MI BOSQUE

By Beasha

95.7K 9.5K 928

¿Quién soy? Mi nombre es Yoselyn Smith, he pasado mi decimosexto cumpleaños y vivo en California junto con mi... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Epílogo
Agradecimiento
AVISOOO!

Capítulo 8

1.8K 181 17
By Beasha

Vuelvo a casa caminando, así que para cuando llego, mis piernas están más cansadas que mi alma.

Entro en casa, justo para encontrarme con la mirada enfadada de papá y los entrometidos ojos de la psicóloga, Victoria.

-Fuiste al colegio? -inquiere papá.

Asiento e inmediatamente continúo mi trayecto hacia mi habitación.

-Yos, la señorita Victoria ha venido a visitarte. -dice con mucha paciencia.

-A mí? Pero si parece que se estaban llevando muy bien antes de que me dignara a aparecer por aquí. -espeto.

Papá suspira dramáticamente y se sienta en una silla del comedor. Mira a Victoria y se encoje de hombros.

-Yoselyn, te había dicho que hablaríamos luego, y ya ha llegado el momento. -me sonríe Victoria.

Pongo los ojos en blanco y con un gesto con la mano, le digo que me siga a mi habitación.

Caminamos en silencio, y al llegar me lanzo en la cama, boca arriba. Ella toma asiento en la misma silla de la vez anterior y me mira a los ojos. 

-Cómo has estado? -pregunta.

-No es de su incumbencia. -pongo las manos bajo la cabeza.

-Yoselyn, está bien si no quieres ser mi amiga. Pero necesitamos hablar. Ayúdame en esto, por favor. -me suplica.

-Qué irónico. Te pagan para que me ayudes, y al final seré yo quien te haga el favor. -sonrío con malicia.

Ella suspira, evidentemente cansada de mí.

-Cómo te sientes con respecto a todo lo sucedido últimamente? -pregunta.

De un salto, me enderezo en la cama.

Es una pregunta tan complicada. Han pasado tantas cosas, que siento que los seres humanos hemos aprendido a vivir sin corazón, porque el mío está hecho pedazos, sin embargo, sigo aquí, torturándome en este mundo materialista y superficial.

-Me siento... vacía. Como si tuviera un hueco enorme en el corazón y no hay forma de rellenarlo. Siento que me desangro en mi interior. Todo me recuerda a ella. Que cada vez que inhalo este aire, recuerdo que ella respiraba conmigo. Cuando abro los ojos, recuerdo que ella también lo hacía. Tan latente son mis recuerdos, que con solo estar aquí, recuerdo que ella en algún momento... estaba viva. -agacho la mirada y sin querer, una lágrima se desliza por mi mejilla.

-Y qué piensas hacer para superar esta fase tan dolorosa? -pregunta con curiosidad.

<Suicidarte> dice mi mente. Sin embargo, lo ignoro.

-Eso a usted no debería de importarle. -espeto, aún conservando la calma.

-Por qué intentaste suicidarte? -pregunta -Acaso pensaste que era una manera de volver a estar con ella? 

<Has algo. Se esta burlando de ti. No te das cuenta? Está seduciendo a tu padre, y ahora está dejando claro que nunca volverás a estar con tu madre. Dejarás que hable así de ella?> dice nuevamente mi mente.

-Largo de mi habitación -digo sin más.

Ella se queda observándome, tratando de averiguar cuales son las cosas que pasan por mi pequeña mente.

-No me has escuchado?! -le grito.

Se levanta lentamente y se dirige a la puerta.

-Hablaremos luego, Yoselyn -me ofrece una sonrisa de consuelo y se va.

Es una entrometida. Esto es asunto mío, no de esta trepadora. Me provoca tanto asco! Puede ser bonita, pero sus intenciones con mi padre son tan obvias que consigue revolverme el estómago.

Al instante me entran náuseas y corro al baño lo más rápido posible. Purgo todo lo que llevo en el estómago, que es: nada. Exacto, hoy no he comido nada. Mi cabeza estaba en otras cosas y se me olvidó comer en el colegio.

Me dirijo al comedor, para ver si puedo toparme con alguna fruta o cereal. Sin embargo, con lo único que me encuentro es con mi padre y Victoria conversando muy a gusto. Me escondo instintivamente y no puedo evitar escuchar la conversación.

-Está sumergida en una profunda depresión. -dice Victoria.

-Lo sé. Y lo que más me preocupa es que haya empezado a atacar a su propio cuerpo. No sabe lo que hace. -responde papá y baja la mirada.

Están hablando de mí. A mis espaldas.

-Primeramente, trataremos con sus nervios, y su tristeza, que son las principales causas de sus auto-lesiones. -responde ella, tratando de animarlo.

-Ella amaba a su madre. Pero ya pasarán cuatro meses, no puede quedarse en un abismo de tristeza por siempre. Tiene que superarlo. -espeta él.

-Lo superará. Es solo una fase. -afirma Victoria.

