↝ Novela inspirada en Haikyuu!! de Haruichi Furudate, presencia de OC 《Original Character》 y algo de OOC 《Out of Character》
↝ LAS IMÁGENES MANGA Y FAN ART NO ME PERTENECEN.
❤️
《P.O.V KAGEYAMA♜》
Las ganas por la madrugada no me faltaban, realmente dudé dos veces sobre si ir o no a buscarla, ya veía que sin mí era completamente indefensa, despistada e insegura, tanto como para olvidar incluso cómo andar, pero no podía hacerlo. Ya todo había terminado entre nosotros, y mi orgullo lo había decidido.
Caminé al tren, hace ya mucho tiempo que no me marchaba solo a la preparatoria, pero tendría que acostumbrarme de hoy en adelante, hoy en día mi único propósito sería darlo todo en el torneo nacional, ahora ya no habían otras situaciones o sentimientos que me lo dificultara.
¿Que si era fácil? Para nada, de hecho cada vez que me iba a dormir deseaba que Rei me siguiera insistiendo. ¿Por qué me gustaba que me insistiera? Sabía que le hacía daño mientras me insistía, ya que yo no iba a dar mi brazo a torcer, y no me agradaba hacerla sufrir. Amaba el hecho de que me quisiera, pero odiaba el hecho de que hubiera besado a Oikawa, o bueno, quizás a punto de hacerlo. Para mí era una razón perfectamente justificable para terminar con todo esto.
¿Realmente era solo eso?
Bueno, también cabía la razón que nombré anteriormente, en las preliminares no di, en absoluto, todo lo que tenía, principalmente porque todo lo de la farsa me había tenido en las nubes durante los partidos. El voleibol debe ser por siempre mi mayor prioridad, al menos ahora que ella no estaba frente a mí, todo sería más fácil y llevadero.
Me subí al tren, agradecía desde lo más profundo de mi alma el hecho de que ella no estaba allí cuando lo tomé, aunque me sentí un poco culpable, de seguro que llegaría tarde por no tomar este tren. Quizás sí debí haberla al menos despertado después de todo.
Las puertas comenzaron a cerrarse, pero antes de siquiera tomar aire, y antes de que el tren partiera...
—¡¡No!! —gritó para entrar justo a tiempo al tren.
Me asusté, realmente había entrado en el momento límite, de haberse demorado un mili-segundo seguro queda atrapada entre las puertas.
Comenzó a jadear, para luego levantarse y echar su larguísimo cabello hacia atrás.
—Buenos días, Kageyama-kun —me dijo con una amplia sonrisa.
—Buenos días.
Eso fue todo lo que nos dijimos el uno al otro, ella se alejó y fue a sentarse en uno de los pocos lugares que quedaban vacíos. Yo tan solo me quedé parado afirmándome de los tubos que hay para sujetarse. (No se cómo se llaman xDDD)
''Con que así son las cosas ahora, huh.'' Pensé en mi interior.
El viaje duró un poco más de lo normal.
Cuando llegamos a la estación que nos tocaba, ella se puso de pie e intentó correr. Yo me solté calmado y salí del lugar.
Rei había corrido innecesariamente, ya que al salir me estaba esperando. Fruncí el ceño, ya que creí que habíamos quedado en no hablar más. Cuando quise ir a preguntarle, ella levantó con su brazo derecho y una amplia sonrisa una pequeña bolsa.
La quedé mirando un tanto confundido, pero la recibí entre mis manos. Ella simplemente se alejó, se reverenció y salió corriendo.
No podía terminar de entender qué era lo que había recibido. ¿Será una bomba? Digo, para que se haya ido corriendo de esa forma...
Mientras iba caminando al instituto no pude aguantarme más la curiosidad y simplemente la abrí, dentro había un sandwich envuelto, ¿Por qué me había dado un emparedado? ¿Qué significaba?
