Her Heart Feels // (CAMREN)

By vainilla_green

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La vida de Camila Cabello cambia en tan sólo un instante en el que lo pierde todo, un accidente que la deja c... More

PRÓLOGO
Capítulo Uno
Capítulo Dos
Capítulo Tres
Capítulo Cuatro
Capítulo Cinco
Capítulo Seis
Capítulo Siete
Capítulo Ocho
Capítulo Nueve
Capítulo Diez
Capítulo Doce
Capítulo Trece
Capítulo Catorce
Capítulo Quince

Capítulo Once

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By vainilla_green


Camila's POV

Apenas terminaba de cerrar la puerta principal cuando el sonido del auto de Lauren se escuchaba a lo lejos. No quería hacerme a la idea que las cosas se estaban complicando y que cada vez con mis arrebatos espontáneos y mis acciones la alejaba sin quererlo.

Camine a lo largo del pasillo hasta mi habitación con el deseo de poder arreglarme lo más rápido posible. Llegue hasta el baño y me detuve a mirar mi rostro un momento ante el espejo que solo hacia reflejar lo cansada que andaba con la presencia de leves ojeras por debajo de mis ojos marrones. No tenía ánimos de hacer nada y por primera vez en mi vida como diseñadora no quería hacerle frente a un día ajetreado en la empresa.

Ya Dinah me había llamado en un mal momento cuando quería disculparme con Lauren para informarme que había logrado convencer a las personas de "the fiance" para que agendaran una próxima reunión un día de la siguiente semana con el fin de posponerla. Entendía que pudieran enfadarse ante el cambio repentino sin contar con una anticipación previa pero lejos de eso aceptaron sin protestar porque nunca en "Cabellos art & designs" fallaba con la entrega de ropa y los compromisos que adquirían.

Agradecía tener el apoyo y la capacidad de trabajo que Dinah me brindaba como mi secretaria personal cuyo título se quedaba corto en comparación a todo el trabajo que asumía en las ocasiones que llegaba con retraso a la hora pautada.

La consideraba mi mano derecha y mantenía toda mi confianza en que había solucionado el pequeño imprevisto y había llegado a un acuerdo con las tres reuniones que le seguían.

Soltando más de un suspiro y un sin fin de quejidos daba largos pasos por los pasillos llenos de personas ajenas que se mantenían ocupados en sus labores y se mantenían al margen de saludarme únicamente con la mano por la relación estrictamente laboral de empleado y jefa.

Suspirando espere al ascensor que descendía del último piso abriéndose las puertas metálicas para poder ingresar y terminar la larga jornada que tenía por delante.

Me lamentaba internamente el haber estropeado lo que pudo haber sido un desayuno fantástico y relajado con la presencia de Lauren Jauregui hablándome sobre lo que le apasionaba o sobre lo que le gustaba hacer en días que raras veces tenia libres. Hubiera tenido la oportunidad de poder conocerla aún más y perderme en sus espectaculares ojos verdes que me miraban curiosos. Pero como los "hubiera no existen" tendría que conformarme únicamente con lo poco que mi mente imaginaba.

Al llegar con la vista en el suelo para evitar que Dinah me viera. Llegue hasta tomar con mi mano derecha el pomo de la puerta girándolo firmemente.

Escuchaba el sonido del teléfono colgar a mis espaldas seguido del sonido de una silla con rodios deslizarse apresuradamente tratando de llegar a mi lado.

-Hasta que llegas Karla. Todo esto está hecho un lío y yo no puedo más con tanta cosa. –Soltó frustrada Dinah siguiéndome al interior. Solo podía rodar los ojos al escucharla llamarme por mi primer nombre.

A lo largo del escritorio Dinah deposito una fila de papeles en orden correlativo. Sin decirle nada supuse serían los acuerdos que faltaban por firmar de las 4 reuniones que llevaba perdidas. Escuchaba como Dinah me lo aclaraba sin apartar la vista de ellos.

-Son de las intensas reuniones a las que te diste el lujo de faltar por primera vez en años Mila. –Expreso sin poder creérselo sentándose al borde de la silla para clientes sin esperar a que la invitara como de costumbre. –Lo que me deja desconcertada totalmente porque estás aquí antes que llegue o te gane por dos minutos de diferencia.

Sinceramente no le estaba prestando atención a todo lo que Dinah hablaba con anterioridad. Mi cuerpo estaba ahí pero mi mente volaba y procesaba todo lo que en menos de un minuto me había sucedido recordando el roce de mis labios con los exquisitos de Lauren y luego el sonido de nuestras respiraciones entrecortadas que inundaban toda la habitación como resultado de la intensidad en la que nos besábamos.

Me preguntaba ¿Cuales habrían sido los sentimientos de Lauren respecto a eso? ¿Si había sentido algo como yo lo sentía en mi interior con solo recordarlo?

Tantas preguntas y ninguna respuesta encontraba que lograra despejar las dudas que sentía. ¿A caso Lauren se sentía celosa de Robert y por eso había lanzado aquel comentario amargo cuando mi celular sonó?

No había tenido tiempo de analizarlo en su momento, ni si quiera había podido responderle algo porque en seguida Lauren me dejo completamente sola en el marco de la cocina.

Deje escapar otro suspiro seguido de un gruñido por lo bajo muy frustrada y preocupada de lo que estaba sintiendo en mi interior y en mi corazón que debería mantenerse frío y distante. Sin espacio para los sentimientos o lo que fuera que me estuviera pasando como lo venía haciendo desde hace cinco largos años.