Solo una fase? 

<Demuéstrales que no estás jugando> aconseja mi mente. Y tiene razón.

Lentamente subo las escaleras, entro al baño de puntillas y con mucha delicadeza cierro el picaporte.

Abro el botiquín, donde tengo cuchillas para depilarme. Son grandes y esplendorosas cuchillas. 

-Desde hoy, las declaro mis mejores amigas. -digo mientras una lágrima solitaria baja por mi mejilla.

Me deslizo en el suelo, contra la pared del baño y sostengo con firmeza una de mis cuchillas.

Me levanto las mangas y me desasgo de las vendas que están en mis muñecas. Lentamente trazo líneas desiguales en mi muñeca izquierda. Cada corte es un peso menos, cada gota de sangre es un paso más. La sangre corre por mi brazo y cuando me levanto, cambia de sentido, y empaña mi mano. 

Abro la puerta y voy de puntillas a mi habitación. Cierro el cerrojo con llave y guardo la cuchilla bajo mi maquillaje. Nadie lo sospechará.

Me quedo mirando la ventana, mientras la sangre sigue corriendo lentamente. Hasta que me arrimo a ella, la abro y sin pensar en las consecuencias, me lanzo.

Siento al suelo golpear mi cuerpo, y por poco, puedo oír a mis huesos crujir. Sin embargo, no hay tiempo para quejas. Me levanto, y moribunda, camino hacia el bosque.

Me adentro poco a poco en ese extraño mundo de almas abandonadas, voces lejanas y terroríficas plantas. 

-Mamá! -grito.

Sigo caminando, y con cada paso que doy, me siento más y más débil. Solo le pido a mi cuerpo que tenga las suficiente fuerza, para llegar hasta ella, y poder dormir eternamente en sus brazos.

En un segundo, no logro inhalar aire, todo me da vuelta y hago lo posible por sostenerme de un árbol. Flexiono las piernas y poco a poco, el aire vuelve a circular en mis pulmones.

-Mamá! He venido para estar contigo! -grito lo más fuerte que puedo.

Estoy tan cerca. Mis piernas empiezan a temblar, pero no me doy por vencida. Hasta que llego a aquel magnífico lugar. 

El sol penetra entre los árboles y alumbra en el punto justo, sobre mi roca.

-Yoselyn? -escucho decir a alguien a mi derecha.

Es Jaden.

Corre hacia mí y en menos de dos segundos, llega hasta mí y acuna mi rostro entre sus manos.

-Me iré con ella. -le digo y trato de sonreír.

-Con quién? -pregunta con demasiada preocupación. 

Puedo ver como sus ojos se humedecen y se cristalizan. Su respiración se acelera y sus manos han comenzado a temblar. 

Todo se torna borroso. No logro distinguir los arboles a mi alrededor. Pongo una cara de miedo al percatarme que ella no ha llegado aún. 

Las piernas me tiemblan como gelatinas. Y sin poder evitarlo caigo al suelo. Me cuesta mucho mantener los ojos abiertos. 

Jaden se lanza por mí, y al ver que estoy entrando en un estado de agonía, se saca la camiseta verde que tiene, la parte en la mitad y envuelve mis muñecas con cada una. Las aprieta tan fuerte, que se me escapa un gemido horrible cargado de dolor.

-Quédate conmigo, Yoselyn. -dice él con una voz ronca. -Sigue mi voz, por favor... -y se le quiebra un poco la voz al pronunciar las últimas palabras,

Me atrae hacia él y coloca mi cabeza sobre su regazo. Siento como una lágrima suya, cae directamente en mi mejilla.

Me esfuerzo para mirarlo a los ojos. Son tan hermosos, con la luz del sol alumbrándolos, llenos de sentimiento, de dolor, de tristeza, de clemencia. Me destroza aún más el alma, verlo así.

Inhalo el último aliento que puedo, para articular unas últimas palabras dirigidas a Jaden.

-No me dejes. -digo cerrando, por fin, los ojos.

Todo se vuelve oscuro, sin embargo, sus palabras atraviesan mi alma, y retumban en ecos, en la oscuridad.

-Nunca. -responde.







Continue Reading

You'll Also Like

91.7K 8.9K 157
" Me enamoré, te amé, te defendí y me apostaste " 🚫❎❌ ¿Que pasaría si te enamorarás de un chico que sólo juega con las mujeres? Ella: Una hermosa ch...
93.8K 7.7K 57
- Minimizan sus pecados, huyen del castigo.. Dos Historias, una chica con un secreto y un chico misterioso con un nombre fuera de lo común. Solo la...
4.8K 642 18
Torturado por su derrota anterior, Wesker desciende en espiral por un ineludible tren de pensamientos, poniendo en tela de juicio todo lo que le han...
299K 16.1K 49
Elizabeth MacCurtney(Beth)esta comenzando su último año de escuela,su vida ha estado súper bien sin su padre,hasta que el regreso y con muchas sorpre...