AGAINST 「 Kageyama✘OC」

By HalynnKei

185K 16K 9.8K

Rei cambiará su identidad radicalmente para ayudar a su hermano mellizo. Sin embargo, aquella farsa complica... More

Prefacio
Capítulo 1 - Mi identidad
Capítulo 2 - Karasuno
Capítulo 3 - Maldito suicida
Capítulo 4 - Un descuido
Capítulo 5 - El viaje
Capítulo 6 - Peace of Mind
Capítulo 7 - Confusión
Capítulo 8 - Acosadores
Capítulo 9 - ¿Lo correcto?
Capítulo 10 - Una razón
Capítulo 11 - Maldición
Capítulo 12 - Sorpresa
Capítulo 13 - Quién eres
Capítulo 14 - Ésta soy yo
Capítulo 15 - ¿Qué me sucede?
Capítulo 16 - Perdóname
Capítulo 17 - ¡Feliz cumpleaños Hinata!
Capítulo 18 - Decepciones
Capítulo 19 - Aoba Jōsai
Capítulo 20 - Mira a tu derecha
Capítulo 21 - Hice algo terrible
Capítulo 22 - Mi último punto
Capítulo 23 - Confesión
Capítulo 24 - La sentencia del rey
Capítulo 25 - Una ilusión
Capítulo 26.1 - Descubierta
Capítulo 26.2 - Decisiones
Capítulo 27 - Tú, tan difícil
Capítulo 28 - Desenlace
Capítulo 29 - Ella lo vale
Capítulo 30 - Peligro
Capítulo 31 - Carta
Capítulo 32 - Patética
Capítulo 33 - Mis respuestas
Capítulo 35 - Petición
Capítulo 36 - ¿Real?
Capítulo 37 - Superación
Capítulo 38 - Torneo nacional
Capítulo 39 - Pequeña
Capítulo 40 - ¿En quién confías?
Capítulo 41 - Secuestro
Capítulo 42 - Un sabor amargo
Capítulo 43 - Adiós amigos
Capítulo 44 - Hasta el límite
Capítulo 45 - Sigue brillando
Capítulo 46 - Soberbio
Capítulo 47 - Sueños
Capítulo 48 - Lo que envidian los dioses
Capítulo 49 - El psicoanalista
Capítulo 50 - ¿Ves quién soy?
Capítulo 51 - Recomposición
Capítulo 52 - No me des las gracias
Capítulo 53.1 - Baile
Capítulo 53.2 - Viajemos juntos
Capítulo 54 - Todo puede terminar
Capítulo 55 - Mi culpa
Capítulo 56 - Que viva el rey
Capítulo 57 - Kenji
Capítulo 58 - Somos distintos
Capítulo 59 - Against
Capítulo 60 - Tú no
Capítulo 61 - ¿Dónde está ella?
Capítulo 62 - Traicionado
Capítulo 63 - Mejor muerta
Capítulo 64 - Ellos son mis padres
Capítulo 65.1 - ¿Réquiem?
Capítulo 65.2 - Demasiado tarde
Capítulo 66 - Mi último favor
Capítulo 67.1 - Final
Capítulo 67.2 - Final
Epitafio
Especial / Ending

Capítulo 34 - Un momento de sinceridad

1.7K 177 154
By HalynnKei

↝ Novela inspirada en Haikyuu!! de Haruichi Furudate, presencia de OC Original Character y algo de OOC Out of Character

LAS IMÁGENES MANGA Y FAN ART NO ME PERTENECEN.

P.O.V REI

Tirada a las altas horas de la noche en mi cama, mirando el techo como si dentro de él se encontrara el infinito, o por lo menos la respuesta de todos los principios del universo, fijamente.

Porque quizás mis ojos estaban adheridos en el interesante escenario del techo, pero mis pensamientos iban mucho más allá.

Me puse los cascos junto con el reproductor de música. La luz del reproductor me dejó un poco ciega y bajé rápidamente el brillo. Mis emociones revoloteaban más que nunca después de todo lo que había sucedido hoy. Guardaba una de las notas que había escrito Kageyama para mí; sentí cómo la esperanza y las fuerzas que en algún momento del camino había perdido durante estas semanas regresaban de a poco.