-¿Qué estás haciendo conmigo Lauren? –Me preguntaba con un hilo de voz cansada.

Desde hacía tres minutos que Dinah se mantenía callada por que había notado la mirada de Camila perdida que no le estaba prestando atención. Su mirada no tenía un punto fijo y en sus ojos no había rastro del brillo que mantenían ayer durante todo el día. Eso solo la hizo preocuparse. Porque ante el esfuerzo de mantener oculta su mirada para que su amiga no sospechara. Dinah ya se había dado cuenta.

-Okay Camila ¿qué es lo que te tiene preocupada? –Pregunto la más alta mirándola a los ojos.

-Nada en especial. –Respondí sin entrar en detalles. Apartando la mirada.

-Me estas mintiendo y sabes que conmigo no funciona tu manera tan particular de alejar las cosas que más te afectan. –Medio sonrío buscando la mirada de Camila que no lograba conectar.

-¿Cómo sabes que algo me preocupa? –Dije tratando de hacerme la desentendida ante Dinah que mantenía sus cejas levantadas. – ¡Diablos! Odio ser un libro abierto. –Me reprendí haciendo una nota mental para tratar de ocultar mejor mis problemas.

-Es tu lenguaje corporal Camila y los largos años de amistad que tenemos. –Explico Dinah. –Te conozco demasiado para darme cuenta que llevas la misma mirada de preocupación que tenías cuando supiste lo de tu madre.

No quería recordarlo. Pero era un hecho que hacia estremecer todo mi cuerpo y tensarme por completo. Recordaba muy bien las palabras del médico dando su diagnóstico final 'Cáncer de páncreas'. Descubierto después de largas horas en constante chequeos y pruebas de sangre. El doctor llegaba a la conclusión que el cáncer cubría el 46% de todo el tejido sano que envolvía al órgano enfermo tan solo en la primera semana. Explico que avanzaría progresivamente mientras pasaran los días si no decidían el tratamiento que tomarían para tratar de contrarrestarlo más no curarlo.

Enterarme de ello me afecto de tal manera que no tenía idea de lo que pasaba a mi alrededor. Lo único que deseaba para ese entonces desesperadamente era poder encontrar una cura que aliviara los síntomas que volvían vulnerable a la mujer que me había dado la vida.

–Aunque claro lo que te sucede ahora es en un nivel menor comparado a ello. –Trato de suavizar el tema, que sabía no era nada fácil para su mejor amiga tratarlo.

–No puedo mentirte Dinah. –Hable como mejor pude. Me moría de los nervios. –Estoy confundida. –Cuando lo dije sentí la mirada cálida que Dinah me brindaba para continuar hablando. –Anoche pasaron muchas cosas que no sabes y puede que hiciera algo... Pero no sé... Porque aparte no era yo... Pero no importaba porque creo que solo es una excusa que...–Trataba de explicarle lo que me sucedía pero no lo lograba porque comenzaba a divagar cada vez que algo me tenía de los nervios.

– ¡Mila habla despacio por favor que no logro entenderte ni media palabra mujer! –La reprendió Dinah alzando sus manos al aire para tranquilizarse. –Disculpa que mi coeficiente sea tan lento en comparación al tuyo. –Dijo en broma tratando de hacerla sonreír consiguiéndolo después de unos minutos.

–Ayer en la noche asistí al evento de Joshua en el "Sounds Club" Las cosas iban tranquilas. Le pedí a Robert si podía esperarme una cuadra antes de llegar al club para que de esa forma llegáramos juntos y nos pusiéramos de acuerdo en pasar entre la prensa. No dejaron de preguntar si ya éramos novios y la relación que teníamos. –Arrugue la frente recordando el incómodo momento en el casi caía a causa de las cámaras que no dejaban de grabar.

Después de eso comencé a contarle sobre lo que le pedí a Robert con respecto a su ropa y en que sería mejor si vestía casual. Narre la parte en la que hablaba con Lauren sin mencionarle la forma en la que mantuvo sus manos alrededor de mi cintura sin soltarme.

Aquello solo provocaba que mis mejillas se sonrojaran y sonriera como idiota. No deseaba que Dinah lo notara por lo que con agilidad gire la silla en la que estaba en dirección al basurero tratando de calmarme para desaparecer el rubor.

Cuando termine de contarle la parte en la que Robert y Lauren discutían. Ella saco su móvil y me mostró un video que aparecía en muchos blogs y revistas digitales de internet.

Por la prisa que tenía de llegar. No me dio tiempo a revisar lo que se decía de mí en internet. Ese tipo de notas las odiaba infinitamente y solo hacía que mis días se amargaran por las mentiras y suposiciones falsas que las personas inventaban para vender a costillas de otros.

–Tienes que verlo. –Indico Dinah mientras con su índice pulsaba play. –No tenía idea de nada. Pensé que era otro video de mala calidad editado pero después de lo que me has contado me inclino a que esto es algo serio. –Preocupada veía la pantalla y al video cargándose.

–Me estas asustando. –Fue lo único que me atreví a decirle a Dinah antes que el video comenzara.

¿Los viernes son los únicos días de la semana para poder disfrutar al máximo e ir de fiesta en fiesta? Porque yo lo dudo demasiado –hizo una pausa el hombre de treinta años con una mirada divertida continuando. -Y eso lo sabe de sobra nuestra diseñadora favorita ¡Camila Cabello!

Que no asistió sola al evento del jueves de Cosmes como en demasiadas ocasiones se le había visto. Esta vez llego en compañía de un joven que parecía modelo sacado de revista. A quién se le vio muy junto y cariñoso con la diseñadora.

