" Más allá de Charter... " [#...

De SomechaptersOfme

53.9K 5.3K 3.8K

Evelyn Parker es transladada a Nueva York, a un viejo pero experimentado centro de desintoxicación llamado "C... Mai multe

Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
- Nota -
- Nota importante -
- Capítulo 28 - (Maratón)
- Capítulo 29 - ( Maratón )
- Capítulo 30 - ( Maratón )
- Capítulo 31 -
- Nota -
- Capítulo 32 -
- Capítulo 33 -
- Capítulo 34 -
- Capítulo 35 (Final) -
- Agradecimientos -
- NOTA IMPORTANTE -

Capítulo 27

1.1K 128 72
De SomechaptersOfme

** Solo quería hacer un pequeño inciso antes de dejaros uno de los capítulos más... Complicados de esta novela, al menos así lo es para mi.

Necesitaba dar una explicación porque solo pasé por la app el día 25 de Junio y poco más. Dejando a un lado que me quedé sin conexión a internet xD debo admitir que este mes, aparte de tener el mismo significado para todos los Moonwalkers, para mi ha tenido otra pérdida añadida y más dilemas a mi cabeza lo que me ha impedido escribir con regularidad. Lo siento mucho.

Por todo esto, y por no querer dejaros con dudas ni con preguntas más tiempo, voy a intentar actualizar estas semanas más veces. A ver si es posible xD

También decir que siento que el capítulo anterior fuera corto y leyéndolo (a lo mejor ha sido a causa de estos días pero para mi ha estado flojo u.u)... Lo editaré seguramente porque hay cosas que me gustaría añadir. (Os avisaré cuando lo haga :3)

Y para terminar, deciros que tengo muuuchos comentarios que contestar y muchas notificaciones que revisar.

Gracias como siempre. Mil gracias a TODOS ❤

Creo que ahora sí he vuelto de verdad... Vosotros sois los que podéis darme la razón o no después de leer este capítulo.

-------

Lo dijo.

Y estaba ahí. Delante de mi después de tanto tiempo. Como quería tenerle, como necesitaba mirarle y respirar el aire que sus pulmones soltaban.

Pero, ¿ahora qué? ¿Qué hacía aquí? ¿Y por qué me miraba así?

Por pena.

Mi aspecto no sería el mejor, lo sabía. Tampoco hacía falta que me lo dijera o que me lo hiciera saber mediante su mirada marrón.

Llegué a apartarme un poco más acariciando mi propio brazo con mi diestra cuando él llevó a cabo el primer paso de acercamiento entre ambos.

Michael y su aroma.
Michael y su abrigo de corte militar.
Michael y sus rizos cubriendo su rostro.

En definitiva : él. Él, que, con suavidad y pasividad cerró la puerta sin prestar atención, sin mirarla siquiera, pues no apartaba la miraba de mis ojos ya cristalinos.

Acercó su mano a mi mejilla, y con solo rozarla con las cálidas yemas de sus dedos las lágrimas aumentaron y rompí a llorar volviendo a dar un paso hacia atrás sintiendo que de verdad le tenía delante y no era digna de tenerle de vuelta conmigo.

Sin decir nada, volvió a avanzar hacia a mi, sin rendirse, para derribar esa barrera de distancia para mi incómoda y horrible pero al mismo tiempo necesaria para no caer rendida ante él, pero volví a retirarme.

- Te dije que no lo hicieras.

Su voz. Su increíble voz me hizo cerrar los ojos con rapidez impidiendo que más lágrimas cayeran más allá de mis mejillas.

Cuando me atreví a mirarle una vez más, le vi dando otro paso en mi dirección con la mirada aún fija en mis ojos haciéndome sentir como si estuviera desnuda frente a él.

- No te apartes de mi. No me rechaces. - Añadió negando con la cabeza.

Lo dijo una vez y lo había vuelto a repetir justo ahora después de más de tres meses sin tener noticias suyas.

¿Debería gritarle? ¿O no hablarle? ¿Pedirle que se marchara? ¿O besarle hasta olvidar mi propio nombre?

La última opción era la que mi cabeza aceptaba sin remordimientos porque mi corazón daba la aprobación para que ocurriera pero, me sentía mal por muchas cosas, cosas de las que yo misma era culpable y dudas que corrían a velocidad de vértigo por mi cabeza con ansias de obtener respuesta de todo. Pero el dolor de la pérdida de Mark y el mismo dolor constante que no desapareció desde aquel día en el que el chico de rizos oscuros empezó a cambiar su actitud conmigo conseguían que no supiera reaccionar ante él.

Ni el amor. Ni el sentimiento que sentía por Michael me permitía moverme.

- No pienso marcharme. - Dijo desabrochando su abrigo y quitándoselo para caminar hacia el salón y poder dejarlo en el sofá como si estuviera en su propia casa.