Creí que jamás podría tener esta nueva oportunidad de recuperar lo que había perdido, pero aquí estaba, casi convencida de que el destino haría que termináramos juntos. Ahora yo ya no cometería más errores, nunca más.

Incluso teniendo tanto en la mente, lo que más estaba haciendo era pensar en el lado positivo de lo que había sucedido hoy, sé que en algún momento le hice sentir mal... Yo jamás creí que algún día podría hacerle llorar. Le he hecho mucho daño, supongo que para mí esta desdicha prolongada de incertidumbre era cierto castigo, para aprender a no arrasar con todo cada vez que se me diera la inconsciente oportunidad.

Bloqueé el móvil y me quedé dormida, esperando el mañana con muchísima ilusión.

AL OTRO DÍA.

Abrí los ojos y me asusté al instante, el cielo estaba más claro de lo que pude haber imaginado, y eso era un indicio de que iba exageradamente tarde.

Salí metafóricamente volando para tomar el siguiente tren.

Desayuné lo más rápido que pude y mi madre no se escuchaba merodeando por casa, eso era algo oportuno, mis heridas ya casi eran imperceptibles lo cual me hacía sentir mucho mejor. Ahora ya casi ninguna venda me quedaba.

Me levanté de la silla y cogí mi bolso, quizás fue ilusorio de mi parte esperar encontrar a Kageyama-kun en la puerta de mi casa, ¿cómo iba a estar? Si yo estaba saliendo a esta hora.

Pero me llevé una enorme sorpresa, fuera de mi casa estaba nada más ni nada menos que mi propia bicicleta de vuelta. ¿Cómo había llegado hasta acá? ¡Sé que cayó directamente por un barranco! ¡Alcanzarla de vuelta era una locura!

Mi corazón comenzó a latir cada vez más fuerte al imaginar que había sido Kageyama... ¿Quién más habría sido? ¿Quién más conocería hasta ese punto mi bicicleta? ¿Quién se tomaría la molestia de bajar por aquel barranco y además de traerla hasta aquí?

Me sentí extremadamente feliz por aquella vaga idea sin argumentos, supongo que realmente quería que fuera él quien lo hubiera hecho...

Me habría encantado levantarme más temprano para poder verle con ella, dejándola justo en la pequeña reja de mi casa.

De una carrera me fui al instituto y ahora sabía que podía llegar justo a tiempo. Agradecí al cielo y a quien fuese el involucrado de esto por no tener que viajar otra vez en el estúpido tren.

Llegué en un santiamén, de hecho algo antes de lo que debía.

Y ahí lo vi.

Dejé la bicicleta medio estacionada y me salí de ella de forma brusca y muy despreocupadamente, de hecho me golpeé muy feo el tobillo, pero poco me importaba.

Corrí hasta él. Es cierto, lo único que deseaba era poder reencontrarnos una vez más después de lo sucedido ayer, aunque no fue hasta que me acerqué a él y me correspondió la mirada cuando mi temperatura volvió a subir.

Había perdido la vergüenza, pero al tenerlo enfrente todo mi mundo dio un giro.

Ho-hola... Kageyama-kun...

Estaba tomando una caja de leche como es habitual, y cuando le hablé él miró a otra parte un tanto irritado y ruborizado, quizás no se esperaba que yo me acercara a él hoy.

Hola —dijo, con un poco más que compostura que yo.

Mis piernas y brazos podían temblar al observarlo directamente; siempre me ha causado la misma emoción, pero ahora mirarlo era sinónimo de recordar todo lo que había pasado. Es loco, probablemente ahora no podría ni siquiera tomarle del brazo, incluso cuando ayer le había besado con tanta desvergüenza, incluso al despedirnos camino a casa habíamos rozado nuestros labios.

No sé qué tipo de ente me había poseído para que me atreviera a hacer todo ese tipo de cosas.

Esto... Fuiste tú... ¿Verdad? —pregunté insegura.

¿Fui yo qué?