Si no me creen véanlo ustedes.

Una foto en la que la rodeaba con su brazo en su cintura salto en la pantalla. Ambos iban con la mirada seria enfocados en llegar a salvos hasta la entrada invadidos por un mar de flashes que no los dejaban avanzar.

No les parece tierno la forma en la que trata de proteger a su chica a toda costa. No dudamos que serán la nueva pareja favorita de todos nosotros. Están hechos el uno para el otro. –Hablaba con ternura el hombre mirando hacia la cámara.

Pero las cosas no se mantuvieron ahí. Ya que luego de terminado el evento cuando las cosas parecían calmarse una chica muy guapa de cabello negro se acercó hasta el novio de Camila que mantenía entrelazadas sus manos y sin más dejo irle un golpe en su rostro.

Segundos después pasaron los 36 minutos del video en el que se observaba como Lauren llegaba al rubio y le lanzaba el golpe en la mejilla. Haciendo que cayera al suelo. Por suerte para ambas solo se veía el cabello oscuro de Lauren y la mitad de su cuerpo. Enfocando únicamente a Robert recibiendo el golpe.

¡Oh chica ruda! –Sonrío mostrando sus dientes amarillos probablemente de tanto fumar.

Este hecho nos ha dejado desconcertados ya que según fuentes cercanas que se encontraban al interior del club a Camila se le vio muy animada hablando con la misma chica de cabello negro.

Lo que nos deja pensando que quizá hayan celos de por medio, el chico esta guapo y probablemente esta chica que hasta el momento intentamos averiguar de quien se trata. Quería acercarse un poco a Camila para ver su competencia. Probablemente el rubio le había hecho creer que llegarían a algo más.

Pero nuestra Camila fue demasiado rápida. Porque ¿quién no caería ante tanta belleza?

Camila se convierte ahora en la nueva chica rompe corazones de la industria de la moda que consigue siempre lo que quiere. –Afirmo el hombre levantando una de sus oscuras cejas. Finalizando el video.

¡Oh Dios! –Era lo único que podía repetirme. Me sentía demasiado enojada con ganas de tirar todas las cosas que tenía a la vista.

Más de lo mismo. La prensa no se cansaba nunca y ahora dejarían el tema hasta que diera de que hablar en otro evento.

Frustrada apreté mi mandíbula. Un solo descuido y tenía todos los ojos puestos en mí y mi supuesta relación con Robert. Debía pensar algo rápido para alejar de la vista pública a Lauren que estaba segura una vez descubrieran su rostro no la dejarían en paz como la ex-novia celosa y rencorosa de mi supuesto novio.

–Necesitas solucionar esto. –Sugirió Dinah sin saber qué hacer para ayudarla.

–Lo sé, pero ¿cómo justificar el golpe de Lauren hacia Robert? –Dije pensando en la mejor forma de llevar las cosas.

– ¡Eres Camila Cabello! –Exclamo Dinah dándome ánimos y a la vez preocupada. –Pensaras en algo antes que descubran el nombre de Lauren. –Explico recordándoselo como si no lo supiera ya. –Esa chica tiene buena mano. –Sonrío refiriéndose al golpe que le dio a Robert.

–No tiene gracia Dinah así que quita esa sonrisa de tu rostro. –Respondí seria porque nadie lo tomaba de esa forma. Hasta el señor ese sonrío por lo fuerte del golpe.

–No me digas que no te diste cuenta de los celos en Lauren cuando cerró su puño en la cara de Robert. –Negué lentamente porque independientemente si tenía celos o no. Estaba mal que golpeara a las personas. – ¡Diablos! Es que se lo aplaudo a la chica. Defiende lo que es suyo. –Sonrío maliciosa. Tratando de reprimir su risa.

–Y mira el lío en el que estoy metida por eso. –Suspire derrotada masajeando mi cien para lograr calmarme.

Luego de sincerarme completamente con Dinah y contarle lo que sucedió en la noche con Lauren y el pequeño beso que nos dimos. Su reacción se dejó escuchar por todo el lugar estaba completamente emocionada como si hubiese ganado la lotería o algo parecido. No dejaba de gritar y dar pequeños saltos en la misma posición. Abrazándome.

– ¿Te gusto? ¿Besa bien? ¿Hubo lengua? –Interrogaba Dinah con demasiada euforia.

– ¡Dinah! Son demasiadas preguntas fue solo un beso. –dije con las mejillas sonrojadas tratando de no darle mucha importancia.

– ¡Ohhh si hubo lengua chica! Mira esas mejillas eres tan adorable Mila. –Aseguro mi mejor amiga tocando mi mejilla con una gran sonrisa.

–Te odio. –La mire seria pretendiendo estar molesta pero me sentía aliviada de poder compartir esto que siento con ella.

–No lo haces. –Cerró uno de sus ojos divertida. –Entonces a la guapa de la abogada le gustan las chicas. –No estaba segura de las preferencias que Lauren tenía. Era algo que quería preguntarle pero no quería incomodarla o enojarla. Sin notarlo Dinah hablo de nuevo. –Punto a nuestro favor porque eres una chica. –Puntualizo refiriéndose a lo obvio. –Pero... ¿A ti te gusta Lauren Camila?

Por supuesto que una parte de ella comenzaba a sentirse diferente por Lauren pero nunca había experimentado esto con una mujer. No me aterraba la idea yo era feliz con la persona que mi corazón eligiera independientemente de su físico pero no era exactamente lo que mis padres hubieran querido. Mi madre me hablaba del chico ideal que conocería y llegaría en cualquier momento de mi vida. Hacia planes de la boda y soñaba que seriamos felices al igual que mis padres. No quería decepcionar a nadie, ni quería que me vieran diferente. Estaba tan confundida. ¿Tenía miedo?