No era lo único, dentro también había una pequeña carta. Mi corazón me latió bastante fuerte al ver ese pequeño sobre, dudé si simplemente revisarlo como si fuera algo que pasara todos los días. Abrí el sobre y me senté en la entrada del instituto, supongo que temía un poco por lo que iba a leer. Su letra era realmente bonita, se veía mucho más ordenada y clara que aquella nota que me había dejado alguna vez en la bicicleta, y que aún guardaba en mi bolsillo. También tenía muchos dibujos y corazones, no pude evitar soltar una sonrisa por esto.
''Hola, Kageyama-kun... ♡
Esto...Espero que no te enojes por esto, nosotros hicimos un trato ayer ¿no? No hablaríamos más por un tiempo... Bueno, ¡he decidido hacer lo que ni siquiera en las letras pequeñas decía!, no te hablaré, a menos que tú lo quieras... Pero te daré una de estas cada día, para alegrarte... ❤
¿Sabes lo importante que te has vuelto para mí? ¿Sabes que no aceptaré del todo que ambos nos dejemos de hablar? Tu ánimo ha decaído y no puedo dormir tranquila por ello...
En fin, esto no es con el fin de molestarte, por lo que si te disgusta, si de verdad no quieres recibir nada de mí, tan solo dímelo, te prometo que me detendré. Y sí, ¡Ahora sí que sí sin ninguna trampa! ❣
Bueno, supe mediante Shōyō que a ti te gusta el curry de cerdo con... ¿Un huevo?
¡Sí que eres gracioso! ¡No sabes cómo me encantas tú y tus curiosidades! ღ
Por eso (redoble de tambores), te he hecho un pan... Sí, sé que esperabas un curry, pero aún no soy lo suficientemente experta... ¡Así que el mismísimo pan tiene cerdo dentro! ¡Y un huevo!, espero que se parezca aunque sea un poco...
La próxima vez daré en el blanco, te lo juro, pero tendrás que ser invitado para poder cocinarte...
¡Espero que hasta entonces te siga gustando el curry!
Te quiero, Kageyama-kun. ❤❤
Kiryū Rei.''
Sostuve el papel entre mis manos por una eternidad. No sabía cómo reaccionar. ¿Por qué hacía esto? ¿por qué se esforzaba tanto por mí? ¿realmente tengo algo tan especial?
Mi cabeza estuvo a punto de explotar, nunca creí que existiría una chica tan irritablemente adorable, ¿cómo podría decirle que no hiciera esto? ¡Tenía unas malditas ganas incontrolables de simplemente ir a abrazarla!
Guardé mi compostura y me dirigí a clases, mientras comí sin aguantarme el delicioso sandwich.
Lo que se me hacía realmente curioso, era que en el resto del día Rei ni siquiera me dirigió la palabra, con suerte me miraba de reojo de vez en cuando en los tiempos libres, o en medio de los entrenamientos. Me parecía un poco molesto que todos pudieran conversar de lo más normal con ella, mientras yo tenía que estar guardando distancia, porque supuestamente me iba a concentrar en el voleibol y la iba a olvidar de una vez por todas.
¿Pero cómo?
Digámoslo, no hay nada más importante para mí que el hecho de jugar voleibol, sé que no podría dejarlo por nada ni por nadie, pero al parecer uno no controla sus propios sentimientos, sabía que si la tenía a ella cerca, me iba a ir olvidando de a poco de lo importante que es este deporte para mí.
Además, en los últimos exámenes, no pude subir absolutamente nada... Sé que ella tampoco, ya que en algún momento me lo había contado.
Recuerdo con exactitud todas las veces que hablábamos, las veces que nos encontrábamos las miradas y ninguno de los dos quería quitarla antes que el otro, ya que podíamos observar más allá de un par de pupilas, podíamos ver que nos decíamos las cosas sin siquiera pronunciarlas. Quizás esa era una de las cosas que más me costaba olvidar de nuestro tiempo juntos.
¿Juntos? ¿Estuvimos juntos alguna vez? Tan solo nos tomamos una sola vez de la mano, pero jamás se lo dije formalmente, ni tampoco nos abrazamos amorosamente, ni nos besamos, nada de eso... No sé si podría llamarse estar juntos, pero al menos para mí fue algo importante e intenso, seguramente nunca olvidaría mi ''primer amor''.
