Aquel día me desperté gracias a un diminuto rayo de luz que golpeaba mi ojo derecho desde la obertura de las cortinas.
Bostecé poco después de despertarme completamente y me senté en la cama mientras comencé a pensar, pensar en mi futuro...
¿Qué haré a partir de hoy? No me voy a quedar aquí toda la vida... ¿Qué puedo hacer? Tendré que buscar algún trabajo... Al menos pasé la ESO, supongo que si imprimiera el certificado y rellenara un currículum vitae, podría conseguir uno con un buen sueldo, solo tengo que pedirle un gran favor a Mía. Al menos, hasta que consiga dinero suficiente para alquilarme un piso, a ver si me deja quedarme algún tiempo más y...
"¿Alex? ¿Estas despierto?"
"Sí, entra."
"Buenos días."
Al fijarme en su rostro, su sonrisa resplandecía como nunca, realmente estaba feliz.
"Feliz cumpleaños, Alex."
18 años...