Di un largo suspiro, frunciendo en línea recta mis labios. No tenía una respuesta a esa pregunta. Apenas nos estábamos conociendo y no quería forzar las cosas con mi carácter cambiante. Ya lo había estropeado y debía concentrarme en pensar en algo para que Lauren pudiera disculparme.

–Es complicado Dinah. –Respondí buscando las palabras adecuadas. –No puedo negar que me conformaría con mirar aunque fuese de lejos a Lauren con tal de mantenerme cerca de ella. Siento tantas cosas con solo mirar directamente a sus ojos que me pierdo en ellos. Pero no quiero que los medios la sigan donde quiera que vaya y se sienta agobiada. No sé si ella lo soportaría. –Mire a Dinah que sonreía triste asintiendo con cada cosa que decía. Sentí sus brazos abrazando todo mi cuerpo buscando reconfortarme.

–Te importa demasiado Mila. –Escuchaba como decía esas palabras en susurro a mis oídos acariciando mi espalda cubierta por la tela de ceda celeste de mi camisa.

Duramos un largo rato en esa posición separándonos por el sonido del teléfono que provenía del escritorio de Dinah que salió a contestarlo disculpándose por dejarme.

Cuando se fue, levante el teléfono y comencé a hacer unas cuantas llamadas para lo que tenía en mente. Primero marque a Robert para disculparme por lo del pequeño accidente y el involucrarlo en el escándalo del club. El chico no estaba enojado solo estaba preocupado porque no tenía noticias de lo que había pasado conmigo después que me subiera al auto de Lauren.

Llame a los de publicidad y marketing para asesorarme sobre lo que podía decir y que sonara creíble. Ellos ya sabían lo del video así que me aconsejaron que lo mejor era pautar cuanto antes una pequeña entrevista en la que aclarara lo sucedido. Acepte muy a mi pesar. No era de dar declaraciones y no me importaba lo que dijeran de mí y el supuesto noviazgo con Robert. Él ya me había dicho que lo olvidara que ambos sabíamos que no pasaba nada.

Pero Lauren estaba involucrada y no quería agregar una carga a su vida por mi culpa. Y que fuera motivo para que se enojara aún más. Esperaba que la historia que tenía en mente resultara y saliera como esperaba.

Lauren's POV

– ¿Jauregui estás escuchando? –A lo lejos la voz de Alejandro me traía de regreso al despacho de su oficina estaba perdida y distraída todo por Camila. Su hija. ¿Irónico no? Necesitaba enfocarme en lo que hablaba.

–Estoy aquí... ¿Decías? –Trate de sonar interesada mirando el documento que extendía para mí por el escritorio.

–Te decía que mañana a primera hora vamos a los juzgados porque representamos a Mercy Aldfox una mujer mayor a los 60 años que no ha recibido su indemnización durante estos tres meses. Al parecer su antiguo jefe a puesto una contrademanda alegando que ya recibió el dinero y que ella no lo recuerda por su edad. –Explicaba un concentrado Alejandro dándole vuelta a su pluma entre sus manos.

– ¡¿Mañana?! Es muy pronto para formular algo sólido como defensa. –No era justo. Me parecía increíble como Alejandro creía que podía preparar una defensa que sucedería en menos de unas horas. No quería exaltarme y enojarme pero aun no lograba calmarme y necesitaba descargarme con alguien.

–No es algo que no hubiéramos hecho anteriormente Lauren. –Sentía como Alejandro me miraba confundido por mi actitud con los mismos ojos marrones que los de Camila con la diferencia que los de la castaña eran mis favoritos. –Incluso te he dado casos para que los resuelvas en menos de dos horas y el tiempo nunca a sido motivo de excusa para rechazarlos.

Por supuesto que en un día cualquiera los aceptaba sin protestar ni poner excusas pero esta mañana no era yo. Y eso estaba pasándome factura enojándome innecesariamente con Alejandro.

– ¡Como sea! –De mala gana me acerque a retirar con brusquedad la carpeta del caso girando mi cuerpo en busca de la salida.

–Alto ahí Lauren tu no sales de mi oficina hasta que me aclares que rayos está pasando contigo. –En un tono serio me obligo a detenerme y volver mi cuerpo al frente de él.

–No hay nada mal en mí sólo ha sido una mala mañana. –Respondí rápido tratando de salir cuanto antes de ahí.

Al decir eso, la expresión en el rostro de Alejandro cambio a una mirada comprensiva y tranquila.

–Todos tenemos malos días Lauren y es comprensible con tanta carga que te doy con los casos. –Reflexiono ajustando bien el corbatín que llevaba. –Tal vez debería dejarte tomar un respiro y entregarle el caso a Matt.

–No Alejandro yo en verdad necesito ocupar mi mente en algo no hace falta que pongas a Matt en el caso. –Conteste apresurada para que el caso fuera mío. –Perdona mi comportamiento de hace rato.

Lo que menos quería era descansar y terminar con mi mente pensando en Camila. Recordando cada una de sus dolorosas palabras y la oportuna pérdida de memoria que sufría al tratar de recordar el beso que ella misma me dio cuando la fiebre invadía su cuerpo.

–Olvidado. –Dijo Alejandro sonriendo. –Eres mi abogada estrella Lauren así que pon a trabajar esa mente y resuelve el caso de la señora Mercy que nos espera mañana a primera hora.