Es molesto estar pensando estas cosas, pero sé con mucha certeza que ella era reconocible en la vida de cualquiera.
Supongo que cualquier persona puede ser superable. Aún no la supero a ella, claramente le sigo queriendo... Pero no sé por qué tengo seguridad de que al paso del tiempo podría pasar de ella, o al menos ese era mi objetivo.
Pero ¿qué pasa ahora? ¿por qué a esta chica se le ocurre seguir manteniendo mis sentimientos vivos? ¿podría acaso pedirle que se detuviera de enviarme mensajes? Si en el fondo lo que más quería mi subconsciente, era seguir en contacto con ella.
Veré cuánto le dura, ojalá que no mucho. Solo espero no acostumbrarme a su atención, al hecho de que ella me mire más que a los demás, al hecho de que ella me siga... No quiero ser egoísta, pero realmente temo a acostumbrarme mucho a ello, acostumbrarme a su cariño incondicional para ser finalmente abandonado por él...
Quizás sería bueno caer desde lo más alto posible, para aterrizar y darme cuenta, por mis errores, que yo no estoy en la edad ni estoy posicionado en el lugar correcto para tener amoríos adolescentes, ese no es el tipo de chico que soy, sé que el que soy ahora no es el que he sido siempre, y aquello me irrita.
—Hinata.
—¿Eh? ¿Qué?
No estaba muy seguro de hacer esto, pero el entrenamiento ya había terminado y sé que sería de lo peor que yo le siguiera, una vez más, en la noche como un hombre acosador, especialmente cuando ayer le dejé en claro que no quiero que nada suceda entre nosotros.
Me dolía mucho hacerlo, pero quizás sería lo mejor para ella. Si se enamorara de alguien como Hinata, de seguro sería lo mejor.
—¿Kageyama? ¿Vas a decirme algo o no?
—¿Te vas a casa en bicicleta? —respondí con otra pregunta.
—¿Cómo? —parecía que éramos una paradoja mientras nos respondíamos con más y más preguntas—. ¿Quieres irte conmigo? ¿Cómo crees que una bicicleta nos aguantará a nosotros dos?
—No. Quiero que te lleves a Rei.
Su desplante había cambiado, se notaba que ella le gustaba muchísimo, y no pude evitar sentirme un poco mal por haberla alejado de su lado en algún momento del camino. Soy alguien horriblemente egoísta, y he sido tan cruel... Sé que Hinata jamás me había hecho algo malo, de hecho todo lo contrario, él merecía mucho más que yo el amor de Rei, y yo sólo he sabido adueñarme de ella sin siquiera tenerla en mis brazos.
—¡¡¿P-por qué?!! —preguntó él, un tanto escandalizado.
—No querrás que se vaya caminando sola después del entrenamiento, ¿no?
—No... Pero ¿por qué no tú?
—Porque tú eres el más indicado.
Cogí mis cosas y justo cuando terminé de hablarle toqué su cabeza con mi mano y alboroté su cabello, sabía que él asistiría mi petición con muchas ganas... No sé si estaba cometiendo el peor error de mi vida, o si estaba haciendo algo bueno por ella y por mí.
En mi bolsillo aún tenía su carta, la cogí y apreté con mi mano oculta bajo la ropa, y suspiré antes de marcharme. ''Tendrás que olvidarme, algún día te aburrirás de esto.'' Pensé.
Al salir observé el cielo en silencio, aún ninguno del equipo salía del gimnasio. Quizás pude haberme quedado allí dentro practicando algunos pases, pero para mí era difícil compartir aire y ambiente con ella, y no tenerla lo suficientemente cerca.
Todas aquellas luces eran estrellas...
''Tus ojos se parecen al cielo, Kageyama-kun''.
¿Cómo no recordar aquello que me había dicho ella en aquel centro? ¿Habían sido cosas como esa factores que habían hecho que me enamorara de ella?
Probablemente.
