-Así que siempre si lo hiciste ¿cierto?-hablaba la peliroja, cruzandose de brazos.
-Yo hablaba muy enserio, Karin-le sonreía orgulloso.
-Sasuke, si lo que querías eran un hijo, ya sabes que yo puedo dartelo, solo necesitabamos...
-¿necesitar qué? ¿tú ridícula inseminación artificial?-bufo. -¡por dios, Karin! Se nota que no me conoces del todo.
-Pues si, además que mi 'ridículo método' te hubiera evitado problemas con tu adolorida parte-dijo señalando entre sus piernas.
-Eso es algo que no te incumbe-se movió, quitandole el angulo de vista de dicha parte. -Eso es algo que pronto haré pagar.
-¿más? ¿desde cuándo quieres hacerle la vida imposible a Sakura?-exclamaba molesta.
-Desde que niega que me ama-respondió rápidamente.
-¿y si verdaderamente ya no lo hace?-parecía insitarle a enojarlo.
-Ella no puede dejarme de amar-se burlaba de la idea. -Es absurdo-se acerco a ella, acariciando su mejilla. -¿qué acaso la idea de que Sakura me de un heredero te pone celosa?-decía tranquilo.
-Sabes lo que siento por ti, es tonto que lo preguntes-se autocariciaba con la mano posada en su mejilla.
-Karin-levanto su barbilla, haciendo que su mirada se enfocará en sus ojos. -Las cosas no van a cambiar entre nosotros, estaré con Sakura deseando estar contigo, como los viejos tiempos.
-¡claro que no será como antes!-exclamó tirando de su agarre. -Ella te dará un hijo.
-Pero será como tu hijo, velo de esa forma-la volvía a retomar.
-¿la dejarás?-preguntaba esperanzada.
-Por suspuesto, y tu serás la madre de mi hijo-la miraba decidido.
-¡Oh, Sasuke!-le abrazó, recargandose en su pecho. -Te amo.
-Lo se, lo se-beso su cabello con malicía.
***
Ese día no salió el sol, la aldea de Konoha se mantenía mojada aún, ya que desde la noche había empezado a llover, la mayoría de las personas se mantenía en sus casa, reguardandose en el calor que estas le proporcionaban e inclusive, aprovechando la excusa de quedarse a descansar ya sea con la compañía de sus familiares o amigos; bueno, al menos la mayoría, ya que al decir todos, olvidariamos al protagonista de la historia.
Sí, ahí estaba él, haciendo diferencia como siempre, aún seguía en la cama, esperando despertar de la pesadilla que era su realidad, su cruel y dura realidad. Se mantuvo lamentándose despierto toda la noche y de lo poco de durmió, solo fue para soñar con su triste vida.
Estando ahí, medio despierto por la depresión; sin ganas ni fuerzas de levantarse e incluso le parecía cómico el no tener apetito, ni siquiera de ramen... y quizas jamás lo comería igual; objetos, lugares, momentos; todo le recordaba a ella, qué ¿cómo la iba a olvidar? Definitivamente no tenía idea, pero si que no podía ya estar cerca de ella.
Tenía que irse, sí, alejarse de ella, por el bien de los dos, no podía estar ahí, no con todos esos recuerdos que esperanzaban a su amor por ella.
-¡ehí! ¡Naruto!-tocaba su puerta principal. -¡soy yo, Konohamaru! ¡abre!-esperaba respuesta de él o algun ruido que le indicará que estaba ahí, pero fue despecionado.
"Que raro" pensaba el chico. "Debería estar aquí con este clima" lo meditó un momento. "¡Claro! Debe estar con Sakura" se fue seguro hacia donde vivía dicha chica.
***
Al parecer Naruto no era el único que se encontraba solo y triste, también dicha pelirosa compartía alquel sentimiento de melancolía, pero quizas un poco mas tosco.
En plena obscuridad de su habitacion, yacía en el suelo la joven, con sus cabellos regadps en el suelo acompañados de un semblante triste que abarcaba la estancia gravemente, el silencio se juntaba con la soledad, visitándola toda la noche. Entre abrió los ojos al ver la pequeña iluminación que daba el amanecer, ella pudo notar la debil luz que regalaba el cielo por estar nublado, indicándole que esta lloviendo, bueno al menos no era la unica que estaba soltando sus sentimientos.