Asintiendo en respuesta. Puse la carpeta en mi pecho y comencé a andar hasta mi oficina que quedaba al frente de la de Alejandro.

Afortunadamente revisando los papeles encontré que podíamos utilizar ciertas facturas y recibos así como el estado de cuenta de la señora Mercy para comprobar que efectivamente no había ingresos de fondos en su tarjeta.

Me límite a sacar aparte las fechas en la que había ido al banco Mercy cuando se dio cuenta que no le llegaba el dinero para que coincidiera con las declaraciones que haríamos ante el juez.

Si algo recordaba de las prácticas que hacia cada semana en la universidad sobre defender a un cliente era "prevenir y anticiparse a los hechos". Siempre funcionaba de esa forma. El sistema judicial se encargaba de ubicar al demandante y demandado en todos los escenarios posibles para esclarecer con mayor seguridad cada una de las demandas a las que se enfrentaban.

Las horas pasaban lentas y no dejaba de mantenerme ocupada. Me pase la hora del almuerzo aun concentrada en el caso. No me apetecía comer nada y debía ocupar el tiempo libre en ordenar otras cosas.

La luz de mi móvil no deja de alumbrar y vibrar anunciándome varias notificaciones sin leer. Suspirando lo tome entre mis manos para dar un vistazo. Tenía alrededor de nueve llamadas perdidas de Normani seguido de unas tres notas de voz de parte de ella. Unas dos llamadas de Taylor y mil mensajes más que mi hermana me había enviado.

Seguramente Normani a estas alturas ya conocía de lo sucedido en el club con Camila y de mi repentina partida al igual que Taylor.

Ya me las imaginaba haciéndome un sin fin de preguntas que involucraban a Camila y la obsesión de Taylor por querer saber todo de su ídola que siendo sincera no tenía interés en contestar. Solamente necesitaba de un respiro y mantenerme alejada de todo. Pero lamentablemente lo que necesitaba estaba lejos de suceder.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de alguien tocando a mi puerta dando tres golpes suaves en la superficie. Seguido del caminar seguro de la única persona que tocaba de aquella manera.

Si la montaña no llega a ti... Tú, ve por la montaña. –Concluyo molesta Taylor. Mi simpática hermana con una voz que conocía como la palma de mi mano.

–Un gran sacrificio ¿no te parece?–Contrarresté sarcástica sin hacerle ninguna gracia al rostro de ella.

–Te contestaría hermanita pero no tengo tiempo para tus fascinantes sarcasmos. –Rodó los ojos irritada. –Ahora, vas a decirme ¡Desde cuando conoces a mi diosa de la moda y ni siquiera has tenido la delicadeza de decírmelo Lauren! –Pregunto Taylor dolida porque su hermana no le dijera nada.

–De igual forma te contestaría Taylor pero no estoy de humor para responder tu pregunta o reclamo. –Ataque manteniéndome fuerte para que Taylor no insistiera pero su mirada y postura solo decía una cosa. No se iría ni dejaría el tema porque necesita respuestas que solo yo podía dárselas.

–Vas a hablar Lauren te guste o no. –Dijo decidida mirando fijamente mis ojos.

–Taylor no estoy de humor y como puedes ver tengo trabajo que terminar. –Levante una de las páginas para que Taylor las mirara.

– ¿Pensabas tenerlo oculto y no decirme nada? –Pregunto ignorándola tomando asiento, colocando su bolso junto a una cartulina bien doblada en el extremo de la silla.

–No hay nada que contar. –Baje la mirada a los papeles en los que escribía mis apuntes sintiendo como Taylor suspiraba derrotada.

–Pensé que tenías confianza en mí Lauren. –Al escuchar la pequeña decepción en las palabras de su hermana dejo de escribir y se dedicó a escucharla. –Cuando llegue a la universidad en la mañana. Me encontré con Jess en los pasillos, hablamos y todo iba normal hasta que en el salón todos estaban con sus móviles mirando curiosos un video que se lo estaban pasando a los demás mientras lo comentaban. Entonces me pregunte que estaba pasando. Abrí twitter y una infinidad de menciones de aquello llenaba mi inicio. Había un video que destacaba de los demás, duraba menos del minuto así que decidimos verlo con Jess. –Hizo una pausa tomando del bolso su móvil para enseñárselo a Lauren. –Me sorprendió demasiado la noticia del nuevo novio de Camila, pero lo que me descoloco por completo fue ver la figura de mi hermana de espaldas y el puño de ella impactando en la cara del chico. –Negó sin poder creerlo.

Levante la mirada de su móvil hasta posarla en Taylor. Su expresión se mantenía molesta. No podía mentirle ni negarle que la mujer de espaldas no era yo. Eso sonaría poco creíble y no contaba con una excusa que justificara los hechos. Porque si lo hacía explotaría y no me hablaría en años.

–Las cosas se salieron de control, no me dio tiempo de pensar y reaccionar hasta que vi el rostro de Camila. –Aun recordaba la mirada incrédula que sus ojos me brindaban. Resignada se lo dije a Taylor.

Por el enojo que traía encima había olvidado por completo a los medios y lo que dirán de Camila después de esto. Sin quererlo la empuje involuntariamente al ojo del huracán. Y no me hacía sentir mejor. Seguramente la prenda no la dejarían en paz y llegarían al punto de pararla por la calle asfixiándola para que les contestara.

– ¿Taylor ese video llegara a opacar la carrera de Camila? –Pregunte removiéndome nerviosa en mi asiento. Lo menos que quería era arruinar su trabajo y no estaba segura si eso estaría pasando ya.