Comencé a caminar, ahora observando el piso. Me puse los audífonos para perderme en la música y simplemente concentrarme en las letras o en el ritmo de las canciones... Quizás ese era el mejor método para limpiar mis pensamientos.
Después de un par de minutos sentí que alguien me tomó del hombro con un poco de brusquedad, lo que me hizo alterarme un poco, ya que no esperaba la llegada de nadie. Por un segundo la idea de un asalto me asustó, incluso cuando estos lugares son bastante tranquilos y seguros.
Al girarme pude ver a Yamaguchi. Me quité los audífonos un tanto extrañado, ya que realmente me parecía anormal que él me dirigiera la palabra, tampoco se me ocurría el por qué había corrido tan acelerado hacia mí.
—Kageyama... Ya veo por qué no escuchabas mis llamados.
—Ah... Lo siento. ¿Necesitas algo?
—Sí... Me gustaría hablar un poco contigo...
Era extraño, probablemente yo no recordaba lo suficiente cada aspecto y momento de mi vida como para afirmar que esta era la primera vez que ambos hablábamos, pero sí era una de las muy pocas veces que esto sucedía. Estuve bastante vacilante y serio frente a él sin saber a qué iba todo esto, pero obviamente accedí, después de todo no suelo ser esquivo con las personas a voluntad.
Fuimos caminando por la calle, él me comentaba todo lo que había hecho para encontrarme, me contaba cómo había buscado en cada rincón del gimnasio, preguntado a todos y corrido hasta aquí. Realmente me sentía presionado, ya que era obvio que tenía que hablar o responder algo al respecto, pero no sabía exactamente qué.
— ... Entonces llegué hasta aquí... Bueno aunque eso es algo obvio —dijo para luego reír en voz alta sujetándose de la nuca.
Me quedé en silencio, esperaba realmente que me dijera para qué quería hablar conmigo. ¿Querrá pedirme ayuda con los saques? ¡Pero si yo no sé hacer ese tipo de saques!
—... Bueno, supongo que debería ir al grano... Quería hablarte sobre Tsukki.
No expresé con mi cara mi sensación en ese momento, ¿cómo no se me había ocurrido? ¡obviamente hablaría del idiota de Tsukishima! ¡De hecho es extrañísimo que no esté con él ahora mismo!
—¿Qué? ¿Qué pasa con él?
Es cierto que él no me agrada en absoluto, pero hablar mal de él con alguien que pareciera que lo idolatra con tanta pasión, definitivamente no era una buena idea.
—Tú sabes cómo es él... ¿No? sé que es un poco crudo al hablar, cruel y algo desinteresado por el mundo... Siempre ha parecido que nada en este mundo le emociona lo suficiente. Jamás parece importarle nadie...
Mientras hablaba no paraba de mirarme y explicarme con las manos todo lo que decía, de vez en cuando le devolvía la mirada para asentirle con la cabeza para no opacar su entusiasmo.
—Y... Eso me hace creer que es una persona infeliz... Antes, he sabido que tenía mucha vida en su forma de actuar, todo por su idolatría a su hermano mayor... Pero cuando se sintió decepcionado y traicionado por él, perdió absolutamente toda la chispa que alguna vez tuvo...
Me contaba cosas que en realidad no me interesaban, nada me conmovería si se trataba de ese tipo. Incluso cuando no odio a nadie, él podría ser candidato de mi máximo desprecio.
—¿A qué vas? ¿Yamaguchi? —pregunté, interrumpiéndole—. Digamos que siempre doy mi mejor esfuerzo al darle los pases, no tienes por qué decirme estas cosas.
—¡Lo sé! ¡Lo tengo muy claro! ¡Esto es por otra cosa!
—Dímelo ya, ¿para qué estaríamos todo el día hablando de Tsukishima? No quiero ser grosero, pero supongo que entiendes que él no me agrada.
—¿Estás saliendo con Kiryū-chan?—preguntó de pronto, tomándome por sorpresa.
¿Por qué me saldría con un tema así en medio de la noche? ¡¿Qué tenía que ver con Tsukishima?!
