Naruto...-susurró la chica sonrojada, tomandola por la cintura, apegandola hacia su cuerpo.
-¡Oh Sakura-chan!-acariciaba su cuello con su nariz. -El solo verte hace que quiera estar contigo... pero verte con solo una frágil bata, bañada en ramen ¡me vuelve loco!
-¡eres un pervertido!-cerró sus ojos, intentanto reprimir un gemido. -¡deten esto de una buena vez, Naruto!
-¿y dejar escapar la oportunidad hacer una de mis grandes fantasias sexuales contigo?-decía divertido. -Prefiero violarte.
-¡por supuesto que no!-intentó alejarlo, pero en se opuso.
-Esa es la actitud-suspiró profundamente en su cuello.
-Naruto, hablo en-enserio-dijo entre gemido.
-¡¿y crees que yo no?! -se alejó sonriendóle. -No te preocupes, prometo que lo lo disfrutarás-le.besó la frente. -Lo juro por mi vida.
Bajo sus besos así su nariz y para acabar en sus labios por un buen rato. Sakura sabía que una vez que Naruto promete algo, no habia nada que lo detuviera a cumplirlo, por lo tanto sería inutil todo aquel esfuerzo por detener lo que empezaba a ocurrir.
Pronto la mente de la chica empezaba a no pensar con cordura, gracias al tacto del chico, por lo que su cuerpo ya reaccionaba instintivamente, empezando por mover sus manos hacía la nuca del joven, fundiendo mas el beso.
Naruto pudo caotar que el movimiento de Sakura indicaba que ya no habia resistencia, cosa que lo hiso que el beso se volviera mas apasionado y salvaje.
-¡dios Sakura-chan! En tus labios sabe mejor el ramen-decía entre besos con la voz demasiado ronca..
-¿y qué...?-decía entre grandes supiros. -¿ahora soy tu recipiente de ramen?
-Bueno-empezó a besar su cuello. -Como no quieres llegar a nada formal aún, supongo que no estaría mal.
-Eres demasiado insistente ¿lo sabias?-despeinaba al rubio.
-Bien dicen que nunca hay dejar de luchar por lo que quieres- lamió su cuello hasta lleguar a su oído. -Y mira hasta donde he llegado.
-Naru-ruto-se estremeció.
Mordió su oreja ligeramente, haciendole sentir una gran paso de electricidad al cuerpo de la chica, haciéndole sonreir al joven; acostandola en la mesa, decidió de nuevo recorrer de nuevo su anterior camino, pero cuando llegó de nuevo al cuello, esta vez decidio ir lentamente hacia donde iniciaban sus pechos, destapando con cuidado la bata con sus manos, dicha zona.
Lamía lentamente, aunque poco a poco habia mas pasión, Sakura ya empezaba a arquear la espalda mientras le regalaba gemidos al rubio; él estaba cada vez mas exitado, la mezcla del sabor de su piel con lo poco que quedaba del ramen, hacian una afrodisíaco demasiado fuerte para el chico.
Empezo a avanzar mas y mas hasta llegar a solo cubrir la bata debajo de su abdomen. Naruto prácticamente no podía mas, quería hacerla suya ya, sin embargo, tampoco se iba a dejar perder el sabor de su piel con un toque de ramen, así que salvaje mente besaba, succionaba, lamía y mordía su buen busto, mientras Sakura estaba en las mismas, se removia en la cama por culpa del placer que le regalaba Naruto, ella solo podia arquearse y manosear a su amado.
Los dos querían mas y mas ¡Y MÁS! Naruto habia explorado y aprovechado completamente la mitad del cuerpo de la pelirosa de arriba, mas de lo que el podía recordar; ahora primeros sus manos se dedicaba a la zonas faltantes de acariciar mientras su boca se dedicaba a las partes que iba a abandonar.
Sus manos masajearon primero los pies, gracias a la postura de la chica que consistía en tener sus piernas a cada costado de el, aún acostados, flexionando sus rodillas. Después se deslizaron a sus tobillos, rodillas, en fin, todo, dandole tiempo a cada parte volviendo y resbalando sus manos de nuevo, eran perfectamente firmes y grandes, sus palmas tenian mucho que recorrer, tocando esa piel tan palida y suave que lo volvian loco.
Su boca dejo de atender sus pechos, bajando por su abdomen, hasta llegar a su zona íntima. El curuoso Naruto decidió probar el sabor, abriendo sin pedir permiso un poco mas su piernas, lo suficiente para acercar su boca hasta la deseosa zona, aprovechando que una pelirosa estaba casi inconsiente por el placer; al parecer la tecnica de 'la paleta' que el viejo pervertido le había enseñado, tuvo éxito, rápidamente su lengua hizo contacto con su feminidad, lamiendo ligeramente ya que, esta era la primera vez que hacia esto, al igual que ella recibía el gesto.