–Mira realmente no estoy segura, el video se ha hecho viral y la única forma de contrarrestarlo es que ella lo aclare. –La respuesta de Taylor no me dejaba tranquila. Sería difícil desviar el tema con los medios. A Camila no le gustaba hablar de su vida privada y dudaba que lo hiciera ahora.

–Es mi culpa. Yo la puse en esa situación. –Susurre. –Ojalá pudiera hacer algo.

–Trata de no preocuparte Laur. –Intento tranquilizarla Taylor tomando una de sus manos para que la mirara. –Seguramente Camila ya ha tomado cartas en el asunto y estará pensando en algo.

Las manos de Taylor apretaban el dorso de las mías dándome suaves masajes. Tal vez debía dejar de lado mi orgullo y llamarle a Camila para saber cómo iban las cosas pero que pasaría si no me contestaba. No necesitaba de un rechazo más a la lista.

–Eso espero. –Suspire resignada.

–Y bien... ¿Qué te parece? –Le pregunto Taylor dudosa sobre Camila cambiando de tema. – ¿Es verdad lo que dicen de su perfume?

– ¿Qué es lo que dicen de su perfume? –Arrugue mi frente preguntándole a Taylor.

–Las personas que han tenido la fortuna de conocerla en persona dicen que el perfume que usa es una marca exclusiva de Coco Chanel obviamente nadie lo sabe y sigue siendo un misterio todavía. –Explicaba su hermana de lo más natural viendo a Lauren que no parecía entender todavía.

Me hice la desentendida porque no quería darle más detalles a Tay de ella. Por supuesto notaba el aroma de su perfume. De las veces en las que la había tenido cerca no podía ignorar que Camila olía delicioso. Su olor era tan exquisito que podría olerla por horas y no me aburriría.

–Olvídalo no se ni porque te lo pregunte. –Gruño frustrada.

–Eres rara. –Rodé los ojos.

–Continua. –La invito a que siguiera.

–Bien, es una mujer guapísima y muy inteligente. –Sonreí recordando sus facciones. Amaba la forma en la que la comisura de sus labios se arrugaban cuando sonreía. –La forma y el color de sus ojos son preciosos. –Le asegure a Taylor que no dejaba de sonreír como si ya lo supiera.

–Estupendo. –Ella felicito emocionada en la silla. – ¿Cuándo le pedirás una cita? –Cita. Abrí los ojos sorprendida ante el comentario de Taylor. –No pongas esa cara. – Señalo. –Imagínate... ¡Tú con Camila en una relación! –Chillo emocionada. –Serian la pareja mas goals porque son perfectas juntas.

–Tiene novio Tay. –La frene antes que siguiera imaginando cosas. Mi corazón se contraía en mi pecho con solo mencionar al rubio.

– ¡¿Y qué?! –Alzo las manos exclamando. –No puede ser que creas lo que dicen en las revista. –Negó molesta. –Camila no tiene novio desde la universidad Lauren, su última relación fue hace más de seis o siete años. –Contó la más joven haciendo que entrara en razón.

El conocer ese dato de Camila me dejo pensando. Probablemente con lo de su madre decidió alejarse de todo y no había tenido tiempo para una relación. Pero ahora podía retomar ese camino y darse la oportunidad con alguien que cuidara de ella y la valorara.

–Taylor. –Suspire cansada. –Es hetero y no creo que quiera andar con una chica. –No podía darme falsas esperanzas. A lo mejor Camila era de las personas que tomaban el tema de la sexualidad abiertamente pero eso no quitaba que podría sentirse incomoda si llegara a tomar su mano o besarla en público si quisiera intentar algo más que una amistad.

–Ninguna persona es completamente hetero mí querida Laur y te lo digo porque lo saque de un libro así que es 100% confiable. –Sonreía levantando una de sus cejas.

–Seguramente "el libro" es alguna novela romántica de las que siempre lees. –Asegure divertida dándole un pequeño golpe en su brazo.

Taylor era una amante de la literatura. La recordaba de niña leyendo libros de lectura infantiles llenos de dibujos y letras que mi padre le regalaba. No dejaba de mirarlos ni por un segundo incluso a la hora de dormir siempre lo hacía junto a ellos. Por eso consideraba la lectura como su segunda pasión.

–Descubierta hermanita. –Acepto mostrando una amplia sonrisa. –De todos modos eres una Jauregui y tus ojos son tan misteriosos e intimidantes que todas mis amigas "las hetero" matarían por una oportunidad contigo. –Afirmo divertida.

No tuve más opción que sonreír y girar mis ojos. Lo recordaba. Taylor salía tarde de una clase en la universidad y me llamo para que pasara a recogerla.

Cuando estacione en el parqueo del campus. Las miradas de varios chicos y algunas chicas se posaban en mí. No dejaban de recorrer todo mi cuerpo. Supuse que sería por la manera en la que vestía con mis características botas, vaqueros y una camiseta.

Me sentí incómoda al principio porque era la primera vez que yo entraba. Mientras esperaba recosté mi espalda en la puerta del auto mirando al rededor.

Mi vista se dirigió entonces a mi hermana que caminaba apresurada en dirección a donde me encontraba seguida de otras 4 chicas que la acompañaban entre risas y bromas. Después de saludarme con un abrazo y un beso en la mejilla. Les dijo algo a sus amigas en el oído que no alcance a escuchar y solo note el rubor leve de sus mejillas sonriendo apenadas.

Lo que me pareció extraño, cuando se fueron Taylor se acercó y solo dijo "Mis amigas dicen que estas bien buena" luego de decirlo hizo su cara de asco para molestarme y se apresuró a subirse.