- Antes te daba igual... - Susurré con los ojos cerrados cerciorándome de que, iba a quedarse.

- Nunca me ha dado igual.

Había podido oír mis palabras aunque pensaba que no había podido captar mi discreto y apagado tono de voz.

Giré sobre mis propios talones para encontrarme con su delgada figura masculina detenida junto al sofá, con sus brazos cruzados y su mirada fija en mi. Tal y como siempre hacía, recorrió mi anatomía con sus ojos y respiró hondo.

- Necesito dormir - susurré bajando la mirada hacia mis pies descalzos.

Encogió sus hombros y miró las escaleras : - me quedaré aquí.

- No.

- ¿No? - Esbozó una sonrisa. - Yo creo que es necesario que me quede.

- No te he pedido que lo hagas.

- Pero voy a quedarme. - Sentenció.

Como no quedaba otra y sabía a la perfección que iba a quedarse aunque no quisiera, subí las escaleras sin ni siquiera mirarle y me encerré en mi habitación pensando en el raro reencuentro que acabábamos de protagonizar los dos.

-------

Porque parecía que el miedo y la tristeza habían desaparecido como por arte de magia abrí los ojos por completo tras haber parpadeado unas cuantas veces seguidas. No sabía porqué pero desde que falleció Mark me costaba mucho poder dormir sola y del tirón sin despertarme continuamente, quizás la voz de mi conciencia seguía siendo mas fuerte que yo misma, pero, al verle ahí lo supe, entendí porqué había conseguido descansar como tanto echaba de menos.

Michael estaba sentado a mi lado en la cama, con un libro entre las manos y leyendo en voz alta.

Estaba leyendo para mi. Estaba ayudándome.
Lo había conseguido.
Me había calmado.

Cerré mis ojos otra vez deseando desde lo más profundo de mi alma que no me hubiera visto despertar porque no quería perderme su forma de cuidarme.

Prosiguió tras pasar una página y crear un corto silencio que hizo que mi corazón se alterara pensando que dejaría de hablar.

Y así continuó, con unas veinticuatro páginas más que recitó con gracia y elegancia. Con la delicadeza de su voz y la cautela de su alma.

- ¿Eres la nueva persona atraída por mi?
Para comenzar te prevengo: yo soy, sin duda, harto diferente de lo que tu supones;
¿Supones que has encontrado en mi tu ideal?
¿Crees que es fácil convertirme en tu amante?
¿Crees que mi amistad ha de ser pura satisfacción?
¿Crees que yo soy fiel y veraz?
¿No ves nada detrás de esta fachada, de mis maneras suaves y tolerantes?
¿Supones que avanzo por un terreno firme hacia el verdadero hombre heroico?
¿No sospechas, ¡ay, soñador!, que todo esto pueda ser una ilusión?

Terminaba y yo callaba. Como si fuera una norma que acatar para que ese momento fuera eterno.

Me gustaba su voz. La había echado demasiado de menos como para pasar horas durmiendo sin apreciarla.

Era una bendición divina.

- ¡Oh, tú, al que a menudo y silencioso acudo donde te encuentres, para poder permanecer contigo!
Mientras camino a tu lado, o cuando junto a ti me siento,
o cuando contigo permanezco en la misma estancia.
Poco conoces del sutil fuego eléctrico que por ti en mí arde. - Recitó antes de soltar una risilla satisfactoria. - Me gusta.

Apreté mis párpados ahora tranquila sabiendo que iba a continuar leyendo pero, esta vez, se creó un silencio constante en mi habitación, un silencio que no me gustaba nada.

- Solo quería leer para que pudieras dormir, pero creo que ya estás despierta, ¿no?

Vale. Se estaba dirigiendo a mi.

Abrí los ojos esta vez para dejarlos abiertos del todo y dejar de fingir ante él y me senté a su lado, en silencio, apoyando la espalda en el cabecero de la cama y juntando mis manos para poder jugar así de forma descuidada con mis dedos que temblaban un poco.

- Siempre me ha gustado Walt Whitman - susurró mirando el libro, el cual movió un poco para captar mi atención. - Es tuyo.

Asentí.

- La otra vez cuando estuve aquí y supe que lo tenías... Me gustó. - Dijo mirándome. - Pensé en leértelo alguna vez.

- No es un libro que se lee para ayudar a dormir. Es raro que utilices una pieza así para dormirme.

- ¿Y qué no es raro aquí, Evelyn? ¿Acaso hay algo normal entre tú y yo?  - Inquirió consiguiendo que evitara mirarle para observar su reloj.

Eran más de las diez de noche, bastante tarde ya y había hecho mal en dormir por el día. Ahora no pegaría ojo.

Cuando alcé la mirada y le vi mirándome como cuando entró en casa o como cuando me miraba en Charter, tragué saliva y esperé a que dijera algo o sino iba quedarme inconsciente justo ahí por culpa suya.