Al primer toque un fuerte escalofrío saco de transe de placer a Sakura, para llevarle a otro mas grande y mejor, Naruto probó por primera vez su sabor y una vez que lo hizo, decidió no para, metiendo y sacando su lengua con velocidad, para después dar lamidas, la chica arañaba la mesa de la mesa que por suerte era lo bastante resistente como para hacer que no se rompiera con su peso.
¡Ya no había cordura! ¿qué eran las neuronas? Ninguno de los dos lo sabían, solo se dejaban llevar por el momento, el mundo desapareció, no existía nada mas que ellos. Ya habían experimentado varios orgasmo esa noche, pero aún querian más, el cansancio no se comparaba con lo deseosos que estaban en unir sus cuerpos.
Naruto tuvo la iniciativa, después de que cada uno explorará el cuerpo de cada uno, el necesitaba hacerla suya y ella también. Dejó de besar su cuerpo, y empezó a acercar su cadera entre sus piernas hasta entrar totalmente en ella.
Sakura se arqueó por el pequeño dolor que aún no se acistumbraba pero que valia la pena y era menor que el placer que le regalaba después tenerlo adentro de ella, poco a poco, mientras tomaban fuerzas, el joven empezó a moverse, gruñendo y ella gimiendo no tan levemente al principio, sin embargo en poco tiempo no les parecio suficiente, hací que el rubio tuvo que poner mas y mas fuerza y velocidad a las embestidas, llevandolos al mas grande y placentero orgasmo de su vida.
Naruto, cayó encima de la chica, los dos totalmente desnudos, los boxers en algun momento no expecificado cayeron el suelo y la bata estaba abajo del cuerpo de la chica; respiraba agitadamente.
-Sakura-chan-susurro en su oído.
-Naruto-repondió jadeando.
-Hoy y seguro quedas embarazada-se acurruca en sus pechos y se durmió, dejando a la pelirosa y su sentimiento de culpabilidad, mientras acariciaba su cabeza, cayendo en sueño.
EN OTRO LUGAR, DENTRO DE LA ALDEA.
-¡¿Qué, qué!?-dijo sorprendida una rubia, el ver lo que le enseñaba su amado.
-No creo que tenga que repetirtelo, Ino-sonreía incado, mostrandole el interior de una cajita.
-Es que... tú...yo-balbuceó. -¡¿tienes una idea de lo que me estás pidiendo?!
-Por suspuesto, este es un asunto muy crítico en la vida-le añadió un poco de confianza.
-¡¿pero Sai...?! ¡¿casarme contigo?! ¡¿en verdad?!
-Sí-dijo seguro.
-Es que yo no te entiendo-le recriminaba. -Es decir, primero llegas muy raro, buscando sexo, después te portas muy lindo, pero esto...
-Todo esta planeado-le explicaba sereno. -Ya nos llevamos conociendo bastante tiempo, yo te gusto...
-Espera, espera-interrumpió. -¡¿cómo estás tan seguro que tú me gustas?!
-Tus reacciones, indirectas y miradas lo revelan-mencionó con mucha confianza. -Como decía, nos conocimos lo suficiente y ahora necesitamos avanzar al siguiente paso.
-¡¿siguiente paso?!-exclamó enojada. -¡¿y tú crees que casarse es el siguiente paso?!
-Si, lo afirma...
-Tu maldito libro ¡lo se!-se cruzó de brazos. -¡¿y qué rayos te saltaste la parte de ser novios, por lo menos?!
-No hay tiempo, por eso nos fuimos directamente al sexo-explicó.
-¡¿y qué te hace creer qué aceptaré casarme contigo?-decía ironicamente.
-Porque lo mas seguro es que estes embarazada-se acercó a ella, acariciando su abdomen. -Será mejor que te hagas una prueba de embarazo, para estar seguros.
"Rayos, no habia pensado en eso" pensó sorprendida la chica.
-Es mas-saco una otra cajita. -Podemos daberlo ahora.
-¡¿qué?! ¡estas loco!-decía en sock.
-Prevenido-corrigió.
-Dame eso-se lo arrebató. -Te demostraré que estas equicocado.
VARIOS MINUTOS DESPUÉS.
"Mierda, mierda, ¡piensa algo rápido" dijo al ver el resultado de la prueba.
-¿y bien?-preguntó sereno.
-Estoy embarazada-dijo sin pensar. -p-pero no de ti.
-¿eh?-se sorprendió de su respuesta.
-Es decir... si, así es, n-no es tuyo.
-¡eso no puede ser posible!-dijo exaltado. -Se supone que solo salias conmigo.
-Pues si... sólo que-improvisó. -¡Me, me hice una inseminación artificial! ¡sí, eso!