Quien me devolvió la bicicleta...

Se demoró un poco en contestarme, verle algo molesto por no poder controlar sus propios pensamientos era una vista absolutamente adorable, sin duda le extrañaba.

... Sí. ¿Qué pasó? ¿Tenía algo malo?

Lo había dicho muy bajito, de hecho también me demoré en reaccionar para procesar los sonidos que habían resonado de sus labios, nada me decía que había escuchado perfectamente bien.

¡No! ¡Gracias Kageyama-kun! —me reverencié ante él.

Ah, está bien... —Me respondió.

Nos quedamos en silencio uno al frente del otro, me sentía absolutamente presionada por no saber qué decir, y probablemente él también.

O-oye... Sobre lo de ayer...

Para mi gran sorpresa mi adorado pelinegro había tomado la iniciativa en la conversación. Pretendía hablarme sobre ayer, lo cual me hizo tener una explosión mental.

¿Q-qué sucede?

Quiero que... Quiero que olvides todo lo que pasó ayer...

...

Sus palabras me habían tomado desprevenida, bajé la mirada y comencé a perder el control a medida que hablaba, para finalmente explotar en el punto máximo.

Creo que yo estaba muy fuera de mí mismo, no deberías tomar en cuenta mis límites de comportamiento, jamás me había pasado eso, por eso creo que lo mejor es que lo dejemos como tú querí...

Mientras hablaba no pude detener el impulso de mi mano que, a toda velocidad, se dirigía a su cara. El sonido que emitió la bofetada era equivalente al calor que se había empoderado de mi palma, hasta ésta me había ardido.

Llamé la atención de casi todo el mundo como era de esperarse, mas supongo que no tenía plena consciencia de mi espacio físico, ya que tan sólo grité a todo pulmón para desahogar mi rabia.

¡¡POR QUÉ ERES ASÍ!! ¡¡DIME QUÉ QUIERES!!

Su rostro era de estupefacción, ni siquiera se demostraba enfadado como cualquiera se lo esperaría de Kageyama, sostenía su mejilla probablemente ardua después de mi impacto.

...Q-qu... —Intentó hablar.

¡Estoy harta! ¡Ayer me dijiste que no te gustaba que yo llegara y volviera a tu vida como si nada! ¡¿Pero y tú?! ¡Yo he estado siempre segurísima de lo que quiero! ¡Yo quiero estar contigo! ¡Más que nada en este mundo! ¡Siempre estoy detrás de ti! ¡Y cada vez que decido dejarte en paz vuelves a mí! ¡Y cuando me tienes, una vez más te vuelves a ir! ¡¡DIME QUÉ BUSCAS DE MÍ!!

Mientras yo le hablaba, él miraba de reojo a todas partes, probablemente le sorprendía que yo estuviese actuando tan sincera en público, declarándome en un lugar donde la mayoría del instituto podía escucharme, en medio de un pasillo.

Yo no...

¡No es divertido! ¡Tu juego no es divertido! ¡No es gracioso ni un pasatiempo reparar corazones para luego destrozarlos infinitas veces! ¡No puedo soportarlo! —hice una pausa, era impresionante poder hablar tantas cosas a la vez sin derramar ni una sola lágrima—. No sé si me quede vida en el futuro, la cual disfrutar, si sigues así...

... Rei ...

Si no me quieres tener, ¡Entonces suéltame ya! ¡Déjame ser libre! —terminé por decir colocando mi puño en su pecho—. Dime que me vaya... ¡Dímelo y todo esto acaba!

Subí la mirada para hacer contacto visual con él. Incluso con las mejillas enrojecidas, una más que la otra por haber sido golpeada, su rostro era de tristeza, a penas podía leer sus sentimientos, pero algo negativo se afloraba en su mente.

Comenzó a negar con la cabeza.

¡Dilo! ¡Es muy fácil! ¡Sólo dilo! ¡Dilo ya!

Se lo suplicaba en voz alta, pero mi conciencia sólo imploraba que no lo dijera, él no parecía en absoluto convencido de decirlo lo cual me hizo sentir un poco mal. ¿Realmente su objetivo era seguir jugando conmigo?