"¿hace cuándo amanecio?" Se preguntaba inconsciente de como pasaba el tiempo sobre ella.
-¡ehí, Sakura!-exclamaba una voz conocida, afuera de su apartamento. -¡soy yo, konohamaru! ¡abre!
"¿konohamaru? ¿qué hace aquí a estas horas?" Confunfida, miro el reloj que tenía en cerca, dándose cuenta que el tiempp había pasado mas rápido de lo que le parecía.
-¡Sasura, se que estas ahí!-golpeaba la puerta. -¡ya! ¡no me engañan! ¡abrán!
"¿engañar?" Pensaba sin entender a lo que se refería.
-¡Naruto, sal de ahí! ¡ya se qu estas con Sakura! ¡abre de una buena vez!-habló mas fuerte.
"Naruto" penso volviéndose a sus pensamientos de depresión. "Él cree qu esta aquí" de nuevo, lágrimas empezaron a brotar de sus ojos. Decida, limpió lo que pudo de su prueba de sollozos y se dirigió a la puerta principal.
-Naruto no esta aquí, konohamaru-intentó no mostrar su mal estado, aunque no tuvo éxito.
-¿eh? ¿Sakura?-dice sorprendido. -¿estas bien?
-Sí, estoy bien- una vez más, dedico una sonrisa falsa.
-Oh vaya, ¿estuviste llorando?-cuestionó notando sus lágrimas secas en su rostro.
-No, bueno sí, es que...-meditó un momento su respuesta. -...ya sabes, con eso de los cambio de humor en el embarazo.
-Ohh ¿con qué es eso?-dijo convencido. -Bueno, ¿sabes dónde se encuentra Naruto?
-Este...-intentó tragarse la pulsada de dolor que le causa al escuchar su nombre. -Quizás este en su casa.
-Yo también había pensado en eso, pero no, no esta-respondió. -Bueno creo que no esta contigo-le sonrió. -Nos vemos Sakura.
Perpleja, se quedo mirándolo hasta perderlo de vista, suspiro, cerrando su puerta para luego resbalar en ella, quedando sentada en el suelo, recargada en esta.
"Sí, no esta conmigo"
***
-Anda Sai, solo una vez mas-hacía pucheros la chica rubia.
-¿otra vez?-decía sorprendido.
-Sí.
-Que insaciable eres, Ino-sacudía la cabeza.
-Bueno es que tu me dejas con hambre-le guiñaba el ojo.
-¿con hambre?-sonrió. -¡pero si este es el septimo que te comes!
-¿qué te dijo? Eres muy buen cocinero-dijo echándose otro bocado de crepa a la boca. -Además de que me dejas exhausta en la cama.
-Y pensar que creí que cuidabas tu figura-le sonrió a la chica.
-No arruines nuestras mañana, Sai-bufó ante el comentario del pelinegro.
-Esta bien, esta bien-repitió. -No quiero despertar tu mal humor de embarazada.
-Emm, sí-se encogió de hombros. -Sobre eso yo...
-Pero no hay nada de malo en eso ¿sabes?-preparaba mas mezcla para el pan. -Porque eso dice mucho de ti.
-¿de mí-pregunto confundida. -¿qué dice?
-Que eres honesta contigo misma, por lo cual lo eres con los demásdemás-seguía mezclando los ingredientes. -Y esa es una de las cosas que me atraen de ti.
-Ooh-solo logro decir eso después del gran valde de agua, patrocinando por la culpa de la situación que este le provocaba.
-¿y quieres más?
-¡no! No por favor, no dijas más-respondió rápidamente.
-Yo hablaba de que si querías comer más-sonrió al ver su reacción.
-No, creo que ya no puedo más.
* * *
-¿Sakura? ¡Sakura! ¡Responde! ¡Sakura!-exclamaba exaltado al ver a la chica tirada inconsciente.