Bueno, supongo que saben lo que pasó después de lo ocurrido, ¿verdad?
Varios agentes me interrogaron, preguntándome porqué lo hice, porque maté a mi propio padre...
Yo no quería hablar... Mis ojos se llenaron de un vacío inmenso, ya no sonreía, mi cara se caía en picado, y mi mundo se derrumbaba cada día más que pasaba.
Entonces, mi madre declaró por mi, explicó cada uno de los detalles de la vida de ella y... ese hombre.
Me torturaba.
Me sentía insegura a su lado...
Me amenazaba con llevarse a nuestro hijo...
Me pegaba...
Cada noche venía borracho, antes de que Alex llegara a casa... Ahí ocurrían todas mis desgracias.
Me sentía utilizada.
Quería morirme... Pero mi hijo me daba fuerzas para seguir adelante...
Con eso ultimo derramó el vaso de agua. Sus ojos comenzaron a teñirse de rojo y yo, fui a abrazarla. La amaba, era la mujer que me dio la vida, la mujer que luchaba por mi, la mujer que me estaba defendiendo...
Sus lágrimas describían el sufrimiento que pasó al lado de ese miserable al que yo consideraba un héroe.