Rei-chan... —Alguien sostuvo mi hombro desde atrás, y mi nombre resonó en una voz femenina.

Me giré lentamente para conceder el llamado. Era Yuri-chan que me observaba con compasión y con una súplica interior que me pedía que dejara de hacer lo que estaba haciendo. Al mirarle pude ver detrás de ella a muchas personas observándonos fijamente, entre ellos incluso estaba Shōyō-kun.

Yuri... Lo siento pero tengo que...

Rei-chan, no. Es suficiente —me interrumpió.

Me costó dejar mi iniciativa, pero finalmente bajé la cabeza y accedí a irme con ella, dejando a Kageyama-kun atrás.

¿Entonces? ¿Esto había terminado o no?

¿Hasta cuando duraría este espectáculo?

P.O.V KAGEYAMA

Todo había sucedido demasiado rápido.

Me estaba lavando la cara un par de veces, mientras a mi lado me esperaba Hinata, más silencioso que nunca. No había abierto mi boca para hablar desde que tuve aquel encontrón con Rei, y sentía insatisfacción, nunca creí que ella pensara que yo jugara con ella.

Yo no sería capaz de tal cosa.

Pero tengo mis propias razones para tener miedo de ella... En primer lugar, no hay que estar lo suficientemente cuerdo como para darse cuenta que ella me estaba haciendo muy mal, solo basta analizar mi situación deplorable el día de ayer, en cómo por una simple carta había perdido todas mis ganas de ir a jugar voleibol.

Mi equipo había perdido contra los visitantes en el partido de práctica y probablemente había sido en mayor parte por mi culpa... Si Rei no existiera yo sé que estaría en mi mejor momento dentro de la cancha. Si Rei no existiera jamás habría tenido roces con Hinata, no sería tan difícil para mí ponerle el balón como lo es ahora. Si Rei no existiera nadie apuntaría a Karasuno con el dedo por haber ganado por una ''maldición'' y no por nuestros propios méritos.

¿Ella tenía realmente la culpa de todo esto? Claro que no, yo tenía la culpa de involucrarme tanto con ella...

Estoy enamora-do... Aunque me cueste decirlo, me deja en las nubes el tan solo mirarla y para mí nada se compararía a haberla besado. Quería más, quería tanto de ella que probablemente jamás podría saciar mis ganas.

Ella jamás rechazó mi forma de ser, siempre estuvo conmigo y me sonrió incluso cuando yo nunca pude quitarme el aura sombrío de encima. Por eso y más ella me gustaba.

De la forma que fuera, ella estaba en mis pensamientos, y eso me irritaba más de la cuenta.

¿En qué piensas? ¿Kageyama?

Me sequé el rostro, ciertamente me ardía un poco la mejilla izquierda por aquella bofetada.

Recordé aquel momento, en el que ella me pidió encarecidamente que le dijera que se fuera, para dar fin a nuestra caótica historia. Pero no pude, no pude dejarla ir.

¿Escuchaste todo lo que ella dijo? —le pregunté a Hinata.

Sí... Todos escuchamos lo que ella dijo —respondió un tanto deprimido—pero nadie entendió por qué te hizo eso... Claro que no dudo que tú tengas la culpa.

Este idiota siempre ha idealizado a Rei por sobre todo, pero tenía un poco de razón, yo tenía la mayor parte de la culpa por negarme tanto a su cariño.

Ayer... Nosotros... Ah... Olvídalo.

¿A quién quiero engañar? ¡No podría contarle eso a Hinata!

Me comencé a marchar del baño, para dirigirme al salón, antes de que el idiota de Hinata me detuviera con una pregunta.

¿Y cómo se sintió? Te ha gustado, ¿verdad?

Me volteé sorprendido, ¿cómo había adivinado lo que le iba a contar? Es imposible que él nos hubiese visto, ya que estaba en medio del partido.

¿Cómo supiste? —pregunté—. No, no, no. Más importante, ¿qué crees que hicimos?