—No —respondí luego de haber callado, un poco invadido.
—¿No? ¿Entonces ya no te gusta?
Le miré un poco más indignado, ¿cómo le respondería eso a él?, de todas maneras no tenía sentido decirle la verdad si apenas nos conocemos.
—No.
Parecía que no esperaba esa respuesta, ya que se sorprendió y comenzó a sonreír, ¿a qué iba con todo esto?
—¡Entonces! ¡Quería pedirte un favor! ¡Kageyama! —dijo para luego reverenciarse frente a mí.
Caminé unos pasos adelante para detenerme y voltearme a mirar su postura, la cual me parecía algo extraña. No sé si soy muy poco perceptivo o qué, pero aún no podía adelantar lo que quería decirme.
—¿Qué? ¿Qué quieres?
—Quiero que dejes de hablar con ella... Por favor, hacer que se olvide de ti.
Aquello hizo que mi cuerpo reaccionara, tensionándose un poco antes de que terminara su oración. ¿Qué tipo de petición sería esa?
—¿P-por qué?
—Siéndote sincero, no hay nada que disfrute más que ver a Tsukki brillar e interesarse por cosas y personas... Él jamás ha querido admitirlo, pero sé que Rei le importa más de la cuenta, su personalidad es muy distinta cuando ella está cerca de él. Sé que ella es una chica muy linda y alegre... Pero eso y más ha causado una repercusión muy especial en él... Hace un par de días Tsukki estaba muy enfadado porque ella había llorado mucho por ti. Tiene muy claro que ella está enamorada de ti, y eso hace que incluso se interese más en el tema... Por eso, si a ti no te gusta, supongo que no habría problema en que ella dejara de molestarte y...
—¿Por qué yo tendría que hacer algo como eso por el imbécil de Tsukishima? —respondí con cierto rencor.
Entendía muy bien su punto, era incluso contradictoria mi reacción, pero incluso aunque quisiera mucho a Rei, no quería prometer algo como eso, aún cuando me he jurado a mí mismo no volver a relacionarme con ella para olvidarla, prefería mil veces, ochenta mil veces que ella estuviese con Hinata y no con el estúpido de Tsukishima.
—Es por eso que te lo pido yo... Sé que no me debes favores ni mucho menos... Pero... Sé que ambos estarían bien juntos... No sabes cuánto me gustaría verle feliz... Sólo ella podría hacerle feliz.
''¿Y tú?'' Pensé yo. Aquellas palabras de un chico referido a otro eran muy raras, pero de todas formas no me interesaba el tipo de afecto que Yamaguchi sentía por Tsukishima, por lo que simplemente omití.
—No —respondí finalmente, sorprendiéndole un poco—. No me interesa Tsukishima, por lo que no te prometeré nada...—Suspiré un poco, antes de sacar todo lo que tengo dentro a flote—. Además, deberías tener en claro que a ella le gusto yo, no Tsukishima, no Hinata, no Oikawa, YO... Ella me prefiere por sobre todos los chicos de este mundo y me lo ha dejado muy en claro... Sería incluso un esfuerzo en vano, porque ellos jamás lograran obtener su cariño como yo lo he hecho.
Incluso si aquello sonó arrogante, sentí mucha felicidad en poder decirle eso, yo era el afortunado de tener su cariño y podía sacar provecho de ello. Si mi honestidad abría yagas, pues ellos eran los responsables de sanárselas.
—A eso voy...— Respondió un tanto molesto—. Tsukki jamás la haría llorar con esas actitudes.
¿De qué hablaba? ¡Jamás le diría algo así directamente a ella!
—Eso es todo lo que te diré al respecto... Espero que Tsukishima sea feliz de otra forma —terminé para concluir nuestra conversación—. Porque esa chica me pertenece a mí.
Mientras me marchaba comencé a arrepentirme un poco por todo lo que había dicho, ¿quién era yo para hacerme dueño de ella? Joder, Tobio, piensa mejor las cosas para la próxima vez.
Al menos al chico pecoso le había quedado muy en claro mi opinión al respecto.
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