- ¿Quieres comer algo? - Preguntó como si fuera su invitada cuando era justo al contrario.

- No. No creo que pueda comer nada. - Susurré separando mi espalda del cabecero frío y duro para volver a tumbarme sobre el colchón.

- ¿Quieres que continúe leyendo?

Giré dándole la espalda y musité un rápido e efímero " " que, hizo que, nada más pronunciarlo, el sonido de las hojas fuera el único intervalo de silencio entre su respiración y la mía.

-------

Me hice la dormida durante horas, sin mover un solo músculo de mi cuerpo disfrutando de su voz y de la calidad de los escritos de Whitman los que continuó leyendo horas y horas sin descanso. Algunos, los leía dos, incluso tres veces indicando, sin añadir ningún comentario, que se trataba de algún poema que le habría llamado la atención.

- A través de mí las proscriptas voces;
Voces de los sexos y de las concupiscencias, veladas voces
cuyos velos yo aparto;
Voces indecentes, por mis clarificadas y transfiguradas.
Yo no poso los dedos sobre mi boca;
Yo trato con la misma delicadeza tanto a las entrañas
como a la cabeza y el corazón...

- ¿Dónde has estado? - Pregunté de repente casi sin voz haciendo que él sin esperarlo, dejara de hablar. - ¿Has estado bien?

Escuché su respiración intensa justo antes de sentir como el colchón se movía. Michael se estaba tumbando a mi lado. Ya no iba a leer, iba a responder.

- Ahora que lo pienso - susurré cambiando mi posición poniéndome boca arriba para poder mirar al techo - la primera pregunta no me importa demasiado. - Dije poniendo mis brazos a ambos lados de mi cuerpo.

- La responderé igualmente - susurró apoyando la cabeza en mi almohada.

Ahora sí estaba a mi lado. Cerca. Tan cerca.

- He estado en Puerto Rico. - Sonreí cerrando los ojos al escucharle hablar de nuevo. - Y he estado horriblemente mal.

- ¿En Puerto Rico puede uno estar mal?

- No sé los demás pero yo no estaba bien.

- ¿Por qué?

- No estabas allí conmigo.

Abrí los ojos y me obligué a mi misma a escucharle sin derramar más lágrimas. Me dolía la cabeza y no podía más.

- No sabía que ibas a ir. - Dije sabiendo que esta batalla estaba más que ganada.

- Ni yo. - Habló rápidamente. - ¿Tú cómo has estado?

- Rechazando a amigos tuyos que venían de tu parte para empezar con las terapias. - Le expliqué. - Por cierto, encima de la mesa - la señalé con desgana - está todo el dinero que me has pagado estos meses sin estar.

Supe que me miró al notar como se movía la almohada.

- Es tu dinero.

- No es mio.

- Olvidaba lo testaruda que eres.

- Eso pasa cuando desapareces más de tres meses.

Silencio.

- Que se olvida todo - añadí cerrando los ojos mientras trataba de respirar hondo.

- ¿Me odias?

- Eso es lo peor de todo - susurré cuando las lágrimas volvieron a retomar la misma acción de todos estos meses. - Que hagas lo que hagas no puedo odiarte. Solo te espero.

Sus dedos acariciaron con miedo el dorso de mi mano, la cual, terminó rodeando por completo consiguiendo que mi corazón bombeara con rapidez mientras giraba para poder apoyarse sobre su costado.

- Te he echado de menos. - Susurré sintiendo como con su otra mano rodeaba mi muñeca.

- Siento que hayas tenido que echarme de menos.

- Yo no. - Dije muy segura. - Así he podido llegar a entender cuanto te quiero. Ya ni espero que tú lo entiendas.

- Lo entiendo.

- No tienes ni idea.

- Evelyn...

- Si lo supieras te hubieras quedado conmigo, pero, ¿sabes? Me basta con tenerte aquí aunque sé que vas a volver a marcharte.

- Nunca te he dejado del todo.

Le miré a los ojos y asentí con la cabeza : - eso es lo que me ha mantenido viva.

- Te quiero, Evelyn - musitó contra mi frente.

- Y yo a ti, Michael. Aunque no decidas quedarte, te quiero igual.

Continuă lectura

O să-ți placă și

119K 21.2K 58
Jimin es un humano común y corriente, un día va a una excursión en el bosque y al recostarse en un árbol es transportado a un mundo mágico, llamado f...
886K 104K 121
Después de que esa persona se fuera de su vida estaba sola. Pasó toda su adolescencia con ese hecho, y es que su condición la obligaba a no entablar...
504K 51.7K 129
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
1.4M 134K 41
¡Está historia ya no está disponible para su adaptación!. →Dónde Jungkook es el padrastro de Jimin y descubre que Jimin tiene OnlyFans← - Quiero que...