¡Eso da igual! ¡Sea lo que sea que hubiese pasado con ella tuvo que haber significado muchísimo para ti! ¡De lo contrario te partiría la cara!

Hinata jamás había tenido esta determinación y tanta seguridad al momento de enfrentarme,

Sí... Pero... Por ella es que no estuve en el partido, por ella es que no puedo jugar bien... ¡Viene el torneo nacional! ¡No puedo andar con pendejadas en la vida!

... Mientes —me interrumpió—. O más bien estás equivocado, si estás jugando tan mal, es porque te niegas a estar con ella.

Levanté una ceja en señal de desentendimiento a lo que intentaba decirme.

Escucha Kageyama... Cuando ella ha armado jugadas para mí, cuando me ha puesto el balón, he sentido lo mismo que cuando eres tú quien lo hace... Ella es una jugadora prodigio, es igual a ti...

¿Q-qué quieres decir?

Quiero que en el entrenamiento hagas algo... Pero no tienes que decirle a nadie jamás lo que te dije... ¡Me escuchaste! ¡Kageyama idiota!

Pude haberle respondido el insulto, pero me quedé expectante, esperando a que el enano hablara.

P.O.V REI

Recordar, eso era lo que más me dolía.

Apoyada en mis brazos en plena clase de laboratorio, sabía que habían muchas cosas que hacer y experimentar, mas ninguno de mis músculos se movía. Realmente la había liado, mis emociones habían tomado las riendas de mi conciencia haciéndome actuar absolutamente mal.

''Pero lo peor es que apenas lograste que me enamorara de esta maldita forma, te vas como si nada...''

Esa era mi línea, Bakageyama... Si te dolía tanto que yo llegara y me fuera de tu vida, ¿por qué lo haces tú también? ¿acaso quieres vengarte de mí?

Ojeando mi cuaderno de química en clase, pude encontrar aquel dibujo que había hecho de Kageyama inconscientemente hace un tiempo. Fruncí el ceño y prometí pegarlo en la pared para tapizarlo en dardos para desahogar mi rabia.

... No, no puedo... Después de todo cualquier cosa de él era algo preciado para mí.

—¿Kiryū? Veo que te gusta dormir en pleno laboratorio.

Levanté mi cabeza y cerré bruscamente el cuaderno, agradecía desde lo más profundo el que no haya notado en absoluto mi dibujo, era el profesor que me venía a llamar la atención.

No es que crea que era injusto, de hecho era obvio que tarde o temprano alguien vendría a regañarme si seguía volando en las nubes cuando debería estar estudiando.

Así jamás volvería a ascender de clase.

No... Lo lamento, me pondré a trabajar...

¿A usted le parece eso? Pues a mí no, lárguese de mi clase.

Pe-pero... —Intenté salvarme de algún modo.

Ahora, váyase, tome sus cosas y ahí verá cómo se las arregla para conseguir la calificación del laboratorio.

No me esperaba aquella reacción, probablemente estaba de pésimo humor, ya que jamás antes había visto que echaran a alguien de la clase. Maldije mi suerte por haber sido el primer caso que había conocido.

No podía hacer nada más, me levanté de la silla y simplemente caminé por los pasillos fuera del laboratorio. Me puse a pensar en qué hacer, en cómo ''arreglármelas'' para volver a clase.

Tuve una idea. Quizás si iba al salón de profesores y me encontraba con alguno que me haya hecho clases en la clase 4 (los cuales tienen una mejor imagen de mí) podría ayudarme a entrar nuevamente al laboratorio.

Comencé a saltar camino el salón, que no se encontraba tan lejos.

Abrí la enorme puerta y pude ver unas mesas juntas, un par de computadores y un piso alfombrado. Jamás me había imaginado este salón así, de hecho creí que la mayoría de profesores estarían ahí, pero no había absolutamente nadie.

Sin embargo, al fondo de la sala escuché el sonido de una impresora, obviamente, imprimiendo (you don't say). Me adelanté a través del lugar para dirigirme a la fuente de aquel ruido, que se encontraba oculta tras unas estanterías. Mi objetivo era encontrarme con algún profesor.