–Ya veremos qué pasa. –El sonido de la puerta abrirse hizo que paramos de reírnos. No estaba esperando a nadie.

–Lamento interrumpir Lauren pero quería saber si ya te sientes mejor y si tenemos una defensa sólida. –Camino hasta ella Alejandro llegando al lado de Taylor.

–Si todo está solucionado y listo para mañana. –Alejandro asintió en respuesta mirando a mi hermana y luego a mí buscando un parentesco. Caí en cuenta que era la primera vez que la veía y él no la conocía. –Lo olvidaba Alejandro ella es Taylor mi hermana menor.

–Mucho gusto, soy Alejandro Cabello el jefe y amigo de tu hermana. –Se presentó sonriéndole extendiendo su mano para que Taylor la tomara.

Al escuchar su nombre y el apellido la expresión en el rostro de Taylor se desfiguro. De un momento a otro estaba dando pequeños gritos ahogados cubriendo su boca con las manos sin poder creerlo. Su entusiasmo explotaría en menos de tres...dos... un...

– ¡Mi Dios! ¡Estoy hablando con el papá de Camila Cabello y el esposo de Sinu Cabello! –Sin darle tiempo de reaccionar ya tenía a Taylor con sus brazos alrededor de Alejandro abrazándolo sin intención de soltarlo.

– ¡Taylor! –Rogué para que mi hermana dejara de avergonzarme.

Por estas razones no le mencionaba nada a mi mamá ni a ella cuando me preguntaban el nombre de mi jefe. Conocía tanto a Taylor que cuando conocía a las personas que más admiraba en la vida se comportaba como una loca desquiciada y alborotada.

–Descuida Lauren está bien recibir abrazos de vez en cuando. –Alejandro le hablaba sonriente pero con dificultad a causa del fuerte agarre de Taylor. Una vez lo soltó se puso enfrente de él.

–Créame cuando le digo que tenía muchas ganas de conocerlo. –Taylor intentaba mantener su voz pero estaba hiperventilando. –Su esposa era una genio de la moda al igual que lo es Camila. La admiro demasiado que me faltaría el aire si llegara a entrar por esa puerta. –Señalo con rapidez a la puerta observándola como si de ella aparecería la diseñadora.

– ¡Oh! no queremos que te desmayes Taylor. –Negó viéndola divertido. –Camila muy pocas veces viene al bufete pero si quieres un día de estos puedo hacer que ustedes dos se conozcan. –Le prometió ladeando su cabeza.

– ¿L-o... lo haría? –Susurro sin poder creérselo con sus ojos brillosos.

–Me has caído muy bien y me pareces una chica simpática así que supongo que Camila no tendría ningún problema. –Afirmo haciendo realidad el mayor de sus sueños.

Perfecto. Ahora Taylor no pararía de rezar a todos los santos para que sucediera lo más pronto posible. Y eso solo significaba que tendría que aguantar todas sus fases de aceptación, negación, exaltación, euforia y lo que le seguía.

–Gracias Alejandro pero he recordado que tenemos que irnos ya nuestra madre debe estarnos esperando. –Me excuse interrumpiendo a Taylor que estaba a punto de decir algo.

–En ese caso no las entretengo más, mañana nos vemos a primera hora en los juzgados. –Se dirigió a mí para que no lo olvidara. –Cuídate mucho Taylor fue un placer conocerte. –Manteniendo su habitual sonrisa Alejandro salió dejándolas solas.

– ¡Basta! ¡He conocido al papa de Camila! La vida es demasiado buena conmigo. –Taylor salto en el mismo lugar emocionada.

Arregle a velocidad récord los papeles que necesitaría para mañana llevándolos conmigo. Salimos de mi oficina y pase a dejar a Taylor en la casa de nuestros padres, ella no dejaba de negar, suspirar y gritar removiéndose en el asiento de mi auto durante todo el camino.

Esto era solo una parte de su entusiasmo lo que se venía era mucho peor. Una vez aparque en el portal de la casa ella me invito a pasar pero decline la oferta porque necesitaba descansar. Taylor entendió y me dio un abrazo de despedida.

De camino a mi casa, las calles se mantenían transitadas y en menos de treinta minutos llegaba a la entrada del vecindario. Mi móvil vibro en el bolsillo de mis pantalones antes de contestar leí el nombre en la pantalla. Normani.

-Hola Mani. –Salude como si no pasara nada.

–Hasta que me contestas tonta. Llevo todo el estúpido día llamándote. –Reprendió la morena al otro lado de la línea.

–He estado ocupada no veía mi móvil hasta ahora. –Trate que mis palabras sonaran creíbles. – ¿Para qué me necesitabas con tanta urgencia? –Pregunte.

–Al principio quería regañarte porque me mentiste en la cara con eso de sentirte ayer enferma. –Contesto recordándole el mensaje que le había enviado. –Pero eso ha pasado a segundo plano. –Continúo hablando. –Te llamaba porque hoy un empleado de publicidad que trabaja con Camila pidió que la entrevistaran a ella personalmente uno de nosotros para que saliera en la revista cuanto antes.

–Y que paso Normani... –Anime a mi amiga a que continuara hablando. – ¿Camila dejo que la entrevistaran? –Al preguntarle eso mis llaves cayeron al suelo por lo nerviosa que estaba tratando de abrir la puerta de mi casa.

–Perdona estaba tomando agua. –Se disculpó por el breve silencio en la línea. –Ella misma lo pidió Lauren. –Cuando le confirmo su pregunta se sentó de inmediato al borde de su cama sosteniendo su frente.

