buena idea! —celebró—. Le avisaré que saldrás ahora.
Sabrina asintió, dejó su libreta en su mochila y salió del estudio solo con su celular. Ella podía sentir la cámara fija en ella y tuvo que hacer su mayor esfuerzo para no mirar directo hacia el paparazi al otro lado de la calle. Caminó hasta la cafetería que estaba a dos cuadras, en toda una esquina y entró como si se tratase de un día cualquiera.
Apenas entró, el celular le sonó y lo ignoró. Sabía que era una notificación de Twitter, pero tenía miedo de abrirla. Más con las fotografías de List y Rowan que estaban por todo el internet.
— ¿Señorita? —llamó su atención el cajero, Sabrina parpadeó y le sonrió—. Buenas tardes, ¿qué se le ofrece, señorita? —repitió.
—Un café con leche de soja, dos botellas de agua y donas... tres. Chocolate, frutos rojos y una normal —pidió, señalando las donas tras la vitrina—. Para llevar, por favor.
El cajero asintió, escribiendo su orden y Sabrina pagó con su tarjeta de crédito. Si había algo que odiaba, era andar con efectivo. Algo muy distinto a Rowan. Entrecerró los ojos, ¿por qué rayos tenía que vincular todo a ella?
—Hola, disculpe... ¿es usted Sabrina Carpenter? —le preguntó un hombre más alto que ella, traía una barba tan blanca como el cabello en su cabeza y se notaba que entrenaba todos los días porque la camiseta parecía que iba a estallar de tanto músculo, ella asintió y sonrió—. Mi hijo es un gran fan suyo. Tiene un poster enorme en su pared. ¿Le molesta si me tomo una foto con usted?
—Oh, no. Para nada —puso su mejor sonrisa para cuando el hombre sacó su celular y diversas selfies les capturaron—. ¿Quiere que le firme algo también? Creo que eso haría muy feliz a su hijo.
—Eso estaría genial —respondió contento, de su bolso sacó una camiseta y un marcador negro—. Te pasaría algo más decente, pero no lo tengo. Vengo de entrenar.
Sabrina rio.
—No se preocupe —se encogió de hombros, ella se acercó a una mesa para apoyar la camiseta y destapó el marcador—. ¿Cuál es el nombre de su hijo?
—James Dawson —respondió, y Sabrina completó su firma después de una pequeña dedicatoria, le entregó la prenda junto al marcador y él rio al leerla—. Está muy buena. Gracias por darte el tiempo. De verdad. Muy pocos artistas que he conocido se han dado el tiempo de hacer esto con tanta devoción y amabilidad.
Sabrina le ofreció su mano en forma de despedida.
—No es una molestia para mí —dijo—. No estaría aquí si no fuera por mis fans. Les debo todo. Siempre tendré tiempo para interactuar con tantes fans como pueda.
—Eso es realmente dulce de su parte. La humildad te llevará lejos.
—Eso espero —asintió—. ¿Cuál es su nombre?
—Fred. Un placer conocerla —estrechó su mano finalmente—. Gracias por su tiempo, y mucha suerte en sus futuros proyectos. —finalizó, abandonando la cafetería.
Sabrina tomó su pedido y se fue devuelta al estudio. Al entrar con las cosas en la mano, caminó al fondo e ingresó a la sala de control en la que estaba su manager y la productora musical. Sabía que pronto vendría el resto del equipo para revisar la canción, por lo cual, se apresuró en entrar. No tenía tiempo que perder si no quería recibir el primer strike de su manager.
—Has hecho un buen trabajo. —le dijo una vez que tomó asiento.
***
Se tiró boca abajo sobre su cama y miró hacia la ventana. El clima estaba frío, parecía que llovería en cualquier minuto y, a pesar de querer levantarse e ir por té, no lo hizo. Estaba cansada. Había tenido un día largo y quería dormir, pero no podía. Gruñó contra la almohada antes de ponerse de pie y caminar hacia su colección de vinilos, los tenía organizados no solo por género musical, sino que también estaban en orden alfabético, cosa que le facilitaba mucho el buscar algún artista que quisiese escuchar.
La melodía de Something's Gotta Hold On Me invadió la habitación, trayéndole cierta paz al momento que la voz de Etta James comenzó a sonar. Caminó hasta el estante de libros, sacando de ahí el álbum de recuerdos y se fue a sentar en el puf.
Respiró hondo antes de abrir el álbum y la foto de ella con Rowan cuando eran pequeñas apareció primero. Recordaba tan bien aquel día. Siguió viendo las fotografías, hasta que llegó a la última parte del álbum, la última fotografía que se habían tomado juntas estaba allí y acompañada de dos dedicatorias, una de su parte y la otra escrita por Rowan.
Pasó sus dedos por la dedicatoria, pensativa, y sin poder controlarlo, comenzó a llorar. Ella la había buscado, a pesar de todos los peligros que corría, incluso el de que su corazón terminase roto, ¿por qué? ¿Por qué ella se arriesgaba así?
El celular le vibró en el bolsillo y lo sacó, viendo allí un mensaje de un número que no conocía. Abrió el mensaje y le comenzaron a llegar más al instante.
Número desconocido: No me preguntes cómo lo hice.
Número desconocido: Ni tampoco me odies por esto.
Suspiró cuando reconoció a la persona tras aquel número y antes de poder pensarlo mejor, la agregó a sus contactos.
Rowan: No quiero dejarte ir sin despedirme de ti.
Rowan: Y sé que algo en ti, aún sigue sintiendo algo por mí.
Rowan: Tal vez no lo merezca.
Rowan: Pero quiero estar contigo una última vez, un solo día más.
Sabrina sin dejar de llorar, se congeló cuando leyó el siguiente mensaje:
Rowan: Eres la única persona con quien realmente quiero estar.
Dejó caer el celular al suelo y cubrió su rostro con sus manos para continuar llorando. Lloró porque no podía luchar contra lo mucho que aún la quería, lloró porque le dolía, lloró porque la desesperaba estar tan confundida... lloró porque la extrañaba.
Ella solo le estaba pidiendo un día. Un solo día más.
«¿Por qué lloras por alguien que no llora por ti?», le dijo la voz en su cabeza.
—Deja de llorar —se dijo molesta consigo misma y borró sus lágrimas algo fastidiada—. Basta. —repitió mirando hacia el celular que estaba en el piso.
Su pierna comenzó a temblar ansiosamente y entrecerró los ojos. Honestamente, no quiere despedirse de ella y no quiere pasar un solo día con ella. Lo que en verdad quería, estaba lejos de ser eso. Ella no quería un solo día más, quería un por el resto de nuestros días.