Grande y dura fue mi sorpresa, al encontrame a Kageyama imprimiendo un par de documentos.

¡¡QUÉ HACÍA ÉL AQUÍ!!

De todas las personas, jamás creí haberme encontrado con él en el salón de profesores. Él se dio vuelta apenas me asomé por la estantería, intenté esconderme lo más rápido que pude, mas estuve segura de que me había visto, por lo que resignada me mostré completamente.

Hola... Esto... Quería pedirte perdón por haberte abofeteado esta mañana.

Con una estoica mirada se quedó en silencio observándome.

... Sí, no importa.

Ante su respuesta decidí que lo mejor, después de haber librado mi mente de culpa, era huir del lugar. Me puse enfrente de él y me despedí con una reverencia.

Comencé a caminar decidida a jamás voltearme hacia él, ya no había caso, ya no podía seguir humillándome.

Cuando estaba apunto de agarrar la manilla de la puerta para salir del salón, unos brazos me rodearon fuertemente.

Q-qué... —Intenté hablar en vano.

No te vayas... No te vayas, no te vayas... Esa es mi respuesta, no te vayas.

Me quedé plasmada en ese momento, tenía su aroma invadiéndome en todo sentido y unas ganas incontrolables de llorar se adentraron a mí.

Cerré con presión los ojos y me solté bruscamente de su agarre, al parecer hice fuerza de más ya que él no parecía querer imponer fuerza.

Al hacerlo mi cuaderno se cayó de mis manos, me eché hacia atrás y antes de simplemente recogerlo intenté guardar mi compostura para dedicarle un par de palabras.

¡No! —grité haciendo un eco en el lugar— ¿Te das cuenta? ¡Vas y vuelves! ¡Cuando yo no te quiero... Vuelves a mí! ¡Cuando vuelvo a estar a tu merced... Te vas! ¡Me he aburrido! ¡Mis sentimientos ya se han esfumado!—afirmé con dureza.

Sabía que con algo así le haría daño, pero si tenía que mentir con el fin de cuidar mi sanidad mental, iba a hacerlo.

Le miré a la cara para ver qué tipo de expresión tenía, pero al parecer no le había causado nada... Más bien, ni siquiera me había escuchado, ya que permanecía observando fijamente mi cuaderno en el piso.

Hice lo mismo que él.

Para mi infinito infortunio, del cuaderno había sobresalido el dibujo que yo había hecho de él. Me helé por dentro, cerré ambos ojos y quise morirme.

Me agaché ''dignamente'' para recoger mi cuaderno y guardar mi obra de arte.

''Qué vergüenza, qué vergüenza, qué vergüenza, qué vergüenza, qué vergüenza. '' No paraba de repetir en mi interior.

... ¿Qué me dirías si afirmo que sí quise jugar contigo? —Habló él antes de que yo huyera.

No podía ignorar algo como eso.

¿A qué se refería con esa pregunta?

¿Qué quieres decir...?

No te lo tomes a mal, lo que quiero saber es por qué, si estás tan segura de que yo he estado jugando contigo, no te has rendido antes...

No sé...

¿Puedo pedirte un momento de sinceridad?

Esa pregunta me hizo sentir extremadamente incómoda, pero aguantar su presencia con naturalidad se me estaba haciendo imposible, su intensa mirada azulina se clavaba en mi cuerpo como flechas, flechas que me hacían sangrar... Aunque era sangre transparente y reprimida, ya que decidí no llorar frente a él.

Si aceptas, prometo dejarte tranquila...

Recordando aquella vez que me había prácticamente obligado a ir con él al puente, al haberme quitado un cuaderno de las manos, me convencí de que la mejor opción era hacerle caso.

Además, si todo esto terminaba aquí, al menos podía estar sin la carga de que me había quedado con cosas que decirle.

Bueno... —Comencé a pensar—. Supongo que era porque no me importaba tener que ser un objeto para ti —dije en voz baja y delicada—. Si tú me reconocías tan sólo con la mirada yo era feliz... Era una estúpida —sonreí levemente.

— ... ¿Y ahora?