– ¿Y-y sabes lo que dijo? –Nerviosa por la respuesta que le daría la escucho con atención.

–Si –Aseguro esperando que Lauren hablara pero el silencio que invadió la llamada hizo que hablara de nuevo. –Mira lamentablemente no fui yo la que tomo su entrevista porque al estúpido de mi jefe le pareció buena idea que entrevistara a un grupo de ancianos que viven en un asilo al que no le llegan las cosas básicas para poder sostenerse. Imagina lo que pase cuando le hice la entrevista a uno de ellos y no recordaba la pregunta porque padecía de pérdida de memoria a corto plazo. –Indignada Normani gruño con solo recordarlo.

–Te estas desviando Normani. Quieres solo decirme que dijo por favor. –Suplique sin importarme la historia de los ancianos.

–Aclaro el video en el que tú golpeas a su novio. –Hizo énfasis en el "tu golpeas" obviamente ya lo sabía y no tenía dudas. –Ella explico que la chica a la que conoció y con la que platicaba animadamente era solo alguien que se había acercado a felicitarla por su trabajo. Dijo que había tomado un poco y que por eso no se dio cuenta cuando unos tipos trataron de acercarla a donde estaban para bailar, pero ella se negó y ellos no parecían hacerle caso entonces una chica que estaba cerca la ayudo a alejarse y cuando su acompañante se acercó a ella la chica pensó que intentaba hacerle daño por eso lo golpeo afortunadamente después lograron aclarar todo y las cosas se mantuvieron tranquilas. –Termino de resumir la página que tenía entre sus manos informándole a Lauren lo más relevante.

– ¿Se lo han creído? –Dudosa le pregunte a Normani.

–Por lo que he visto en otros sitios puedo decirte que ha funcionado pero no dejan de decir que Camila ha asumido toda la culpa por su novio y que quizá por andar bebida ella pudo engañarlo sin darse cuenta con otra persona en el club. –Escuchaba como Normani trataba de decirlo sin sonar tan cruel.

–Son unos idiotas. ¡Cómo pueden siquiera pensar y decir todo eso de ella! ¡Ni siquiera estaba tomada! – Sentía a mi cuerpo enfurecerse por el que aun intentaran sacar suposiciones de donde no hay absolutamente nada.

–Cálmate Laur. Camila es una mujer fuerte que sabe cómo enfrentar cualquier situación difícil y eso solo lo saben las personas que la conocen realmente, ya sabes cómo pueden ser de crueles las personas que la critican. –Normani trataba de tranquilizar la molestia de la abogada. –Además tú y yo sabemos que ella no es de las que dan entrevistas a cualquiera aclarando situaciones de su vida privada. Ha cargado con toda la culpa para protegerte y evitar que los medios te tengan en la mira. –Finalizo la morena con una media sonrisa en su rostro ante el gesto de la diseñadora.

Tenía toda la razón. Camila se había hecho cargo desinteresadamente de toda la culpa para que ningún medio llegara a acosarme y se metiera en mi vida privada. Se encargó de alejarlos creando una historia falsa en la que ella había bebido de más sin importarle que hablaran de ello y que con su declaración incluyera a dos chicas en la escena y no una como se pensaba en un principio.

Mi cabeza comenzaba a dar vueltas y mi corazón se aceleraba demasiado por el gesto y la preocupación de Camila por mí. Demostrando que su corazón lejos de ser frío y distante como intentaba demostrar era demasiado grande para mantenerse de esa manera. Aún tenía esperanzas que podía cambiar si la ayudaba.

Finalizada la llamada de mi mejor amiga. Me puse la pijama y ajuste la alarma en el teléfono para evitar quedarme dormida. Mis ojos se cerraban sin quererlo como consecuencia del desvelo de anoche que comenzaba a pasarme factura.

Acomode mejor la almohada debajo de mi cabeza sin poder relajarme. Gire mi cuerpo boca abajo percibiendo el perfume tan familiar que Camila utilizaba aun impregnado en las sabanas que cubrían mi cama. No me dio tiempo a cambiarlas antes, ya lo haría mañana.

No me molestaba sentirla aunque fuese de esa forma tan simple. Necesitaba aferrarme de algo que evitara mi caída en los profundos marrones que me intrigaban tanto cuando los veía fijamente.

La luz de mi móvil ilumino toda mi habitación que se mantenía a oscuras.

¿Quién podría ser a estas horas?

Apresurada traje el móvil hasta posicionarlo frente a mi rostro y le di clic al mensaje nuevo que salto extendiéndose por toda la pantalla.

De: Camz🎨  'Hey Lauren. Yo sólo quería decir... lo siento por lo de hoy en la mañana, sé que no tengo justificación pero... sólo quería que lo supieras. Seguramente estas durmiendo. Buenas noches'.

Termine de leerlo sonriendo de medio lado. Ella aun quería hablar conmigo después de todo. Su forma de disculparse era linda y sencilla sin necesidad de agregar más. Aun que tratara de alejar estos sentimientos que estaba provocando en mí. Camila sólo lo hacía más difícil.

Debatiéndome si debía contestarle o no. Sin quererlo mis párpados se volvieron muy pesados y se cerraron involuntariamente de un momento a otro. Quedándome dormida con el móvil en mi mano izquierda.

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¡Hola! Quería agradecerles por los ya 1k vistos que tiene la historia. Es más de lo que esperaba y me hace muy feliz. Gracias!

Nos leemos en el siguiente capítulo...

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