Él se comenzó a acercar lentamente, haciéndome retroceder a cada paso.

Ahora... Siento lo mismo... Pero sé que no es correcto.

¿No es correcto qué?

No es correcto quererte tanto... Me pregunto si será fuera de lo normal... No quiero a nadie más, no quiero otras manos, no quiero otras miradas ni otro corazón... Te quiero a ti por sobre cualquier otro que pueda hacerme mejor... A lo que voy es que...

Mientras me encontraba expresando mis sentimientos y pensamientos más sinceros sin tanta vergüenza pero con mucho nerviosismo, sentí como él me tomó bruscamente y me acercó a él como quien se abalanza sobre alguien después de haberse aguantado mucho tiempo.

Ahora nuestros labios estaban rozándose, y al principio se me hizo difícil dilucidarlo, tan solo me quedé en shock sin tener la fuerza de voluntad suficiente como para separarlo de mí.

Además de estar con el cuerpo alborotado de emoción, sentí un poco de adrenalina y miedo por estar en medio del salón de profesores, donde en cualquier momento podría aparecer uno de ellos sorprendiéndonos en el acto.

Tan solo se escuchaba el ruido de la impresora que seguía marcando más y más hojas, las cuales no podían ser controladas, junto con el sonido de nuestro dulce pero intenso beso.

Cuando se nos agotó la respiración quise decirle a Kageyama que estaba mal hacer esto en el lugar que estábamos.

Kageyama-ku...

Pero poco me duró la intención, ya que inmediatamente volvió a besarme, para callarme.

Terminé tomándole del cuello, ya no me importaba. Igual que ayer, ya no me interesaba si alguien llegaba o no, valía la pena jugarse la vida o, en este caso, la permanencia en la preparatoria si era por estar con él.

...

La puerta se abrió lentamente, y al parecer Kageyama-kun no pensaba exactamente como yo, ya que me soltó y se alejó a la impresora, dejándome algo sorprendida y con ganas de más.

¿Eh? ¡Kiryū-chan! Estás aquí.

El que había entrado en el salón era el profesor Takeda. Hice contacto visual con él, pero no pude hacer otra cosa más que poner mi mano en la boca para limpiar un poco el brillo labial que tenía antes del beso.

Se me quedó mirando un poco confundido, pero mi acompañante salió desde detrás de las estanterías para interrumpir nuestro momento incómodo.

—Kageyama-kun también está aquí... ¿Se les ofrece algo especial?

Yo sólo venía a imprimir un par de documentos —dijo él mostrando las cálidas hojas impresas—. Me enviaron con esa responsabilidad después de quedarme dormido.

Ah... —Desperté yo cuando él se puso a mi lado para darme un codazo—. ¡Takeda-sensei! ¡Quería pedirle un favor! ¡Es que me han echado del laboratorio!

Pude escuchar una leve risa de Kageyama burlándose de lo que me había pasado, por lo que le miré terminantemente.

¿El profesor ----? ¡Ya veía que estaba de malas! ¡Ven, acompáñame!

El profesor Takeda salió del salón, esperando a que yo le siguiera; por lo que eso hice con un poco de voluntad.

Las ganas de quedarme con Kags un ratito más no me hacían falta.

Incluso si entrara nuevamente en el laboratorio, ¿cómo podría estar atenta a la clase?

Ese tipo de cosas el amor causaba en mí, y probablemente en todo el mundo.

❤️

Continue Reading

You'll Also Like

2.3K 231 14
HOUSE OF MEMORIES, a the promised neverland fanfiction. akirqiguess ⋆ 2k23 . . . 🪡 ๋ primer libro de la saga: 𝔭𝔯𝔬𝔪𝔦𝔰𝔢 冷 ‼ Octavia obt...
134K 3.6K 30
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...
54.7K 2.9K 162
Donde tu mencionas tu OTP y yo opino sobre ella. ⚠La arena y los debates en los comentarios estan prohibidos⚠
171K 9.9K 25
Chiara se muda a Madrid en busca de nuevas oportunidades para lanzar su carrera como artista. Violeta se dedica al periodismo musical, trabajando en...